Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior?

Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior
Solo el 39% de bachilleres en Colombia continúa con estudios superiores En Colombia, de todos los graduados de educación media en 2018, solo el 39,7%, estudiantes accedieron de forma inmediata a educación superior en 2019, según un estudio de la U. Javeriana. Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior En Colombia hay 2 millones de personas entre los 17 y 21 años que están por fuera de la cobertura en educación superior. El Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) publicó un informe esta semana en donde midieron qué cantidad de los graduados de bachillerato en Colombia ingresan directamente a la universidad.

En números absolutos, del total de graduados de educación media en 2018, 188.666 se vincularon a una institución de educación superior (IES) inmediatamente, mientras que 286.399 no lo hicieron. Esto equivale a un 39.7% de estudiantes que no entran directo a la universidad después de salir del colegio.

Comparado con el año 2017, cuya tasa de acceso inmediato fue del 42,4%, en 2019 se evidencia una disminución de 6.3% en este indicador. Esto implica que, comparativamente, cerca de 20 mil estudiantes menos accedió a educación superior de un año a otro.

  1. Adicionalmente, se observa que en el país existen diferencias importantes de región y de sector.
  2. Por un lado, el porcentaje de acceso inmediato de los departamentos oscila entre un 17% y 50%; y, por otro lado, los estudiantes graduados de colegios privados presentan una tasa de tránsito inmediato de 20 puntos porcentuales por encima de los oficiales (47,7% en las instituciones educativas no oficiales y el 27,7% oficiales).

En departamentos como San Andrés y Quindío la tasa se encuentra alrededor de 50%, lo que implica que, uno de cada dos graduados accede a educación superior. En contraste, en departamentos como el Amazonas, de cada 100 graduados solo 15 de ellos acceden de manera inmediata.

  1. Por otro lado, es importante destacar que el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) representa el 10% del tránsito inmediato nacional y en cuanto a las regiones, aporta a la reducción de la brecha oficiales y no oficiales.
  2. La gran mayoría de quienes no entran a ninguna universidad ingresan al SENA.
  3. El 59% ingresaron a Instituciones de Educación Superior (IES) de carácter oficial, es decir 112 mil de los 188 mil estudiantes.

La IES oficial que recibe mayor número de estudiantes es el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA- con el 39% del total de los estudiantes que hacen tránsito. Sin embargo, el acceso a la educación superior de calidad es una problemática. De los estudiantes que hacen tránsito inmediato, solo el 39% accede a una IES con acreditación de alta calidad, lo que equivale a 74.453 estudiantes.

Es de resaltar que el 49,5% de esta población ingresa a IES de carácter privado y con acreditación de alta calidad. “Es fundamental que se mejoren los niveles de acceso a educación superior en el país para que cerca de las 2 millones de personas entre los 17 y 21 años que están por fuera de la cobertura en educación superior puedan acceder a ella, primando siempre la calidad de su formación, ya que el 61% está ingresando a educación sin acreditación”.

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¿Qué porcentaje de la poblacion mexicana termina la prepa?

De acuerdo con un comunicado del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), cada vez hay más jóvenes que concluyen el bachillerato y estudian una carrera. En 2019, 1.4 millones de jóvenes se graduaron del bachillerato, cifra 1.6 veces mayor que hace una década.

  1. De dichos graduados, dos de cada tres iniciaron una licenciatura o una carrera técnica.
  2. Desafortunadamente, 33% de la población en edad de estudiar una carrera decide no hacerlo y comienza a trabajar sin estudios superiores en un mercado laboral cada día más exigente y complicado.
  3. El análisis del mercado del trabajo de los jóvenes que realizó el instituto arroja datos muy relevantes: Los jóvenes con bachillerato y licenciatura ganan 14% más que aquellos que solo concluyen la secundaria, incluso desde el inicio de la vida laboral.

Sin duda, estudiar una carrera permite alcanzar empleos mejor pagados, con seguridad social y prestaciones, además de mayores expectativas de crecimiento en el futuro. Te sugerimos leer también: Que no te ‘chamaqueen’ con cuentos sobre tu Buró de Crédito ¿Cuánto ganan los jóvenes mexicanos de acuerdo a su nivel de estudios? Echa un vistazo a la imagen: Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior Si bien todos sabemos que la educación es el pilar para acceder a mejores oportunidades, la pandemia ciertamente lo confirmó, pues durante la emergencia sanitaria, la generación de trabajadores más jóvenes y la población con un empleo informal fueron las más afectadas. Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior Aunque cada vez hay más jóvenes con estudios de educación media superior y superior, el IMCO señala que las condiciones laborales a las que se enfrentan las personas en este rango de edad implican menor certeza e ingresos debido a factores como: Altas tasas de informalidad La informalidad en personas jóvenes es más profunda en quienes no tienen estudios superiores: mientras que 68% de los jóvenes de 15 a 24 años están en informalidad, esta cifra es de 64% en jóvenes con preparatoria, y solo 55% de los que cuentan con carrera profesional y tienen empleo informal.

  • La informalidad observada en los jóvenes de esas edades es 12 puntos porcentuales superior a la observada a nivel nacional (56%).
  • Esto es preocupante, ya que son empleos que carecen de acceso a seguridad social y no tienen garantía del cumplimiento de sus derechos laborales.
  • Bajos ingresos Durante el cuarto trimestre del 2021, los jóvenes reportaron ingresos promedio por 5 mil 695 pesos.

No obstante, aquellos que accedieron a un empleo formal ganaron 7 mil 321 pesos mensuales, cifra 1.5 veces mayor que la reportada por aquellos que estaban en la informalidad (4 mil 847 pesos). ¿Ya conoces el contenido que solo +Dinero tiene para ti? Mira esto: ¿Una persona se puede hacer millonaria invirtiendo? Mayor dificultad para encontrar empleo La proporción de personas de 15 a 24 años que buscan activamente un empleo y no lo encuentran (7.2%) es dos veces mayor que la que presenta el grupo de 25 a 44 años (3.5%) y tres veces mayor que la del grupo de 45 a 64 años (2.4%).

¿A ti también te parece que en la actualidad es mucho más difícil entrar al mercado laboral y aspirar a puestos no solo bien remunerados, sino también estimulantes a nivel profesional y personal? Cuéntanos cómo percibes el panorama para los jóvenes de hoy y para las generaciones que vienen atrás en comparación con las oportunidades de tu generación.

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¿Cuántos alumnos se graduaron en México?

En 2019, se graduaron 2.9 millones de estudiantes de educación media superior. | Cuartoscuro.
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¿Qué porcentaje de estudiantes terminan una carrera universitaria en México?

Problemática Educativa

Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), indican que únicamente el 24% de los jóvenes mayores de edad en todo México, se encuentran inscritos en alguna institución educativa de nivel superior. Proporción muy baja si se compara con los casos de países como Australia, Islandia o Corea del Sur, en donde más del 60% de sus jóvenes se encuentran cursando estudios universitarios. Además de la poca cobertura que existe en materia de educación superior, el número de jóvenes que logra culminar con sus estudios es muy bajo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sólo 8 de cada 100 alumnos que comienzan sus estudios en la universidad logra terminarlos. Las dos principales causas de deserción a nivel universitario son el disgusto o el poco interés en el estudio (37.4%) y por situaciones económicas (35.2%). Con respecto a la primera causa de deserción, ésta falta de interés se debe en gran medida al desempleo y baja remuneración ligada a los estudios universitarios.

El alto precio de las colegiaturas en las universidades privadas es también uno de los elementos que ayudan a explicar la deserción universitaria por cuestiones socioeconómicas. De acuerdo con información del INEGI, la colegiatura de una universidad privada puede oscilar entre los $14,500 hasta los $111 mil semestrales. Estos altos costos en una sociedad en donde el salario mínimo es de poco más de $120, hacen de la deserción escolar, por razones económicas, una situación bastante común en la educación superior. En México existe una gran desigualdad territorial respecto a las posibilidades que tienen los jóvenes de acceder a la educación universitaria. Con base en información del INEGI, las cinco entidades del país con menores oportunidades para que los jóvenes estudien una carrera universitaria son: Guanajuato, Chiapas, Quintana Roo, Michoacán y Guerrero. Más de 77% de los jóvenes en esos estados no cuentan con oportunidades para estudiar en alguna institución de educación superior. Por el contrario, en lugares como la Ciudad de México, esta cifra disminuye a 58.5%, lo que equivale a una diferencia de hasta 20 puntos porcentuales entre cada entidad federativa.

: Problemática Educativa
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¿Qué porcentaje de México termina la secundaria?

INEE | La Educación Obligatoria en México – Informe 2019 Después del ingreso a la escuela, deberían crearse las condiciones para que todas las NNA avancen entre grados y niveles educativos continuamente, de modo que puedan completar su educación obligatoria en las edades planeadas.

  • Esto prácticamente ocurre en educación primaria, en menor medida en educación secundaria y aún menos en EMS, nivel donde el abandono escolar limita de forma importante la conclusión de la educación obligatoria para todos.
  • Al inicio del ciclo escolar 2016-2017 la tasa de abandono escolar fue de 5.3% en educación secundaria y alcanzó 15.2% en EMS (tabla 1.6).

