Qué Propuestas Tienen Para Mejorar La Vida En La Escuela?

Descargar el PDF Descargar el PDF Los almuerzos, las meriendas y los refrigerios en las escuelas representan una gran parte del alimento que los niños comen durante la semana. Tener acceso a opciones saludables y nutritivas permite que los niños puedan enfocarse y tener éxito en las clases, además de desarrollar buenos hábitos alimenticios en sus vidas. Como padre, puedes animar a tus hijos a comer bien en la escuela al enseñarles en casa y participar en los programas de alimentación de la escuela.

  1. 1 Habla con tus hijos acerca de la nutrición saludable. Si fomentas hábitos de alimentación saludable en casa, tus hijos tendrán una mayor facilidad para tomar buenas decisiones alimenticias en la escuela. Siéntense como familia para hablar de los beneficios de los alimentos saludables y los riesgos de escoger opciones poco saludables. [1]
    • Proporciónales información específica acerca de los beneficios que pueden obtener al comer alimentos distintos. Por ejemplo, puedes decir “Me encanta comer pescado porque es delicioso y es muy bueno para el cerebro”.
    • Ser un buen ejemplo también es una parte importante a la hora de enseñarles hábitos de alimentación saludable. Coman juntos como familia y permite que tus hijos vean que tomas decisiones alimenticias saludables.
  2. 2 Proporciona alimentos saludables en casa. Los niños que tienen acceso a alimentos saludables en casa tienen una mayor facilidad para desarrollar hábitos de alimentación saludables que puedan aplicar en la escuela y otras áreas de sus vidas. Prepara comidas equilibradas con una combinación de fibra, frutas y vegetales, proteínas magras (como legumbres, pescado y pechuga de pollo), grasas saludables (como las que se encuentran en las nueces y los aceites vegetales), productos lácteos y cereales integrales. [2]
    • Asegúrate de que tu hijo tenga acceso a refrigerios saludables (como frutas frescas, vegetales con salsa, yogur o mezcla de frutos secos), en el caso de que sienta hambre entre las comidas.
    • Evita tener comida chatarra en la casa, como caramelos, bebidas azucaradas, productos dulces horneados, y refrigerios con un alto contenido en sal y grasa.

    Consejo: las necesidades alimenticias de los niños cambian a medida que crecen. Si no sabes bien qué es lo que debe comer tu hijo o en qué cantidad, habla con tu pediatra.

  3. 3 Prepara refrigerios y almuerzos nutritivos para que tus hijos lleven a la escuela. Si tus hijos llevan sus propios refrigerios y almuerzos a la escuela, prepara opciones saludables que les gusten. Evita los alimentos procesados, los dulces o las comidas con un alto contenido en sal y grasa.
    • Ofréceles una variedad de opciones saludables para que puedan escoger. Por ejemplo, puedes decirles “¿Qué prefieren llevar como refrigerio hoy? Tenemos fresas, zanahorias, semillas de girasol y yogur”.
    • Hacer participar a tus hijos en la selección de alimentos los motivará a tomar buenas decisiones. Lleva a los niños a la tienda contigo y pídeles que te ayuden a escoger opciones para los refrigerios y los almuerzos para ellos. [3]
  4. 4 Familiarízate con las opciones de comidas ofrecidas en la escuela. Por lo general, las escuelas que ofrecen almuerzos o refrigerios cuentan con un menú en línea o envían a los niños a casa con menús impresos. Revisa el menú con tus hijos y hablen acerca de las mejores opciones. Decidan juntos si deben escoger entre esas opciones de la escuela o si es mejor preparar las comidas en casa para que lleven un día determinado. [4]
    • Si tienes dudas o preocupaciones con respecto a las opciones del menú escolar, comunícate con la administración de la institución educativa o con un profesor de tu hijo para hablar del tema.
  5. 5 Únete a la asociación de padres y participa en los programas de comidas de la escuela. Las asociaciones y organizaciones de padres y profesores proporcionan una salida importante con respecto a los programas de nutrición escolar. Sé miembro de la asociación de padres y profesores para saber cómo puedes participar. Por ejemplo, es posible que puedas trabajar con la organización para llevar a cabo las siguientes tareas: [5]
    • Tomar medidas para mejorar el comedor. De esta forma, el ambiente será más cómodo y agradable para los estudiantes.
    • Revisar el menú de la escuela para incluir opciones de alimentos más saludables y sabrosos.
    • Informar a los estudiantes y sus familias acerca de los cambios en las opciones de comidas de la escuela y motivarlos para que participen.
    • Trabajar con el equipo de servicio de comida de la escuela para asegurarte de que cuente con los recursos necesarios.
  6. 6 Lleva refrigerios saludables a los eventos escolares. Si participas en las fiestas de clases, las noches de película y otros eventos escolares, ofrécete a llevar refrigerios. Proporcionar opciones caseras y saludables te permitirá animar a los estudiantes y a sus familias a tomar buenas decisiones. [6]
    • Por ejemplo, si llevas refrigerios a una fiesta de Noche de Brujas de la escuela de tus hijos, puedes llevar calabazas de mandarina, en vez de (o además de) dulces o productos horneados.
  1. 1 Incorpora frutas frescas y vegetales en las comidas de la escuela. Algunos estudios han demostrado que los estudiantes comen más frutas y vegetales cuando tienen una variedad de opciones disponibles frescas y exhibidas de forma atractiva. Incorpora una barra de ensaladas y frutas frescas y precortadas en las ofertas de almuerzos en tu escuela. [7]
    • Colocar carteles que motiven a los niños a comer más frutas y vegetales también puede ser útil. Sin embargo, este enfoque funciona mejor cuando se combina con hacer que las ensaladas y la fruta fresca cortada estén disponibles para los estudiantes.

