Que Es La Educacion Ambiental Para La Sustentabilidad Yahoo?

Que Es La Educacion Ambiental Para La Sustentabilidad Yahoo
¿Educación para la sostenibilidad o educación ambiental? Esa es la cuestión – Educación para la sostenibilidad es un término que quizá a muchas personas suene un tanto ajeno. ¿Por qué hablar de Educación para la sostenibilidad y no de educación ambiental ? ¿Cuál es la diferencia? Aquí te damos 5 razones por las cuales la Educación para la sostenibilidad da un paso más allá de la educación ambiental,

Sistémica. La Educación para la sostenibilidad considera la importancia de saberes y conocimientos en materia ambiental y social. Así, tiende las relaciones de las personas con su entorno. La Educación para la sostenibilidad lleva a cabo procesos de enseñanza-aprendizaje con una intención que trasciende la transferencia de conocimientos. Por esta razón, la Educación para la sostenibilidad apuesta por sostener comunidades más justas con todos los seres que forman parte de la vida. Incluyente. Partiendo de la visión sistémica, la Educación para la sostenibilidad se construye con y para personas en distintos contextos. Intercultural. La Educación para la sostenibilidad teje procesos de enseñanza-aprendizaje que consideren la correlación de distintas posturas. En este sentido, considera las distintas cosmovisiones que pueden llegar a encontrarse en procesos educativos formales y no formales. Que Es La Educacion Ambiental Para La Sustentabilidad Yahoo Innovadora. La Educación para la sostenibilidad es una innovación educativa pues deja de ver a la naturaleza como algo separado de los seres humanos. De esta manera, la Educación para la sostenibilidad tiene una postura educativa más holística. Crítica. La Educación para la sostenibilidad propone una postura crítica de quienes participan. Estas personas podrán llevar a cabo procesos de aprendizaje autónomos, y desarrollarán un pensamiento crítico de la realidad. Así, las personas serán capaces de dirigir sus procesos en contextos particulares. Al mismo tiempo, estos procesos se podrán replicar con otras personas.

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¿Que se entiende como educación ambiental para la sustentabilidad?

Se trata de un proceso a través del cual buscamos transmitir conocimientos y enseñanzas a la ciudadanía, respecto a la protección de nuestro entorno natural, la importancia fundamental sobre resguardar el medio ambiente, con el fin de generar hábitos y conductas en la población, que le permitan a todas las personas
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¿Cuál es la relación de la educación ambiental con el desarrollo sustentable?

Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) Se ocupa de los problemas ambientales. Trata de una manera integrada la protección del medio ambiente, el uso eficaz de los recursos naturales, el mantenimiento del ecosistema, una sociedad que funcione bien y una economía sólida.
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¿Cómo sería una educación para la sostenibilidad?

La educación para la sostenibilidad promueve un proceso de aprendizaje activo, que pretende ayudar a desarrollar competencias para la acción ; esto es, capacidades para imaginar, investigar, planificar y actuar (WWF-UK, 2006). Se trata de un proceso en espiral, en el que avanzamos a través de sucesivos ciclos.
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¿Qué es la educación ambiental y cuál es su importancia?

Las funciones de la educación ambiental – Un punto clave de la educación ambiental es que expone la relación que existe entre el medio natural y los sistemas sociales. Es más que un proceso educativo, es la base para que futuras generaciones creen un estilo de vida más sensibilizado hacia el medio ambiente, en el cual deben participar los miembros de la sociedad para mejorar la relación entre la humanidad y el medio en el que vive.
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¿Qué es la sostenibilidad ambiental ejemplos?

Sostenibilidad ambiental – La sostenibilidad ambiental es la que se centra en la preservación de la biodiversidad sin renunciar al progreso económico y social, Las bases de la sostenibilidad ambiental son: cuidar el agua, ahorrar energía, reducir residuos, utilizar envases reciclables, limitar o eliminar el uso de plásticos, utilizar transporte sostenible, reutilizar el papel y cuidar la flora y la fauna.

Un gran ejemplo de sostenibilidad ambiental es la ciudad sueca de Estocolmo, que destaca por invertir en infraestructuras sostenibles, tener bajas emisiones y poseer una muy buena calidad del aire con una tasa de contaminación por debajo de la media. De esta forma, ha logrado un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medioambiente.

Otro ejemplo es el Grupo Bimbo, que tiene como objetivo reducir su impacto medioambiental mediante la agricultura regenerativa con cero emisiones de carbono, el uso de energías renovables o la reducción de residuos.
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¿Cuál es el objetivo del desarrollo sustentable?

