Ver y escuchar también es una buena manera de mostrarse empático: prestar atención a lo que hace cada joven, escuchar lo que tiene para decir y estar abierto a sus inquietudes, permite establecer una buena relación entre docente y estudiante en la que este último puede sentirse comprendido.
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¿Cómo desarrollar la empatía en mis alumnos?
Nuestra sociedad actual enfrenta retos muy diversos, desde problemáticas ecológicas y ambientales que podrían acabar prácticamente con todas las especies que habitan este planeta, incluyendo la nuestra hasta aquellas problemáticas relacionadas con la salud mental y psicológica de las personas, provocando malestar e incluso la muerte como en el caso de la depresión y el suicidio.
Nunca antes los ciudadanos habíamos tenido que estar tan informados sobre lo que sucede a nuestro alrededor en todos los ámbitos. Sin embargo, pudiendo acceder a toda la información que tenemos con un simple click , preferimos, paradójicamente, ignorarlo todo.
“La empatía es la capacidad de comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar”. – López, Filippetti y Richaud (2014) – La empatía es una habilidad social imprescindible en el mundo actual, así lo plantea la teoría de las inteligencias múltiples.
Es más importante relacionarse asertivamente con los demás para lograr el éxito que competir con ellos. Las instituciones educativas, por ejemplo, son un espacio donde podemos proponer con mayor rigor y claridad ideas acciones que nos ayuden a superar los retos antes descritos y los que se vayan presentando.
En México, el debate escolar se considera como una actividad muy enriquecedora que fomenta en los alumnos importantes competencias como son: adquirir un razonamiento crítico, mejorar habilidades lingüísticas, solución de problemas, capacidad de síntesis y búsqueda constante de fuentes académicas fiables, pero, sobre todo, desarrollar empatía al escuchar, entender y compartir con los demás diferentes argumentos y puntos de vista, en otras palabras, “ponerse en los zapatos del otro”.
- Los debates académicos nos permiten desarrollar análisis epistemológicos y éticos sobre un tema o concepto;
- La epistemología estudia los criterios de verdad de una disciplina, es decir, ¿por qué se dice verdadera y también a la luz de qué argumentos? (Piaget, 1986), mientras que la ética es un tipo de saber que intenta construirse racionalmente, utilizando el rigor conceptual y métodos de análisis y explicación sobre cuestiones morales (Cortina, 2008);
De acuerdo con autores como Gooch (2017:14), vivimos en la era de la posverdad y ésta se puede definir como: “una circunstancia en la que los hechos objetivos son menos influyentes en la opinión pública, que las emociones y las creencias personales”. Es por ello que necesitamos urgentemente apelar a la ética y la epistemología.
Cuando los seres humanos nos volvimos hacia nosotros mismos como seres pensantes, en lugar de dirigirnos al mundo en términos de dioses o fuerzas sobrenaturales, nació la Filosofía (Cohen, 2008). Sin embargo, con nuestra capacidad de reflexión e imaginación , nos volvimos proclives a crear una Weltanschauung (concepción del mundo), a partir de nuestras experiencias e ideas, situación que llevó a algunos a creer que su visión del mundo era la única posible.
La Filosofía promueve lo contrario. Es por ello que no se conforma con una “verdad”, en lugar de eso, acepta la posibilidad de que existan verdades, así como existen multiversos. No obstante, que hablemos en plural sobre la verdad, no quiere decir que no existan niveles más elevados de certeza en ciertos argumentos que en otros.
En algunos casos basta con el sentido común para saber que algo es cierto, pero, otras veces, es más complicado y necesitamos de la experimentación y de la comprobación científica. A continuación, presento una actividad didáctica para la enseñanza de la epistemología a nivel licenciatura por medio de un torneo de debate y una actividad de inducción: Mi propuesta parte del siguiente supuesto: siempre que se estudie epistemología se debe enseñar a la par ética.
Debemos tomar en cuenta análisis científicos sobre lo que se considera como moralmente bueno o malo para que no haya personas afectadas por criterios sin fundamento, y de igual manera, se deben hacer análisis éticos sobre la ciencia si ésta trabaja, junto con la tecnología, en beneficio del sistema económico y no para la gente que los necesita.