En términos absolutos, esto se tradujo en 152 000 alumnos en educación primaria que no se matricularon al ciclo 2016-2017 a pesar de no haber concluido el ciclo previo, así como 355 000 en educación secundaria y 780 000 en EMS. En general los hombres abandonan en mayor medida que las mujeres. Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior Entre las entidades federativas, Oaxaca registra la tasa de abandono más alta en primaria, con 7.1%, que es aproximadamente seis veces mayor a la de todo el país, seguida por Michoacán, con 3.2%. Ambas entidades también tienen los mayores niveles de abandono en secundaria, con tasas cercanas a 10%; en la EMS el mayor nivel lo presenta la Ciudad de México, con 20.6% (tabla 1.6).

  1. La tasa de eficiencia terminal muestra que, si bien casi todas las NNA logran concluir la educación primaria, no es así en educación secundaria y en media superior.
  2. En educación primaria a nivel nacional el valor se ubica en 97.7% (aunque el ideal es 100%); en secundaria alcanza 85.5% y en EMS, 64.4% (tabla 1.6).

Cabe señalar que, en algunas entidades, la tasa de eficiencia terminal en educación primaria excede el valor teórico máximo (100%) debido a la movilidad de estudiantes entre entidades federativas y al reingreso de alumnos de otras generaciones que aumenta el número de egresados de una generación original.

  1. Los datos por entidad federativa muestran desigualdades importantes en la tasa de eficiencia terminal.
  2. Por ejemplo, en educación primaria la diferencia entre el menor valor —correspondiente a Oaxaca (88.3%)— y el máximo —de Quintana Roo (103.9%)— se sitúa en 15 puntos porcentuales.
  3. En educación secundaria esta medida de desigualdad se amplía ligeramente a 16 puntos porcentuales, pues el menor valor es 75.2% (en el estado de Michoacán) y el mayor valor es 91.2% (alcanzado por el estado de Hidalgo).

En EMS esta brecha alcanza casi 27 puntos porcentuales, dado que la Ciudad de México se sitúa con la menor tasa (53.2%) y Veracruz, con la mayor (80.1%). En cuanto a la permanencia de hombres y mujeres en el sistema educativo, es notable que los primeros están en ligera desventaja en primaria, brecha que se amplía en secundaria y EMS.

Las diferencias en las tasas de eficiencia terminal por sexo son 0.4, 5.4 y 8.6 puntos porcentuales para cada nivel educativo, respectivamente. Idealmente, a los 15 años se debería haber concluido la educación básica; sin embargo, no siempre ocurre así, y aunque es posible que haya un desfase de uno y hasta dos años, se esperaría que a la edad de 17 años todos los jóvenes hubieran concluido este tipo educativo.

En 2016 sólo 87.5% de la población de 17 a 21 años había concluido la educación básica. Al igual que en resultados previos, algunas subpoblaciones se encuentran en mayor ventaja que otras para concluir este nivel educativo. Por ejemplo, las mujeres en este grupo de edad completan más que los hombres la educación básica (88 y 86.9%, respectivamente). Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior Es interesante analizar la medida en la cual los jóvenes del grupo de edad de 20 a 24 años completan la educación básica y la EMS, toda vez que ello permite, por un lado, monitorear el incumplimiento social para garantizar la educación básica a todas las NNA del país, y, por el otro, ver el avance en el cumplimiento de la obligatoriedad gradual de la EMS.

  • Los datos revelan que sólo 86.1% de los jóvenes en este grupo de edad finalizó la educación básica, mientras que 53.5% del total concluyó la EMS.
  • El análisis por subpoblaciones muestra, por ejemplo, que las mujeres lograron concluir más que los hombres la educación básica (86.9 y 85.3%, respectivamente), y que en EMS hay una pequeña diferencia en favor de los varones (0.3 puntos porcentuales).

A las subpoblaciones de jóvenes en condiciones de mayor vulnerabilidad social se les asegura en menor medida la educación básica y la EMS : mientras que tres cuartas partes del total de los jóvenes rurales de este grupo de edad completaron la educación básica, y poco más de una tercera parte finalizó la EMS, 90 y 60% de los jóvenes de las áreas urbanas, de manera respectiva, finalizaron dichos niveles educativos.

Del mismo modo, menores proporciones de jóvenes indígenas completan estos niveles educativos obligatorios en comparación con sus pares no indígenas (tabla 1.7). Así, la información generada por el INEE documenta que, a excepción de la cobertura en educación primaria, existen retos importantes al Estado y la sociedad mexicana para garantizar el derecho a una educación de calidad a todas las NNA, independientemente de su origen social; es decir, para el acceso a las escuelas, la permanencia en éstas transitando de forma continua entre grados y niveles educativos, y la conclusión exitosa de la escolarización obligatoria.

: INEE | La Educación Obligatoria en México – Informe 2019
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¿Cuántas personas estudian bachillerato?

Casi un tercio de los jóvenes españoles no tiene más que la ESO. Y eso es un enorme problema salarial El 28% de los jóvenes españoles entre 25 y 34 años no tiene estudios superiores a la ESO. Este dato,, se ha dado a conocer en el informe ‘. El análisis señala, además, que el 22% de los jóvenes españoles de 18 a 24 años ni estudian ni trabajan, colocando a España como el segundo país de la UE con mayor tasa de ‘ninis’, solo superado por Italia con un 25,5%.

  • Faltan estudiantes,
  • El informe también indica que solo el 23,6% de toda la población española tiene estudios de secundaria postobligatoria (Bachillerato y FP de Grado medio), cifra lejana a las medias de la OCDE (42,5%) y la UE (46%).
  • Por otra parte, un 39,7% de población adulta de 25 a 64 años tiene estudios universitarios o de Formación Profesional de Grado Superior, cifra parecida a la de la OCDE (40,3%) y superior a la de la UE (37,6%).

Todo ello hace que España tenga “un déficit de titulados en segunda etapa de educación secundaria”, que genera mayores dificultades para acceder al mundo laboral. Realidades distintas de un mismo país, Las diferencias también se producen a nivel nacional: el País Vasco, con un 56%, es la comunidad autónoma con mayor porcentaje de personas con estudios universitarios o FP superior, mientras que Ceuta, con un 25%, es la que menos tiene.

  1. No obstante, el documento reconoce los avances de España en los últimos años: entre 2010 y 2020, el porcentaje de población adulta que contaba sólo con estudios obligatorios se ha reducido del 47,1% al 37,1%.
  2. Las salidas laborales no son una prioridad,
  3. Por otro lado, el informe refleja que apenas un 6% de los estudian una carrera relacionada con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, a pesar de que el 88% de sus graduados obtiene un puesto de trabajo.

En cambio, hasta un 20% de los nuevos matriculados escogió el ámbito de las Ciencias Empresariales, Administración y Derecho, el más popular de España. Más estudios, mejor trabajo, Y es que a mayor titulación, mayor seguridad laboral: las personas con menos estudios han sido, siendo los jóvenes, eso sí, el grupo de edad más afectado.

En este sentido, el documento señala que “el nivel de formación alcanzado está directamente relacionado con la situación laboral”. La sociedad es consciente de ello y por eso actualmente existe una, cuyo número va en aumento. No obstante, son las personas con titulación más alta las que tienen más opciones de obtener un empleo: solo el 59% de los jóvenes que cursaron únicamente la ESO accede a un puesto de trabajo, mientras que ese porcentaje asciende al 78% en el caso de los jóvenes universitarios.

Trabajo por hacer, Cabe destacar, además, que el 60,5% de los jóvenes con titulación universitaria son mujeres, porcentaje superior a las medias de la OCDE (56,6%) y la UE (57,7%). Sin embargo, ellas ganan el 81% del salario de un hombre, y si bien es cierto que esta cifra es superior a las de la OCDE (77%) y la UE (76%), queda claro que ningún país consigue eliminar la brecha de género.
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¿Qué porcentaje de la población tiene estudios superiores?

Asimismo, en 2021 el número de personas cursando estudios superiores en España ascendía a 2.058.756, lo que representaba el 5,2% de la población adulta.
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¿Cuántas personas se titulan en México?

De los 22,656 titulados a nivel licenciatura el año pasado, en todos los planteles universitarios, solo 6,088 hizo tesis o tesina, el 27%. Un 73%, 16,568 personas, recurrió a otras opciones de titulación.
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¿Qué nivel de escolaridad Tiene México alto medio o bajo?

Escolaridad El grado promedio de escolaridad nos permite conocer el nivel de educación de una población determinada. Para obtenerlo, debes escoger un conjunto de personas, sumar los años aprobados desde primero de primaria hasta el último año que cursó cada integrante; posteriormente, lo divides entre el número de individuos que componen dicha población y el resultado son los años que en promedio ha estudiado el grupo. En México, los habitantes de 15 años y más tienen 9.7 grados de escolaridad en promedio, lo que significa un poco más de la secundaria concluida. Identifica tu grado de escolaridad

Nivel de instrucción Años acumulados (grado de escolaridad)
Sin instrucción. 0
Primaria. 1
2
3
4
5
6
Secundaria o equivalente. 7
8
9
Bachillerato, preparatoria o equivalente. 10
11
12

Al 2010, el grado promedio de escolaridad a nivel nacional era de 8.6, lo que equivalía a un poco más del segundo año de secundaria, para 2020 este indicador se ubica en 9.7.