Durante decenios, las políticas de desarrollo en México no dieron importancia a los costos económicos y sociales del crecimiento demográfico. La desigual distribución territorial de la población, el impacto de las actividades productivas y la urbanización sobre la calidad del aire, el agua y los suelos, ignorando las implicaciones de la degradación y destrucción de los recursos naturales, provocaron el surgimiento de graves crisis ambientales, especialmente en las zonas metropolitanas, así como la degradación de los suelos provocada por la deforestación en las zonas rurales.

Ante el creciente reclamo de la sociedad civil por la aparición de estas crisis, en la década de los setenta se crearon las primeras instituciones para atender los problemas derivados de la contaminación: en 1971 se promulgó la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental; en 1972 se creó la Subsecretaría de Mejoramiento del Ambiente, en el marco de la Secretaría de Salud y Asistencia Pública, y en 1976 se estableció la Dirección General de Ecología Urbana dentro de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas.

Sin embargo, el concepto de desarrollo sustentable como tal comenzó a dársele importancia en México hasta finales de los años ochenta, gracias al trabajo realizado por grupos de investigación que lo impulsaron desde la academia y la postura oficial de cumplir con acuerdos internacionales que proponían su implementación, transitando de esta forma hacia una segunda etapa de creación de nuevas dependencias y leyes para la realización de este proceso orientado a la sustentabilidad a nivel nacional y local.

Aunque el primer antecedente en el país data de 1983, cuando se creó la Subsecretaría de Ecología en el seno de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), con lo cual se asignaron nuevas responsabilidades y se reagruparon funciones vinculadas con el medio ambiente que se encontraban dispersas en distintas dependencias federales, fue en 1988 cuando el proceso mundial agitado por el “Informe Brundtland” abre el tránsito hacia la sustentabilidad y de manera particular hace eco en México con la promulgación de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA).

En 1992, la SEDUE se transformó en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) para propiciar un marco institucional más articulado entre las políticas sociales y ambientales. Poco tiempo después la Subsecretaría de Ecología separó sus funciones de normatividad y las de inspección y verificación, dando origen al Instituto Nacional de Ecología (INE) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).

  • En el mismo año también se creó la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
  • En 1994, México da un gran salto institucional con la creación de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), lo que fortaleció la gestión gubernamental considerando la conservación ecológica y el uso sustentable de los recursos.

En el 2000, la SEMARNAP pasó a ser la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el ámbito de responsabilidad de la pesca fue absorbido por el sector agropecuario. Y a partir de ese momento se han producido diversos cambios en la ingeniería institucional del sector gubernamental asociado a la gestión ambiental, los cuales buscan responder mejor a las complejas tareas que supone esta actividad.

La Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección del Medio Ambiente (1988, reformas en 2015) Ley General de Vida Silvestre (2000, reformas en 2018) Ley de Aguas Nacionales (1992, reformas en 2016) Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (2007, reformas en 2018) Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (2003, reformas en 2018) Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (2005) Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (2013, reformas en 2018) Ley de Desarrollo Rural Sustentable (2001, reformas en 2018)

Además del fortalecimiento que se le ha dado al marco institucional con la creación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en el año 2000 y la Comisión Nacional Forestal en el 2001. Sin embargo, para establecer la prioridad del desarrollo sustentable se requieren cambios institucionales en diferentes planos que permitan operar y concretar con eficiencia las decisiones de política integradas que vayan más allá de las jurisdicciones secretariales, es decir, estos cambios deben implicar a todos los sectores y a los tres órdenes de gobierno.

Lo anterior debido a que el modus operandi de las estructuras estatales tradicionales para la formulación de políticas públicas sigue predominando y resulta inadecuado para inducir el tránsito al desarrollo sustentable, ya que reproduce una dinámica institucional que no favorece la información al público, la transparencia de la gestión y la rendición de cuentas, así como la participación efectiva de los agentes interesados y la definición de metas viables calendarizadas sujetas a escrutinio y el cumplimiento de la normativa y de las políticas.

En México, la degradación ambiental y del agotamiento de los recursos naturales ha sido creciente. El Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha estimado a través del Sistema de Cuentas Económicas y Ecológicas de México (SCEEM) que los impactos negativos mediante la determinación de los costos totales por agotamiento y degradación ambiental, en 2016 fue equivalente a 4.6% del Producto Interno Bruto (PIB).

Esta medición se expresa mediante el Producto Interno Bruto Ecológico (PIBE), un indicador que permite identificar el impacto que tiene en la economía el uso y deterioro de los recursos naturales a causa de las actividades económicas de producción, distribución y consumo. Aunado a ello y de manera sincrónica, los aspectos sociales se han deteriorado notablemente desde la implementación del modelo económico de apertura internacional y la emergencia de la política neoliberal a partir de 1982.

