El propio presidente lo expresó así: ‘La educación socialista com- bate el fanatismo, capacita a los niños para una mejor concepción de sus deberes para con la colectividad y los prepara para la lucha social en la que habrán de participar’.
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Contents
- 1 ¿Cómo es un maestro socialista?
- 2 ¿Qué ventajas y desventajas tiene el socialismo?
- 3 ¿Cómo se aplica el socialismo en la actualidad?
- 4 ¿Cuál es el rol del docente en el modelo social?
- 5 ¿Qué hace un pedagogo social?
- 6 ¿Qué es el enfoque socialista?
Los principios de la reforma educativa socialista: imposición, consenso y negociación –
Autores: Susana Quintanilla Localización: Revista mexicana de investigación educativa, ISSN-e 1405-6666, Vol.1, Nº.1, 1996 Idioma: español Enlaces
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Resumen
El propósito de este ensayo es contribuir, desde la perspectiva historiográfica, a la discusión actual de cómo se definen y aplican las reformas educativas y el tipo de respuestas que pueden suscitar. En él se presente un balance de la producción académica reciente sobre los contendidos y la puesta en práctica de la educación socialista durante el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas (1934-1940). La mayor parte de los datos expuestos y de las tesis sugeridas provienen de los estudios realizados bajo la conducción de Mary Kay Vaughan por el Seminario de Historia Regional de la Educación en México del Departamento de Investigaciones Educativas del cinvestav-ipn.
– Mijaíl Bakunin, ideólogo político, defensor de la independencia individual y colectiva. Poco después aparece la teoría comunista marxista que desde una teoría crítica del comunismo, desarrolla una propuesta política: el « socialismo científico ». Karl Marx postula en una de sus obras la diferenciación entre «valor de mercado» y «valor de cambio» de una mercancía y la definición de plusvalía, siendo estas sus mayores contribuciones a la economía política ; no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento económico, argumentando que la teoría expuesta por Marx no contempla la interacción total de la ciencia económica y se ve parcializada por el comunismo,
- Entre los socialistas hubo una muy pronta división entre marxistas y anarquistas los cuales eran la esencia más cercana a la ideología marxista.
- El marxismo como teoría recibió muchas críticas, algunas de ellas constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría de partidos socialistas.
Más tarde, a raíz de la Revolución rusa y de la interpretación que le dio Lenin, el leninismo se convertiría en foco de admiración de los partidos comunistas, agrupados bajo la III Internacional, La teoría marxista se construye conjuntamente con el anarquismo.
El anarquismo se podría inscribir dentro de los conceptos tempranos del socialismo, que como ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas libre e independientemente; la abolición del Estado y de toda autoridad; exaltando al individuo, Poco después de que Mijaíl Bakunin y sus seguidores se unieran en 1868, la Primera Internacional se polarizó en campos encabezados por Marx y Bakunin.
Las diferencias más claras entre los grupos surgieron sobre sus estrategias propuestas para lograr sus visiones. La Primera Internacional se convirtió en el primer foro internacional importante para la promulgación de ideas socialistas. «Que la libertad sin el socialismo es el privilegio, la injusticia; y que el socialismo sin la libertad es la esclavitud y la brutalidad».
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Los maestros socialistas – En El Nacional (7 de junio de 1935) apareció publicado el “Programa de estudios y de acción de la escuela socialista”, implantado desde el gobierno federal para toda la República. En este programa se pueden conocer los derechos y los deberes de los niños de entonces, las modalidades distintas que iba a tener la educación en México, especialmente la educación elemental, según las circunstancias físicas, geográficas, económicas, étnicas en las que estuviera la escuela y la comunidad toda, pues no era lo mismo una zona rural que una urbana o una indígena.
La educación debía ser distinta de acuerdo con los diferentes medios sociales existentes en el país, pero seguir los mismos fines: preparar para la producción material y la defensa de los derechos ciudadanos. En el Programa, se enuncian algunos derechos de los niños: El niño tiene derecho a ser un agente de su propia educación y a sentir el placer de la investigación y el descubrimiento de la verdad, por lo cual se de- b e d e j a r q u e c o l a b o re é l m i s m o e n l a f o r m a c i ó n de su propia cultura, guiándole y ayudándole en ello El niño tiene derecho a que se le respete su men- talidad no imponiéndole ideas fanáticas, prejuicios o conceptos de la vida que dificulten o impidan la sana formación de su conciencia Tiene derecho a contar con maestros revolucionarios, de vocación, de carácter, ilustrados, que no tomen su cargo como simple medio de vida y que crean firmemente en los ideales socialistas por alcanzar (El Nacional, 7 de junio de 1935).