Fuente: INEGI. Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020.

En la siguiente gráfica puedes observar el grado promedio de escolaridad de cada una de las entidades del país, Ciudad de México tiene el mayor nivel de escolaridad con casi 12 años y en el caso contrario está Chiapas con casi 8.

Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda 2020.
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En Ciudad de México a 2020, la demarcación territorial que tiene el mayor promedio de escolaridad es Benito Juárez con 14.6, lo que equivale a poco más de la educación media superior concluida y en Chiapas el municipio que tiene el menor grado de escolaridad con 4.4 es Chamula (poco más de cuarto año de primaria).

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¿Quién tiene mayor grado promedio de escolaridad, las mujeres o los hombres?

Aunque la diferencia del grado promedio de escolaridad es mínima entre mujeres y hombres: ellos fueron quienes presentaron mayor escolaridad 8.8 años en el 2010 y las mujeres, 8.5. Para 2020 esta cifra aumentó, en las mujeres fue de 9.6 y en los hombres de 9.8.

Fuente: INEGI. Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020.

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¿Qué porcentaje de jóvenes van a la universidad?

La educación en cifras: Más universitarios, pero también más jóvenes solo con estudios elementales – España va aumentando progresivamente su nivel de estudios y hay cada vez más jóvenes universitarios, tal y como se desprende de este informe. En total, e l 48,7% de los jóvenes de entre 25 y 34 años disponía en 2021 de un título de educación superior, lo que supone 8,4 puntos más que en 2011 y casi 15 puntos más que en 2000 (34%). Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior Respecto al tiempo de finalización de estudios, en España el 71% del alumnado que inicia un grado se ha titulado en los 3 años posteriores a la duración del programa, una cifra que también está por encima de la media OCDE, que está en el 65%. La expansión de la educación superior ha beneficiado en particular a las mujeres en todos los países de la OCDE.
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¿Qué proporción de estudiantes que ingresan a primaria logran concluir hasta el bachillerato?

De cada 100 personas que ingresan a educación primaria, 95 de ellas concluyen exitosamente; en secundaria, la proporción es de 84, y en media superior (preparatoria, bachillerato o similar) se reduce a 62.
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¿Cuál es el porcentaje de egresados en México?

Solo 1 de cada 3 estudiantes sigue sus estudios de universidad en México: INEGI De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2019, de los 2.9 millones de jóvenes en México concluyeron sus estudios de educación media superior, solo un millón dijo que continuó con sus estudios de universidad.

En la Encuesta Nacional de Inserción Laboral de los Egresados de la Educación Media Superior 2019, un millón reportó seguir cursando sus de universidad, mientras 1.3 millones señalaron que continuaron sin éxito, en tanto otros 603 mil desistieron de seguir estudiando apenas concluyeron la prepa. Los motivos por los que abandonaron sus estudios fueron la falta de recursos económicos, con 32%; no se quedaron en la institución de su elección o no aprobaron el examen, con 19.9%; y no les interesó o no quisieron seguir estudiando, con 10%.

De estos, 66.9% de los hombres intentó continuar sus estudios de universidad, en tanto que para las mujeres el porcentaje fue de 70.2%, lo que representa un aumento de 9 y 8.7 puntos porcentuales, respectivamente, con respecto a la encuesta realizada en 2016.

  1. Los datos arrojaron también que 2.3 millones de los egresados del nivel medio superior, de los 2.9 millones, han tenido al menos un trabajo; de ellos, 1.7 millones trabajó después de concluir la preparatoria, mientras que 596 mil ya tenían un empleo antes de graduarse.
  2. De ellos 1.2 millones son hombres y 1.1 millones son mujeres, las cifras son mayores que en 2016 ya que en ese momentos solo 1.9 millones de jóvenes de los 3 millones había trabajado, de ellos un millón eran hombres y 0.9 millones eran mujeres.

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¿Cuántos estudiantes no terminan la universidad?

El problema de la deserción universitaria: ¿por qué los estudiantes abandonan su carrera? Porcentaje De Estudiantes Que Terminan La Educacion Media Superior La tasa de deserción en universidades privadas puntuó 22.3% en el ciclo 2020-1 y 18.9 % en el ciclo 2020-2, según el sistema de información de la educación superior del Minedu. | Fuente: ANDINA | Fotógrafo: Norman Córdova La transición de la educación básica a la superior es un proceso que no todos los adolescentes afrontan de la misma manera.

  1. La condición socioeconómica, el acompañamiento de la familia y las aptitudes académicas son algunos componentes que pueden determinar el desempeño del estudiante y si concluye o no su carrera.
  2. De acuerdo con Jorge Mori, experto en políticas universitarias y exdirector de educación superior universitaria del Minedu, el porcentaje histórico de deserción en las universidades públicas pasó,

Esto quiere decir que, en el Perú, al menos uno de 10 estudiantes de universidades nacionales ha interrumpido sus estudios en algún punto de su carrera. En el caso de las privadas, la tasa de deserción puntuó 22.3% en el ciclo 2020-1 y 18.9 % en el ciclo 2020-2, según el sistema de información de la educación superior del Minedu.
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¿Cuántos alumnos terminan la carrera?

¿Cuáles son los principales puntos a tratar? – Son 10 puntos los que enseña : que el joven termine su carrera profesional, que defina qué profesión quiere estudiar, que no falte a la escuela, que llegue temprano, que no tenga materias reprobadas, que sepa emprender un negocio, que aprenda a hablar el público, que cuide su salud física, mental y emocional, valores y que aprenda a tomar buenas decisiones.

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“Estamos convencidos, tanto la fundación como un servidor, de que la Educación es la base para el desarrollo de los jóvenes “, dijo y agregó que el diplomado está por comenzar, pero aún están a tiempo de anotarse en las instalaciones del DIF Orizaba en estos días.

Orizaba, Ver.- En México sólo el 20 por ciento de los estudiantes termina su carrera profesional, por eso tenemos que trabajar más en materia educativa pero también económica, para que haya fuentes de empleo; en la salud y en el cuidado del medio ambiente, afirmó Marcelino Muñoz, presidente de la fundación que lleva su nombre.

En entrevista resaltó que actualmente, muchos jóvenes, padres de familia e incluso docentes consideran que la educación no ese importante, por lo que es necesario trabajar todos en el mismo tenor desde el lugar que ocupa, para que la educación dé el resultado que se quiere y abatir el índice de deserción.

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Refirió que en Europa el 50% de los jóvenes terminan su carrera profesional, en Asia, el porcentaje alcanza un 70% y en México, así como en muchos países de Latinoamérica, apenas es del 20%. “Por eso somos países pobres, subdesarrollados y con muchos años en vías de desarrollo.

  • Tenemos que trabajar en la educación y en mejorar la economía, en generar más empresas “, dijo.
  • Resaltó que es necesario modificar en los jóvenes la mentalidad del “no puedo” para que se vuelvan pro-activos, “no deben abandonar sus estudios porque no tienen dinero “, los jóvenes sí pueden conseguir dinero para continuar estudiando; “si no hay empresas que me den oportunidad de trabajar voy a crear mi propia empresa; tenemos que ser responsables de eso “, enfatizó.

La Fundación, además de apoyar la educación, trabaja con un programa de asesoría y capacitación a empresas y empresarios, pues dijo, todo profesionista es empresario. “Hay carpinteros, albañiles, ellos son empresarios, manejan una empresa, pero no se dan cuenta.
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¿Cuántas personas se titulan al año?

Alrededor de 4.2 millones de personas formaron parte de la matrícula universitaria durante 2018 en México, más del doble (127%) de los estudiantes registrados hace 20 años y 2.78% más respecto a 2017.
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¿Cuántos jóvenes terminan la secundaria en México?

CS01c- 2017 Porcentaje de población con el antecedente para cursar la educación secundaria, media superior o para adultos – INEE CS01c – Porcentaje de población con el antecedente para cursar la educación secundaria, media superior o para adultos En el país, en 2008, 2012 y 2016 (años que abarcan parte de las últimas dos administraciones presidenciales) se observó que la proporción de población con el antecedente para estudiar los niveles de secundaria y media superior aumentó gradualmente; por el contrario, quienes tenían el antecedente para cursar educación para adultos disminuyó.

  • En 2016 había 6 346 977 niños de 12 a 14 años con educación primaria completa, equivalente a 89.3% de la población en esas edades, esto es, 4.3 puntos porcentuales más que en 2012 (85%) y 6.3 puntos más que en 2008 (83%).
  • Por otra parte, la población de 15 a 17 años que había concluido la educación secundaria en 2016 fue de 5 550 670, es decir, 79.4% de los jóvenes en ese rango etario, lo que significó un incremento de 3.7 puntos porcentuales respecto a 2012 (75.7%) y 12.1 puntos respecto a 2008 (67.3%).