Este deterioro se ha manifestado principalmente en el debilitamiento del empleo formal y del poder adquisitivo de los salarios, en la pérdida de calidad de los servicios de atención a la salud y la educación, así como en el aumento en el costo de la vivienda.

Para valorar esta problemática, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) creó el índice de marginación que da cuenta del estado que guardan las condiciones sociales estatales y municipales. En el año 2005 el porcentaje de población urbana con índice de marginación muy alto fue de 5.1% y con índice de marginación alto de 15.8%, mientras que para el año 2010, el porcentaje pasó a 4.6% en el nivel de marginación muy alto y a 20.1% en el nivel alto; dando esto muestra de lo señalado anteriormente sobre el cada vez mayor deterioro de las condiciones económicas y sociales de la población.

Continuando con lo anterior, en el 2005 la proporción de población urbana con marginación de nivel medio fue de 24.8%, de nivel bajo fue de 33.5% y de nivel muy bajo de 20.9%; mientras que en el 2010 los porcentajes fueron de 35.6%, 20.4% y 19.3%, respectivamente.

Asimismo, dentro de los desafíos para transitar a la sustentabilidad, es importante destacar el complicado proceso de transición a la democracia, que tiene un momento de inflexión en el movimiento estudiantil de 1968, del cual se deriva un proceso social que busca establecer un sistema electoral representativo de las diferentes fuerzas políticas del país.

La creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 1990, el establecimiento del Instituto Federal de Acceso a la Información en el 2003; la reforma constitucional en materia política-electoral, publicada el 10 de febrero de 2014 rediseñó el régimen electoral mexicano y transformó el Instituto Federal Electoral (IFE) en una autoridad de carácter nacional: el Instituto Nacional Electoral (INE), a fin de homologar los estándares con los que se organizan los procesos electorales federales y locales para garantizar altos niveles de calidad en nuestra democracia electoral.

Y la Procuraduría General de la República (PGR), en aras de reafirmar en los ámbitos nacional e internacional, la convicción del gobierno de la República para combatir la corrupción abatiendo toda práctica de impunidad, el 12 de marzo de 2014 publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo A/011/14 por el que se crea la Fiscalía Especializada en materia de Delitos relacionados con Hechos de Corrupción, que tiene por objeto la investigación y persecución de los delitos relacionados con hechos de corrupción, con excepción de los cometidos por servidores públicos de la PGR.

Los cuales forman parte de los cambios necesarios para la vida democrática. El Desarrollo Sustentable y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano que tuvo lugar en Estocolmo Suecia en 1972 fue la primera vez que participaron representantes de diversos países de todo mundo para analizar y discutir la problemática ambiental a nivel global, dando como resultado entre otros, la creación de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo que fue la encargada de redactar, en la década de los años ochenta del siglo pasado, el famoso “Informe Brundtland” de 1987, que dio origen al concepto de desarrollo sustentable: “El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

(CMMAD, 1987:24). Este concepto tuvo diversos antecedentes como la amenaza de la destrucción ecológica, la extinción de especies, el aumento de la contaminación, el cambio climático y los daños a la capa de ozono, claras evidencias que mostraban que el modelo de desarrollo distaba de ser el adecuado, por lo que el concepto de desarrollo sustentable, surgió como una alternativa para mejorar el sentido equitativo y justo del desarrollo, sin provocar el deterioro del medio ambiente.

De tal forma que el desarrollo sustentable plantea la satisfacción continua de las necesidades presentes y futuras, alcanzar un equilibrio e interacción entre los aspectos, social, económico y ambiental que permita una distribución igualitaria de recursos y el acceso de oportunidades para las comunidades más vulnerables.

Este equilibrio conlleva a un crecimiento económico con estrategias productivas que apoyen el progreso social y respeten el medio ambiente, lo cual exige la adopción de políticas locales y globales orientadas hacia la sustentabilidad, así como la participación activa de la comunidad, organizaciones sociales, instituciones educativas, económicas y políticas en los procesos de diálogo y toma de decisiones respecto al presente y futuro de las comunidades locales, regionales y nacionales.

Además implica un cambio en la educación, nuevas formas de pensar y actuar y la aplicación de nuevos modelos con una visión holística, que promuevan el cuidado del medio ambiente, el bienestar social y una mejor calidad de vida de las personas. A partir del surgimiento del concepto del desarrollo sustentable, se han puesto en marcha distintas iniciativas que permitan lograr el objetivo de reorientar el actual modelo de desarrollo dentro de las cuales destacan por su importancia: Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas, que surgieron como resultado de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas celebrada en septiembre del año 2000 en Nueva York.