Con relación a los deberes de los niños, tenían la obligación de respetar y ayudar a sus padres y maestros, en quienes se tenía confianza por ser importantes medios de cambio. El Programa dice: Los maestros de escuela han sido, a través de nuestra Historia, fieles aliados y activos sostenedores de las ideas revolucionarias; actitud que se explica porque en el ejercicio de su profesión, seguramente han visto de cerca las consecuencias de un sistema social injusto, y han descubierto las manifestaciones perjudiciales de un régimen basado en desigualdades arbitrarias.
Se dijo entonces que los maestros de la nueva escuela socialista tendrían el apoyo total y am- plio del gobierno federal, de los estatales y de los municipales, que serían respetables y respe- tados por las comunidades en las que se encontraran trabajando, siempre y cuando ellos cumplieran con sus labores y se ganaran el respeto de todos los implicados en esta reforma educativa.
En el Programa se les recomendó a los maestros: “Jamás usar de asperezas, de coacciones ni de otros medios de represión, que no sea la amon e s t a c i ó n c a r i ñ o s a, m a n t e n i e n d o c o n v e n i e n t e disciplina derivada del trabajo y de la responsabilidad”.
La misión de los maestros socialistas no se concretaría a la escuela, sus tareas comprendían más allá de ella, y abarcaban incluso la comunidad en la que se hallaba enclavada. “Su misión en el orden social exige su colaboración para el cumplimiento integral del programa de la Revolución” (Cárdenas, 1978a: 172).
Así se dirigió el presidente a los maestros en Uruapan, Michoacán, el 2 de agosto de 1935; los maestros socialistas serían líderes sociales del cambio. Son muchos los programas, mensajes y discursos de Lázaro Cárdenas en los que habla del maestro socialista modelo: El educador de nuestro tiempo debe servir de ejemplo emulativo a sus discípulos por su capacidad, amor a su profesión y su personalidad moral, debe hacerse obedecer por el afecto que inculca, no por el castigo que atemoriza; convencer demostrando con la verdad de su enseñanza, mas no por el aprendizaje memorista o la fe en el dogma que impone; buscará la cooperación entusiasta de sus alumnos, no la ciega subordinación a su autoridad burocrática; los estimulará por el placer que logre inculcarles en su trabajo, de ninguna manera por una disimulada obediencia pasiva en estudios forzados (1934: 8).
Cárdenas pedía ya no más maestros de saber enciclopédico, acostumbrados a la vida sedentaria y que trabajaban cómodamente en las ciudades, enseñaban en un limpio e iluminado salón y a través de apuntes y pizarrones, no en el surco ni en el taller, que era donde hacían más falta, ayudando a formar generaciones capaces para luchar por una vida honrada y productiva.
Para él, la verdadera escuela socialista, y por ende los verdaderos maestros socialistas, debían promover y lograr una educación integral en sus alumnos, desechar la tendencia individualista y competitiva de la vieja escuela, que sólo adiestraba la inteligencia y la memoria, y lograr el desarrollo armónico del pensar, el querer, el hacer y el sentir de los alumnos.
Los profesores estaban organizados en agrupaciones locales y nacionales. Durante el cardenismo, los docentes formaron diversas asociaciones: el Frente Único Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (FUNTE), 1935; la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (CNTE), 1935; la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza (FMTE), 1937.
Finalmente, el magisterio se unió en una gran organización sindical: Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana (STERM), 1938, y adoptó como tareas –al menos así se dijo en los discursos–, ser un ejército cuyas armas serían la ciencia y el trabajo; luchar contra la ignorancia, la superstición y la desigualdad social; formar mentalidades libres de dogmas y prejuicios irracionales; constituir un profesorado constructor de una patria para todos, orgulloso de su labor social; acorde todo esto con la nueva escuela soc i a l i s t a, Primera Convención Técnica del STERM, Taller de la Gráfica Popular, México, 1940 El STERM desarrollaba diversas actividades para capacitar ideológica y pedagógicamente a sus miembros. Entre estas actividades estaban las conferencias que unos mentores daban a otros menos capacitados, por ejemplo sobre la historia de México y, de manera especial, sobre la historia de la educación en México.
- Las exposiciones giraban alrededor de la lucha de clases como motor de la historia, y la necesidad de terminar con la explotación capitalista.