Finalmente, 34% de la población con 15 años o más no tenía la secundaria completa en 2016, lo que representó 30 363 206 personas, aproximadamente dos millones menos que en 2012 y cuatro millones menos que en 2008. Por subpoblaciones en 2016, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las proporciones de niños y jóvenes atendibles en secundaria, media superior y educación para adultos.

Las mayores brechas se dieron según el tipo de condición (con discapacidad y sin discapacidad) y el grado de marginación del municipio (baja y alta). La conclusión oportuna de la educación primaria en las edades idóneas ha permitido tener una mayor proporción de niños atendibles en el siguiente nivel educativo con las edades ideales (12 a 14 años); asimismo, la culminación oportuna de la educación básica ha aumentado el porcentaje de jóvenes atendibles en el nivel medio superior en edades idóneas.

Esto último, además de otros factores demográficos, implica un decremento en el volumen de población atendible en el subsistema de educación para adultos. Este indicador muestra el número de personas que tienen la escolaridad requerida para cursar cierto nivel educativo (secundaria, media superior o educación para adultos) por cada cien en un grupo de edad.

  1. La población con el antecedente para cursar la educación secundaria comprende a los niños entre 12 y 14 años que tienen educación primaria completa, pero no la secundaria.Ésta constituye la población atendible en secundaria.
  2. La población con el antecedente para educación media superior agrupa a los jóvenes de 15 a 17 años que han completado la educación básica y no cuentan con educación media superior.Ésta constituye la población atendible en educación media superior.

Por último, la población con el antecedente para cursar educación para adultos refiere a aquella de 15 años o más que no tiene cubierta la educación básica. Ésta constituye la población atendible en la educación para adultos.

¿Cuál es la asistencia de la población infantil y juvenil a la educación básica y media superior? ¿En qué medida el sistema educativo cubre la necesidad social de educación? ¿Cómo es el contexto socioeconómico en que opera el sistema educativo nacional? ¿Cómo es el rezago en la escolarización?

Dimensiona el volumen relativo de niños y jóvenes que la educación secundaria y la educación media superior deberían absorber, dado que cumplen con los prerrequisitos correspondientes. escolaridad media grados de escolaridad población

Nombre del indicador Porcentaje de población con el antecedente para cursar la educación secundaria, media superior o para adultos
Definición Número de personas en un grupo de edad que tienen la escolaridad requerida para cursar cierto nivel o tipo educativo por cada cien de la población total en el mismo grupo de edad. La población con el antecedente para cursar la educación secundaria comprende a los niños de 12 a 14 años que tienen educación primaria completa y no tienen educación secundaria. Ésta constituye la población atendible en educación secundaria. La población con el antecedente para estudiar la educación media superior agrupa a los jóvenes de 15 a 17 años que han completado la educación básica y no cuentan con la EMS. Ésta constituye la población atendible en media superior. La población con el antecedente para cursar la educación para adultos es aquella con 15 años o más de edad que no tiene cubierta la educación básica. Ésta constituye la población atendible en la educación para adultos.
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Interpretación Representa la proporción de la población atendible en los niveles de educación secundaria, media superior y para adultos en cada grupo de edad. Un porcentaje de población atendible en educación secundaria cercano a cien significa que casi todos los niños en edad idónea tienen cubierto el prerrequisito para estudiar dicho nivel educativo. Un porcentaje elevado de población atendible en EMS denota que buena parte de los jóvenes ha completado la educación básica en la edad ideal y, por lo tanto, está en condiciones de seguir estudiando en alguna de las opciones educativas de EMS. Asimismo, la proporción de población atendible por el subsistema de educación para adultos representa el tamaño del rezago en la escolarización de la población de 15 años o más de edad (población que no tiene la educación básica completa); esta proporción disminuirá a medida que más personas terminen el ciclo de educación básica en la edad idónea.
Utilidad Dimensiona el volumen relativo de niños y jóvenes que la educación secundaria y media superior deberían absorber, dado que cumplen con los prerrequisitos correspondientes.
Ofrece elemento(s) para evaluar la(s) siguiente(s) dimensión(es) de calidad educativa n.a.
Desagregación

Subpoblaciones seleccionadas: sexo (hombres y mujeres), tamaño de localidad (rural, semiurbana y urbana), condición étnica (población indígena y resto de la población), tipo de condición (con discapacidad y sin discapacidad), nivel de escolaridad del jefe de hogar (sin instrucción, básica incompleta, básica completa, media superior y superior), marginación (alta y baja), según ingreso respecto a la línea de bienestar mínimo (inferior y superior o igual), según ingreso respecto a la línea de bienestar (inferior y superior o igual), condición de pobreza (pobreza, pobreza extrema, pobreza moderada, vulnerable por carencias, vulnerable por ingresos, no pobre y no vulnerable), quintil de ingreso (I-V) y condición de actividad (trabajo extradoméstico ≥ 20 h, trabajo mixto ≥ 20 h, trabajo doméstico ≥ 20 h y no trabaja o < 20 h).Máximo nivel de desagregación para las subpoblaciones derivadas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016: entidad federativaMáximo nivel de desagregación para las subpoblaciones derivadas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2° trimestre de 2016: entidad federativa, 32 ciudades autorrepresentadas, localidades de 100 000 y más habitantes, localidades de 15 000 a 99 999 habitantes, localidades de 2 500 a 14 999 habitantes, y localidades de menos de 2 500 habitantes

Fuentes de información CONAPO (2015). Índice de Marginación por Municipio 2015 (base de datos).CONEVAL (2017). Medición de la Pobreza en México 2016 (programa en Stata).INEGI (2009). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2008, Módulo de Condiciones Socioeconómicas (base de microdatos).INEGI (2013b). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2012, Módulo de Condiciones Socioeconómicas (base de microdatos).INEGI (2016b). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2° trimestre de 2016 (base de microdatos). INEGI (2017c). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016 (base de microdatos).
Notas Se presentan los grupos de edad 15 a 24, 25 a 64, 65 o más y 15 o más años. Ver la nota técnica “Subpoblaciones, nivel de escolaridad y población atendible” al final del apartado “Contexto social” del Panorama Educativo de México 2017 (INEE, 2018). Según el criterio de la CDI. Ver también la nota técnica “Subpoblaciones, nivel de escolaridad y población atendible” al final de este apartado.
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En esta sección encontrarás las estadísticas educativas más relevantes sobre el estado que guarda la educación en México. ¿Encontraste lo que buscabas? También puedes utilizar nuestra búsqueda global : CS01c- 2017 Porcentaje de población con el antecedente para cursar la educación secundaria, media superior o para adultos – INEE
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¿Qué porcentaje de la población española va a la universidad?

El porcentaje de adultos con estudios postobligatorios sube 10 puntos en una década, hasta el 62,9% Sobre esta publicación, el (MEFP) elabora el Informe español con los datos más relevantes de nuestro país. Así, el nivel educativo de la población española sigue subiendo.

Por primera vez, el porcentaje de población adulta con estudios superiores, que sube del 31,0% en 2010 al 39,7% en 2020, supera al de la población con estudios básicos, que cae del 47,1% al 37,1%. En el mismo periodo, la proporción de adultos con estudios de secundaria superior ha pasado del 21,9% al 23,2%.

A pesar de esta evolución, España sigue teniendo una tasa de población con estudios básicos por encima de la media de los países de la OCDE (21,0%) y de la media de los países de la Unión Europea* (17,1%) y un porcentaje de adultos con estudios de secundaria superior por debajo de la media OCDE (42,5%) y UE22 (46,0%).

Por otra parte, la tasa de graduación en secundaria postobligatoria -el porcentaje de población que se espera que se gradúe a lo largo de su vida en esa etapa-, crece 8,5 puntos porcentuales en los últimos seis años, hasta situarse en el 74,7%. Sigue por debajo de la media OCDE (80,3%) y UE22 (80,6%).

Mejora porcentaje de deserción escolar en Educación Media Superior y Superior

En la etapa de secundaria, la OCDE apunta también a la alta tasa de repetición del sistema español, con un 8,7% de escolares repetidores en primera etapa de secundaria (1º a 3º de ESO), cuando la media OCDE es del 1,9% y la media UE22 del 2,2%. En segunda etapa de secundaria (4º ESO, Bachillerato, Formación Profesional Básica y de Grado Medio), repiten curso el 7,9% de los alumnos y alumnas en España, cuando la media OCDE es del 3% y la media UE22 del 3,3%.

  1. En Educación Infantil, España destaca por sus altas tasas de escolarización: el 39,6% de los niños y niñas de 0 a 3 años acude a un centro educativo, según datos de 2019, por encima de la media OCDE, del 24,9%, y de la media UE22, del 22,4%.
  2. En segundo ciclo de Infantil, la escolarización es casi completa, con un 97,3% de la población de 3 a 5 años inscrita en los centros escolares, 10 puntos por encima de la media OCDE (87,0%) y 6 por encima de la media UE22 (90,9%).

En el capítulo de la financiación de la educación, el informe señala que la proporción de la riqueza nacional que se destina a instituciones educativas es significativa en todos los países de la OCDE y de la UE22. En 2018, estos países destinaron una media del 4,9% y del 4,4% de su PIB, respectivamente, a educación.
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¿Cuántos estudiantes de bachillerato hay en España?