Un total de ocho objetivos de desarrollo internacional que 192 miembros de las Naciones Unidas y una serie de organizaciones internacionales acordaron alcanzar para el año 2015 con el fin de reducir la pobreza extrema, reducir las tasas de mortalidad infantil, luchar contra epidemias de enfermedades, como el VIH/SIDA, y fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

Al concluir el período de vigencia de los ODM, en septiembre de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable, después de un amplio proceso participativo, en el que formaron parte representantes de estado miembros de las Naciones Unidas, sociedad civil, sector privado y la academia. Que Es La Educacion Ambiental Para La Sustentabilidad Yahoo La Agenda 2030 comprende 17 Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS) estructurados en 169 metas, la descripción de los ODS tiene como eje central a las personas, el planeta, la prosperidad, la participación colectiva y la paz con el propósito de poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad, la injusticia, y garantizar la protección del medio ambiente y sus recursos naturales.

La Agenda 2030 es universal y transformadora un plan de acción ambicioso para redirigir al mundo hacía un futuro sostenible, retoma los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) y es una oportunidad para desarrollar nuevos procedimientos e intensificar esfuerzos que logren incidir en el cumplimiento de las metas y aspiraciones planteadas por la comunidad internacional.

El cumplimiento de los ODS requiere el fortalecimiento de vínculos y el involucramiento de los diversos actores: sociedad civil, gobiernos, sector privado, y sector educativo para generar y la formular políticas públicas, y estrategias que permitan actuar con urgencia en la implementación de la Agenda 2030 y el logro de los ODS.
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¿Cómo se relaciona la sustentabilidad y la sustentabilidad ambiental?

No obstante, la principal diferencia entre la sustentabilidad y la sostenibilidad es que la primera se centra en estos recursos y su uso racional, mientras que la segunda tiene en cuenta toda una serie de procesos que buscan un cambio integral: medioambiental, social, económico, político y cultural.
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¿Qué importancia tiene el entorno ambiental en el desarrollo sustentable?

¿Por qué es necesaria la sostenibilidad ambiental? – La preservación de la vida humana y el planeta que habitamos depende de la sostenibilidad ambiental y las estrategias que se deriven de esta para hacer un uso consciente y responsable de los recursos, permitiendo que futuras generaciones tengan acceso a estos.
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¿Qué es el concepto de desarrollo sustentable?

La sostenibilidad es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.
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¿Como debe ser la educación ambiental?

Enseñanza de la educación ambiental en el ámbito mundial Dignora Boada y José Escalona Universidad de Los Andes – Escuela de Educación Mérida – Venezuela [email protected] [email protected] Resumen En la enseñanza de la Educación Ambiental es conspicua la participación de las corrientes sociales de orden naturalista las que desde una perspectiva inicialmente ecológica, hicieron posible la aparición de los primeros programas cargados de un alto contenido científico-biológico dirigidos tradicionalmente a conceptuar la dinámica de los ecosistemas.

La gran unificación llega a finales de los setenta con la adopción de tres modelos básicos de diseño curricular y se hizo posible su modernización a partir de los ochenta con el análisis más fino de los aspectos pedagógicos involucrados en el aprendizaje y que comienzan a definir claramente los criterios de Educación Ambiental escolar y no escolar; en ambos casos, se comenzó a entender que lo importante no era la conceptualización, sino más bien el aprendizaje significativo, configuración de procesos holísticos y la participación en la solución de problemas, todo ello combinado dentro de las tendencias actuales.

Palabras clave: enseñanza, pedagogía, ambiente, currículo, educación y naturaleza Teaching environmental education in a world context Abstract The teaching of environmental education has had a conspicuous participation of the social currents of naturalistic order, which have made possible from an initially ecological perspective the appearance of the first programs made up with a high scientific-biological content directed traditionally to conceptualize the dynamics of the ecosystems.

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The unification arrives at the end of the seventies with the adoption of three basic models of curricular design, being possible its modernization starting from the eighties by the finest analysis in the pedagogic aspects involved in the learning and may clearly define the approaches for school and no school Environmental Education; in both cases it was to understood that the important thing was not the conceptualization, but rather the significant learning, the configuration of holistic processes and the participation in the solution of problems, inside the current tendencies.

Key words: Teaching, pedagogy, environment, curriculum, education and nature Fecha de recepción: 27-02-03 Fecha de aceptación: 27-04-03 La corriente naturalista La inclinación por el estudio ambiental no es, para nada, un proceso de interés sólo en el último siglo.