- Como resulta obvio, estas declaraciones y otras más hicieron temer un cambio en el rumbo de la historia del país, y que la reforma educativa se convirtiera, contrario a sus propósitos originales, en un medio de lucha y confrontación entre los diversos sectores sociales, incluso desde el interior del magisterio mismo: los que se veían favorecidos por la reforma y los que se veían amenazados en sus intereses económicos e ideológicos; lo mismo sucedió entre el profesorado, dividido a favor y en contra de la reforma educativa de 1934.
En algunas revistas de la época, aparecen artículos donde miembros de las llamadas “clases medias” –empleados de distintos tipos, especialmente burócratas, además de algunos maestros e intelectuales de entonces– le reclaman a Cárdenas y a su gobierno hablar sólo de dos clases sociales, burguesía y proletariado, como únicos integrantes de la sociedad mexicana, mientras que ellos, que eran miembros de las llamadas clases medias, ¿qué lugar ocupaban en este proyecto social? Carlos Franco Sodi, uno de los maestros designados por el Instituto de Orientación Socialis- ta, organismo gubernamental destinado a capa- citar a los nuevos maestros socialistas, contestó que la llamada clase media o clases medias eran un mito, y que sólo había dos clases: asalariados = proletariado, y dueños del capital y de los medios de producción = burguesía, nada más (1935: 12).
Luego, los mexicanos, todos, debían ubicarse en una de esas dos clases sociales y desempeñar el papel que la historia les había delegado. A los maestros les recordaba que, por ser asalariados, debían estar al lado del proletariado y no hablar de clases medias inexistentes. Otro ideólogo de entonces, tal vez menos conocido que los que aquí se mencionan, Agustín Rodríguez Ochoa, contestaba a quienes preguntaban por las clases medias: “Sólo hay dos clases sociales: la que domina los medios de producción y los dominados.
Las demás capas sociales amenazan con desaparecer continuamente absorbidas por las dos clases fundamentales” (1936: 145). En los comunicados oficiales dirigidos a los profesores socialistas, se les pedía que fueran creativos, en particular en el manejo de nuevos métodos; más importante que qué enseñar, era cómo enseñar, y más todavía para qué enseñar conforme con un proyecto social dominante.
- Se les pedía se apoyaran en la ciencia y la razón.
- El profesor Rafael Ramírez, importante ideólogo de entonces, especialmente en el campo de los docentes, así se dirigía a ellos: “Los maestros de la nueva escuela de México deben tener elevadas a su máximo la capacidad de renovarse día tras día para que no se llenen de polvo ni se a p o l i l l e n c o m o l e s p a s a a l a s c o s a s q u e p e r m a necen estáticas y quietas” (1935: 15).
Los maestros socialistas debían ser innovadores y estar abiertos al cambio. Los reclamos de formar nuevos maestros socialistas venían a veces de los mismos mentores, específicamente de algunos reconocidos ya por su experiencia y manejo de la pedagogía, la didáctica, el conocimiento de las disciplinas y la nueva escuela socialista.
- El profesor Juan B.
- Salazar, jefe del Departamento de Enseñanza Secundaria, en las conferencias que dio a los profesores del entonces Distrito Federal, habló también de los nuevos maestros socialistas: cuya conciencia socialista se ha formado, no en los libros, sino en el gran libro de la observación diaria de la miseria social de millones de ni ños adolescentes que pueblan las aulas, y que encontrarán en las escuelas los instrumentos y las armas para llevar a cabo su propia liberación material y espiritual (1935: 7).
Se necesitaban maestros revolucionarios form a d o s e n y p o r l a v i d a, y a f a v o r d e l o s m á s necesitados y menos favorecidos por la sociedad, sin poner en riesgo la paz social, necesaria para el desarrollo del país. Luis Sánchez Pontón (1935), otro miembro del Instituto de Orientación Socialista, insistía en la unidad que debía existir entre los intereses individuales y los intereses sociales; los maestros socialistas debían encontrar “el punto de unión” de estos intereses, de tal manera que procuraran que el desarrollo individual provocara el desarrollo social.
A los profesores socialistas se les exigía estudiar a fondo la reforma educativa, y no dejarse confundir por sus opositores, ya que debían ser los primeros convencidos de ella: Sin convicción profunda del ideal socialista, jamás podrá analizar la situación de las clases trabajadoras, con intención de mejorarlas; sin criterio, los métodos son un fracaso en todos los aspectos de la vida; sin convicción, qué importa el más hermoso y perfecto de los programas que pudieran delinearse (Palacios, 1935: 6).