    ¿Lo sabías? Un estudio reciente del “Proyecto de alimentos seguros y saludables para los niños” ha demostrado que incorporar barras de ensaladas en los almuerzos de las escuelas es una de las formas más efectivas de animar a los niños a comer más frutas y vegetales en las escuelas. [8]

  2. 2 Adapta las recetas de las comidas para que sean más sabrosas. A pesar de los esfuerzos recientes por adoptar un enfoque más saludable en muchas áreas, las comidas de los comedores escolares tienen una reputación por ser poco sabrosas y de mala calidad, en especial en Estados Unidos. [9] Puedes fomentar una mejor participación en los programas de comidas entre los estudiantes al proporcionar opciones que no solo sean buenas para los niños, sino que también sean sabrosas. [10]
    • También puedes hacer participar a los alumnos al organizar competencias de recetas en la escuela.
  3. 3 Elimina las opciones poco saludables de las comidas escolares y las máquinas expendedoras. Revisa las opciones de comidas y refrigerios disponibles en la escuela. Si los estudiantes tienen acceso a opciones poco saludables (como comidas y bebidas con azúcar, alimentos con grasa o sal y opciones procesadas), se verán tentados a escogerlas, en vez de optar por alternativas más saludables.

    Los profesores, los administradores y los estudiantes también pueden trabajar juntos para mejorar las opciones nutritivas en la escuela y animar a los estudiantes a comer mejor. Trabaja con los cocineros para desarrollar recetas saludables y nutritivas.

    Por lo tanto, elimina las opciones poco saludables del menú o toma las medidas necesarias para restringir su disponibilidad. [11]