España en cifras 2018 En el curso 2016-17, el alumnado de Enseñanzas de Régimen General no universitarias asciende a 8.127.832, un 0,2% más que el curso anterior. Se reducen un 1,2% las matriculaciones en Bachillerato pero aumentan un 3,7% enFormaciónProfesional, principalmenteen los ciclos formativos adistancia.

  • El alumnado extranjero no universitario asciende a 721.028 en el curso 2016-2017, mostrando un pequeño descenso desde los 763.087 del curso 2012-2013, significando todavía el 8,5% del alumnado matriculado en enseñanzas de RégimenGeneral no universitarias.
  • En 2017 el abandono escolar temprano es de 18,3%, habiéndose producido un descenso de 13,4 puntos en los últimos 10 años.

En siete comunidades autónomas el dato está por debajo del 15%. Es menor entre las mujeres y más altoen lapoblaciónextranjera (35,8%frente a 15,9%entre los españoles). Educación y cultura Variación interanual % Número de alumnos Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 13 Abandono escolar temprano * Alumnado matriculado en Enseñanzas de Régimen General no universitarias.

Curso 2016-17. Datos avance Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 1. Incluye también Educación Especial, Programas de Cualificación Profesional Inicial y Otros progra- mas formativos.2. Alumnado escolarizado en centros autorizados por las administraciones educativas. España 18,3% 20 o más Abandono escolar temprano 2017 * (%) Menos de 15 De 15 a 20 Total 8.127.832 1 2 Educación Infantil 1.775.264 Educación Primaria 2.940.226 E.S.O.1.884.223 Bachillerato 686.933 Formación Profesional 793.499 El abandono escolar temprano desciende 13,4 puntos en los últimos 10 años Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 0,2 -1,8 0,5 0,8 3,7 -1,2 * % de población entre 18 y 24 años que no ha completado la Enseñanza Secundaria 2ª etapa y no está cursando ningún tipo de formación 21,8 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 Hombres Todos Mujeres 18,3 14,5 * % de población entre 18 y 24 años que no ha completado la Enseñanza Secundaria 2ª etapa y no está cursando ningún tipo de formación 763.087 736.249 724.635 716.736 721.028 9,1% 8,8% 8,6% 8,4% 8,5% 2012-13 2013-14 2014-15 2015-16 2016-17 Matriculados extranjeros en Enseñanzas no universitarias * Privados 32,5% Titularidad de los centros en Enseñanzas de Régimen General no universitarias Curso 2016 Públicos 67,5% 38,0 31,7 25,1 * El porcentaje está calculado para enseñanzas de Régimen General.

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¿Cuántas personas tienen un título universitario?

Posgrados en México, una ventaja competitiva | OLA

Maestría o doctorado llaman la atención de un reclutador, ya que simboliza un esfuerzo adicional del candidato. Desde tiempos antiguos el hombre primitivo fue adquiriendo habilidades que le permitieran subsistir en la Tierra, ese instinto de sobrevivencia no ha cambiado y en pleno siglo XXl el hombre debe esforzarse para seguir preparándose en el ámbito profesional, y así mantenerse en la jungla laboral. De acuerdo con datos de la revista Forbes, actualmente en la República Mexicana el 62 por ciento de la población tiene título universitario, mientras que el 17 por ciento ya cuenta con una maestría y sólo el 9 por ciento continúa estudiando una carrera. Conforme pasa el tiempo y avanza la tecnología es necesario que cuentes con un mayor grado de estudios; un posgrado es una excelente opción para resistir a las desavenencias y descalabros que pudieran alcanzarte debido a los pasos agigantados que da el mercado laboral actualmente. Maestría o doctorado llaman la atención de un reclutador, ya que simboliza un esfuerzo adicional del candidato, cursar este grado requiere de una responsabilidad especial, ya que los docentes están conscientes de que están frente a verdaderos profesionistas competentes y el nivel de exigencia es mayor al momento de evaluar un examen o trabajo escolar.A continuación, enlistamos los beneficios que puedes obtener al realizar un posgrado:

Desarrollo profesional y personal. Ventajas laborales, como ser un candidato atractivo para cubrir un puesto preponderante. Networking, te acercará a personas activas en tu círculo laboral. Inversión rentable, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. los estudios de posgrado incrementan hasta un 127 por ciento la expectativa salarial.

Estudiar un posgrado es complejo, si por el momento no puedes cubrir los gastos que representan cursar este grado, una excelente opción es solicitar una beca en un organismo de gobierno o privado. El Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado (COMEPO) y otros centros dedicados a la educación realizaron un proyecto en 2014, cuyo objetivo es analizar la estructura institucional de la oferta del posgrado a nivel nacional, con la finalidad de identificar fortalezas y debilidades, con ello proponen políticas públicas para el impulso de la calidad de los estudios de posgrado en México.

Ahora ya no tienes pretexto, cursar un posgrado en México es una excelente opción además de tener la certeza de que son estudios de calidad. Analiza, compara y decide. Solicita una beca da y consulta las convocatorias. Comparte la información con tus padres, profesores y amigos, formando parte de los jóvenes que desean un cambio positivo en su proyecto de vida.

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¿Qué porcentaje de los estudiantes de bachillerato en México se consideran dentro de la PEA?

Artículos arbitrados El incremento de la escolaridad de la PEA en México y los efectos sobre su situación laboral y sus ingresos, 1992–2004 1 The Increase in Schooling of Mexico’s Active Population and the Effects on their Employment Status and Income, 1992–2004 María de Ibarrola Departamento de Investigaciones Educativas, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Instituto Politécnico Nacional Calzada de los Tenorios 235, Colonia Granjas Coapa, 14330, México, D.F., México.

Correo electrónico: [email protected] Recibido: 3 de junio de 2009 Aceptado: 23 de julio de 2009 Resumen En este artículo se proponen algunos resultados sobre la manera como el notorio incremento de la escolaridad en México se expresa en el destino laboral de la población económicamente activa (PEA) no agrícola del país, de 24 a 60 años de edad.

Se analiza la distribución de esa población según categorías de escolaridad lograda, ingresos–horario y adscripción a cinco diferentes sectores laborales del país: dos informales (trabajadores por cuenta propia y patrones asalariados de microempresas informales) y tres formales (sector gubernamental, empresas del sector industrial y empresas del sector terciario).

Se comparan los datos de 1992 con los de 2004. Los resultados se derivan de una base de datos elaborada para México, como parte de varios estudios nacionales, realizados por el Sistema de Información sobre Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL), con base en la Encuesta Nacional de Ingreso–Gasto.

Palabras clave: Escolaridad, logro educativo, ingresos, mercado de trabajo. Abstract In this article there are presented some results on the subject of how the dramatic increase in schooling in Mexico is expressed in the employment destination of the country’s non–agricultural, economically–active population (EAP), age 24 to 60.

The distribution of this population is analyzed by categories of education attained, income/schedule and employer for five different industrial sectors in the country: two informal (self–employed and micro–entrepreneurs) and three formal (government sector, companies of the industrial sector, and service sector companies).

Data from 1992 to 2004 is compared. The results derive from a database developed for Mexico, as part of several national studies conducted by the Information System on Educational Trends in Latin America (SITEAL for its acronym in Spanish), based on the National Survey of Income–Expenditure.

  1. Ey words: Academic achievement, educational attainment, income, labor market.
  2. Introducción El crecimiento de la escolaridad en México ha sido ha sido uno de los logros educativos más impactantes en el país, como lo demuestra fácilmente un análisis de las estadísticas históricas y lo registran algunos investigadores (Mercado y Planas, 2005).

Los efectos de este crecimiento sobre la escolaridad de la población económicamente activa (PEA) del país son evidentes. Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, s.f.) señalan que el promedio de años de escolaridad de la PEA del país pasó de 6.8 en 1992 a 8.4 en 2004, y llegó a 9.1 grados escolares en 2009.

A pesar de ello, son pocos los estudios derivados de estadísticas nacionales, que permiten un análisis sistematizado y longitudinal del significado de este crecimiento sobre la localización laboral de la PEA del país, según las diferencias de formalidad o informalidad entre sectores ocupacionales y las diferencias en los ingresos que percibe en función de esa doble condición.

En el año 2006, el Sistema de Información sobre Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL, s.f.) de la unesco sistematizó una serie de indicadores comunes sobre escolaridad, ingreso horario promedio, edad, sexo y tamaño de localidad, en función de cinco sectores ocupacionales: dos informales y tres formales, en los que se localiza la PEA para varios países.

  1. Con el fin de propiciar la comparación, los datos se obtuvieron de las Encuestas Nacionales de Ingreso–Gasto de los Hogares o sus equivalentes para los años 1992, 1996, 2002 y 2004.
  2. Con base en una selección de esos datos para México se construyó el presente análisis.2 Las complejas relaciones de la escolaridad con el trabajo En un libro de texto de reciente aparición, el Dr.

