La Escuela Que Necesitamos?

La Escuela Que Necesitamos
” Lo que se hace en la escuela no es para la escuela, es para la vida: principio de transferencia. La escuela que quiero necesita un proyecto educativo que no potencie las diferencias. ” Mar Romera: La escuela que quiero Me encanta el título del último libro de Mar: La escuela que quiero , pero yo hoy voy a hablar de la escuela que necesitamos. Porque no se trata de una opción personal o de algo que entra dentro de lo opinable, sino que se trata de una cuestión de obligado cumplimiento para afrontar la formación de las generaciones futuras.

  • Todos somos distintos, todos somos iguales;
  • La escuela que necesita que necesitamos tiene que ser capaz de incluirnos a todos, debe ser capaz de posibilitar que cualquier alumno o alumna desarrolle su máximo potencial y minimice sus limitaciones;

La escuela que necesitamos debe posibilitar que un estudiante con talento para la física o las matemáticas alcance el máximo conocimiento y dominio de esa materia, pero también debe posibilitar que un estudiante con grandes dotes para la danza pueda alcanzar su sueño de ser bailarín.

  1. La escuela que necesitamos no puede permitirse que nadie quede fuera del sistema, porque como sociedad no nos lo podemos permitir;
  2. Todos y cada uno de nosotros es necesario para que nuestro mundo sea más justo, sostenible y solidario;

Porque una sociedad no evoluciona formando con excelencia y seleccionando a unos pocos destinados a ser la élite, sino que se desarrolla cuando todos y cada uno de sus miembros es capaz de aportar lo mejor de sí mismo. La escuela que necesitamos debe hacer que aprendamos de verdad y no de forma fingida.

Los aprendizajes que se adquieran en ella deben servir para que podamos adaptarnos a los retos de un futuro incierto. No sirve de nada seguir potenciando una escuela donde se evalúa para calificar (poner una nota), la escuela debe evaluar para que los estudiantes sepan cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos mejorables en el proceso de aprendizaje.

La escuela que necesitamos requiere que los alumnos y alumnas se esfuercen y trabajen duro, que aporten siempre lo mejor de sí. Pero no estoy hablando de “codos, codos” ni de “la letra con sangre entra”, se puede y se debe trabajar al máximo disfrutando del proceso.

Para ello es fundamental que lo que se enseñe en la escuela que necesitamos sea valorado por los estudiantes como algo útil y válido para su vida presente y futura. Por eso en la escuela que necesitamos no podemos trabajar solo contenidos de distintas materias, ni solo emociones, valores y competencias: debemos trabajar todo eso al unísono.

Para finalizar, la escuela que necesitamos debemos construirla entre todos. Debatiendo y compartiendo desde el respeto y de forma constructiva, o como lo dice magistralmente Fernando Trujillo: ” Cientos de años de Ciencias de la Educación nos han llevado a concluir que los estudiantes aprenden mejor simplemente hablando entre ellos para resolver problemas, en vez de escuchándonos a nosotros, los docentes, contarles cómo se resuelven esos problemas “..

¿Que necesitamos en la escuela?

Docentes comprometidos –

Una buena escuela requiere de un personal docente comprometido con sus labores. Al mismo tiempo, una buena escuela debe apostar por una enseñanza académica de calidad , para lo cual requiere de un personal docente comprometido con sus labores, con el propio crecimiento y la actualización del saber que manejan. Ello implica también la formación en áreas pedagógicas extracurriculares , de manera de disponer de herramientas variadas para la enseñanza que atajen a tiempo las dificultades puntuales y variadas que pueda presentar el alumnado.

  1. .

    ¿Qué es lo que hace que la escuela sea escuela?

    La escuela no sólo hace conocer las cosas, sino que expone a los estudiantes a las cosas , dice Jan Masschelein en Hacer escuela ( Masschelein, 2020, p. 18-19 ). “Podemos pensar en el mundo de los números, en el de la naturaleza, en el de las letras…Pero en la escuela no se trata solo de transmitir saberes acerca de esos mundos sino ofrecer a la nueva generación la posibilidad, en primer lugar, de ponerse en relación (y, por tanto, a distancia) con esos mundos y, en segundo lugar, de vincularse con ellos , de sentirse concernido o implicado con ellos”, continúa Masschelein.

    1. Poner(se) en relación, vincular(se), son dos maneras cercanas entre sí e imprescindibles de hacer escuela y de estar en la escuela;
    2. Sin esta doble vinculación con los otros y con los saberes no hay aprendizaje;

    El triángulo didáctico encierra una triple relación, la del profesor con el contenido, la del alumno con el contenido, y la que se establece entre alumno y profesor (Basabe y Cols, 2007). Sin relación , sin relaciones, no hay escuela posible. Lo que hace la escuela es abrir el mundo al interés de los niños y los jóvenes, hacer que algo del mundo sea interesante y, desde luego, convertirlo en materia de estudio , dice Jorge Larrosa (Larrosa, 2019, p.

    17). “El arte de hacer escuela podría concebirse como un arte de magia en el sentido de que trae un mundo a la presencia, un mundo que cambia nuestra relación con las cosas, que hace que nos vinculemos con ellas, que comencemos a pertenecer a ese mundo y a sentirnos obligados hacia ese mundo” (Masschelein, 2020, p.

    19). Y debemos hacerlo, dice Melina Furman , alejándonos de los aprendizajes superficiales, huyendo de esa idea de que aprender es pasar páginas , deteniéndonos el tiempo que haga falta, dándonos tiempo para comprender, generando aprendizajes profundos, porque de lo contrario “no hay manera de encender la chispa por las ganas de seguir aprendiendo”.

    Un aprendizaje profundo que pasa por concentrarnos en las grandes ideas de las disciplinas , entendidas no sólo como una herencia cultural, sino también como los lenguajes que nos ayudan a comprender mejor el mundo.

    “Hay una gran cantidad de cuestiones cotidianas y relevantes que, para poder interpretar, necesito como ciertos muebles en la cabeza, ciertas columnas, que son las grandes ideas de las disciplinas,” afirma Melina Furman. La pregunta que surge, entonces, es ¿qué, de esa herencia cultural y de esas herramientas para conocer e interpretar el mundo, no tengo o no tienen mis estudiantes?.

    E, inmediatamente después, ¿cómo lo hacemos? ¿cómo ayudo a mis estudiantes a adquirir esas herramientas? ¿a hablar las lenguas del mundo? “La escuela tiene que trabajar lenguajes y la enseñanza por disciplinas ayuda a que uno se pueda aproximar a esos lenguajes e ir construyendo, como con andamios, para poder apropiarse de lenguajes más completos, más sofisticados”, nos decía en este mismo proyecto de conversaciones Inés Dussel ( ver conversación ).

    “El conocimiento o se aprende en la escuela o no se aprende en ninguna parte” , dijo por su parte Neus Sanmartí ( ver conversación ). La escuela nos pone en relación con los mundos que dan forma al mundo. Con los mundos que nos permiten comprender el mundo (y en consecuencia con los saberes que hacen el mundo).

    La escuela nos da una cierta comprensión del mundo. “A la escuela no vamos a solucionar problemas, a la escuela vamos a entender por qué los solucionamos”, sostenía también en estas conversaciones Elena Martín Ortega ( ver conversación ), defendiendo que “la característica esencial de la escolarización es hacer que las personas no solo actúen, sino que reflexionen sobre su acción”.

    Pensar científicamente, dice Melina Furman, implica también ser conscientes de qué sabemos y cómo lo sabemos. Decíamos que la escuela también nos vincula , nos une de cierta manera especial a los mundos del conocimiento. Ponernos en relación y vincularnos son precisamente las dos prácticas que hemos tratado de mantener a toda costa , a pesar de las dificultades, durante estos meses de confinamiento y de escuela sin cuerpos.

    Ponernos en relación y vincularnos en primer lugar entre nosotros y con los otros. Es en la escuela donde aprendemos a decir yo y hacer el nosotros, dice Meirieu. Y eso es lo que la escuela y los docentes han tratado de hacer desde el primer momento, conectar con sus estudiantes, no perderles de vista a pesar de la distancia, no romper el vínculo con ellos y que ellos no perdieran el vínculo con el aprendizaje.

    Porque, como señala Masschelein, ese es el sentido de la escuela. Darnos tiempo y espacio para ponernos en relación y vincularnos con el mundo, o con los mundos de los saberes, con esa herencia cultural que valoramos como sociedad y que nos permite comprender el mundo.