El éxito de la reforma era en gran medida responsabilidad de los profesores. Sin embargo, previendo los peligros que los maestros podían correr en su trabajo, José Muñoz Cota les recomendaba prudencia: “No es el ataque, no es el grito, no es el insulto, la amenaza, la blasfemia, es el razonamiento: descubrir cómo todas esas ri- q u e z a s p u e d e n s e r b e n e f i c i o s a s p a r a n u e s t ro pueblo y abrirle así a nuestro pueblo el camino de la liberación” (1935: 11). vamonosalbable.blogspot.mx Visita de Lázaro Cárdenas a una escuela primaria en donde se había implantado ya la educación socialista Así como sólo había dos clases sociales opuestas entre sí, pero formando parte de una misma sociedad y por ello comprometidas con el logro de un mismo proyecto nacional, también se dijo entonces que sólo había dos clases de profesores: los revolucionarios y los otros, los que permanecían ocultos en las escuelas, oponiéndose “desde abajo” a la reforma, calificados por eso como “enemigos de la revolución social”.
Seguramente fue difícil y arriesgado para los maestros ser considerados como los otros y poder mantener sus trabajos; por eso, tal vez, los no convencidos por los beneficios prometidos con la educación socialista se declaraban también socialistas, revolucionarios y defensores de la reforma educativa, todo para no perder sus puestos en las escuelas.
El mismo secretario García Téllez advertía a los maestros de los peligros que entonces acechaban a la sociedad mexicana, y se refería al papel que ellos debían tener para defenderse y defender a sus comunidades de tales peligros. El secretario advertía a los maestros socialistas: Sobre todo tened presente que la crisis fundamental estriba en la bancarrota de la moralidad; y la s u p e r s t i c i ó n d e l f a n a t i s m o s e h a s u s t i t u i d o p o r la idolatría del oro y en el arrecife de la concupiscencia han naufragado incontables capitanes de la Revolución; los tesoros del subsuelo se han convertido en mito para el pueblo (García 1969, 34).
A la pregunta de qué rumbos iba a seguir la educación en México, en manos de los maestros y las escuelas socialistas, el secretario de Educación contestaba: En consecuencia, la primera labor de divulgación de la doctrina que sustenta la reforma puede sintetizarse en los siguientes conceptos: conocimiento claro y preciso de la realidad económica e histórica del proletariado; vinculación de la escuela al proceso de la producción nacional, con miras a la construcción de una sociedad igualitaria; capacitación para el trabajo dentro de la práctica del cooperativismo, adaptada a condiciones regionales; reforma de los libros de texto, principalmente de enseñanzas relacionadas a las luchas que el proletariado ha sostenido con las clases explotadoras y supresión de los libros tendenciosamente escritos por organizaciones de carácter confesional; cultivo de la emoción estética y del vigor físico de la juventud y de los adultos, dentro de un sentido de solidaridad y acción combativa que deben encauzar a las masas para desterrar la supervivencia de la idolatría y de los perjuicios individualistas que cimientan el régimen capitalista.
En esta forma la escuela será el taller de una nueva y más justa vida social (El Nacional, 8 de enero de 1935). Sobre esto reflexiona García Téllez en la década de los treinta del siglo pasado, cuando todavía la Revolución de 1910, escrita con mayúscula, seguía viva en el imaginario social me- xicano como un proyecto nacional en vías de ser cumplido cabalmente, en especial por el gobierno encabezado por Cárdenas.
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Ventajas del socialismo Los medios de producción son de propiedad pública, por lo que sus beneficios, en teoría, se revierten a la sociedad. Se elimina el privilegio del bienestar individual, primando el interés general y el bienestar colectivo. Está muy centrado en conceptos como la desigualdad.
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Críticas –
- El Socialismo del siglo XXI de Guillermo Rodríguez
- Crítica Al Socialismo del siglo XXI de Heinz Dietereich Steffan
- América Latina: Una agenda de libertad, documento de crítica ideológica al socialismo del siglo XXI
- Socialistas del siglo XXI, Neocons Andinos de Aparicio Caicedo Castillo.