Martin Carnoy (2006) describe con sencillez y muy brevemente la historia de las relaciones de la educación con el trabajo y la manera como los economistas las han concebido. Sorprende que la percepción y conceptualización de las diferencias y desigualdades entre los trabajadores en cuanto a su educación, sus capacidades y habilidades; a pesar de haber sido identificada por muchos autores clásicos, desde Adam Smith, haya sido recuperada teóricamente apenas a mediados del siglo pasado con la teoría del capital humano, concepto que acuñó con tanto éxito Theodore Schultz.3 Con esta teoría, ha sido común reducir el capital humano a los años de escolaridad lograda, ingrediente que se mide en términos de grados cursados.

Las investigaciones al respecto han identificado algunos resultados consistentes a gran escala, por ejemplo: las correlaciones positivas entre la mayor escolaridad de la PEA de un país y su productividad; el hecho de que la mayor escolaridad se correlaciona positivamente con mejores ingresos y posiciones laborales, o las tasas de retorno proporcionalmente elevadas que genera la escolaridad, descontando los costos directos e indirectos de la misma.

Estos resultados macro, con cierta impunidad han transformado la correlación en causalidad y han sostenido la creencia de sentido común sobre los beneficios económicos de la escolaridad. Diversos investigadores –economistas y sociólogos de la educación– han cuestionado esa visión mecanicista (Levin y Kelley, 1994).

Gary Becker (1964, p.17) precisa que “la escolaridad y la capacitación son las inversiones más importantes en capital humano”, pero además reconoce la influencia de la familia en la formación de los trabajadores e insiste en que éstos también se forman por el aprendizaje y la capacitación en los trabajos mismos.

En una línea de investigación iniciada desde 1986 (Hanushek, 1986; Hanushek y Woesman, 2007) se propone distinguir entre calidad educativa y escolaridad. No son las “horas–banca” las que influyen en el desarrollo económico, sino el conocimiento y las habilidades, los cuales pueden desarrollarse en la escuela pero también provienen de la familia, los pares, la cultura.

  • Las escuelas por sí mismas no son la respuesta.
  • Otros factores tienen un impacto importante sobre los ingresos y el crecimiento, las instituciones económicas, la apertura de la economía, los sistemas de propiedad, etcétera.
  • Sin ellas, la educación y las habilidades no tendrán el impacto deseado en los resultados económicos.

Una parte importante de los argumentos y los postulados que se oponen a la teoría del capital humano corresponden a la teoría de la reproducción. Los textos ya clásicos de Baudelot y Establet (1975), y de Bourdieu y Passeron (1964) se centran en la distribución desigual de las oportunidades de acceso a la escolaridad, correlacionada estrechamente con las desigualdades socioeconómicas preexistentes.

Investigaciones recientes argumentan que el incremento de las oportunidades de escolaridad ha trasladado los efectos de las desigualdades socioeconómicas a rubros internos de la escolaridad: la reprobación, el retraso en la edad para cursar grados o niveles, la posibilidad de terminar los ciclos en tiempo, las calificaciones, el tipo de institución escolar al que se accede, entre otros rubros que siguen demostrando esas correlaciones (Schwartzman, 2004; Tenti y Cervini, 2004).

Otros autores fijan su atención en las limitaciones del mercado de trabajo: la escolaridad no crea empleos, argumentan, y quienes alcanzan mayor escolaridad relativa podrán encabezar, si acaso, la fila de la cola para obtener el empleo, serán los últimos en perder el empleo, verán disminuidos sus ingresos, o bien, podrán caer en el subempleo o desempleo ilustrado y sufrirán la “devaluación” de sus certificados, en un mercado de certificados cada vez más inflacionario (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, 2003; Muñoz Izquierdo, 2001; Carnoy, 2005).

  • Los ingresos, por su parte, no dependen de la escolaridad del trabajador, sino de la posición que ocupa en el mercado de trabajo y la organización de las empresas (Levin y Nelly, 1994).
  • Según lo demuestran varios autores, entre otros Muñoz Izquierdo (1996), Hualde y Serrano(2005) y Planas (2008), el papel de la escolaridad frente al trabajo, el empleo o los ingresos varía según el período económico de que se trate, la región geográfica, la rama de la economía, el sexo y la edad de los individuos, e incluso las historias y culturas de las empresas mismas.

En espacios laborales concretos, el mismo certificado de educación superior no asegura a todos los que lo detentan un mismo ingreso superior o una mejor posición laboral (De Ibarrola y Reynaga, 1983) o el certificado de técnico medio no asegura tampoco la consecución de un empleo relacionado con los estudios cursados (De Ibarrola, 1994; Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, 2006).

Por otra parte, en la medida en que la escolaridad se distribuye de manera más equilibrada entre la población, como es el caso de la primaria y la secundaria, deja de constituir una variable causal de diferencias en ingresos y en posiciones laborales, por lo menos en sectores bien delimitados del mercado de trabajo (De Ibarrola, 2004a).

Los mercados de trabajo en México La mayor parte de los investigadores mexicanos que analizan las relaciones entre la escolaridad y el trabajo coinciden en hablar de mercados de trabajo y en otorgarle a la naturaleza heterogénea de estos últimos un papel importante en la naturaleza de las relaciones que se establecen con la escolaridad (Reynaga, 2003).

Dado el espacio disponible para este artículo no se describen los rasgos de la formalidad o la informalidad ni otras caracterizaciones de la estructura heterogénea y desigual de los mercados de trabajo en México, que se han argumentado y profundizado en otros estudios (De Ibarrola, 1988, 1994, 2004a, 2004b).

En este texto se acepta la distinción general de heterogeneidad entre sector formal y sector informal, y los cinco sectores ocupacionales: dos informales (trabajadores por cuenta propia y microempresas de menos de cinco trabajadores), y tres formales (sector público, grandes empresas del sector industrial y grandes empresas del sector servicios) que identifica la base de datos disponible y cuya definición operativa respeta los principales criterios de diversos autores que se identifican en esos estudios.

Cabe señalar que tampoco es objetivo de este artículo explicar las razones políticas y económicas que contextualizan y determinan esa heterogeneidad en países como México, o que constituyen el marco en el que se dan las relaciones entre escolaridad y empleo en el país. El objetivo del artículo es sencillo y muy acotado: se trata de ofrecer datos estadísticos nacionales sobre la manera en que el crecimiento de la escolaridad de la PEA en México, entre 1992 y 2004, se distribuye entre distintos sectores ocupacionales definidos en función de su formalidad o informalidad laboral, y sobre las diferencias que la escolaridad alcanzada y el sector laboral de inserción provocan en los ingresos percibidos.4 Dos planteamientos teóricos respaldan la importancia del objetivo del artículo.

El primero argumenta que el crecimiento de la escolaridad en el país no se deriva de una planeación racional de la disponibilidad de puestos laborales para los diferentes tipos de calificación, tampoco de las necesidades de calificación para el desarrollo (genérico).

La manera en que ha crecido la escolaridad ha sido producto de las tensiones y contradicciones entre las propuestas gubernamentales, orientadas en muy buena medida a impulsar la escolaridad conforme a (ciertas) visiones de las necesidades del desarrollo del país o las (supuestas) demandas de los mercados de trabajo; la visión limitada acerca de los sectores laborales; las demandas y aspiraciones de los jóvenes y sus familias, y las posibilidades de las instituciones escolares en un contexto caracterizado por la existencia de mercados de trabajo heterogéneos y desiguales (De Ibarrola, 2009).

Lo anterior no ignora que las oportunidades de escolaridad son claramente insuficientes, en particular a partir del cumplimiento de la escolaridad básica. El segundo planteamiento divide las interpretaciones de los efectos del crecimiento de la escolaridad sobre los ingresos y el empleo en dos grandes argumentos: a) El primero relacionado en particular con el crecimiento de la escolaridad superior, atribuye la disfuncionalidad del sistema escolar al hecho de que quienes habiendo alcanzado ese nivel, no se sitúen en las posiciones profesionales que les corresponden (ANUIES, 2003).

B) El segundo propone que el crecimiento de la escolaridad (en todos los niveles) ha generado un importante efecto de oferta” de fuerza de trabajo cada vez más escolarizada que se expresa de la siguiente manera: “el aumento de la educación se ha extendido a todas las categorías del empleo según un fuerte efecto de la oferta educativa, relativamente independiente de la evolución paralela del efectivo de las categorías de empleo” (Béduwé y Planas, 2002, p.58).

La población escolarizada se extiende hacia todos los sectores ocupacionales y su mayor escolaridad ha sido recompensada por los mayores ingresos relativos que ofrecen los mercados de trabajo a quienes tienen mayor escolaridad relativa. (Béduwé y Planas, 2002; Flores y Román, 2005; Planas, Román, Flores y De Ibarrola, 2007).

  1. En ningún caso los autores analizaron la heterogeneidad de los mercados de trabajo.
  2. Los datos que aquí se analizan, aunque están basados en categorías muy agregadas, brindan resultados que consideran diferencias importantes entre los sectores ocupacionales, de ahí que ofrecen nuevas posibilidades de comprensión del efecto del crecimiento de la escolaridad sobre el trabajo y los ingresos que logra la población.