    • Con lo común;
    • Con aquello que hemos decidido compartir;
    • Con nuestra historia, pero también con los futuros posibles;
    • La escuela nos permite demorarnos, entretenernos con el conocimiento y con el mundo;
    • Y hacerlo junto a otros;

    En la escuela abrimos ventanas, nos abrimos al mundo y renovamos el mundo. La escuela también motiva —motivar en el sentido de mover— mueve a los estudiantes ; les lleva desde un conocimiento familiar, cercano y popular hacia otros terrenos inexplorados.

    Abre nuevos caminos. Conecta mundos. La escuela, permitiéndonos la demora y tomarnos tiempo para hacer las cosas, nos mueve. En la escuela tenemos permiso para parar y detenemos, pero si todo funciona correctamente, si la escuela funciona, nunca salimos igual que entramos, no nos quedamos igual que estábamos, ni donde estábamos.

    La escuela nos cambia. Esa es la aparente paradoja de la escuela, nos hace parar para movernos. La escuela siempre nos mueve. La escuela también nos conmueve, nos mueve junto a otros. Nos relaciona y nos vincula. Y nos emociona. Nos afecta (produce un efecto sobre nosotros, nos cambia; produce afectos y nos cuida y atañe, incumbre y nos interesa).

    1. Nos saca de nuestro estado habitual, nos mueve hacia otras experiencias;
    2. Lo que nos está faltando, muchas veces, dice Melina Furman, es darle emoción al contenido;
    3. Es desde ahí que se genera la curiosidad;

    “Hay una gran clave y es pensar como adultos qué es lo que tiene de apasionante, de relevante, de intrigante aquello que tenemos que enseñar”, dice Melina Furman en esta conversación. ¿Qué es lo más apasionante que mis alumnos no se pueden perder? ¿Cómo hacemos que tenga sentido para los chicos lo que estamos tratando de enseñar y de aprender, y cómo les abrimos ventanas nuevas para que puedan ir más allá de lo que tienen, de sus intereses más cercanos? ¿Cómo les abrimos ventanas al mundo?, ¿Cómo hacemos para que tengan esa especie de pasión por el aprendizaje, por el descubrimiento? ¿Cómo despertamos su curiosidad? ¿Cómo vinculamos sus vidas con el aprendizaje? ¿Cómo hacer que lo que ponemos sobre la mesa del aula movilice a nuestros alumnos? No se trata de responder solo a los intereses de los alumnos, pero no podemos abandonar la pretensión de interesarles.

    • Resolver este reto, vincular los intereses y objetivos ha sido siempre la gran preocupación de los docentes;
    • Probablemente una de las mejores maneras que tiene la escuela de abrir ventanas y despertar curiosidad es a través de las ciencias y las disciplinas científicas, que debemos abordar en la escuela como una moneda de dos caras, donde una cara sería la de producto, la dimensión más conceptual (las leyes, las teorías, los conceptos, la información); y la otra, que es inseparable, sería el proceso, la ciencia como una serie de habilidades de pensamiento;

    ” Es importante darnos cuenta de que las habilidades de pensamiento también son contenidos “, dice Melina. Es importante ponerlas en la agenda educativa, porque si no, parecería que mágicamente las vamos a aprender. Pero esto no va a suceder si no dedicamos tiempo a trabajar con estas cosas.

    1. “Me gusta llamar hábitos de la mente a estas capacidades y prácticas, porque se trata de aprendizajes que se construyen de manera paulatina, que se van arraigando en nosotros y que, poco a poco, se conforman como una lente para ver y pensar sobre el mundo, como un hábito que nos constituye;

    ” ( Melina Furman, 2016 ). Bibliografía: Masschelein, J. (2020). Hacer escuela. La voz y la vía del profesor en Jorge Larrosa, Karen Christine Rechia y Caroline Jaques Cubas. La voz del Profesor. Miño y Dávila Basabe, L. y Cols E. (2007). La enseñanza en Alicia Camilloni.

    El saber didáctico. Buenos Aires. Editorial Paidós. Larrosa, J. (2019). Esperando no se sabe qué. Sobre el oficio del profesor. Candaya Furman, M. (2016). Educar mentes curiosas: la formación del pensamiento científico y tecnológico en la infancia.

    Fundación Santillana. Disponible https://fundacionsantillana. com/publicaciones/la-construccion-del-pensamiento-cientifico-y-tecnologico-en-los-ninos-de-3-a-8-anos/ Meirieu, P. (18/4/2020). La escuela después…¿Con la pedagogía de antes? Disponible http://www.

    • mcep;
    • es/2020/04/18/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-philippe-meirieu/ Melina Furman es bióloga por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y doctora en educación por la Universidad de Columbia (EEUU);

    Es profesora de la Universidad de San Andrés (Argentina) e investigadora del CONICET argentino. Ha dedicado gran parte de su carrera profesional al ámbito de la enseñanza de las ciencias. Escribió para la Fundación Santillana el documento base para el XI Foro Latinoamericano de Educación (Argentina, 2016) titulado Educar mentes curiosas: la formación del pensamiento científico y tecnológico en la infancia (disponible aquí). » [SOBRE EL PROYECTO EN CLAVE DE EDUCACIÓN] Esta conversación (y este texto) forma parte del Proyecto En clave de educación , de la Fundación Santillana. Un proyecto de conversaciones con voces iberoamericanas en torno al sentido de la escuela , a qué tenemos que aprender y enseñar en la escuela , y las competencias y habilidades para el siglo XXI. Cada conversación, además de un vídeo cuenta con un pequeño artículo de presentación , la transcripción en pdf del la conversación y un podcast con el audio ..

    ¿Cuál es el tipo de escuela necesita la sociedad actual?

    S in pretender hablar de epistemologías, ni discutir sobre cómo debe ser la didáctica hoy, es imprescindible considerar algunos elementos previos para poder lograr una escuela que logre satisfacer necesidades y contenga a la generación actual de discentes.

    Un cambio urgente requieren los alumnos de todos los países, y ese cambio debe tener un comienzo distinto en las formas que la escuela tiene hoy, dirigida discrecionalmente por gobiernos, ministerios, ministros, leyes, evaluadores, etc.

    Es más que nunca evidente la brecha que existe entre la escuela que la sociedad necesita y la que tenemos. La sociedad evoluciona naturalmente, siempre será así; pero sus instituciones se aferran a viejos paradigmas dejando presos de esas situaciones a los sujetos.

    En la mayoría de los países aún se ven viejos edificios escolares, en algunos casos “Re-Formados” con pretensiones de actualización; en otros lugares, vemos escuelas en estado deplorable. Sin embargo, en ninguno de los casos hay diferencias sustanciales con la vieja escuela original de la utopía de Comenio.

    Ni cambios en la organización del aula, ni en el concepto de clase magistral. Uniformidad que atenta contra la diversidad de sujetos a alfabetizar. Y a existen conceptos disruptivos y más acordes a la necesidad de los alumnos, aunque no se trata solo de lo edilicio, este es un aspecto que necesita ser modificado, no reformado.

    1. Aunque la educación comienza a vivir giros con la educación a distancia y muchas otras variables que irrumpen como la des-escolarización, el conectivismo , etc;
    2. La escuela pública es aún necesaria en muchos estratos sociales;

    Las necesidades que los alumnos tienen, los saberes, herramientas y literacia a las que deben acceder, deben armonizar con el entorno y con los profesionales de la docencia. LA SOCIEDAD T iene una co–responsabilidad en ello, las empresas, los profesionales, las organizaciones sociales, intermedias y la sociedad toda, debe comprometerse con los objetivos supremos de educar.

    1. EL ESTADO D ebe proveer los recursos económicos, edilicios y tecnológicos, pero no intervenir en el excesivo y uniforme plan de estudios;
    2. Solo las consignas mínimas de estándares en competencias que el alumno deberá alcanzar;

    LA ESCUELA D ebe ser la responsable de cuidar esos recursos en co-responsabilidad con los alumnos y padres, deberá saber alfabetizar a sus matriculados con esos saberes mínimos , pero atendiendo a la diversidad y características de su entorno social.

    • La escuela debe ser la que designe y medie con los docentes que elija para su población estudiantil, de acuerdo a la diversidad y características propias de su entorno, las modalidades, contenidos y competencias que debe impartir;

    LOS DOCENTES D eberán capacitase y profesionalizarse para estar a la altura de las exigencias del milenio, claro que con un salario digno para que su labor sea excluyente y profesional. Exige de los docentes la capacitación continua y la capacidad de cambiar los paradigmas abriendo el aula a las posibilidades que hoy nos brindan las tecnologías.