    • Si la escuela cuenta con máquinas expendedoras de refrigerios y bebidas, consúltales a los proveedores cuáles son las opciones que pueden vender en tu escuela.
    • Escoge proveedores que ofrezcan opciones saludables. Por ejemplo, quizás puedas reemplazar las máquinas expendedoras que venden refrescos por máquinas que vendan jugos y agua.
  4. 4 Crea un huerto en la escuela. Crear un huerto de vegetales es una excelente forma para que los estudiantes participen en la nutrición. Además, es una fuente sostenible y asequible de frutas y vegetales frescos para la escuela. [12] Haz que los estudiantes, los padres y el personal de la escuela participen a la hora de escoger plantas y cuidar el huerto.
    • Crear un huerto también permitirá que los estudiantes desarrollen habilidades importantes para la vida, aprendan más acerca del origen de los alimentos y se sientan más entusiasmados con la comida que comen.
  5. 5 Haz que los estudiantes participen en el desarrollo de las comidas escolares. Permitir que los estudiantes participen los ayudará a sentirse más empoderados y comprometidos con lo que comen. Habla con los estudiantes de tu escuela para saber cómo creen que se puede mejorar el menú escolar. Desafíalos a crear sus propias recetas o menús de almuerzos para comercializarlos con sus compañeros de clase. [13]
    • Considera la posibilidad de crear un grupo asesor de estudiantes dedicado a realizar cambios y mejoras en las opciones de comidas de la escuela.
  6. 6 Comunícate con otras escuelas para hablar acerca de los programas de comidas. Habla con otras escuelas de tu distrito y de otros distritos. Pregúntales qué ha funcionado en sus casos para fomentar hábitos de alimentación más saludables en sus escuelas y comparte tu propia visión. [14]
    • Por ejemplo, quizás descubras que una escuela vecina ha tenido éxito al llevar a los niños a una excursión a las granjas y a los mercados agrícolas.
  1. 1 Incorpora lecciones acerca de la nutrición en tu plan de estudios. Tus alumnos se sentirán más empoderados para tomar mejores decisiones alimenticias si tienen acceso a la información. Habla con los estudiantes acerca de lo que el cuerpo necesita y cómo es que una buena alimentación puede ayudarlos a sentirse mejor. [15]
    • Además de dictar clases de nutrición, considera la posibilidad de abordar la información nutricional en otras materias. Por ejemplo, si dictas una lección de química del hierro, puedes hablar brevemente acerca del rol nutricional del hierro en el cuerpo humano.
    • Ayuda a los estudiantes a acceder a recursos educativos fuera de la clase. Por ejemplo, puedes recomendarles el sitio https://www. choosemyplate. gov/browse-by-audience/view-all-audiences/multiple-languages/multilanguage-spanish para escoger qué comer en cada comida. [16]
  2. 2 Asigna tareas enfocadas en las elecciones alimenticias saludables. Al enviar a los niños a casa con tareas relacionadas con la nutrición y buenas elecciones alimenticias, los animarás a trasladar los aprendizajes afuera del aula. Elabora tareas que los estudiantes puedan completar con sus familias para que el resto de la unidad doméstica también pueda participar. [17]
    • Por ejemplo, puedes hacer que los estudiantes trabajen con la familia para diseñar una comida saludable que incluya todos los grupos principales de alimentos.
  3. 3 Colabora con el enfermero de la escuela con lecciones de nutrición. Además de proporcionar tus propias lecciones de nutrición, trabaja con el personal de salud de la escuela para asegurarte de que todos estén de acuerdo al enviar el mismo mensaje. Puedes invitar a un enfermero de la escuela o un nutricionista (en el caso de que la institución cuente con uno) para que hablen en clase acerca de la alimentación saludable. [18]
    • Si tu escuela no cuenta con un personal de servicio de salud que pueda hablar en la clase acerca de la nutrición, considera la posibilidad de invitar a un especialista en salud o nutrición por fuera de la escuela para hablar como invitado en tu clase.
  4. 4 No dudes en intervenir si observas un hostigamiento relacionado con el peso o la forma del cuerpo. La presión de los compañeros puede tener un impacto importante en la forma en que los niños se perciben a sí mismos y en sus hábitos alimenticios. Si observas u oyes que un niño acosa a otro con respecto a su cuerpo o hábitos de alimentación, habla con los estudiantes involucrados y toma las medidas apropiadas para detener el comportamiento. [19]
    • Las distintas escuelas cuentan con pautas diferentes para lidiar con las situaciones de acoso u hostigamiento en clase. Advierte a la administración de la escuela y aborden la mejor forma de lidiar con la situación.

    Consejo: el acoso y la presión de los compañeros pueden contribuir al desarrollo de trastornos alimenticios en los niños y adolescentes. [20] Si crees que un niño en tu clase podría tener algún trastorno de alimentación, aborda tus preocupaciones con el enfermero de la escuela o un psicólogo. [21]

