Que Brinda Una Escuela?

Que Brinda Una Escuela

La institución educativa proporciona espacio de formación individual y colectiva, en el cual se realiza un proceso de identidad según la sociedad y actividades de socialización con los pares, por lo que se debe considerar como un espacio de trasmisión, no solo de conocimientos académicos sino de múltiples culturas,.

¿Cuáles son los servicios que ofrece una escuela?

¿Qué aporta la escuela a los niños?

27 Ago La importancia de la escuela infantil para el desarrollo del niño – Posted at 17:01h in Artículos Los tres primeros años de vida son cruciales en el desarrollo del niño. En este período aprende a mantenerse en pie, a caminar, a sentarse adecuadamente, a interactuar con los demás, a comunicarse y desarrollar las habilidades cognitivas básicas.

Al incorporarse a la escuela podrá interactuar con niños de su edad y encontrará un nuevo entorno que estimula otras capacidades, no solo a nivel cognitivo, también social y emocional. Los centros de educación infantil de primer ciclo (0-3 años) llevan a cabo una labor extraordinaria con los niños y todo ello no sería posible sin el trabajo de educadoras competentes e implicadas con y para los pequeños.

En nuestra Escuela, las educadoras programan actividades a diario diseñadas para conseguir un desarrollo integral de los niños, planifican contenidos, objetivos, ejes transversales e integran el desarrollo de las inteligencias múltiples. Las principales ventajas de la Escuela Infantil son:

  • Crea nuevos espacios de interacción con niños de su misma edad y con adultos que potencian su desarrollo.
  • Estimula la comunicación verbal y gestual a través del juego y otras actividades grupales.
  • Fortalece los vínculos afectivos con las personas y estimula la empatía.
  • Contribuye al logro de la independencia y la autonomía infantil, así como a la formación de hábitos y rutinas.
  • Fortalece la autoestima y estimula el autocontrol emocional y la asertividad en la resolución de conflictos.
  • Desarrolla las habilidades motoras finas, fundamentalmente a través de los juegos y actividades plásticas. Además, también estimula la coordinación motora a partir de aquellos juegos que involucran las habilidades físicas.
  • Enseña al niño las normas básicas de convivencia y de respeto hacia los demás, así como las reglas y los límites.
  • Desarrolla su creatividad e imaginación, fundamentalmente a través de los cuentos y los juegos de roles.
  • Favorece el desarrollo del lenguaje y la adquisición de palabras nuevas, que amplían considerablemente el vocabulario del niño.
  • Potencia la adquisición de habilidades cognitivas complejas y estimula el desarrollo del pensamiento.

Marisa Serralta Martínez Coordinadora pedagógica.

¿Cuáles son los beneficios de una escuela privada?

¿Cuál es la importancia de la escuela?

Desde comienzos de 2020 uno de los sectores que se ha visto fuertemente afectado debido a la situación ocasionada por el Covid-19 ha sido la educación, causando varios efectos en el desarrollo de los estudiantes. Tal es así, que ha ido cambiando la forma en la que las instituciones educativas han brindado su atención a niños/as y adolescentes, teniendo que adaptarse a nuevas normalidades. A pocos días de comenzar el año lectivo, resulta fundamental poder hacer un breve repaso que da cuenta del rol que cumplen dichas instituciones en la vida de niños y niñas.

  • Se considera que la escuela influye directamente en la comunidad, así como también en las familias, con dos objetivos: formar y preparar;
  • Tal es así, que no se puede perder de vista la interrelación escuela- sociedad y especialmente la necesidad de que la sociedad garantice, con estrategias económicas y sociales, el acceso real de todos/as a un proceso educativo de calidad;

En relación a esto, a lo largo del tiempo se ha hecho referencia a la escuela como institución que prepara a sus integrantes con conocimientos y hábitos específicos. Sin embargo, hay una segunda dirección que resulta imprescindible, sobre todo para que lo anterior sea efectivo: el papel de la escuela en la construcción de recursos psicológicos que son necesarios para el funcionamiento integral de la persona. jpg El desafío está en no perder de vista la importancia de poder personalizar el aprendizaje, lo cual implica prestar atención a la voz y los intereses de cada alumno/a, con su historia, sus necesidades y sus deseos. El niño no nace extrovertido o introvertido, dependiente o independiente. Es en la evolución de su historia donde se van configurando los recursos psicológicos, en función de las características de los sistemas en los que va interactuando. La sociedad como macrosistema y Ia familia y la escuela como instituciones básicas, son sistemas que participan activamente en el desarrollo de la personalidad.