    1. El cruce de disciplinas es una de las estrategias que le falta a la escuela , no se puede enseñar geografía, sin física o matemática;
    2. La vida no es un hecho aislado de sucesos como la escuela enseña;
    3. Sin las sinergias de toda la sociedad, no solo la educación deja de ser funcional a la misma;

    La sinergia quizá más importante que se necesita es de la Universidad; de lo contrario, es la universidad misma la que paga el precio de recibir una matrícula no calificada para los estudios superiores. LA UNIVERSIDAD M uchas son las cosas que la Universidad puede brindar a mejorar el sistema educativo.

    – D esmitificar la figura del docente universitario. – S educir a los alumnos. – F amiliarizarlos con el edificio Universitario. – O bjetivizar y naturalizar el paso hacia los estudios superiores. – I dentificar potencialidades y debilidades de la generación.

    – S inergia comunicacional de los establecimientos educativos de nivel medio y Universitario. – C iclo de charlas, conferencias y talleres face to face. – J ornadas juveniles de visita a la Universidad. – C ursos cortos y talleres que motiven al estudiante.

    • – T alleres de orientación vocacional;
    • El “Favor” que la Universidad le hace a la escuela media será retribuido con un comienzo del ciclo académico, con sujetos motivados, orientados y preparados para tener más posibilidades de éxito en los estudios superiores;

    E ntonces, si la escuela que la sociedad necesita no es la escuela que tenemos, son muchos los actores que deben involucrase en el cambio en la educación. Sinergias por un lado y menos injerencia de otros actores, como el político. Si pedimos un cambio, todo debe cambiar, no hay cambios por partes ni con voluntades aisladas.

    ¿Qué es una buena escuela?

    Una buena escuela es una escuela de calidad, inclusiva y que mejora constantemente. contexto real en que está inserta. Se trata de entender a la escuela como un lugar vivo, hecho por personas para personas, un espacio perfectible, cambiante, en constante mejora.

    ¿Cuál es la importancia de la escuela?

    INTRODUCCIÓN La escuela compone el eje y núcleo central y primordial de la educación; tanto en la comunidad como en la familia, por tanto, su papel como institución está enmarcado en dos direcciones una formar y la otra preparar, para lograr la formación integral del hombre para la sociedad en la cual se va a desenvolver.

    1. Para Echavarría (2003 ), constituir la escuela como escenario de formación y socialización connota dos tipos de reflexiones: la primera refiera la configuración de los elementos pedagógicos, metodológicos y estructurales propicios para la orientación de los procesos de enseñanza y aprendizaje; y la segunda se connota en la estructuración de la escuela como escenario de formación y socialización;

    Partiendo de lo anterior, la escuela es el lugar donde el estudiante va a retener, comprender y hacer uso activo del conocimiento trasmitido, por lo que las prácticas educativas deben estar encaminadas a la reflexión y participación activa con el fin de desarrollar la mente en los diferentes ámbitos del individuo, esto permite tener mayor comprensión no solo de los temas académicos que se presentan, sino también de las enseñanzas que la vida le brinda a cada uno, donde el individuo podrá expresar sus ideales, habilidades, aptitudes, que darán espacio a la interacción, construcción y desarrollo de sus potencialidades.

    1. El presente trabajo aborda la importancia de la escuela, el profesor y el trabajo educativo en función de lograr la disminución de la deserción escolar en el contexto educativo colombiano, teniendo como objetivo reflexionar sobre la significación de la escuela y el profesor como agencia y agente educativo, respectivamente y el papel que deben jugar en la disminución de la deserción escolar;

    DESARROLLO “La escuela, como ente educativo, desempeña un papel prioritario en la formación de las personas, puesto que ella, como institución social, debe responder a la necesidad de formar a las nuevas generaciones según los intereses que el Estado conciba en la dinámica de sus relaciones económicas, sociales, políticas y culturales, tanto nacionales como internacionales.

    Así, la escuela fue creada por la sociedad y a ella se debe, por tanto, su misión es formar hombres para que, mediante el trabajo, satisfagan las necesidades que de ella brotan. Su esencia es, entonces, resolver los problemas que emanan de las necesidades sociales” (Álvarez, 1996: 248).

    La institución educativa proporciona espacio de formación individual y colectiva, en el cual se realiza un proceso de identidad según la sociedad y actividades de socialización con los pares, por lo que se debe considerar como un espacio de trasmisión, no solo de conocimientos académicos sino de múltiples culturas, prácticas y expresiones sociales.

    Es innegable que en todo proceso educativo, del nivel básico hasta la educación superior, el trabajo en equipo juega un papel determinante en la formación de los alumnos; y que la labor de los profesores requiere cada vez más del trabajo cooperativo, por lo que es de importancia vital el colegiar todas y cada una de las actividades que el personal desarrolla.

    Para Álvarez “[. ] la relación entre maestros y estudiantes es algo más complejo que el proceso de enseñanza aprendizaje y está integrada por la relación sistémica existente entre siete componentes:

    • Primero, el problema, la situación de un objeto que genera una necesidad en un sujeto que desarrolla un proceso para su transformación.
    • Segundo, el objetivo, el propósito, la aspiración que el sujeto se propone alcanzar en el objeto para que, una vez transformado, satisfaga su necesidad y resuelva el problema.
    • Tercero, el contenido, los diferentes objetos de las ciencias que ha construido la cultura.
    • Cuarto, el método, la organización interna del proceso docente-educativo en tanto procesos de comunicación y acción; son los pasos desarrollados por el sujeto en su interacción con el objeto, a lo largo del proceso docente-educativo.
    • Quinto los medios, herramientas que se utilizan para la transformación del objeto.
    • Sexto, la forma, organización adoptada desde el punto de vista temporal y organizacional en la relación docente-discente para desarrollar el proceso docente-educativo.
    • Séptimo, la evaluación, constatación periódica del desarrollo del proceso, de modificación del objeto” (Álvarez, 1996: 247-248).

    Esta relación forma un sistema de interacción entre maestro y estudiante, que no solo se desarrolla a nivel académico, sino también personal, lo que contribuye a que los estudiantes generen confianza hacia su docente y puedan desarrollar habilidades sociales que permiten una mejor comunicación y comprensión, en esta relación el objetivo es que el maestro acompañe al estudiante y le de herramientas para afrontar situaciones, además de revelar la importancia de la educación y de un proyecto de vida que defina y aclare las aspiraciones del individuo. Es así como la escuela y los maestros se convierten en un elemento fundamental en el desarrollo del estudiante, no solo a nivel académico sino personal, pues brindan herramientas para afrontar situaciones de la vida, de esta forma, ante la deserción escolar, las instituciones deben generar nuevas prácticas educativas que atraigan a los estudiantes y les brinden confianza y estabilidad, lo cual puede estimular deseos de permanecer en la escuela y buscar alternativas para no desertar de esta. Las instituciones educativas deben diseñar estrategias que mitiguen la deserción en los estudiantes, por lo que el Ministerio de Educación Nacional expone las siguientes estrategias:

    • La primera se enfoca a integrar “instituciones educativas” que estén en capacidad de ofrecer todo el ciclo básico. […] Si una sola institución se encarga de asegurar el ciclo educativo desde el grado 0 al grado undécimo, reduciremos los problemas de obtención de cupos y abriremos mayores espacios en torno a la consistencia de los programas de calidad educativa.
    • La segunda estrategia está asociada al diseño de los planes de mejoramiento y al fortalecimiento de las instituciones educativas en los frentes de gestión de recursos y de tipo pedagógico, para lograr que los estudiantes alcancen mayores niveles de logro. A partir de los resultados de las evaluaciones, todas las instituciones educativas deberán proponer y formular planes de mejoramiento, lo que les permitirá definir nuevas metas, corregir sus deficiencias, reforzar sus fortalezas, mejorar sus estrategias pedagógicas y aumentar las tasas de promoción con buenos niveles de calidad.
    • La tercera tiene que ver con la pertinencia. Tenemos que motivar a los niños por el acceso al conocimiento, por el desarrollo de la capacidad crítica y el pensamiento propio alrededor de sus propias realidades y de sus proyectos de vida, y generar vínculos constructivos con su institución, sus maestros y sus comunidades.
    • La cuarta tiene que ver con la flexibilidad de los modelos educativos que se implementan, que deben ser capaces de adaptarse a las necesidades de los niños y a las especificidades de cada región del país. (Ministerio de Educación Nacional, 2003).