Crecimiento de la escolaridad de la PEA y decrecimiento de la formalidad laboral Las Tablas I y II ofrecen dos tipos de datos base, aparentemente contradictorios: a) En la Tabla I se registra el notable incremento de la escolaridad de la población económicamente activa en el período analizado, en particular la disminución de la PEA que sólo logró hasta cinco grados de escolaridad, y el crecimiento de la PEA con escolaridad superior.

B) En la Tabla II se aprecia el ligero decrecimiento del sector formal, en beneficio particular de los trabajadores por cuenta propia, y el crecimiento del sector público más que el de las grandes empresas del sector secundario y terciario. Escolaridad e inserción en los sectores del mercado de trabajo La distribución entre los sectores ocupacionales de la población con escolaridad primaria incompleta, 5 que disminuyó en 13.2 puntos porcentuales para el total de la economía, se analiza en la Tabla III,

La PEA con esta escasa escolaridad disminuyó apenas medio punto (–0.5) entre los trabajadores por cuenta propia y entre los que trabajan en el sector público (–0.7). Pero disminuyó notoriamente en el sector de los asalariados y patrones en empresas de menos de cinco trabajadores, seguido por los trabajadores de las grandes empresas del sector terciario y del secundario.

  1. Por su parte, como se observa en la Tabla IV, la población activa con más de 13 años de escolaridad, que se incrementó en 8.8 puntos porcentuales durante el período, creció fundamentalmente en el sector formal de servicios y apenas entre los trabajadores por cuenta propia.
  2. Sin embargo, el aumento de trabajadores con escolaridad superior en las microempresas informales fue superior al que se dio en el sector público y casi igual al del sector formal industrial.

Las grandes empresas del sector terciario siguen siendo las mayores empleadoras de población con más de 13 años de escolaridad. Cabe observar –aunque no se despliegan así los datos en el texto– que el sector informal agrupó en 1992 a 33.1% de la PEA total y a 43.8% de la PEA con primaria incompleta, pero sólo a 15.3% de la que tiene escolaridad superior.

Por el contrario, el sector formal concentró en esa fecha a 65.4% de la PEA total, y si bien concentró a 56.2% de la PEA con primaria incompleta, acaparó 84.4% de la PEA con escolaridad superior. Sin embargo, para 2004 las distribuciones cambiaron, en particular debido al crecimiento de la participación de personal con escolaridad superior en el sector informal, que llegó a ocupar 19.5% de la PEA con más de 13 años de escolaridad.

En ambos años, el personal con este elevado nivel de escolaridad se concentró en las grandes empresas del sector formal terciario, pero esta concentración descendió de 63.2% a 53.1% en el período. En ese mismo lapso, el sector público casi triplicó su proporción de trabajadores con más de 13 años de escolaridad.

Cómo variaron los ingresos horarios en función del sector económico Como lo indica la Tabla V, el sector en el que se ocupa la PEA modifica de manera importante los ingresos que percibe. En los diferentes años de los que disponemos de información, el ingreso de los trabajadores del sector informal significó apenas entre 0.64 y 0.68 del ingreso promedio nacional correspondiente según las fechas, mientras que los del sector formal obtuvieron entre 1.23 y 1.29 veces ese promedio.

Quienes menos ingresos obtuvieron son los trabajadores por cuenta propia, 6 los que ni siquiera alcanzan a percibir una quinta parte de las cantidades que corresponden al promedio nacional. Por el contrario, quienes superan ese promedio son: en primer lugar los trabajadores de las empresas del sector terciario, seguidos por los trabajadores del sector público.

Resulta interesante constatar que los trabajadores del sector secundario formal ven incrementada la brecha de sus ingresos respecto a los ingresos promedio del sector formal: en 2004 estuvieron por debajo del promedio general y se acercaron a los ingresos de los asalariados y patrones de las microempresas informales.

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Por otra parte, quienes más incrementaron sus ingresos fueron los trabajadores del sector público, quienes para 2004 son los que más ganan en promedio. Esto se debe, sin duda, a todas las políticas de apoyo a los sectores más pobres del país, los trabajadores por cuenta propia triplicaron sus magros ingresos en el período, aunque siguen siendo los que –por definición– reciben los menores ingresos.

El papel de la escolaridad La distribución del ingreso horario por escolaridad resulta sumamente significativa: La Tabla VI demuestra que los ingresos promedio se acrecientan sostenidamente en función del incremento de la escolaridad; la diferencia entre quienes tienen escolaridad superior y quienes no concluyeron la primaria es muy elevada en los dos años señalados, 4.5 veces en 1992, aunque para 2004 se redujo a 3.9.

La diferencia entre quienes tienen escolaridad superior y quienes tienen la escolaridad inmediata inferior, de 10 a 12 grados, llega a ser casi del doble: 1.83 veces en 2004, respecto de 1992, que fue de 1.6 veces. Impacto de la escolaridad y del sector ocupacional en los ingresos También resulta claro que el sector ocupacional en el que se localiza la PEA modifica el comportamiento de la brecha de ingresos entre quienes tienen la mayor escolaridad y los que apenas lograron la primaria, como se observa en la Tabla VII,

Los datos de la Tabla VII demuestran que el promedio de ingresos de los trabajadores con 13 años o más de escolaridad varía de manera importante en función del sector ocupacional. En 1992 los trabajadores de las empresas grandes del sector secundario superaron por mucho el promedio de la categoría, mientras que los trabajadores por cuenta propia, a pesar de contar con esa elevada escolaridad, fueron los más alejados del promedio y se colocaron en ese año 21.6 veces por debajo de los trabajadores del sector industrial.

Para el 2004, esta diferencia se redujo a casi la tercera parte. A lo largo del período, sin embargo, la diferencia respecto al promedio se incrementa también para quienes trabajan en las microempresas del sector informal y, en particular, para los que laboran en las grandes empresas del sector secundario, ya que claramente perdieron la gran ventaja que tenían respecto a los trabajadores de los otros sectores.

Las cifras demuestran también el importante incremento salarial de los trabajadores del sector público, pero proporcional a sus ingresos inferiores a los de todos los demás sectores ocupacionales. Sorprende el mayor incremento relativo para los trabajadores por cuenta propia durante el período. En la Tabla VIII se analizan los ingresos según el sector ocupacional de quienes sólo alcanzaron a cursar hasta cinco grados de la escolaridad básica, con los siguientes resultados.

Contrasta la diferencia entre los trabajadores de las grandes empresas del sector terciario (quienes más ganan), y los que trabajan por cuenta propia (quienes menos ingreso promedio percibieron). La diferencia entre ellos fue de 4.42 veces en 1992, mientras que en 2004 fue de 3.21 veces, debido a la disminución de la brecha en el sector de las grandes empresas terciarias.

Nuevamente se expresa el incremento salarial que obtuvieron los trabajadores del sector público. Sin embargo, la diferencia de ingresos entre sectores ocupacionales para quienes tienen escasa escolaridad en ninguno de los dos años fue tan aguda como la que se observó entre quienes alcanzaron educación superior.

En la Tabla IX se analiza la diferencia de ingresos entre quienes tienen más y quienes tienen menos escolaridad al interior de cada espacio laboral, que se manifiesta como la más importante, aunque varía entre sectores y a lo largo del período. La mayor diferencia se observó en las empresas grandes del sector secundario en 1992, año en el cual quienes tenían más de 13 años de escolaridad y trabajaban en ese sector ganaron 6.8 veces el ingreso de quienes alcanzaron como máximo cinco años de escolaridad en ese mismo sector.

En el sector público, la diferencia fue de 4.18 veces. En 2004, la magnitud de las diferencias disminuye casi a la mitad en todos los sectores, en particular al interior de las grandes empresas del sector industrial, pero se incrementa en las empresas grandes del sector terciario y entre los trabajadores por cuenta propia (quienes en 1992 ganaban incluso menos que quienes no tenían escolaridad primaria completa).

Síntesis y conclusiones Este texto constituye apenas una pieza muy delimitada de la superficie del complejo y multidimensional rompecabezas que constituyen las relaciones entre la educación y el trabajo en México. Son muchos los rubros que no se analizaron aquí: los grupos más jóvenes del país, los trabajadores del sector primario, el impacto del género, el tamaño de las localidades, por mencionar algunos.

  • Tampoco se trataron las fluctuaciones de la economía: en el período analizado la inflación alcanzó 457% y en particular entre 1994 y 1995 la crisis fue brutal, incluyendo una devaluación de la moneda cercana a 100% en 1994.
  • Hacia 1999 se inició una recuperación que se expresó en los mejores ingresos registrados para 2004 en todos los sectores ocupacionales.

Sin embargo, a partir de 2007 se reveló una nueva crisis que se define ahora como muy superior a la del período anterior. La caída dramática del producto interno bruto (PIB), una recesión que se acusa peor que la de 1994–95, la gravísima pérdida de empleos formales, la baja en todos los sectores de la actividad económica y en las remuneraciones, así como el aumento de la pobreza (Acosta, 2009) marcan un nuevo período económico que delimita con claridad el alcance de los datos aquí analizados, a un período muy concreto, y demuestran la fuerte sensibilidad de los ingresos ante las fluctuaciones de la economía.