Su origen puede remontarse muy atrás en el tiempo y las pruebas bibliográficas de esto son variadas y hasta abundantes, pese a ello, en las próximas líneas nos ocuparemos particularmente de las contribuciones vividas en la segunda mitad de la última centuria. Resulta interesante que ya para 1794 el gran maestro Simón Rodríguez en su memoria titulada “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas” expone su preocupación por una educación más cercana al medio natural, contextualizada en la realidad cercana de las artes manuales, la cultura, la producción y la igualdad social.

Así, él educó a sus alumnos, para que sintieran la libertad del ambiente y las luces de las nuevas repúblicas americanas (Morales y Lovera-De Sola, 2001). En esta corriente de pensamiento se orienta la pedagogía promovida por el movimiento de la “Escuela Nueva” a finales del siglo XIX, aseverando la necesidad de una educación enmarcada en plena naturaleza como ya había planteado Rodríguez y otros pensadores de la época.

Por ello, Ferriére, en 1899, propuso el campo como medio natural para la enseñanza de los niños, señalando claramente que allí podían encontrar la calma y la estimulación necesaria (Ferriére, 1978). En este contexto, la Educación Ambiental es introducida informalmente en las escuelas a través de los manuales dirigidos a los niños de las escuelas religiosas; estos manuales eran textos que exaltaban los méritos de ciertos tipos de conductas humanas hacia el ambiente, resaltando una actitud no agresiva para con los recursos naturales.

La importancia dada a la “ubicación natural” de los centros escolares representaba la posibilidad de una educación con finalidades de corte metodológico-didáctico, pues el ambiente era visto como una fuente axiológica-formativa en el caso de los movimientos ecologista, o como elemento de valor didáctico -sobre la base de salidas de campo e itinerarios naturales- en el caso del movimiento pedagógico (Sureda y Colom, 1989).

De ese modo, en los países del mundo comienza a bullir la necesidad de incorporar contenidos ambientales en los manuales de estudio, mientras en nuestro país, siempre pionero en materia ambiental, ese proceso se hace muy prolífico hacia la tercera década del siglo XX con el nacimiento de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, a cuyo seno se suman múltiples iniciativas que proponen el estudio de las manifestaciones naturales, la enseñanza de las ciencias y el uso acentuado de la naturaleza venezolana como eje formador del saber nacional (Benet, 1929).

En la misma época, Andrés Eloy Blanco expone que la actividad directa en la naturaleza es un vehículo esencial para el crecimiento del espíritu infantil y augura que la tendencia de la “Escuela Activa” sólo puede ser prolífica si se rompe con el ámbito de la sala de clase, dando el paso hacia los alrededores, hacia la comunidad con sus lazos naturales (Blanco, 1938).

Por esto, la consideración de la naturaleza como tema fundamental de estudio se planteó en términos de experiencias no opuestas a las asignaturas establecidas en los programas, era claro que debía responder a una comunidad de intereses y mediada por la experiencia del educando en el entorno natural, hecho recogido brillantemente en algunos documentos y reflejado en la ley de educación venezolana de aquella época (Morantes, 1940).

Como vemos, la pedagogía, desde antaño, ha valorado, analizado y se ha interesado por la naturaleza, al considerarla ambiente educativo por excelencia. Su asiento filosófico se ha ubicado en la tradición y en la razón histórica-cultural del pensamiento crítico que valora el ambiente natural como elemento indispensable para llevar a cabo los programas educativos, propios de una sociedad afirmada en principios éticos, sociales y productivos igualitarios, ahora recogidos en ese proceso llamado Desarrollo Sustentable.

Vivimos una revitalización naturalista de la pedagogía, distinguida no sólo por valorar la educación en la naturaleza, sino también por lograr una educación a favor de ella (Sureda y Colom, 1989). Quizás por ello, el hablar de pedagogía ambiental o de valoraciones pedagógicas que se realizaron del ambiente, necesariamente propicia el surgimiento de experiencias educativas de corte natural que van más allá de la historia, que se pierden en los túneles de las palabras que jamás se han dicho, en las descripciones no elaboradas, en fin, en el rastro de una especie que surgió del ambiente y que sigue profundamente inmersa en él, la especie humana.

Los primeros programas Ya hemos dicho que la introducción de la enseñaza ambiental tiene un nacimiento plural en el mundo. Los intentos por incluir contenidos ambientales en los sistemas educativos han sido diversos, por lo menos, en los últimos doscientos años.

En Venezuela, puede considerarse que los pioneros de la enseñanza ambiental son: Simón Rodríguez por su inclinación hacia el trabajo centrado en la experiencia lograda en el campo; Andrés Bello quien construyó nuevas expresiones y actitudes hacia la naturaleza de la cordillera, la llanura y la costa; Francisco Tamayo, que además de ser hombre de ciencia, también estudió el folklore que se movía en torno a la naturaleza y cómo ésta incidía en la vida de nuestros nativos.