    Estas estrategias no solo se deben implementar en la zona urbana sino también en la rural, pues allí no se cuentan con programas que permitan relacionar la familia, escuela y comunidad, por lo que es necesario buscar alternativas en los modelos educativos, es decir, modificar la pedagogía donde sea posible introducir pequeños grupos trabajando con estrategias de educación personalizadas y colaborativas, buenos materiales educativos que permitan el avance gradual de los alumnos, así como lazos estrechos con la comunidad a través de proyectos de desarrollo local (Ministerio de Educación Nacional, 2001) De esta forma los profesores en compañía de la institución educativa, deben tener en cuenta las estrategias dadas por el Ministerio de Educación Nacional y crear un programa interdisciplinario que trabaje con la familia y la comunidad, implementando un modelo educativo acorde a las necesidades de los estudiantes, donde se apoye, se motive, se acompañe y se vigile el proceso de enseñanza-aprendizaje, garantizando una mejor calidad de vida para los estudiantes y la sociedad. Desde esta lógica de pensamiento, hay que destacar la importancia del trabajo educativo y sus potencialidades en la atención a la deserción escolar. Todo proceso pedagógico se desarrolla desde la interrelación armónica de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador.

    1. La deserción escolar se da a partir del debilitamiento de estos tres componentes de la actividad pedagógica;
    2. La debilidad en el conocimiento, en la instrucción, repercute en la educación del estudiante y lleva a manifestaciones de desinterés por el estudio, por la escuela y a la salida del sistema;

    Para combatir la deserción escolar, hay que luchar contra las causas que la provocan y en esta tarea el trabajo en la dirección de la educación de los sentimientos y valores, juega un papel esencial. El trabajo educativo contribuye a la formación integral de las nuevas generaciones, fortaleciendo el sentido de pertenencia social, que le permite visualizar su compromiso con los sectores sociales más necesitados y vulnerables, siendo partícipes de los problemas que le permiten a los ciudadanos necesitados alcanzar su propio desarrollo, el de su comunidad y la nación.

    Desde el trabajo educativo se busca que los estudiantes se formen a través de la prevención, atención y reducción de situaciones que afectan el desarrollo, fomentando la participación en el área educativa y social que genera mejoramiento emocional e intelectual, mejorando las condiciones de vida de los estudiantes, lo cual se puede implementar en las diversas instituciones educativas que buscan disminuir los índices de deserción escolar.

    Martínez, propone desarrollar las siguientes actividades educativas: “(1) la adopción de centros preescolares o escuelas primarias para dotarlas de mobiliario, aulas, material didáctico, muros perimetrales, etc. (2) Reforestación en calles, parques, ríos, etc.

    (3) Alfabetización de jóvenes y adultos. (4) Acompañamiento a organizaciones comunales en sus proyectos. (4) Actividades de mejoramiento del medio ambiente. (5) Voluntariado en organismos de beneficencia. (6) Participación en campañas de salubridad” (Martínez, 2016).

    El trabajo educativo en Colombia, podría mejorar los indicies de la educación en la zona urbana y rural, mediante la creación de programas educativos que se encarguen de enseñar a la población que ha desertado, en donde la pedagogía debe cambiar a una forma más dinámica, lo que atraerá ciudadanos con ganas de superarse y mejorar las condiciones de vida de sí mismos y sus familiares.

    • Al generar actividades que incluyan a las poblaciones vulnerables, se motivará a estudiar con herramientas que brinden alto rendimiento; las principales características que deben tener estos proyectos están en la comunicación, la confianza, la motivación, el apoyo, la comprensión, entre otras, que busquen aumentar la cobertura educativa en las distintas zonas del país, promoviendo cambios positivos en la educación y disminuyendo el porcentaje de desertores en el país;

    Este proyecto educativo contribuye a aumentar los índices de educación del país, para lo cual se realizan campañas que abarcan desde la alfabetización, hasta la enseñanza de la educación básica, donde su mayor impacto se centra en las poblaciones vulnerables y de escasos recursos.

    El trabajo educativo debe vincularse al Proyecto Educativo Institucional de las instituciones educativas, dándole oportunidades a los estudiantes de acceder a una educación distinta y pensada en sus necesidades, además se podrá vincula a actores como familia y la comunidad del que ha sido desertor e integrarlo de nuevo al proceso de formación educativa, para lo cual se debe trabajar en conjunto con el Estado, la sociedad, la escuela, la familia, para hacerlo productivo y de alto cubrimiento.

    Es importante que se desarrolle el trabajo educativo, como parte importante del proceso de socialización y que en el participen todos los agentes y agencias socializadoras. La socialización es un proceso de interacción con distintos entornos, en el cual se aprende normas, actitudes, creencias, que enseñan a desempeñarse correctamente en ámbitos como; el familiar, el escolar, laboral y social.

    Flores manifiesta que la socialización es el “[. ] proceso de contacto e interacción que los niños deben realizar respecto de las demás personas. Esta es una construcción paulatina que permite la apropiación de las características observadas en el entorno” ( Flores, 2010 : 15).

    Se asume la socialización como el proceso por el cual los individuos, en su interacción con otros, desarrollan las maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación eficaz en la sociedad. Por medio del mismo los seres humanos aprenden e interiorizan, en el trascurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales significativos, y se adaptan al entorno social al que pertenecen.

    “La formación del hombre es el objetivo de la educación, para lograrlo necesita trasmitir la cultura y regular el proceso de su asimilación por parte de cada sujeto social, propiciando su socialización.

    En el proceso de socialización la educación juega un papel importante y junto a ella las agencias socializadoras: escuela, familia, comunidad, los medios de comunicación masiva, entre otros. En el marco de ese proceso se desarrolla la personalidad en todas sus potencialidades y elementos integrantes” ( Altavaz, 2012 : 27).

    Dentro del proceso de socialización se hacen presentes los agentes que permiten incorporar a los individuos a la sociedad, mediante espacios de reflexión, interacción, dinamismo, dialogo, entre otros, además son instancias para la trasmisión de conocimientos, normas y valores.

    Entre las agencias de socialización se encuentran: la familia, los grupos de iguales, la escuela, los medios de comunicación masiva, la iglesia, entre otros, las cuales influyen de forma positiva o negativa en la deserción escolar; por ejemplo, la familia al presentar problemas económicos propicia que el estudiante deje de estudiar por falta de dinero o por la necesidad de trabajar para generar ingresos familiares, por otra parte, la separación de los padres, la violencia, el descuido, por parte de los padres o acudientes, el cambio de domicilio, entre otros factores, generan deserción en los estudiantes.

    Las familias pueden tomar un papel de apoyo y comprensión hacia el estudiante, donde se preocupen por su desempeño académico y participen de las actividades de las instituciones educativas, con el fin de fortalecer las relaciones entre estudiante-escuela-familia, lo que ayuda a la disminución de este fenómeno.

    En el caso de la escuela, esta agencia de socialización, cuando no juega el rol que le corresponde, presenta falencias en la metodología de aprendizaje, pues los estudiantes buscan una mayor comprensión de los temas que se tratan y cuando no se llega a esto, se generan problemas que llegan a verse en la repitencia de los grados, lo cual da paso al fracaso escolar, y esto funda pensamientos negativos en los estudiantes que les hacen optar por abandonar sus estudios, ya que se sienten frustrados y no cuentan con una motivación para seguir estudiando.

    Por lo que, las instituciones educativas deben reestructurar la metodología de enseñanza y generar estrategias pedagógicas que ayuden a una socialización más activa dentro de las aulas de clase y fuera de las mismas, de esta forma los estudiantes se sentirán motivados a estudiar y continuar con los procesos educativos durante los años escolares.

    Los grupos de iguales realizan exigencias hacia el cumplimiento de normas estipuladas dentro del grupo, allí el individuo busca ser aceptado y en ocasiones esto le puede traer enfrentamientos entre las normas que fueron interpuestas en la familia y la escuela y las que debe cumplir para hacer parte de este grupo social, por otro lado, al ser rechazado y acosado por un grupo de personas, genera conflictos que afecta la autoestima y autonomía del individuo lo que le hace desertar.

    Sin embargo, los grupos de iguales también pueden ser un factor protector y proporcionar apoyo a los demás, ante situaciones de motivación y acompañamiento escolar, como por ejemplo utilizar el plan padrino en materias que se le dificulten a otros estudiantes y así disminuir las posibilidades del fracaso escolar y por ende la deserción.