Conviene entonces recalcar cuáles son las aportaciones de este estudio: 1) Es innegable el crecimiento de la escolaridad en el país, que se refleja en los niveles cada vez mayores de escolaridad promedio de la población activa de 25 a 60 años de edad entre 1992 y 2004, aunque todavía la mayor parte de la población activa de esa edad (60%) se encuentre por debajo de la escolaridad básica ahora obligatoria.

Paradójicamente, a pesar del incremento de la escolaridad, la posibilidad de insertarse en el sector formal de la economía disminuyó ligeramente.2) Las diferencias de escolaridad entre la población tienden a correlacionarse con los distintos sectores de la economía identificados: quienes tienen menos de 5 años de escolaridad tienden a concentrarse en el sector de trabajadores informales por cuenta propia, y quienes lograron 13 y más años de escolaridad, en el de empresas grandes terciarias y en el sector público.

Pero en todos los sectores ocupacionales existen personas más y menos escolarizadas, y el crecimiento de la escolaridad se expresa en todos ellos, llegando incluso a modificar ligeramente la distribución proporcional entre ellos.3) En todos los sectores ocupacionales, los que tienen más escolaridad perciben en promedio ingresos significativamente mayores que los que tienen menos.

(Una excepción es la de los trabajadores por cuenta propia con escolaridad elevada en 1992). Por tanto, el incremento de la escolaridad es retribuido al interior de todos los sectores ocupacionales.4) La diferencia de ingresos en función de una misma escolaridad puede ser muy elevada entre sectores ocupacionales, en particular para quienes alcanzan educación superior.

Entre quienes no alcanzaron más de cinco años de escolaridad las diferencias no son tan agudas.5) A lo largo del período analizado la diferencia de ingresos entre quienes tienen menos y quienes tienen más escolaridad tendió a disminuir. Podría pensarse que el incremento del promedio de escolaridad de la población repercute positivamente en la disminución de las desigualdades en los ingresos; pero las fluctuaciones encontradas no permiten, pensar que estamos ya frente a una tendencia, sobre todo, si se toman en cuenta los datos económicos más recientes.6) La proporción de la PEA con escasa escolaridad disminuyó en todos los sectores ocupacionales, aunque de manera más significativa en las empresas grandes tanto del sector industrial como del terciario, que son las que aplican requisitos escolares de ingreso a sus trabajadores y solicitan personal cada vez más escolarizado.

En el sector público, seguramente los planteamientos sindicales impiden que se soliciten mayores requisitos escolares para el mismo tipo de posiciones ocupacionales. Uno de los rasgos del sector informal –precisamente–es que no se establecen requisitos de escolaridad para incorporarse al mismo.7) Por su parte, la PEA con escolaridad superior se incrementó en todos los sectores y su peso porcentual se desplazó ligeramente hacia los sectores ocupacionales informales.

  1. Cabe, sin duda, como explicación, la disfuncionalidad de la escolaridad alcanzada, por el hecho de que un 20% de quienes tienen la mayor escolaridad efectivamente no encuentran espacios disponibles en los mejores sectores ocupacionales.
  2. Pero el hecho de que se derramen hacia los otros sectores en particular entre los trabajadores por cuenta propia y las microempresas no obsta para que alcancen mayores ingresos que quienes tienen menor escolaridad.

Estos resultados podrían explicarse como la presencia de nuevos yacimientos de empleo y nuevas profesiones generados por quienes tienen escolaridad elevada, pero que caen en el sector informal de la economía. Un análisis más completo exigiría revisar cómo se comporta la tasa de retorno a la inversión escolar realizada.8) El sector de grandes empresas industriales, a pesar del incremento de la escolaridad de la población activa que incorpora es proporcionalmente el más afectado a lo largo del período.

El sector continúa siendo atractivo para los trabajadores con más de 13 años de escolaridad, a pesar de que su ventaja salarial, respecto de los trabajadores de otros sectores con el mismo nivel de escolaridad, disminuyó notablemente. Lo anterior podría ser un indicador de que este sector no ha incorporado plenamente las ventajas de la aplicación de un mayor conocimiento a sus estrategias de competitividad, pero también que ha sido el más gol PEA do por la apertura comercial en el país.9) Las grandes empresas del sector terciario fueron en ambos años las más grandes concentradoras de población con escolaridad elevada, aunque la tasa de participación disminuyó a lo largo del período, a favor del sector público y del sector informal.

En este tipo de empresas se incrementó la ventaja salarial de este grupo de trabajadores. Es en ellas donde se aboga la importancia de una creciente escolaridad, fundamentada en una nueva economía del conocimiento, que muchas ponen en práctica (Planas, 2008), pero que no dan cabida a todos los efectivos con escolaridad superior.10) El sector público demuestra haber sido durante el período analizado el que mayor incremento relativo tuvo en cuanto a la población económicamente activa que se incorporó, en cuanto a la incorporación de PEA con la mayor escolaridad y en cuanto al incremento de los ingresos de quienes ahí trabajan.

Resulta interesante que a escala nacional, y con base en datos muy agregados, se observan dos políticas importantes relativas a los trabajadores del sector educativo público: el requisito de la licenciatura para ejercer la docencia que se estableció en 1984 y el tratamiento salarial otorgado a los maestros del sistema educativo nacional, que constituyen el grupo ocupacional que más incrementó sus ingresos en la década pasada (Flores y Román, 2005).

Los datos analizados confirman a una escala macro las advertencias teóricas sobre los límites que los sectores ocupacionales heterogéneos –en este caso–imponen a la escolaridad per se como factor de impacto directo sobre la colocación laboral y los ingresos, que se plantearon al inicio del texto y sobre los cuales se han realizado otras investigaciones.

Pero, al mismo tiempo, perfilan tres situaciones importantes para el estudio de las relaciones entre la escolaridad y el trabajo sobre las que es necesario profundizar en el doble contexto de la heterogeneidad de los mercados de trabajo en el país y el incremento de la escolaridad a) el incremento de la escolaridad hacia todos los sectores ocupacionales; b) la posible disminución de las desigualdades en los ingresos que se atribuyen a la desigualdad escolar, unida a la desigualdad que se da entre los sectores ocupacionales, en la medida en que disminuya la desigualdad escolar, y, c) los posibles efectos positivos de la formación recibida en la escuela sobre la productividad y los ingresos en los diferentes sectores.

Independientemente de la muy baja calidad de la escolaridad lograda, según la miden y denuncian ahora los resultados internacionales, la mayor presencia de población con mayor escolaridad en los sectores informales permite afirmar que en todos los sectores ocupacionales, los que tienen más de 13 años de escolaridad perciben en promedio ingresos más elevados que los que tienen menos.

El incremento de la escolaridad a lo largo del tiempo se expresaría en: a) mejores competencias y conocimientos más elevados, que permitirían nuevos beneficiados por la escolaridad; b) ocupar aquellas posiciones laborales que se han caracterizado por ser mejor remuneradas (supuestamente por requerir mayores niveles de conocimiento); c) desarrollar mejor el trabajo, o bien, d) generar nuevas ocupaciones más productivas, aun en los sectores menos favorecidos.

Por otro lado, esa situación podría denotar también, como lo han advertido otros autores (Muñoz, 1996) el desplazamiento de la selectividad hacia otros niveles y su aplicación con rigor en los sectores ocupacionales formales. De cualquier forma es indispensable conocer mejor sus rasgos y significados.

  • La escolaridad per se evidentemente no ha solucionado los problemas del crecimiento económico del país ni de la heterogeneidad de los mercados de trabajo.
  • Pero su incremento opera al interior de los sectores ocupacionales desiguales de formas y con efectos que es indispensable analizar con mayor rigor y profundidad.

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Cabe advertir que la base tenía algunas limitaciones importantes: no incluyó a la población económicamente activa del sector agrícola ni a los jóvenes menores de 24 años. Las categorías para el estudio de la escolaridad lograda, como se verá en el apartado correspondiente, fueron muy agregadas, pero lo importante de la base fue la posibilidad de analizar cinco diferentes sectores de la economía, que se describen más adelante.3 La primera traducción al español, Valor económico de la educación, aparece en la editorial UTEHA (Barcelona) en 1968.4 En ese sentido, y dada la naturaleza de los datos, los análisis estadísticos se basan en distribuciones porcentuales y en particular en las brechas o distancias entre las cantidades que corresponden a las diferentes categorías.5 Se analizaron exclusivamente las categorías extremas de escolaridad: quienes sólo lograron cinco años de escolaridad o menos, y quienes lograron por lo menos un grado de escolaridad superior (13 años o más).6 Conviene recordar que un criterio para identificar a los trabajadores por cuenta propia fue que tuvieran ingresos horarios 30% más bajo en la distribución de ingresos horarios conformada exclusivamente por trabajadores por cuenta propia 2.7.
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¿Qué porcentaje de la población mexicana no tiene estudios?

Se identifica también que en total 2.9 millones de personas de 3 a 29 años de edad (5.4% en relación con la población total de 3 a 29 años) no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por falta de recursos económicos7).
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