En la personalidad de cada uno, lo social constituye un elemento esencial. escolaridad niños. La participación en programas educativos desde la primera infancia tiene impactos positivos en el desarrollo cognitivo y socioemocional.

Dicho esto, la escuela se convierte en una de las instituciones sociales más importantes , necesaria para favorecer la inserción de niños y niñas en la sociedad como seres responsables y capaces de convivir con otros a pesar de las diferencias. Más allá de la transmisión se saberes y conocimiento (lo cual es importante) la escuela también tiene como función principal permitir que los niños y niñas puedan sociabilizar con pares (con mismo nivel evolutivo y emocional).

  1. De este modo, se refuerza la idea de que ser parte de la institución educativa permite aprender lo que es vivir en sociedad : adaptarse a reglas, cumplir con ciertas normas, aprender a convivir con aquellas personas que no son sentidas como cercanas, sentirse parte de una comunidad;

Para que las dos direcciones de las instituciones educativas puedan ser posibles, el desafío está en no perder de vista la importancia de poder personalizar el aprendizaje, lo cual implica prestar atención a la voz y los intereses de cada alumno/a, con su historia, sus necesidades y sus deseos.

¿Qué promueve la escuela pública?

  • Este es el primer capítulo del uno de los nuevos libros que regalamos con la suscripción a El diario de la educación: ¿Qué es la escuela pública?, escribo por M. ª Ángeles Llorente y editado por Octaedro.

El Diario de la Educación   está editado por una Fundación y hacemos un periodismo libre, independiente y con voluntad de servicio a la comunidad educativa. Para fortalecer nuestro compromiso necesitamos tu colaboración. Tenemos tres propuestas:  Hazte suscriptor  /  Compra nuestra revista  /  Haz una donación. Este artículo ha sido posible gracias a vuestra implicación. Suscríbete Que Brinda Una Escuela Fotografía: Teresa Rodríguez Somos la única entidad sin ánimo de lucro del país que nos dedicamos al periodismo. Nosotros no pondremos muros de pago, pero necesitamos ser 1000 suscriptores para seguir creciendo. Pulsa aquí y ayúdanos Hoy más que nunca es necesario seguir manteniendo vivo el ideal democrático de una escuela pública para todos , un modelo educativo ajeno a la cuna y al destino marcado por el hierro del dinero.

Un modelo de escuela pública que haga suyos los ideales republicanos de libertad, igualdad y fraternidad, en una aspiración constante hacia el bien común. Una escuela que tenga como referente fundamental la Declaración universal de derechos humanos, en la que quepan todas las personas, siendo esta una condición esencial de aprendizaje para la vida.

La Escuela pública enseña para la vida, porque solo en ella se refleja la vida misma, en toda su vasta diversidad. Esta característica de universalidad educativa y de convivencia en la diversidad, reconociendo a esta como un valor irrenunciable, es la única que puede aventurar un futuro de justicia, de convivencia, de cohesión social y de paz en las sociedades humanas.

Así entendida, la Escuela Pública se convierte en un lugar privilegiado en el que se dan procesos de humanización esenciales y, por todo ello, es el único modelo éticamente defendible frente a modelos elitistas y clasistas que buscan privilegios para minorías concretas que quieren perpetuarse en el poder.

La defensa de lo público implica una conciencia profunda de la colectividad; requiere nobleza de ánimo, voluntad de convivencia desde el respeto a la diferencia, creencia profunda en la igualdad de derechos humanos para todas y cada una de las personas que integran la sociedad.

La defensa de lo público tiene un valor ético y moral incuestionable, ya que se inspira en el bien común. «Permitir que el poder económico pueda determinar la calidad de la enseñanza, y lo que es más sarcástico, que el Estado subvencione con dinero público ciertos intereses ideológicos de una buena parte de colegios más o menos elitistas parece, en principio, no solo una aberración pedagógica, sino una clamorosa injusticia» (Lledó, 1994: 61).

No hay democracia sin el carácter público e igualitario de la escuela. «Puesto que toda ciudad tiene un solo fin, es claro que también la educación tiene que ser una y la misma para todos los ciudadanos y que el cuidado de ella debe ser cosa de la comunidad y no privada» (Aristóteles: 11 y ss.