  5. 5 Evita usar o retener comida para recompensar o castigar a los estudiantes. Los estudiantes reaccionan bien a los refuerzos positivos por el buen comportamiento o los logros académicos. Sin embargo, premiarlos con comida o dulces fomentará el desarrollo de conductas poco saludables. Si quieres recompensar a tus estudiantes, busca alternativas no relacionadas con la comida, como calcomanías, libros o tiempo de juego adicional. [22]
    • Por el contrario, jamás debes quitarles la comida a los estudiantes como forma de castigo. Haz tu mejor esfuerzo por asegurarte de que tus estudiantes siempre tengan acceso a la nutrición necesaria durante el día escolar.
  6. 6 Presenta comportamientos saludables para tus estudiantes. Puedes reforzar las lecciones que enseñas al ser un buen ejemplo. Almuerza en el comedor con tus estudiantes y escoge comidas y refrigerios saludables. Si tus alumnos perciben que aprovechas las opciones de comidas nutritivas que la escuela ofrece, podrías motivarlos a hacer lo mismo. [23]
    • Evita comer refrigerios poco saludables en frente de los estudiantes, especialmente si ellos no pueden acceder a estas opciones.
  1. 1 Averigua si tu escuela cuenta con un consejo de asesores de almuerzos escolares. Si te apasiona la idea de que tu escuela cuente con opciones de alimentos nutritivos para ti y tus compañeros, participar en este tipo de consejo es una opción ideal. Habla con tus profesores o con la administración de la escuela para saber si existe este tipo de consejo y, en caso de ser así, pregunta cómo puedes unirte. [24]
    • Por más que tu escuela no cuente con un consejo dedicado a la nutrición, es posible que puedas participar al unirte a un grupo asesor de estudiantes o un club escolar de nutrición. [26]

    Consejo: averigua si tu escuela tiene una cuenta en las redes sociales que proporcione información acerca de las opciones de comida y las oportunidades para que los estudiantes ofrezcan sus comentarios. De lo contrario, puedes ofrecerte como voluntario para crear una. [25]

  2. 2 Conoce al personal de nutrición de la escuela. Habla con la administración de la escuela para organizar una reunión con el encargado del comedor y otros miembros del personal de nutrición. Durante la reunión, haz preguntas o aborda tus preocupaciones con respecto al menú escolar. También puedes preguntar cómo puedes participar para promover una mejor nutrición en la escuela. [27]
    • El encargado del comedor podría ayudarte a conectarte con el director de nutrición responsable por la planificación del menú para el distrito escolar.
  3. 3 Habla con el director acerca de las pautas nutricionales para los eventos escolares. Si bien los almuerzos y los refrigerios ofrecidos en los comedores de las escuelas y las máquinas expendedoras suelen estar muy regulados en algunas áreas, las opciones de alimentos para los eventos escolares y de recaudación de fondos no siempre están sujetos a las mismas reglas. [28]
    • Por ejemplo, pueden trabajar juntos para establecer la regla de que no se sirvan refrescos en los eventos escolares.
  4. 4 Anima a tus amigos a tomar decisiones saludables. Como estudiante, puedes aprovechar el poder de la presión de compañero de clase para hacer un bien. Sé un buen ejemplo con tus amigos y compañeros de clase al escoger opciones saludables para el almuerzo y los refrigerios, y anímalos a hacer lo mismo. [29]
    • No molestes o desanimes a tus amigos por escoger opciones menos saludables. En cambio, enfócate en los aspectos positivos. Por ejemplo, puedes decir “Oye, ¿has probado la nueva barra de ensaladas? ¡Es muy buena!”.

¿Qué propuesta tienes para mejorar la vida en la escuela?

¿Qué propuestas tienes para mejorar la vida en la escuela y en el aprendizaje de niñas niños y adolescentes?

¿Qué propuestas para el colegio?

¿Qué es una propuesta de mejora educativa?

Un plan de mejora es un conjunto de medidas de cambio que se toman en una organización para mejorar su rendimiento, el rendimiento educativo en nuestro caso. Pueden ser de muchos tipos: organizativas, curriculares, etc.

¿Que hay que cambiar en la escuela?

8 Propuestas para mejorar la educación (REFLEXIÓN)

Con la incorporación a la escuela presencial, donde hemos vuelto, en la mayoría de los casos, sin la inversión necesaria en recursos materiales, tecnológicos y humanos por parte de las administraciones; los docentes estamos alzando la voz continuamente para que, los gobiernos pertinentes, tengan en cuenta nuestras propuestas y vayan más allá del papel y de la escucha para repensar, entre todos los agentes que componen la comunidad educativa, un nuevo modelo de colegio. Qué Propuestas Tienen Para Mejorar La Vida En La Escuela Llevamos años persiguiendo la escuela del cambio, intentando despeinarla y poner patas arriba el sistema. Llevamos años gritando que por apuntes no se puede enseñar a vivir y que la escuela debe descubrir el talento de cada niño, haciendo que brillen sus capacidades. Es el momento de invertir en educación, invertir sabiendo dónde queremos llegar, qué modelo educativo es el que necesitan nuestros niños y niñas, un modelo que les permita aprender para la vida, sabiendo manejar y no solo conocer, los contenidos que se les transmite, permitiéndoles que potencien su imaginación y creatividad, acompañándolos a que descubran aprendizajes nuevos. No podemos seguir cometiendo los tres errores clásicos:

  • Pensar que el fin último de la enseñanza es crear a niños universitarios, cuando el verdadero fin de la escuela debería ser preparar a los niños para enfrentarse a la vida, con todas sus agitaciones, dotándolos de herramientas, competencias y valores para transformar la sociedad a mejor.
  • Querer tratar a todos por igual cuando en realidad todos son diferentes. Cada niño posee un talento que le hace único y si enseñamos solo de un modo, evaluamos de un modo, premiamos una única inteligencia… estaremos apagando estrellas. Todos somos discapacitados en muchos aspectos. No hay ser humano con la capacidad absoluta para hacerlo todo bien.
  • Separar la diversión del aprendizaje cuando el juego es un derecho de la infancia y además la experiencia más importante de la vida porque casi todo lo que aprendemos de forma significativa, lo hacemos jugando, practicando, manipulando. La escuela debe ser tiempo para aprender jugando y socializar. Tener una radio en clase, un huerto escolar o un gallinero, aprender cocinando o a través del cine y el teatro, con juegos de mesa educativos, con proyectos emocionales, de aprendizaje servicio y acción social… no debería ser algo anecdótico que sucede en algunos centros, sino que debería ser algo obligatorio.

    Debemos ofrecer un amplio abanico de tareas variadas que permitan descubrir en qué es el mejor de la clase cada niño. La escuela no puede estar en la periferia de la sociedad, la escuela es la sociedad y la sociedad debe ser la escuela.

    Todo lo que se aprenda en ella debe tener una utilidad, un sentido.

Necesitamos un nuevo modelo que tenga en como protagonista al niño y la nica, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  1. El gran pacto por la educación que necesita nuestro sistema

No podemos tener un sistema educativo que ha pasado por 7 leyes y que cambia cada cuatro o cinco años su forma de ver la enseñanza, obligándonos a modificar programaciones, registros de evaluación… y sobrecargándonos de burocracia innecesaria. Leyes que dicen muy pocas cosas diferentes a las de la ley anterior, cambios insustanciales que se reflejan en más papeleo y trabajo carente de utilidad pedagógica que lo que hace es restar tiempo al diseño de clases productivas y proyectos enriquecedores para nuestro alumnado.

Las leyes educativas de antes pretendían dar respuesta a una aportación curricular, teórica, académica… Hoy en día pasa justo lo contrario, los niños tienen la información con solo teclear un botón, pero les faltan competencias y valores.

Por lo tanto, la escuela de hoy no puede ser como la escuela del siglo XIX.

  1. Los cambios en la formación inicial del profesorado.

Creo que para cambiar la educación debemos cambiar la forma en la que se prepara a las personas que van a trabajar en educación.

  • Mejoras en los planes de estudio del magisterio. Unificarlos igual para todo el territorio nacional.
  • Formar docentes conocedores de muchas metodologías, de forma práctica. No podemos permitir que aún haya docentes que piensen que trabajar sin el libro de texto es perder el tiempo.
  • Añadir las prácticas desde el primer año de carrera, como si fuese una asignatura más, donde, por ejemplo, un día a la semana, cada alumno, deba ir a un colegio a participar de la enseñanza.
  • Que los docentes más innovadores de todas las etapas educativas puedan impartir clases prácticas en magisterio, ir a la universidad para ofrecer una perspectiva real de la docencia directa con niños y niñas.
  1. El acceso a la profesión docente

Acceso con tres tipos de pruebas:

  • Teórica: examen tipo MIR, tipo test. Un examen que garantice la objetividad al cien por cien.
  • Prueba de actitud y vocación: desplazándose a un colegio, con un grupo de niños desconocidos para el docente, en el que dará clase durante varias sesiones.
  • Exámenes orales explicando qué van a trabajar en sus programaciones, cómo y para qué, no solo evaluando los elementos curriculares, sino la innovación y atención al alumnado.
  • Evaluar al docente desde el primer momento que trabaja con el alumnado. Que no se evalúe al docente cuando saca la plaza, sino el primer año que comienza a trabajar. Es incongruente que un maestro ejerza la docencia como personal interino durante años y que inspección no lo evalúe hasta que no se saca la plaza.