Ellos, entre otros, allanaron el camino para que durante la década de los 30 surgiera la propuesta de incluir el componente ambiental en los programas de la escuela primaria de esa época, como tema esencial de estudio, atendiendo a la complejidad de intereses y aptitudes del educando y orientado hacia el logro de una mayor firmeza del conocimiento que debía ampliarse mediante la experiencia personal en la naturaleza (Morantes, 1940).

No obstante, el tiempo corrió lento, y es sólo hacia los años 70 -para muchos, la década dorada de la EA- que se produce un impulso notable con la Conferencia de Estocolmo en 1972 y su reconocimiento de una cooperación internacional imperiosa y necesaria; el nacimiento del “Programa Internacional de Educación Ambiental” en 1975; un congreso, de ese mismo año, dedicado exclusivamente a EA que fue realizado en la desaparecida Yugoslavia teniendo por fruto la famosa “Carta de Belgrado”; y un cuestionario denominado “Evaluación de los Recursos Disponibles para la Educación Ambiental: Necesidades y Prioridades de los Estados Miembros” aportado por la UNESCO en 1975 (Hungerford y Ben, 1992; Glasgow y otros, 1995).

Bajo este ascendiente, y a pesar de la existencia informal de la EA en diferentes lugares del mundo, los pedagogos contemporáneos consideran la emergencia de los primeros programas formalmente sistematizados, que en el principio sostuvieron como propósito preparar una serie de informaciones sólidas y útiles para la acción educativa, teniendo en cuenta las principales carencias y en un momento en que los programas eran insuficientes y de poco alcance, constatándose la persistente ausencia de propuestas integradoras y de programas articulados en torno a lógicas funcionales para la resolución de problemas reales (UNESCO, 1977).

  • Desde allí, los análisis fueron diversos, dando paso a innumerables programas, centrados tanto en la conservación como en la interpretación de la naturaleza.
  • Los programas de EA puestos en marcha en el mundo, desde ese momento, mostraron una gran diversidad en sus objetivos, pero en la mayoría de los casos estos objetivos se correspondían con las metas enunciadas en las recomendaciones de Tbilisi en el año 1977, aunque ciertos programas escolares daban prioridad a los principios ecológicos o a las relaciones entre los conceptos ecológicos y los problemas ambientales, o se ocupaban de los aspectos participativos, como la investigación y la evaluación.

Así, pues, los programas de EA fueron definidos como un conjunto de actividades propuestas a niñas, niños y jóvenes durante su etapa escolar, relacionadas con conocimientos, competencias, actitudes y comportamientos para adoptar un modo de vida armonioso con el entorno (Sureda y Colom, 1989).

  • Esta definición implicó la preparación de documentos utilizados en los sistemas educativos, instrumentos que hasta la fecha no han sido totalmente sistematizados de manera institucional y su aparición es más bien anecdótica, aunque debemos reconocer grandes avances en la última década.
  • Unificación de criterios La tendencia aleatoria en el desarrollo de los programas de EA propició la elaboración y aplicación de políticas curriculares tendientes a la “unificación”.

Tales tendencias en los diseños curriculares debían tomar en cuenta tres tipos de modelos (Sureda y Colom, 1989): El interdisciplinar como una unidad de enseñanza o programa de estudio, un enfoque parcelado en la enseñanza de la EA de mucha aceptación en los inicios de esta forma educativa y aún de mucho uso.

El transdisciplinar como método que evoca conocimientos, estructuras de estudio, guarismos, leyes, principios, etc., de otros campos científicos para ser estudiados en un contenido único, en lo cual coincide con el método “interdisciplinar”, resaltando el hecho de que la EA no puede ser impartida por una sola persona, sino por un grupo de “expertos”; El multidisciplinar como sistema de integración que engloba los dos anteriores, incorporando elementos referidos a la EA en otras disciplinas, es la EA vista como elemento integral en los contenidos de todos los campos del conocimiento y el de mayor aceptación en nuestros días.

Con ello, para que las instituciones pudieran formar individuos competentes en materia de ambiente dentro de los tres enfoques coexistentes era preciso que las clases no sirvieran sólo para adquirir conocimientos, competencias cognitivas o actitudes concretas, sino que era necesario la “transferencia” de lo aprendido (Novo, 1995).