  1. Escuela Pública es educación emancipadora;
  2. Educar para la emancipación supone educar en contextos en los que la libertad y la responsabilidad se hacen efectivos;
  3. En la Escuela Pública, profesorado, alumnado y familias se emancipan y empoderan juntos poniendo en juego un conocimiento que lo haga posible;
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El respeto a los derechos fundamentales de la persona y de los niños debe ser una constante en los procesos de enseñanza-aprendizaje, al tiempo que se cuestionan modelos autoritarios, patriarcales, de delegación y sumisión, y se ponen en práctica otros de autoridad y de poder compartido.

  • La Escuela Pública es plural ideológica y culturalmente, un espacio laico y aconfesional;
  • En ella están presentes las diferentes culturas que conviven en la sociedad;
  • Es laica, como corresponde a un estado aconfesional, no practica el adoctrinamiento y garantiza la libertad de expresión;

Su proyecto educativo propugna valores universales como la justicia social, la solidaridad, el respeto a la diversidad ideológica, cultural y lingüística; el pacifismo, la ecología, la coeducación, la racionalidad frente a los idearios sectarios de los centros privados que contribuyen a incrementar las diferencias ideológicas, culturales y sociales, y a impulsar los fanatismos.

La laicidad es un rasgo inherente a lo público. La Escuela Pública tiene como objetivo fundamental la formación integral de personas libres, democráticas y críticas; personas respetuosas con la diversidad personal, social y cultural bajo el parámetro de los derechos humanos elementales.

La escuela debe ofrecer a la persona un marco de valores universales que hagan posible la convivencia con otras personas de diferentes credos y costumbres y que, además, le hagan revisar las propias, en un ejercicio constante de crecimiento personal. En este sentido, el laicismo no impone una visión del mundo, sino que crea las condiciones para que cada persona construya libremente la propia.

  • Libertad de conciencia, igualdad de oportunidades y justicia social son principios esenciales de la educación laica que busca lo que tenemos en común por encima de las diferencias;
  • La Escuela Pública es democrática;

Su titularidad, su gestión y todos los criterios que organizan los objetivos y las actividades han de ser públicos, con autonomía pedagógica y de gestión. Además, debe contribuir a la vertebración democrática de la sociedad e impulsar una cultura de participación,contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo personal y comunitario.

Solo podremos mejorar la democracia si educamos personas democráticas. Solo se aprende a vivir democráticamente mediante vivencias que posibiliten la participación y la responsabilidad. En palabras de Ignacio Fernández de Castro (2006), «el objetivo estratégico, la utopía, la última palabra que da sentido al discurso, el sueño que una política de progreso ha de conseguir no puede ser otro que ir construyendo un sistema educativo plenamente democrático».

Esto solo será posible en una sociedad de personas libres, conscientes de su propia realidad y capaces de organizarse para participar de todo lo que les afecta como sociedad. Las sociedades actuales tienen un gran reto democrático: generar estrategias comunicativas y experiencias que provoquen una participación real en los asuntos públicos mediante el empoderamiento de las clases populares.

  • Se hace necesaria una nueva alfabetización política y cultural que permita a las personas ejercer sus derechos de ciudadanía;
  • La Educación Pública es un proyecto comunitario;
  • Un proyecto que se lleva a cabo con todas y para todas las personas, y cuyos principios y fines están decididos por toda la comunidad;

Ganar la batalla ideológica por la Escuela Pública implica contraponer el lenguaje neoliberal de la libertad para unos cuantos, con el mensaje de la igualdad para todos. No puede haber libertad sin igualdad. Implica clarificar que, en una sociedad, lo público es todo aquello que hace referencia a los intereses colectivos y comunes de las personas que la integran, mientras que lo privado se refiere a los intereses particulares de determinados grupos o personas.

Por ello, las escuelas públicas son deber prioritario de los estados, los cuales han de garantizar los recursos y medios necesarios para que toda la población reciba una educación de calidad durante toda la vida.

La gratuidad de la educación es una condición imprescindible para su universalidad. La Escuela Pública es inclusiva, no segregadora ni excluyente. En ella caben todas las personas, sea cual sea su cultura, su etnia, su condición física o intelectual, su situación social, su opción sexual, su religión o su lugar de residencia.