    Los medios masivos de comunicación constituyen una fuente de gran influencia en la socialización de las distintas situaciones que presenta la sociedad a nivel, regional, nacional o internacional, y provee información frente a las situaciones que se presenta, por lo que se proporciona diferentes percepciones de la realidad en la que se vive, lo cual afecta de forma directa o indirectamente a los individuos.

    1. Es así como los agentes de socialización (profesores, padres, vecinos, amigos, entre otros) forman parte de las acciones y decisiones de los estudiantes hacia el abandono o permanencia en la institución educativa, pues mediante la interacción con ellos, generan herramientas que podrán permitirles aprovecharlas en la disminución de este fenómeno;

    Es importante que los agentes socializadores formen parte del proceso de educativo de manera activa y continua, pues mediante la comprensión, acompañamiento, supervisión, motivación y apoyo hacia los estudiantes, se ayudará a mejorar la situación que se está presentando.

    • “La educación, en cualquier etapa del desarrollo social, tiene la función de socializar a las nuevas generaciones; lo cual significa, prepararlas para vivir en sociedad, para convivir como ciudadanos responsables, capaces de cumplir funciones cívicas y poseedores de un sistema de valores que le permita actuar en correspondencia con su contexto social;

    La educación como actividad sistemática, está llamada a formar a las personas en su condición de ciudadano. Destacando esta función de la educación, el Doctor en Ciencias Fabelo (2003 ), señala que educar significa socializar, es decir, transformar al educando en un ser social, en parte constitutiva de una comunidad humana particular, único modo posible para hacerlo representante y partícipe del género humano” ( Altavaz, 2012 : 28).

    La educación es el deber que le corresponde cumplir tanto a la escuela, como a la familia y a la comunidad, pues estas están encargadas de trasmitir conocimientos, costumbres, creencias, ideales, etc. , que ayudan al individuo a relacionarse con sus entornos.

    El rol de la familia en la educación de los estudiantes no solo se centra en participar de las actividades académicas dentro de la institución educativa, sino también en ser mediadores de aprendizaje, es decir, apoyarlos y acompañarlos en este proceso.

    • Los docentes deben tener la capacidad de escuchar dudas e inquietudes, para así orientar de forma adecuada a los estudiantes, así asumen un papel de apoyo, comprensión y motivación en el aula de clase, en la cual se plantean diversas formas de enseñanza y adaptación de los individuos, para evitar la deserción escolar;

    Se requieren maestros comprometidos, que trabajen en el logro de mejores resultados de aprendizaje, que crezca el conocimiento intelectual del alumno, que busquen entender, ayudar y sacar adelante al estudiante para que encuentre una empatía con el sistema educativo.

    • El educador debe ser el facilitador, colaborador y orientador del aprendizaje del educando, por lo tanto, es el responsable de la calidad de la enseñanza junto con el hogar y las autoridades educativas;

    Acosta expone que: “El maestro debe interactuar con las instituciones y los padres de familia en lo que se refiere a las metas de desarrollo integral del niño. Ser docente de educación inicial es tener la oportunidad de enfrentarse cada día a una caja de sorpresas: una sonrisa, el llanto, un logro, un interrogante difícil de responder, situaciones que hacen del ejercicio académico un rol gratificante y un reto permanente” ( Acosta, 2016 : 5).

    Parta Vergara “Los actores motivan al estudiante para permanecer en la institución educativa, se relacionan con el apoyo que obtiene de su núcleo familiar para desempeñar sus actividades académicas, su relación con compañeros de clase y la misma institución, la cual juega un papel importante y hace que el estudiante sienta ese deseo de asistir y permanecer por compartir espacios de conocimiento y recreación, y también el acercamiento y la relación que pueda establecerse entre el docente y el estudiante, que en gran forma genera un vínculo que ayuda a su continuidad en el ciclo educativo” ( Vergara, 2014 : 18).

    La relación de estos actores, garantizan el proceso de enseñanza-aprendizaje, proporcionando apoyo, comprensión, motivación, asistencia, trabajando de manera conjunta, para lo cual debe existir una comunicación asertiva entre estas partes, de esta forma habrá mayor entendimiento y se podrá actuar desde las posiciones de cada actor.

    1. Según Navarro “La relación escuela-familia se plantea desde la escuela porque a esta le interesa que sus esfuerzos sean adecuadamente complementados por los actores no-escolares (la familia) que pueden, sin embargo, cumplir un rol educativo;

    A la inversa, para la familia, el desempeño de la escuela es importante puesto que espera que los aprendizajes escolares sean también aprendizaje para la vida, esto es, que resulten aplicables al desempeño actual y futuro del estudiante fuera de la escuela” ( Navarro, 2004 : 71).

    1. Mientras que la comunidad ha optado por ser un espectador ante la educación de los individuos, expone situaciones que lo motiva a los estudiantes a dejar de estudiar como lo es la falta de oportunidades, tanto para él, como para la familia, también pueden adquirir dinero fácil mediante situaciones ilegales, la aceptación de un grupo social los incita a desertar y muchos factores más que dan paso a este fenómeno;

    La comunidad debe ser quien esté pendiente y apoye el trabajo con los individuos ante el proceso de educación, es decir, velar por el cumplimiento de este derecho fundamental. También este contexto debe generar y aumentar oportunidades para el individuo y su familia, promover herramientas de afrontamiento ante situaciones conflictivas.

    Este contexto le permitirá al individuo tener herramientas para continuar con el proceso de aprendizaje. La relación de la escuela, la familia y la comunidad debe propiciar el desarrollo y crecimiento de cada individuo, pues estos entornos le permiten socializarse en distintas situaciones, generando un aprendizaje basado en las vivencias cotidianas.

    Asimismo, esta relación demuestra que los entornos nombrados, proporcionan espacios de aprendizaje, comparten responsabilidades a la hora de formar nuevas generaciones y afrontan diversos retos en el momento de educar de manera conjunta a los individuos.

    1. Esta relación se convierte tanto en un derecho como un deber colectivo, es decir, que todos podemos acceder a la educación, pero debemos cumplir con algunas obligaciones como acompañamiento y apoyo familiar, motivación, mejoramiento de la pedagogía escolar, cumplimiento de las obligaciones académicas, aumento de oportunidades, entre otras;

    La relación entre las familias, las escuelas y la comunidad debe basarse en el apoyo, acompañamiento y conservación de la comunicación asertiva, para velar por un buen desempeño en los estudiantes, lo que permitirá garantizar el derecho a la educación, promover pautas y estrategias educativas que mitiguen la deserción escolar en las instituciones.

    CONCLUSIONES La escuela constituye el núcleo central y primordial de la educación; tanto en la comunidad como en la familia, por tanto, su papel como institución está enmarcado en dos direcciones una formar y la otra preparar, para lograr la formación integral del hombre para la sociedad en la cual se va a desenvolver.

    La interacción entre maestro y estudiante se debe desarrollar a nivel académico y a nivel personal, lo que contribuye a que los estudiantes generen confianza hacia su docente y puedan desarrollar habilidades sociales que permiten una mejor comunicación y comprensión En esta relación el objetivo es que el maestro acompañe al estudiante y le de herramientas para afrontar situaciones, además de revelar la importancia de la educación y de un proyecto de vida que defina y aclare las aspiraciones individuales La escuela y los maestros se convierten en un elemento fundamental en el desarrollo del estudiante, al brindar herramientas para afrontar situaciones de la vida Ante la deserción escolar, las instituciones deben generar nuevas prácticas educativas que atraigan a los estudiantes y les brinden confianza y estabilidad, lo cual puede estimular deseos de permanecer en la escuela y buscar alternativas para no desertar de esta, lo cual debe ser contenido esencial del trabajo educativo..

    ¿Qué es la escuela hoy en día?

    «Nuestros malos alumnos (de los que se dice que no tienen porvenir) nunca van solos a la escuela. Lo que entra en clase es una cebolla: unas capas de pesadumbre, de miedo, de inquietud, de rencor, de cólera, de deseos insatisfechos, de furiosas renuncias acumuladas sobre un fondo de vergonzoso pasado, de presente amenazador, de futuro condenado. 58 Georgie Pauwels World Outsidecc byhttps://flic. kr/p/ov51qX No podemos vivir sin la escuela. Nos hicieron falta solo unos días para darnos cuenta. Nos hicieron falta solo unos días para comprobar lo importante que son las escuelas en nuestras vidas y los problemas que produce abandonar las aulas y cerrar físicamente las escuelas.