Cambios en la selección de los equipos directivos:

  • Evaluar su trayectoria profesional anterior, su empatía, innovación y compañerismo.
  • Evaluar su formación y capacitación teórica.
  • Intentar que las personas que ejercen ese rol, sean creativas, dinamizadoras y empáticas, y permitan y generen innovación, contagiando a sus compañeros.
  • Que todos los docentes, de forma obligatoria, sean directores. Cambiar cada cuatro años de director. De este modo, se fomentaría la empatía entre el gremio, el trabajo cooperativo y la humildad. Todos pasan por ese rol, todos lo valoran y colaboran con él.

Una enseñanza única, de calidad máxima, de todos y para todos:

  • Acceso del alumnado y profesorado de los centros concertados asignado siguiendo los mismos criterios de selección que en los centros públicos.
  1. Aportaciones para mejorar el sistema educativo una vez dentro

Cambios a nivel de centro:

  • Cambios en la metodología: más competencias, más aplicación práctica de los contenidos trabajados de forma teórica, más trabajo de valores, debates y fomento de la creatividad. Trabajar con más juego y aprendizaje cooperativo. Trabajar con proyectos divertidos que incidan en la motivación, sorpresa y emoción del alumnado, permitiéndonos descubrir sus talentos. Trabajar con tareas de acción social y aprendizaje servicio, ese aprendizaje para la vida.
  • Inclusión de todas las capacidades. No podemos confundir el apoyo, el refuerzo, las adaptaciones individualizadas… con la inclusión. Eso es atención, no inclusión.
  • Cambios en la evaluación: evaluar múltiples tareas, relacionadas con todas las inteligencias. No centrarnos en lo mecánico-reproductivo, en la memoria a corto plazo que permite aprobar, pero no aprender.
  • La educación debería no solo comenzar por la educación infantil, como ya lo hace, sino crecer y evolucionar, mirándose en su espejo, planteando un sistema que yo denomino muelle porque debería haber un paso en espiral desde la infancia a la etapa de primaria, continuando con los principios de globalización, inclusión, socialización, autonomía y juego. No deberíamos intentar que la educación infantil copie la rigidez de las etapas educativas superiores, sino todo lo contrario. Hay un cambio muy brusco entre la educación infantil y la educación primaria. Es en ese primer cambio donde ya se comienza a adormecer al alumnado.
    • La escuela debe ser transformadora social;
    • ¿Por qué de repente son necesarias tantas asignaturas diferentes? ¿Por qué de golpe obligamos al alumnado a cambiar de grupos de trabajo cooperativo a trabajo individualizado? ¿Por qué empezamos a premiar lo mecánico y memorístico por encima de lo creativo y artístico? ¿Por qué son tan necesarios los deberes reproductivos para casa? Y por último ¿Por qué clasificamos las materias en áreas de primera y áreas de segunda, quitándole valor e importancia a las artes escénicas y plásticas, a la música y la educación física? Les estamos diciendo a los niños y a la sociedad en general que unos talentos son mejores que otros;

    Precisamente la neurociencia ya ha demostrado que esas materias no solamente son artes inspiradoras completas, que permiten trabajar con tareas que conectan contenidos de todas las áreas, de forma multidisciplinar, competencial y transversal, sino que además son imprescindibles para un correcto desarrollo motor, cognitivo, emocional y cerebral que inciden tremendamente en el desarrollo de la creatividad, que motivan y que modifican el estado neuronal, favoreciendo el aprendizaje significativo.