La Escuela Pública lo es si no excluye a nadie y deja de serlo cuando se impide la entrada, se expulsa o se segrega a aquellas criaturas que no responden a un perfil-tipo que, por otra parte, no existe en la realidad.

Para ello hay que reconocer la diversidad como un valor y combatir la desigualdad social que cercena posibilidades, intentando que cada persona desarrolle al máximo sus potencialidades. «Es deber de la Escuela Pública –y esta es sugran riqueza– no privar a nadie de la consecución de los mínimos necesarios para vivir en esta sociedad con dignidad» (Rogero, 2000).

La Escuela Pública es coeducativa. Es consciente de que la mitad de la humanidad son mujeres y de que «el patriarcado (poder de los padres), el androcentrismo (los hombres dominan el mundo y las relaciones sociales), el machismo (prepotencia activa contra las mujeres) y la misoginia (aversión y desprecio hacia las mujeres) han sido y son militantes y están bien pertrechados de violencia, discurso y poder» (Simón, 2003: 96).

En consecuencia, una educación emancipadora y liberadora debe hacer conscientes a hombres y mujeres, a la sociedad entera, de esta situación para poder cambiarla. La Escuela Pública necesita diseños curriculares que permitan una formación básica de calidad para toda la ciudadanía.

  1. Una formación que desarrolle en las personas las capacidades y competencias necesarias para acceder, entender y seleccionar la información relevante en cada situación;
  2. Una formación de calidad que le proporcione las herramientas necesarias para continuar aprendiendo a lo largo de toda la vida;

Esto implica, como apunta Tedesco (2002: 58), «más tiempo de formación común general y obligatoria para toda la población que posibilite la democratización del acceso a los niveles superiores de análisis de realidades y fenómenos cada vez más complejos».

La Escuela Pública es investigadora y crítica. Promueve que el alumnado y el profesorado sean los constructores de sus conocimientos y cultura. Fomenta el espíritu crítico y el pensamiento divergente. La Escuela Pública que defienden los movimientos de renovación pedagógica (MRP) es heredera de las muchas prácticas impulsadas por las pedagogías críticas y transformadoras, que con sus errores y sus aciertos son responsables de las mejores aportaciones que se han hecho a la educación: metodologías activas centradas en los intereses del alumnado, investigación frente a la mera transmisión de conocimiento, uso de materiales curriculares diversos frente a uso exclusivo del libro de texto, reflexión, análisis e implicación del alumnado frente a la clase magistral, trabajo cooperativo frente a individualismo, autoridad frente a autoritarismo y poder, interdisciplinariedad y globalización frente a una excesiva parcelación del saber, etc.

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La Escuela Pública practica procesos de evaluación emancipadora. Promueve la evaluación interna como herramienta de reflexión y análisis que permita mejorar la práctica educativa y acepta la evaluación externa como un proceso de comunicación para el cambio y la mejora educativa, estableciendo siempre medidas compensadoras y no punitivas, clasificadoras o sancionadoras.

  • La Escuela Pública practica una evaluación formativa y orientadora, continua, global, adaptada a las necesidades del alumnado, recíproca y fruto de un proceso colegiado, frente a la evaluación castradora como elemento de control y poder sobre el alumnado para segregarlo o excluirlo, culpabilizándole de los resultados;

La Escuela Pública está abierta al entorno y lo considera materia de estudio y aprendizaje. Pretende educar en la vida y para la vida, por eso se abre, sale y se compromete con la realidad, interaccionando con ella. La vida ha de entrar en la escuela y esta debe ser consciente de que la acción educativa solo será transformadora si sale, si traspasa las paredes y los muros de la escuela y tiene alguna incidencia en la vida cotidiana del barrio, pueblo o ciudad en la que está inmersa.

Es necesario convertir las escuelas, institutos, universidades y todos los demás ámbitos de educación formal y no formal en agentes públicos que actúen sobre las políticas locales, que tengan incidencia en la vida de sus comunidades.

Es preciso que la escuela integre a otros profesionales, al voluntariado y a los agentes sociales, y que los centros educativos proyecten cultura hacia el exterior, como focos de desarrollo cultural para toda la comunidad en la que se inserten. La Escuela Pública tiene una voluntad de mejora, de renovación constante.

Por eso, es esencial la formación permanente del profesorado y de las familias por separado y conjuntamente. Una formación que aúne teoría y práctica, centrada en aquellos temas que consideramos relevantes para los fines educativos que pretendemos, vinculada a la realidad social, política y cultural de cada momento, y que analice los contextos y sus consecuencias en la práctica educativa de los centros.