    • » Daniel Pennac;
    • Mal de Escuela;
    • Problemas de sociabilidad, bienestar, equilibrio emocional, salud, integridad física, convivencia y conciliación, pero también, evidentemente, de aprendizaje;
    • No solo por las dificultades para sostener la enseñanza y el aprendizaje a distancia, sino, sobre todo, por las dificultades que supone tratar de aprender solos;

    Porque si algo caracteriza al aprendizaje es que es una actividad esencialmente social. La escuela es, dejando a un lado la familia, el primer lugar donde aprendemos junto a otros. En la escuela aprendemos con los otros y de los otros. En la escuela, aprendemos simultáneamente, dice Philippe Meirieu , a decir yo y a hacer el nosotros.

    En la escuela aprendemos a estar juntos para hacer cosas en común. «No enseñamos cosas, sino nuestra relación con las cosas. Daniel Brailovsky»  La relación didáctica encierra, de hecho, una triple relación, la del profesor con el contenido, la del alumno con el contenido, y la que se establece entre alumnos y profesores (Basabe, L.

    y Cols, E. , 2007). Todo en la escuela es una cuestión de relaciones. No enseñamos cosas , sino nuestra relación con las cosas, dice Daniel Brailovsky (2019, p. 78). Sin relación, sin relaciones, no hay escuela posible. Tampoco aprendizaje. Somos en relación y hacemos en relación (Duschatzky, L.

    • y Skliar, C;
    • , 2014);
    • Necesitamos la doble vinculación con los otros y con los saberes que propicia la escuela;
    • «En la escuela aprendemos a estar juntos para hacer cosas en común» La escuela no es un lugar cualquiera de aprendizaje;

    La scholè griega significó tiempo libre. Para los romanos era el lugar destinado a la enseñanza. Un tiempo (libre) y un espacio (público) desvinculado del tiempo y del espacio tanto de la sociedad, como del hogar. Un tiempo y un espacio que nos pone en relación y vincula con el mundo y con los mundos de los saberes ( las disciplinas en tanto que lenguajes de apropiación del mundo ), que nos permiten comprender y actuar sobre el mundo.

    La escuela surgió cuando decidimos que ” para hacer y aprender ciertas cosas y de determinada manera había que salir de casa, dejar la plaza, el mercado o el trabajo por un tiempo e ir a otro sitio, a un espacio separado, a un lugar despejado e iluminado “.

    La escuela surgió para ponernos en contacto con lo común. Con aquello que hemos decidido salvaguardar y compartir. Con nuestra historia, pero también con nuestros futuros comunes posibles. En la escuela aprendemos además porque alguien nos enseña. La enseñanza es una acción orientada hacia los otros y realizada con el otro.

    En la escuela aprendemos porque alguien quiere enseñarnos algo. La escuela es un espacio social especializado , en el que se enseña de manera descontextualizada. El tipo de aprendizaje que se produce no es natural, no tiene nada que ver con los aprendizajes informales que muchas veces se le contraponen.

    Aunque cada día es más cuestionada, la escuela permite una suspensión del orden usual de las cosas (Masschelein y Simons, 2014, p. 11). Un tanto a contratiempo , en un mundo crecientemente acelerado y obsesionado con los resultados, la escuela aún nos permite demorarnos, darnos tiempo, entretenernos con el conocimiento y con el mundo , prestar atención a las cosas, dar valor a lo inútil (Ordine, 2013).

    • «La escuela aún nos permite demorarnos, darnos tiempo, entretenernos con el conocimiento y con el mundo, prestar atención a las cosas, dar valor a lo inútil» En estos meses de encierro con la ausencia de ese espacio y tiempo diferencial desapereció el llamado efecto escuela;

    Un efecto, advierten Xavier Bonal y Sheila González , ” casi irrelevante para aquellos colectivos con capacidad de sustitución inmediata, pero fundamental para aquellos con menor capital cultural “. Durante el confinamiento ese lugar diferenciado se quebró y, a pesar de los esfuerzos de unos y otros por mantenerlo, también ” se puso en riesgo la posibilidad que otorga la escuela de lograr una autonomía intelectual y afectiva, tanto de los niños respecto a sus familias como de las familias respecto a sus niños “, dice Inés Dussel.

    Durante el confinamiento, quedó claro, que la escuela no es solo lo que sucede en el aula , y aunque pudimos, en algunos casos, rearmar aulas virtuales (que no las dinámicas que proponen los maestros a los estudiantes, o no todas), no pudimos en ningún caso recuperar la escuela.

    Nos faltaron los compañeros y, consecuentemente, el efecto positivo que éstos producen en el aprendizaje. A pesar de su aparente igualdad, el desarrollo de la covid19 ha hecho evidente que la enfermedad no afectaba a todos por igual, mostrándonos, como dice Boaventura de Sousa Santos , que la incertidumbre, el miedo y la esperanza no están igualmente distribuidos entre todos los grupos sociales , y cuestionando argumentos habitualmente utilizados en el debate educativo como el de la ideología del esfuerzo o el de la meritocracia.

    «La incertidumbre, el miedo y la esperanza no están igualmente distribuidos entre todos los grupos sociales» El confinamiento ha visibilizado las múltiples desigualdades sociales, económicas, de capital cultural y tecnológicas que atraviesan y condicionan lo educativo; y, a pesar, de las dificultades crecientes que la escuela tiene para compensarlas, nos ha ayudado a comprender mejor el papel insustituible que juegan las escuelas y los maestros luchando contra las desigualdades naturalizadas y negándose a aceptar las profecías del fracaso y los destinos prescritos.

    De hecho, la escuela es, junto con la sanidad pública, “el instrumento más poderoso que tenemos hasta ahora para luchar contra la desigualdad y dar pasos a favor de la equidad” (Rivera y Coll, 2019, p. 16). “La escuela es el tiempo y el espacio en el que los estudiantes pueden abandonar todo tipo de reglas y expectativas relacionadas con lo sociológico, lo económico, lo familiar y lo cultural…hacer la escuela tiene que ver con una especie de suspensión del peso de todas esas reglas” (Masschelein y Simons, 2014, p.

    15). Hicieron falta solo unos días para darnos cuenta de lo difícil que es escolarizar los hogares , pero también para comprender, que la escuela sola no puede. No podemos vivir sin la escuela, pero la escuela por sí sola no es suficiente.

    La educación en casa no es, no puede ser la escuela, porque, precisamente, la escuela es lo que rompe con las desigualdades familiares y sociales, lo que permite acceder a la alteridad. Pero la escuela aislada tampoco es capaz de combatir esas desigualdades.

    • Desigualdades que están en la base del que es,probablemente, el principal reto que tiene, a día de hoy, nuestro sistema educativo, el fracaso escolar en sus múltiples expresiones: repetición, desafección escolar, desvinculación, absentismo, no titulación, abandono escolar temprano;

    «No podemos vivir sin la escuela, pero la escuela por sí sola no es suficiente» Hay, además, un acuerdo generalizado en que a la crisis sanitaria le va a suceder una crisis, social y económica profunda, que va a acrecentar unas desigualdades que ya estaban previamente desbocadas, generando aún más diferencias educativas.

    • La pandemia nos ha mostrado que el principal reto educativo no es realmente (o exclusivamente) educativo, sino social;
    • No es solo, como dice César Coll, ” que se herede la pobreza o la riqueza, es que se heredan las oportunidades de aprende r” (Coll, 2017);

    «El principal reto educativo no es realmente (o exclusivamente) educativo, sino social» Uno de los aspectos que ha evidenciado la pandemia es que necesitamos políticas educativas integrales y no solo políticas escolares. Tiene poco sentido pensar exclusivamente en políticas educativas como si la escuela actuase en un vacío social.

    1. Aminorar al máximo las consecuencias que la crisis va a generar en muchas familias, niños y jóvenes implica también hacer intervenciones educativas fuera de la escuela que impacten en familias y sus entorno;

    Las políticas educativas deben ser en primer lugar políticas sociales, de distribución, reconocimiento y participación. «No es solo, como dice César Coll, que se herede la pobreza o la riqueza, es que se heredan las oportunidades de aprender» Durante estos meses hemos hablado mucho de las brechas tecnológicas que afectan a la educación.