¿Entonces, en qué consiste mi propuesta? Como ejercicio previo al torneo de debate de la clase de epistemología, apliqué con varios grupos la siguiente actividad: Con el pizarrón dividido en dos, de un lado la frase ” estoy de acuerdo ” y del otro lado la frase ” estoy en desacuerdo “.
Presenté algunas afirmaciones que incitaron al debate , tales como: “despenalizar el aborto es necesario”, “la despenalización de las drogas sería positivo”, etc. Los alumnos se ubicaron según su opinión sobre el tema y explicaban su decisión. Les expliqué que podrían cambiarse de lugar si los argumentos de otro compañero les parecían interesantes y modificaban de alguna manera su punto de vista.
Posteriormente los invité a elegir el lugar contrario al de su opinión, es decir, si estaban de acuerdo se ubicaban en la parte de desacuerdo. El objetivo era que, con la misma vehemencia con la que defendían hace unos momentos su opinión, encontraran puntos positivos en los argumentos contrarios y los citaran como suyos.
Aunque al principio sentían que actuaban, el simple hecho de buscar en otros argumentos algo “defendibles”, los ayudaba a verlos de manera distinta. Así lo expresaron ellos mismos en la retroalimentación de la actividad. De esta manera práctica busqué desarrollar la empatía en mis alumnos.
¿Qué es la empatía en la educación?
La empatía es una competencia emocional muy aclamada y valorada entre el personal docente y las familias. Muchos profesores la sitúan como una virtud necesaria que todo docente debe poseer a la hora de adentrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es básico para comprender las emociones, motivaciones, circunstancias y miedos de alumnado.
Además, se considera de vital importancia ayudar a desarrollar la empatía en los niños y niñas que construirán las futuras sociedades. El objetivo es bastante claro. Hacer hoy como docentes un buen trabajo y alcanzar una generación en el futuro mucho más comprometida con el resto de seres.
La empatía de hoy es sinónimo de unión y cooperación mañana.
¿Cómo se desarrolla la empatía?
¿QUÉ ES LA EMPATÍA ? Uno de los elementos clave que forma parte de la inteligencia emocional es la empatía , la cual pertenece al dominio interpersonal. La empatía es el rasgo característico de las relaciones interpersonales exitosas. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de empatía? La empatía no es otra que «la habilidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás».
- En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de «leer» emocionalmente a las personas;
- Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas;
Así como la autoconciencia emocional es un elemento importantísimo en la potenciación de las habilidades intrapersonales de la inteligencia emocional, la empatía viene a ser algo así como nuestra conciencia social , pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.
Veamos su importancia a continuación. DESARROLLO La empatía es de vital importancia para la comunicación. Muchas personas confunden empatía con simpatía, pero la empatía es mucho más que eso. El diccionario la define como «la capacidad o proceso de penetrar profundamente, a través de la imaginación, dentro de los sentimientos y motivos del otro».
En un sentido menos académico, implica ponerse «en los zapatos o en la piel del otro», de manera de entender realmente sus penas, sus temores, o más positivamente hablando, sus alegrías. Lo opuesto de empatía, en términos de comunicación, es invalidación.
Es lo que sucede cuando usted expresa un sentimiento, y la persona a quien le habla contradice o rechaza el mismo. Y cuando se encuentra ansioso, triste, temeroso, o mal en algún modo, el rechazo es muy doloroso.
Lo interesante es, que la pena por el rechazo puede ser aún más profunda, cuando la otra parte no tolera su dolor. En realidad, la persona en la que se confió, puede creer sinceramente estar ofreciendo apoyo, pero fracasa, porque no existe empatía. A pesar de que algunas personas puedan gozar el ser deliberadamente abusivas, la mayoría no son crueles cuando responden inconscientemente.
Lo que les falta es habilidad para comunicarse. No se dan cuenta que al minimizar la pena del otro, la maximizan. Cuando usted responde al arranque de pena o ansiedad de su amigo con: «Te sentirás mejor mañana» o «No te preocupes, el tiempo lo cura todo», usted puede estar dándole el siguiente mensaje: «Debe haber algo mal en ti para quejarte cuando no existe nada de que quejarse» El bien intencionado consejo «¡Date un baño bien caliente y te animarás!» podría ser interpretado: «Deberías ser capaz de resolver esto por ti mismo» o “Los demás parecen arreglárselas en situaciones como ésta”.
¿Cómo se desarrolla la empatía? La empatía se da en todas las personas en mayor o menor grado. No se trata de un don especial con el que nacemos, sino de una cualidad que podemos desarrollar y potenciar. La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia.
- Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás;
- Si los padres no saben mostrar afecto y comprender lo que sienten y necesitan sus hijos, estos no aprenderán a expresar emociones propias, y por consiguiente, no sabrán interpretar y sentir las ajenas;
De ahí la importancia de una buena comunicación emocional en la familia desde el principio. La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y comprendidas , han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto como se vivía la preocupación por los demás… En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado cubiertas desde los primeros años de vida.
- Obstáculos que dificultan la empatía Muchas veces hemos podido preguntarnos por qué la gente no busca apoyo en nosotros o se retraen a la hora de hablarnos de sentimientos;
- Existen una serie de barreras que suelen impedir este acercamiento;
Entre los errores que solemos cometer con más frecuencia a la hora de relacionarnos con los demás, está esa tendencia a quitarle importancia a lo que le preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos ; escuchar con prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre; juzgar y acudir a frases del tipo «lo que has hecho está mal», o «de esta forma no vas a conseguir nada», o «nunca haces algo bien»… ; sentir compasión, ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas experiencias; intentar animar sin más, con frases como «ánimo en esta vida todo se supera»; dar la razón y seguir la corriente….
Todo esto, lo único que hace es bloquear la comunicación e impedir que se produzca una buena relación empática. Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas, tienen más dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar.
Por lo tanto, para el desarrollo de la empatía tendríamos que ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro. Estrategias para desarrollar la empatía Es evidente que hay personas que por diversas razones tienen mucha capacidad empática y sin embargo otras, poseen enormes dificultades para entenderse con la gente y ponerse en su lugar.
En cualquier caso, conviene saber que las habilidades empáticas se pueden potenciar y desarrollar. En cuanto a las actitudes que se deben tener en cuenta para desarrollar la empatía, se destacan: · Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios ; prestar atención y mostrar interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo.
No interrumpir mientras nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos en lugar de intentar sentir lo que el otro siente. · Habilidad de descubrir, reconocer y recompensar las cualidades y logros de los demás. Esto va a contribuir, no solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también, nuestra preocupación e interés por ellos.
¿Cómo expresar la empatía? Hay varias formas de expresar empatía. Una de ellas es hacer preguntas abiertas. Preguntas que ayudan a continuar la conversación y le hacen ver a la otra persona que estamos interesados por lo que nos está contando.
Es importante, también, intentar avanzar lentamente en el diálogo , de esta forma estamos ayudando a la otra persona a que tome perspectiva de lo que le ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y nos da tiempo de asimilar y reflexionar sobre el tema.
Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos esperar a tener información suficiente, cerciorarnos de que la otra persona nos ha contado todo lo que quería, y de que nosotros hemos escuchado e interpretado correctamente lo esencial de su mensaje.
En ocasiones, los otros no necesitan nuestra opinión y consejo, sino, saber que los estamos entendiendo y sintiendo lo que ellos nos quieren transmitir. Cuando tengamos que dar nuestra opinión sobre lo que nos están contando es muy importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.
Para esto es muy importante ser respetuoso con los sentimientos y pensamientos de la otra persona y aceptar abiertamente lo que nos está contando. Es aconsejable tener una buena predisposición para aceptar las diferencias que tenemos con los demás, ser tolerantes y tener paciencia con los que nos rodean y con nosotros mismos.
Aunque ser tolerante no quiere decir que tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.
¿Cómo ayudamos a los niños a desarrollar su empatía?
Beneficios de la empatía en la educación – Ser empáticos con los niños, tiene importantes beneficios:
- Nos permite alejarnos de nuestro punto de vista y ponernos en el punto de vista del niño. No se trata de darle la razón, pero sí de lograr una verdadera comprensión que nos permita guiarle de un modo más cercano, y afectivo.
- El niño que se percibe atendido y entendido , crece con un estilo de apego seguro.
- Su autoestima y confianza se ven enriquecidas , ya que se percibe entendido y no juzgado, criticado o censurado.
- Si somos empáticos con los niños, ellos también se entenderán mejor a sí mismos.
- L os niños aprenden más de lo que ven que de lo que les decimos , así que si somos empáticos, estaremos ayudando a los niños a desarrollar su empatía.
- Cuando educamos desde la empatía conseguimos desarrollar sus habilidades sociales.