Una formación que sea útil y gratificante, que invite a seguir formándose continuamente. Una formación cooperativa, en equipo, transdisciplinar, que favorezca el intercambio y la reflexión compartida en centros, entre centros, entre seminarios temáticos, entre instituciones educativas, con ámbitos de la educación no formal, etc.

  • La Escuela Pública aspira a ser un eslabón de un sistema educativo de tronco único, con un cuerpo único de docentes , que favorezca la cohesión pedagógica del mismo;
  • La coordinación y colaboración entre las diferentes etapas educativas –Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y universidades– es una necesidad urgente;

El desconocimiento y descoordinación entre los profesionales es abismal. La supeditación de cada etapa a la siguiente se va acrecentando a medida que avanzamos en el escalafón, lo que perjudica gravemente los objetivos y fines relacionados con el progreso individual de cada persona según sus capacidades y en función de sus intereses.

Esta estratificación de los docentes imposibilita la reflexión conjunta sobre el hecho educativo y conlleva una pérdida de visión de la globalidad educativa, de los fines y fundamentos de la educación y del conjunto de los que intervienen en ella, lo que reduce la capacidad informada de intervención democrática y aumenta, en cambio, las capacidades y poderes para una intervención tecnocrática y conservadora.

La Escuela Pública mantiene una actitud de rebeldía frente a las injusticias y de reivindicación permanente de las mejoras que le permitan garantizar una enseñanza de calidad. Hace conscientes al profesorado, al alumnado y a las familias de cuáles son sus derechos y sus deberes, y enseña a defenderlos y a hacerlos posibles.

  1. «El puente que va de la esclavitud, ya sea la esclavitud de la pobreza, la ignorancia, la droga o el poder, a la libertad se llama educación;
  2. La educación permite la participación cívica, esencia de la democracia; propicia el desarrollo económico y fomenta la paz» (Federico Mayor Zaragoza, 2002: 25);

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¿Qué importancia tiene la educación privada?

La educación privada hace patente la libertad de enseñanza, tanto para los padres de familia como para quienes fundan y dirigen centros educativos. La educación privada no tiene como finalidad competir y ser mejor que la pública.

¿Qué es mejor una escuela pública o privada?

Calidad –

  • Los resultados que han arrojado los colegios privados en pruebas estandarizadas de educación han sido constantes y mejores que las escuelas públicas. Esto quiere decir que los estudiantes de un colegio tienen un mejor rendimiento académico.
  • La preparación y dedicación que ejercen los profesores en las escuelas privadas son un factor determinante, el cual ayuda a que los estudiantes se desarrollen plenamente y sean mejores alumnos. El mejor ambiente para propiciar el aprendizaje en tu pequeño.

¿Qué es la escuela y cuáles son sus funciones?

      Afirmar el rol social de la escuela implica pensarla como una entidad inserta en el entramado de instituciones sociales que componen un territorio y una comunidad. Esto supone, no solamente aceptar que la escuela está siendo interpelada por problemáticas sociales que impactan en su cotidianeidad, sino también entender que se constituye como un núcleo fundamental para la construcción de redes que aborden los diversos problemas sociales de forma colectiva.

Pensar la Escuela como institución social requiere abrir lazos al entorno para construir una certeza: la escuela no está sola. Pensar la Escuela como Institución Social requiere además reflexionar acerca de la compleja interrelación que se desarrolla entre los conceptos escuela, institución y sociedad; y entre estos y el contexto socio-histórico, político y cultural en el que se encuentra inmersa y los sujetos que la componen.

Teniendo en cuenta que para el proyecto político provincial, educar implica asignar un sentido diferente de ser y estar en el mundo, de trabajar hacia un horizonte en permanente movimiento, en apertura a lo otro que adviene siempre como extraño a lo igual y a ayudar a construir modos diferentes de comprensión, de pensamiento y de aprendizaje, es que se concibe a la escuela como un escenario posible para la asignación de nuevos sentidos a la vida, de nuevos modos de aprender, pensar, hacer, ser y estar con otros; como espacio habitable; como lugar de protección garante de la integración y conexión con el mundo cultural externo a ella y como un espacio que contribuye a la construcción de subjetividades necesarias para la incorporación a una ciudadanía responsable”1.