    1. Siendo cierto que la brecha primaria (la del acceso) se ha mostrado mayor de lo esperado, no lo es menos que para la continuidad de la enseñanza y el aprendizaje ha sido aún más determinante la brecha secundaria (la del uso), que tiene que ver con las capacidades de escuelas, docentes, estudiantes y familias para utilizar la tecnología para enseñar y aprender, y que reproduce, amplificadas, las viejas brechas sociales y de capital cultural conocidas por los sociólogos de la educaión desde hace décadas;

    Hay, además, un aspecto que apenas ha sido discutido. Las actuales tecnologías, lejos de constituir simplemente una caja de herramientas, definen un nuevo entorno de enseñanza y aprendizaje , que va más allá de la escuela; amplía nuestro concepto de alfabetización; modifica nuestra relación con los contenidos; demanda nuevas formas de enseñanza y aprendizaje; y difumina las fronteras entre el aula y el hogar, lo formal y lo informal.

    Un escenario que compromete, queramos o no, ese espacio y tiempo especial y diferencial que hemos descrito en los primeros párrafos de este texto. «Las actuales tecnologías, lejos de constituir simplemente una caja de herramientas, definen un nuevo entorno de enseñanza y aprendizaje» Las tecnologías constituyen “una ecología de medios en la cual conviven aparatos y prácticas diferentes, a menudo combinados entre la escuela, el hogar, el espacio de ocio y las sociabilidades con pares” (Dussel, 2010, p.

    22) y conforman “el ecosistema en el que ya se desenvuelven la información y la comunicación y, por consiguiente, el aprendizaje » (Fernández Enguita, 2018, p. 170), y planteándonos tres grandes desafíos: 1) la puesta en valor de las trayectorias individuales de aprendizaje ; 2) la personalización del aprendizaje y su ubicuidad; y 3) la falta de demarcación nítida entre los diferentes espacios físicos e institucionales en los que tiene lugar este aprendizaje (Coll, 2013).

    • En este contexto, las escuelas se constituyen como un nodo fundamental , pero ya no exclusivo, en un entramado de entornos y espacios abiertos al aprendizaje, en el que, sin ser totalmente nuevo, ni una consecuencia exclusivamente de la tecnología, la existencia de otros contextos de actividad no escolares y otros agentes que ofrecen recursos y oportunidades para aprender suponen un nuevo desafío para la educación desde la perspectiva de la equidad;

    «Las escuelas se constituyen como un nodo fundamental, pero ya no exclusivo» Cuanto más nos apoyemos en la tecnología, más tendremos que compensar, desde las políticas públicas, las desigualdades que se generan. Por tanto, no se trata solo de dotar de tecnología a los centros, sino de proveer de tecnología y de recursos a docentes, alumnos y familias.

    • Tampoco es solo un reto tecnológico, es también un desafío en términos de sentido y significatividad de lo enseñado y lo aprendido;
    • «Cuanto más nos apoyemos en la tecnología, más tendremos que compensar, desde las políticas públicas, las desigualdades que se generan» La frontera entre lo escolar y lo no escolar, lo formal y lo informal, ya no se define por los límites del espacio y el tiempo de la escuela;

    Hay mucho de no-escuela en el horario escolar, y hay mucho de escuela en el espacio y tiempo posterior al horario escolar (Pérez Goméz, 2012, p. 44). Es necesario volver a pensar, una y otra vez, qué es la escuela y cuál es su sentido en este nuevo ecosistema.

    Necesitamos, simultáneamente, desescolarizar la vida , pero también dar un sentido educativo integrado a partes de esa vida. Resolver los retos educativos actuales va más allá de diseñar políticas escolares.

    Necesitamos diseñar medidas que tengan en cuenta las redes de actividad por las que transitan y a las que acceden los niños y los jóvenes. Redes que no están igualmente distribuidas, ni accesibles. Atender a los retos educativos que hemos planteado supone diseñar políticas que actúen sobre lo escolar, pero que tengan también en cuenta el contexto familiar y vital de los niños y jóvenes.

    La educación necesita políticas que involucren a las familias, la comunidad y las escuelas. Quitar presión a la escuela pasa por abrir la escuela. «Resolver los retos educativos actuales va más allá de diseñar políticas escolares» Aprender es más que nunca un asunto no circunscrito a unos espacios concretos (las instituciones educativas, las aulas), ni a unos tiempos (los de escolaridad, la educación formal), ni a unos ámbitos de conocimientos determinados (conocimientos declarativos, abstractos o factuales), ni a unas habilidades (cognitivas), ni, por supuesto, a un único currículo ni a unas metodologías únicas.

    Los centros educativos “deben dejar de pensar exclusivamente en términos de aprendizaje de contenidos escolares y empezar a pensar en términos de aprendizaje del alumnado, más allá de donde tenga lugar este aprendizaje” (Rivera y Coll, 2019, p. 17). “Ayudar a los alumnos a construir significados sobre sí mismos como aprendices que les habiliten para seguir aprendiendo es probablemente una de las funciones más importantes de las instituciones de educación formal y escolar en el marco de esta nueva ecología del aprendizaje” (Coll, 2013, p.

    166). El reto es enorme y no lo pueden hacer las escuelas, ni los docentes solos. Hacer escuela y estar en la escuela hoy pasa por abrir la escuela y salir al barrio, al museo y al campo, pasa por no quedarnos solos en la escuela.

    Hacer escuela hoy implica mucha más coordinación entre instituciones (comunidades, ayuntamientos, distritos o, incluso, barrios en ciudades grandes) y mucho más trabajo entre equipos multidisciplinares y personas especializadas en distintos ámbitos. Hacer escuela hoy es también hacer una sociedad más justa.

    No hay mejora posible de lo escolar sin una mejora de lo social. Como no hay mejora de lo social sin una mejora de lo escolar. Son dos caras de la misma moneda. Garantizar el derecho a aprender de todas en la escuela es también apostar por garantizar los aprendizajes de todos fuera de la escuela.

    LA ESCUELA QUE NECESITAMOS

    «No hay mejora posible de lo escolar sin una mejora de lo social. Como no hay mejora de lo social sin una mejora de lo escolar».

    ¿Cuáles son los fines y funciones de la escuela?

    Esta reflexión trata acerca de la funcionalidad e impacto que tiene la escuela en nuestro desarrollo personal, familiar y social, así como su relación con la formación del alumno. El proceso de educación a lo largo de la historia y en las diferentes culturas presenta una serie de características que debieran ser las mismas y que cumplen con un rol formativo en la preparación de los hoy alumnos y en un futuro profesionistas y personas útiles con eficiencias en su desempeño.

    • El objetivo de esta reflexión es responder si realmente la escuela cumple con su función;
    • La importancia no tiene ninguna objeción ni en el término social, familiar o político;
    • Los resultados que resultan de la escuela si son cuestionables y se refiere a la generación de capital humano que tendrá en sus manos la política del país, la economía de las familias, la salud de la población, en sí, todo lo sustantivo y primordial para determinar el desarrollo del país;

    Por lo anteriormente mencionado, la educación se encuentra condicionada, social y políticamente, pues se encuentran en juego muchos intereses sociales, partidistas y de clases; las llamadas dominantes, las cuales no se han podido erradicar ni controlar para un beneficio real y honesto para el pueblo y en general para la sociedad.

    ¿En verdad sirve la Escuela? ¿Es funcional de acuerdo a las necesidades de la población? Estas preguntas en la mayor parte de la sociedad debieran ser obligatorias y primordiales pues de ahí surge la educación inicial y formativa de sus hijos.

    La finalidad de esta investigación se basa en la principal preocupación que ocupa a los padres de familia y a la sociedad: ¿La educación de sus hijos en la Escuela realmente es la que ellos requieren? En la sociedad actual se le resta importancia a la calidad de la educación básica, tanto por la parte de las autoridades como por la parte familiar.

    No se tiene la consciencia de que este nivel de educación es formativo para el resto de la educación hasta la edad adulta. ¿Qué problemas pueden presentarse con una educación básica deficiente? Los niveles de deserción escolar se incrementan al no tener una motivación del alumno en continuar sus estudios.

    No se obtiene la calidad y capacidad de comprensión en los diversos campos de estudio como son el social, político o cultural; por lo tanto, no se adquiere el proceso de autoconocimiento. Lo anterior significa que el educando no sabe para que estudia y con ello pierde la motivación personal, lo que tiene como repercusión que no adquiera el hábito del estudio y no tenga definido que estudiar en un ámbito profesional, por lo que se tiene tres consecuencias negativas de alto impacto:

    • Abandono de estudios después de terminar la educación básica.
    • Mala selección de la carrera profesional y por tanto, resulta trunca o desmotivante aun concluyendo los estudios.
    • Entrar en las filas de los llamados “Ninis”, o en los llamados subempleados.