  • Simplificar la cantidad de contenidos por curso ya que se repiten cada año. En lugar de ofrecer una cantidad enorme de teoría que impide profundizar bien en la misma, reducirla y cambiar la forma en la que se presenta y trabaja.
  • Qué los libros de texto de las editoriales se revisen y sean un recurso de acompañamiento y apoyo digital y en papel, globalizados y por talleres competenciales, ese material no puede ser prácticamente igual que los libros que teníamos en los años 90. Tampoco entiendo el gasto innecesario que supone cambiar de libros de texto cada cuatro años, esos libros pueden tener vida muchísimos años más y con ese dinero que ahorramos se pueden proporcionar materiales variados, recursos digitales…
  • Tener recursos digitales suficientes en calidad y cantidad para poder incluir praxis metodologías basadas en planteamientos digitales. Actualmente se nos exige que hagamos un hibrido en nuestras programaciones, contemplando la parte presencial y la posible parte virtual, pero tenemos recursos digitales precarios e insuficientes.
  • Disminuir la ratio de las aulas y aumentar el número de docentes para darle mayor calidad a la enseñanza, mayor atención individualizada al alumnado.
  • Tener un orientador, monitor, logopeda, maestro de pedagogía terapéutica y de audición y lenguaje a tiempo completo. Hay niños que lo necesitan.
  • Contar con un trabajador social y un profesional sanitario para atender al alumnado con riesgo de exclusión social y con patologías crónicas que supongan la necesidad de un medicamento rescate… No es suficiente que el médico de los equipos de orientación educativa traslade información a los docentes sobre cómo actuar con estos alumnos. No somos sanitarios, al menos deberían darnos formación presencial, obligatoria, en tiempo lectivo, cada año.
  • Que la participación de las familias en los centros no se reduzca a las fiestas o celebraciones de efemérides, sino que sean parte del proceso de enseñanza-aprendizaje de su hijos e hijas, que su participación no dependa del equipo directivo de turno que esté de acuerdo o no con que lo que hagan, sino que se recoja ley educativa que cada maestro podrá incluir a las familias en proyectos educativos de su clase y centro.
  • Plantear bien el bilingüismo en los centros. Actualmente no sirve para mucho tal y como está orientado.
  • Replantear el área de Religión, no como una materia que separa al alumnado por diferentes creencias, en aulas distintas, con profesores diferentes, sino como una asignatura que aporte valores éticos y morales, de respeto mutuo a lo diferente, enseñándoles las diferentes culturas y religiones del mundo, no desde un aspecto de fe, sino de historia, para que cada niño decida creer o no en lo que le apetezca. Vivimos en una sociedad plural y debemos hacerla tolerante, haciéndole entender al alumnado que aquello que es más común no es únicamente lo normal, normal es todo, a pesar de que no sea practicado por un número tan elevado de personas. El respeto parte del conocimiento.
  • Formación continua, obligatoria, presencial y de calidad, en horario de trabajo, para los docentes que ya ejercen.
  • Fomentar, desde la administración y los poderes políticos públicos, el respeto y valor de la profesión docente.
  • Crear redes de conexión entre docentes que intercambien buenas prácticas en el aula. Incluso que los docentes que hacen estas buenas prácticas puedan impartir cursos a otros docentes.
  • Valorar más al profesorado que aplica metodologías innovadoras, aporta recursos propios…
  • Permitir que se pueda repetir más de una vez en cada etapa educativa. Les estamos diciendo a los niños que no tienen que esforzarse, total solo se puede repetir una vez.

Estos cambios son un compromiso de toda la comunidad educativa, donde cada sector debe poner de su parte para que, poco a poco, en un periodo a largo plazo, se pueda conseguir la escuela de calidad que nuestros niños y niñas se merecen. * Lourdes Jiménez es maestra.

¿Qué propuestas serían las más eficaces para obtener una educación de calidad?

¿Que no se debe hacer en la escuela?

¿Cómo hacer una propuesta educativa ejemplo?

¿Cuáles son las propuestas de un personero estudiantil?

Informar a la comunidad Educativa frente el uso de los bienes y recursos. General cultura de pertenencia y responsabilidad entre toda la comunidad estudiantil. Proponer campañas de reciclaje durante todo el año. Proponer actividades y encuentros culturales que generen sentido de pertenencia.

¿Cómo mejorar la práctica educativa?

¿Cuáles son las propuestas de mejora?

Una propuesta de mejora para que proporcione una alternativa de solución depende de la capacidad de identificar, priorizar y resolver problemas; un problema es una desviación entre lo que debería estar ocurriendo y lo que realmente ocurre, y que sea lo suficientemente importante para hacer que alguien piense en que esa.

¿Qué es un Plan de mejora educativo ejemplo?

El Plan de Mejoramiento Educativo (PME) es la herramienta central del ciclo de mejora, en la medida en que ordena y articula las iniciativas que permitan consolidar procesos para avanzar en el desarrollo de las comunidades educativas y permite la concreción del PEI.

¿Cómo se hace una propuesta educativa?

¿Cómo redactar una propuesta educativa?