Desde esta perspectiva, la escuela en tanto institución -ley, norma, modo o manera de vincularnos entre sujetos- debe pensarse como una organización de la sociedad dentro de una estructura de gobierno con capacidad de transmitir saberes y producir cambios sociales.

Pensamos en una escuela que revise su historia, que sea crítica y consciente del origen común de las instituciones de la modernidad basadas en el encierro y el disciplinamiento, pero que, con los pies en el presente, sea protagonista de procesos de apertura hacia el entorno y promotora de igualdad en la sociedad del futuro.

Cuando hablamos de esto hacemos hincapié en la construcción de subjetividades a partir de la acción política de educar en valores, participación, solidaridad, democracia, diálogo y respeto. La escuela como institución recrea y reproduce en los actores sociales ciertos valores y bienes culturales seleccionados en un proceso de lucha de intereses entre distintos grupos y sectores sociales, luchas que se expresan y concretan en su propuesta curricular, ya que se trata de una institución cuya función es asegurar el acceso a saberes socialmente legitimados.

En efecto, la escuela es uno de esos espacios que deja marcas y huellas en los sujetos en tanto se dedica a enseñar, en palabras de Estanislao Antelo, “al reparto de signos entre las nuevas generaciones” (Antelo, 2009). Teniendo en cuenta que concebimos a la escuela como un territorio interconectado en diferentes ramas nodales que no se paraliza ni se diluye ante la complejidad, sino que la entiende y aporta desde su lugar a la idea de un desarrollo local sostenible, se plantea volver a la idea de “reconectar” los distintos ámbitos de vida y de participación de los/as ciudadano/as para que comience a forjarse en las conciencias de los mismos/as la idea de un todo común, de un proyecto colectivo donde la igualdad conviva en la diferencia y en la libertad.

1 Educación Secundaria. Ciclo orientado. Orientaciones curriculares. Diseño curricular de la provincia de Santa Fe para el ciclo orientado de la educación secundaria. Diciembre 2013. http://www. santafe. gov. ar/index.

php/educacion/content/download/191117/931874/file/C. Orientado- Dic. 2013. pdf.

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¿Qué significa para nosotros la escuela?

La escuela es una entidad que aprende y que necesita aprender de la propia experiencia para poder crecer y mejorar pedagógicamente. Por eso, tanto el alumnado como el profesorado han de poder participar en la construcción diaria como miembros de un proyecto educativo globarl, má allá de la participación en el aula.

También es importante una participación amplia e intensa de las famlias en simbiosis con el contexto de que forman parte. Ha de conseguirse que el centro sea un espacio educativo que unos y otros sientan como propio.

En este sentido, la separación de las etapas educativas en diferentes edificios y lugares dificulta el desarrollo de proyectos educativos, que deberían tener coherencia a lo largo de la eduación del alumnado (persistencia de enfoques, traspaso entre etapas, flexibilidad en el currículo, recursos, etc.

  1. Esto supone que los centros han de tener líneas de trabajo y proyectos construidos colectivamente, estables a largo plazo y evaluados periódicamente, con plantillas estables que asuman el proyecto educativo y que se impliquen y participen más allá de su responsabilidad en el aula;

Por eso es necesario establecer mecanismos y momentos de análisis, reflexión y valoración de los objetivos planteados como una comunidad, de su línea pedagógica, de los proyectos, de la organización de la que se dota, y que todo quede recogido y sistematizado como legado colectivo.

  1. Esto significa que el profesorado ha de entender que es formador y educador, que tiene una función de docente reflexivo y de investigador sobre su práctica, y por eso ha de tener una formación específica sobre este tema, así como tiempos y espacios para desarrollar este cometido (observar, identificar, analizar, diagnosticar, crear, valorar, evaluar, compartir, corregir, proponer, etc;

La escuela es un ente que educa de forma sistémica, con sus proyectos con y sin incidencia en la comunidad, con su organización, el diseño del espacio, las normas y horarios, en el recreo, el comedor, con la selección de contenidos, con su participación en el contexto, etc.

El alumnado siempre ha de ser el centro de su actividad y de sus objetivos; ha de estar en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero no solo en las actividades del aula, sino en la escuela en general como un espacio en el que se generan todas las actividades que por definición son educativos.