    La hipótesis de este texto esta soportada en que la escuela es factor primordial de la educación, pero forma solo una parte de un sistema integrado por la familia y la sociedad. Para realizar esta reflexión se realizó un sustento bibliográfico de diversos autores del ramo educativo y de la misma manera se realizó una consulta personal con diversos docentes del ramo nivel medio superior con 20-30 años de experiencia, lo cual enriqueció en mucho los resultados.

    La función principal de la educación es la transmisión de conocimientos y que el alumno se apodere del mismo, esto en términos de docencia se le conoce como aprendizaje significativo. En tanto el resultado finalmente esperado es que “la función colectiva de la educación es adaptar al niño al medio social, convertirlo en un individuo útil dentro de la sociedad” (Hernández, 2015, p.

    15). Mi opinión personal e interpretación de los distintos autores converge en que la educación debe contemplar las características del individuo para que pueda ser adaptado a la sociedad. Es conveniente hacer notar que la educación inicia en casa, continua en casa y permanece en ella para que tenga una función que sea útil en el ámbito familiar y social. Asimismo otro fenómeno que se da en la educación tiene que ver con el control interpersonal, el cual define la “dominación como la probabilidad de que un grupo de personas obedezcan determinadas órdenes y puede darse por tres tipos:

    • Racional, cuando se da la dominación por autoridad legal, por ejemplo la burocracia.
    • Tradicional, cuando la dominación se da por poderes heredados, por ejemplo el patriarcado.
    • Carismática, cuando la dominación se da por aceptación propia, por ejemplo el liderazgo” (Castillo, 2012, p. 50).

    Todos los aparatos del estado funcionan mediante la represión y la ideología, constituye además un todo organizado centralizado bajo una unidad de mando, finalmente logra y debe asegurar mediante su organización centralizada y unificada por los representantes de las clases del poder, la unidad entre distintos aparatos ideológicos, por la acción de la ideología (Castillo, 2012). En resumen, de lo anterior es que la pedagogía en la actualidad está al servicio del capitalismo y de todo lo que represente el poder para garantizar su perpetuidad. Nuestra responsabilidad es adoptar la pedagogía para un desarrollo primeramente personal, aplicarlo en nuestra familia y en nuestro entorno para tener un impacto en lo social y en lo político.

    1. Esta acción puede llevar años, quizá generaciones, pero si no iniciamos no tenemos una misión en nuestra vida;
    2. En el análisis de Marx: la educación tiene la función de garantizar que los individuos y sus organizaciones se integren al conjunto social, que asimilen los saberes y la cultura necesaria para desenvolverse en su medio, acorde al orden establecido;

    Por otro lado, puede proveer de las herramientas intelectuales y prácticas para desarrollar nuevas visiones, crear y promover el cambio. De ahí su posible carácter dual: conservadora y revolucionaria, de acuerdo a Loubet-Orozco (2016). En sí mismo, el proceso educativo no significa nada; existe y se da siempre en relación y en contexto; natural, si se quiere pensar en la sobrevivencia; o social, sobre todo social en las sociedades actuales.

    1. En este sentido, la educación no es neutral, no está desprovista de intenciones ni aislada de los sistemas de creencias construidos en interacción social;
    2. La teoría de la hegemonía (Jarpa, 2015) está ligada a su concepción del estado capitalista, que según afirma, controla mediante la fuerza y el consentimiento;

    El estado no debe ser entendido en el sentido estrecho de gobierno. Gramsci más bien lo divide entre la sociedad política, que es la arena de las instituciones políticas y el control legal constitucional, y la sociedad civil, que se ve comúnmente como una esfera ‘privada’ o ‘no estatal’, y que incluye a la economía.

    La escuela constituye un aparato utilizado por las clases dominantes para reproducir las relaciones sociales de producción. Lo que es lo mismo que decir que la escuela es la encargada de garantizar la continuidad de las relaciones sociales de explotación de una clase por la otra (Hirsch & Rio, 2015).

    Con base en lo anterior, establezco mi Teoría propia en donde la educación es, desde mi punto de vista,  el mayor patrimonio que se le puede dar a los hijos, es la formación no solamente cognitiva sino también personal, contemplando los campos de actitudes y aptitudes, contribuyendo a la integración del “ser”.

    En resumen, lo anterior es la formación del “ser humano” de manera integral, la escuela es solo un factor en su formación, el mayor peso recae en la familia, sus padres desde luego, debido a que traer hijos al mundo tiene una gran responsabilidad, no solamente material, de manutención, sustento, la formación que se les proporcione a los hijos será el futuro en el cual ya libres de la línea paternal/maternal se puedan valer por sí mismos, y esto les reditúe en un autoconocimiento, pleno raciocinio e identificar la verdadera Felicidad.

    El sustento de mi teoría se basa en los pensamientos de los filósofos Platón y Aristóteles para quienes el concepto de la educación fue más espiritual y con una plena identificación de virtudes. El Papel de la escuela en la sociedad, representa un elemento determinante pues en ella no solo se alimenta de conocimientos a los estudiantes sino se les enseña la convivencia entre pares.

    1. Forma parte importante de la formación del niño o joven pues aprende mediante la practica reproduciendo situaciones que les hace ver la coexistencia, con la dificultad de las relaciones humanas, se aprende a relacionarse con los demás (sociedad) de tal forma que valoren los atributos del actuar bien o mal;

    El interés emancipador, que tiene como intención liberar a los seres humanos “de las ideas falsas, de las formas de comunicación distorsionada y de las formas coercitivas de la relación social que constriñen la acción social humana” (Kemmis, 1998, p. 87).

    La escuela sirve y es funcional en la medida que se observan resultados no solamente en el aspecto individual sino también en el ámbito social. La escuela sirve en la medida que los resultados en la transmisión de conocimientos, actitudes, así como valores son captados y asimilados por los alumnos.

    Pero los resultados en la mayoría de los niveles de educación no son tangibles, me refiero a que un valor numérico de calificación no representa garantía de asimilar conocimientos y no se diga de valores. Es funcional de acuerdo al cumplimiento de programas de estudio y objetivos educativos, pero en mi opinión personal, al alumno no se le enseña para la vida.

    • No se le enseña a tener Autoaprendizaje, Raciocinio, la resolución de problemas sociales, lamentablemente solo se le enseña a sobrevivir;
    • El aporte académico y para la practica profesional es que seamos mas conscientes tanto los docentes, las familias y la sociedad de que la educación representa la formación de seres humanos con voluntad propia para decidir sobre su destino;

    ¿Queremos nosotros que nuestros hijos tengan una vida plena o que solamente sobrevivan? Dejo en cada quien la respuesta. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Castillo J. (2012). Sociología de la Educación. Edo. de México: Red Tercer Milenio. Loubet-Orozco, R. (2016). Del pensamiento de Marx acerca de la educación.

    Arenas, Revista Sinaloense de Ciencias Sociales, 17(42), 55-63. Jarpa, C. (2015). Función política de la educación en el pensamiento de Antonio Gramsci. Cinta Moebio , 53, 124‐134. Miranda, G. (s/f). Gramsci y el Proceso Hegemónico Educativo.

    Revista Electrónica Educare , 9(2), 13-39. Hirsch, D. , Rio, V. (2015). Teorías de la reproducción y teorías de la resistencia: una revisión del debate pedagógico desde la perspectiva materialista. Foro de Educación , 13(18), 69-91. Kiefel, J. (2014). Escuela, poder y cambio social.

    1. Una lectura desde Antonio Gramsci, Louis Althusser y Michel Foucault (Trabajo final integrador);
    2. Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, Argentina;
    3. Disponible en RIDAA-UNQ Repositorio Institucional Digital de Acceso Abierto de la Universidad Nacional de Quilmes http://ridaa;

    unq. edu. ar/handle/20. 500. 11807 Rockwell, Elsie. (2006). Resistencia en el aula: entre el fracaso y la indignación. Educação em Revista , (44), 13-39. https://doi. org/10. 1590/S0102-46982006000200002. Villamizar Acevedo, G. (2020). Encuentros entre la Pedagogía crítica y la Teoría de la resistencia.

    ¿Qué puedo hacer para mejorar mi escuela?

    ¿Qué debemos hacer para mejorar la calidad de la educación?

    ¿Que nos ofrece la escuela?

    La escuela tiene un papel invaluable en la sociedad; ella no sólo es un espacio donde se construyen saberes y se desarrollan habilidades cognitivas, sino que es sumamente importante para la formación identitaria tanto de infantes como de jóvenes.