- El Socialismo del siglo XXI : Teoría antimarxista pequeño burguesa, artículo del PCC-ML en la Revista Unidad y Lucha de la CIPOML
- Del “Socialismo del siglo XXI ” al premarxismo del siglo XIX de Santiago Baranga
- Sobre el carácter acientífico y antimarxista del “socialismo del siglo XXI “, artículo de Santiago Baranga por el PCE (m-l) en la Revista Unidad y Lucha de la CIPOML
El profesor es un mediador entre la estructura conceptual de la disciplina, propia de su saber, y las estructuras cognitivas de sus estudiantes, por lo cual, debe ser un facilitador del aprendizaje de sus alumnos y por lo tanto, una de sus funciones debe ser la de seleccionar los contenidos culturales más
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El modelo social cognitivo desarrolla habilidades e intereses en los alumnos en función del contexto social y cultural, centrándose en la realidad, la teoría y la praxis, promueve un trabajo productivo, contextualizado en problemas, promueve el rol entre docente y alumno de forma horizontal y bidireccional (Flórez,
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La pedagogía social es una disciplina que puede ayudarnos a pensar y situar cultural y socialmente ese lugar paradojal, y aproximar una tentativa de respuesta a la compleja relación entre educación y el campo de la salud mental ‘, expresó.
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Modo de producción – mientras que la lucha de los distintos jefes socialistas entre sí pone de manifiesto que cada uno de los llamados sistemas se aferra pretenciosamente a uno de los puntos de transición de la transformación social, contraponiéndolo a los otros, el proletariado va agrupándose más en torno al socialismo revolucionario, en torno al comunismo, que la misma burguesía ha bautizado con el nombre de Blanqui,
Este socialismo es la declaración de la revolución permanente, de la dictadura de clase del proletariado como punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales.
El socialismo es un sistema de producción post-mercantil, lo que significa que la producción se orienta al valor de uso (para satisfacer directamente las necesidades humanas, o las demandas económicas) en lugar de producir exclusivamente para generar un beneficio (para maximizar el valor de cambio ).
- La etapa en que la acumulación era viable y eficaz se vuelve insuficiente en la etapa socialista de desarrollo económico y social, llevando a la situación donde la producción se lleva a cabo independientemente de la acumulación de capital de una manera supuestamente planificada,
- Sin embargo, ha habido otros conceptos de planificación económica, incluida la planificación descentralizada y participativa.
Uno de los principales manuscritos de Marx es una obra póstuma llamada Grundrisse, publicada en 1953. En esta obra, se explora el pensamiento de Marx sobre la producción, el consumo, la distribución, el impacto social del capitalismo, El comunismo se considera un modelo vivo para los humanos después del capitalismo.
- El énfasis está en la distribución justa de bienes, la igualdad y el entorno óptimo para que los humanos vivan y se desarrollen a sus mejores capacidades (arte, política y filosofía, entre otros) para alcanzar la felicidad y satisfacer necesidades intrínsecas.
- El objetivo de Marx era diseñar un sistema social que eliminara las diferencias de clases entre el proletariado y la burguesía,
Al hacerlo, desaparecen las tensiones y las diferencias de poder que obligan a los trabajadores a trabajar en malas condiciones por salarios bajos. Según Marx, el capitalismo es un sistema garantizado para colapsar porque las grandes empresas comprarían pequeñas empresas, lo que lleva al monopolio,
En tal escenario, un número muy pequeño de personas controla la mayor parte del dinero y el poder. La pobreza para las masas prevalecería. No se dispondría de capital significativo para comprar productos del sistema de producción capitalista. Marx postuló que si a los trabajadores se les paga lo suficiente como para que todavía puedan comprar productos en un mercado capitalista, se convertirán en contribuyentes esenciales para asegurar la dominación del capitalismo en todo el mundo,
El capitalismo, que se basa en las fuerzas de mercado coercitivas para obligar a los capitalistas a producir valores de uso como un subproducto de la búsqueda del beneficio, la producción socialista se basa en la planificación racional de los valores de uso y decisiones coordinadas de inversión para alcanzar los objetivos económicos.
Según esta teoría, gracias a esta planificación, las fluctuaciones cíclicas, que según la teoría marxista son inherentes a la economía de mercado capitalista, no estarán presente en una economía socialista. El valor de un bien en el socialismo es su utilidad física en lugar de su trabajo incorporado, costo de producción y valor de cambio como en un sistema capitalista.
El socialismo hace uso de sistemas basados en incentivos, por lo que la desigualdad seguiría existiendo, pero cada vez menos. De esta forma, la desigualdad también se reduce y el capital y el poder se distribuyen más ampliamente.
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