Debía reforzarse así, la teoría de que la EA debía estar integrada a todo los aspectos de la enseñanza escolar, por lo que los enfoques debían permitir que el conocimiento, las actitudes y las competencias internalizadas pudieran fluir a las personas involucradas en el proceso educativo. Pero esto no debía implicar, necesariamente, un fluido unidireccional, es una referencia más bien a un intercambio constante, a un flujo y reflujo de conocimientos.

Aspectos pedagógicos Las teorías conceptuales sustentadas en la pedagogía ambiental son ubicadas en la construcción del conocimiento y su comunicación a partir del sujeto que aprende (Novo, 1995). Según esto, se expresa que los individuos al experimentar una situación nueva, se encuentran fuertemente condicionados por aquellos conocimientos, afectos y valores previamente vivenciados.

En particular, cada individuo tiene su manera de interpretar la realidad a partir de las hipótesis y conocimientos que posee sobre el tema tratado y los valores que se desarrollan en ese proceso de aprendizaje. Así, la pedagogía ambiental suele apoyarse en los preconceptos que tienen los individuos de una comunidad para construir la realidad de su mundo (Giordan y Souchon, 1999).

Es aquí donde el educador ambiental interviene, como facilitador del proceso, para hacer posible que todo los conocimientos previos afloren y sean sometidos a críticas por las propias teorías individuales, trabajando a partir de lo que cada uno sabe y piensa.

  1. Tal desarrollo puede darse bajo dos condiciones: una, estructurada, en la que la nueva información tiene que relacionarse con la ya preestablecida sobre el entorno; y otra, dinámica, conformada por las diversas estrategias didácticas usadas para que la interrelación se produzca.
  2. Es allí donde el educador pone en juego las estrategias necesarias para que las personas implicadas puedan relacionar aquello nuevo que aprenden con lo que ya sabían, bien sea para confirmarlo y ampliarlo o modificarlo y cuestionarlo.

Se plantea, entonces, que enseñar no significa comunicar conocimientos sino facilitar al individuo la edificación de aprendizajes a partir de sus experiencias mediante un proceso de “alfabetización ambiental” (Rico-Vercher, 1991). Es un proceso educativo para el Desarrollo Sustentable que considera aspectos como: promover el desarrollo de habilidades de investigación, espíritu crítico, toma de conciencia sobre la interrelación pasado-presente-futuro, interdependencia de los seres y su ambiente, así como el desequilibrio producido por ciertas acciones humanas.

En definitiva, la formación de una actitud de respeto hacia la vida en el planeta exige evaluar problemas, lograr su comprensión en perspectiva de futuro y orientar las soluciones con el propósito de optar por las más apropiadas para todos, según los principios del Desarrollo Sustentable (Febres, 1995).

En otras palabras, la tendencia pedagógica para el Desarrollo Sustentable debe ser la de promover una cultura de paz, alentar procesos sociales integradores, favorecer el uso de tecnologías no agresivas con el ambiente, apuntalar la justicia social y disminuir sostenidamente la pobreza.

  • Desde el punto de vista de la planificación curricular, este enfoque plantea que los objetivos y contenidos curriculares deberán surgir de situaciones integradoras, referidas a la realidad ambiental bajo una relación sociedad-naturaleza sustentable, por sí misma, en el tiempo.
  • Educación ambiental escolar y no escolar La EA es desarrollada en los ámbitos escolarizados y no-escolarizados.

El primer caso incluye la educación desarrollada en la escuela, regida por un sistema de horarios y programas, con una matriz curricular diseñada para adquirir habilidades y destrezas que sirvan para la funcionalización social, posteriormente evaluada y en el que se otorgarán certificaciones.

Aquí, los niveles del sistema educativo son vistos como una dimensión que cumple con la función de propiciar valores y conductas orientadas al desarrollo de una relación positiva con la naturaleza, posiblemente con tres dificultades esenciales, la formación del profesorado, la falta de continuidad y la permanencia de la no transversalidad en algunos niveles, como en la tercera etapa de la educación básica (Mayora, 2002).

No obstante, cuando se analizan los niveles de educación técnica y superior, se observa que la introducción de la EA se hace como una asignatura caracterizada por tener programas con contenidos teóricos fundamentados en ecología, quizás obviando aspectos sociales (González, 1996).

Este último aspecto, que ha ido perdiendo fuerza en los últimos años, es uno de los indicadores que produce en el estudiantado cierto rechazo hacia la EA, ya que por medio de este enfoque no se busca el desarrollo de aptitudes hacia la comprensión de la interacción sujeto-entorno, sino que apunta a repetir contenidos teóricos (Boada y otros, 2001).