Por esto es importante que se piensen y creen los ámbitos educativos (participativos, curriculares, metodológicos, organizativos, etc. ) y los ambientes y espacios propicios para que se genere aprendizaje, se desarrollen competencias y se construyan valores, dado que la educación y la formación del alumnado es la que da sentido al centro educativo.

  1. Además de estar abierta al mundo, la escuela ha de fomentar, en todos los ámbitos educativos, la participación del alumnado, el profesorado y de las familias;
  2. Y organizativamente ha de dotarse d una estructura flexible, de mecanismos y normativas que permitan una vida democrática real y la participación en la gestión de tiempos, espacios, normas, proyectos, etc;

a través de sus órganos de gestión. Hay que facilitar el trabajo en red con todos los agentes implicados. Pero también, en el centro no se puede respirar imposición, autoritarismo, marginación, relegación, etc. haciendo sentir que algún miembro de la comunidad educativa, y especialmente del alumnado, es el último eslabón.

La escuela ha de hacer vivir, experimentar y construir los valores y principios de convivencia que en algunos casos se presentan como eslóganes publicitarios en la jornada de puertas abiertas, o se argumentan como proncipios básicos de un manual cuando se quiere llamar la atención o imponer un castigo.

Hay que establecer niveles de participación, discutidos y consensuados, en los diferentes ámbitos educativos, a través de los cuales cada colectivo, según sus capacidades, intereses y responsabilidades, pueda cooperar en la creación de la comunidad de aprendizaje y en el desarrollo de los proyectos consensuados.

Esto quiere decir que el liderazgo en un centro ha de ser compartido y socializado, fomentando que tanto el profesorado como el alumnado desarrolle y convierta sus mejores competencias en su responsabilidad en la aportación al proyecto común.

Y la organización del centro lo ha de posibilitar. Todos los colectivos han de conocer, asumir, comprender y participar en el proyecto educativo del centro. Como nos educa de forma global, la escuela ha de ser inclusiva; ha de recoger la diversidad de la realidad social y comentar la inclusión de las diversidades físicas, culturales, de ritmos y de forma de aprendizaje.

El mismo desarrollo de la inclusión en las aulas, como proyecto del centro, ya supone una fuente de aprendizaje para el alumnado y el profesorado, tanto en conceptos como en valores, porque la escuela es una representación de la diversidad social (entorno próximo, diversidad familiar, migración…) en la que han de vivir y en la que habrán de hacer sus aportaciones de mejora.

En este marco de diversidad también ha de pensarse en las competencias que priorizar, en los valores que construir, en los contenidos curriculares y en su selección, en las metodologías de aprendizaje, en los recursos disponibles, en la evaluación y la función, en los espacios… Pero la inclusión ha de tener los recursos necesarios y, en los casos en que sea necesaria una atención más especializada, el alumnado debe poder ser atendido en centros que le puedan dar esta atención.

¿Cuáles son los diferentes tipos de servicios?

Se trata de los diferentes sectores en los que los servicios tienen cabida: el transporte o movilidad, el servicio de hostelería, la gastronomía y los servicios financieros son los principales. Por otro lado, también son importantes aquellos más dirigidos al sector público como lo son la educación o la sanidad.

¿Qué es el servicio de la educación?

Que Brinda Una Escuela La Educación es un servicio público que puede ser ofrecido a través de instituciones públicas, fiscomisionales y particulares, con lo cual se garantiza la libertad de enseñanza y se consagra la existencia de la educación particular (confesional o laica), así como de la educación fiscomisional, siempre que cumplan con ciertas condiciones que responden al carácter público del servicio educativo, entre las que se destaca que en todos los centros educativos se debe ofrecer, sin costo, servicios de carácter social y de apoyo psicológico, en el marco del sistema de inclusión y equidad social. Artículos relacionados La educación como servicio público se prestará a través de instituciones públicas, fiscomisionales y particulares. En los establecimientos educativos se proporcionarán sin costo servicios de carácter social y de apoyo psicológico, en el marco del sistema de inclusión y equidad social.

  • (Constitución Política de la República del Ecuador, Art;
  • 345) El Estado garantizará la libertad de enseñanza, la libertad de cátedra en la educación superior, y el derecho de las personas de aprender en su propia lengua y ámbito cultural;

Las madres y padres o sus representantes tendrán la libertad de escoger para sus hijas e hijos una educación acorde con sus principios, creencias y opciones pedagógicas. (Constitución Política de la República del Ecuador, Art. 29).