Por otro lado, el ámbito no escolarizado tiene como objetivo la transferencia de información con la finalidad de desarrollar conciencia en la población de cualquier edad, y es llevada a cabo en espacios abiertos y áreas naturales, siendo un proceso estructurado y sistemático aunque no estandarizado, desarrollado fundamentalmente con actividades prácticas y voluntarias; en ella no existe una metodología específica, sino más bien, metodologías con sentido dinámico que abordan la experimentación y la observación con la participación colectiva (Agüero, 1994).

  1. Esta modalidad, constituye un “aula abierta” donde los autores trabajan directamente con el entorno que los rodea, en contacto real con algún problema ambiental para analizarlo y proponer posibles alternativas de solución (Cruces, 1994).
  2. La EA no escolar es considerada una herramienta reformadora, beneficiando a gran parte de la población por su papel participativo que busca influir en la toma de decisiones frente a variados aspectos ambientales.

Con todo, dista de ser un dechado de virtudes y, en algunos casos, su introducción no busca solucionar problemas sentidos por la comunidad, como es el caso de algunos proyectos de reforestación con árboles no autóctonos, o la inclusión de programas agrícolas sustentables sin la debida capacitación técnica de los productores.

Tendencias actuales Los enfoques pedagógicos actuales deben tomar en cuenta los elementos del proceso educativo (planes de estudio, obras y libros de textos, medios didácticos, etc.) para introducir en cada disciplina, asignatura, área o bloque de contenido la dimensión actitudinal indispensable en el camino de reelaborar los programas desarrollados en el sistema educativo (OEI, 1997).

Por ello, la EA no debe ser una materia más que se añade a los programas escolares existentes, sino que debe ser incorporada a los programas destinados a todos los educandos, sea cual fuere su edad (González, 1996). Así, la EA desempeñará el papel de catalizador en la renovación de la enseñanza, estableciendo y manteniendo relaciones claras y funcionales entre las necesidades, los fines, los objetivos, el programa propiamente dicho y los métodos de evaluación, como ha sido lo planteado desde Rodríguez hasta hoy.

Los actuales objetivos de la EA tienen que ver con sentar las bases necesarias para desarrollar actitudes positivas hacia el ambiente, despertando la capacidad de comprensión del entorno así como el interés del educando, llevándolo a desarrollar una gran moralidad sobre ambiente. La EA debe insertarse dentro de un concepto curricular abierto, innovador y flexible a los cambios que se operen en el contexto educativo y cultural, entendiéndose como proyecto a investigar, en el que los participantes puedan desarrollar sus habilidades y relacionarlas con conocimientos (García y otros, 2000).

Estos objetivos y contenidos plantean la necesidad de ubicar al individuo frente a la realidad ambiental para ir encadenando los diversos problemas en los ámbitos nacionales y mundiales que sean verdaderamente sentidos por ellos. La metodología debe enmarcarse en una visión sistémica del ambiente, como condición necesaria para el trabajo, estudio y análisis de situa-ciones, fenómenos y problemas, desde una perspectiva holística y minuciosa, permitiendo redescubrir el conoci-miento y desarrollar una cultura ambiental (Novo, 1995).

Por lo tanto, la experiencia personal debe convertirse en estrategia básica; persiguiéndose la vivencia de procesos como la observación, el estudio y análisis de situaciones de interés para los individuos. En consecuencia, para poder cumplir con las objetivos y características de la EA, deberemos mencionar algunos de sus principios: Enseñanza para el cambio, en la que la comprensión busca modificar los esquemas de conocimiento a partir de lo ya edificado, anteponiendo la comprensión sobre el aprendizaje mecánico y potenciando el aprendizaje autónomo; concepción social del aprendizaje, insistiendo que es necesario que la enseñanza se aleje de su esclerotizada concepción academicista y se interese por los problemas sociales, practicando una metodología dirigida a la toma de decisiones y a la acción; enseñanza como proceso, lo cual lleva a cambiar el concepto de la evaluación, que de calificación sumativa, pase a evaluación verdaderamente formativa; formación de actitudes y valores como medio de enseñanza que toma en cuenta los cambios en los comportamientos sociales, interesándose por los procesos (Delval, 1994; Novo, 1995).

Por ello, necesitamos un sistema educativo que busque en los educandos el sentido crítico, la responsabilidad individual y colectiva, la solidaridad y la asunción de principios éticos, que no atienda sólo al entrenamiento, sino también a la experiencia vital, a los hechos y conceptos experimentados e integrados, no sólo comprendidos.

Se requiere, en resumen, un nuevo lenguaje educativo y unos aprendizajes diferentes, que exigen la cooperación de todas las disciplinas, la labor en equipo y, sobre todo, la formación continua del profesorado en redes de interacción telemática, sistemas de organización escolar, círculos de lectura, participación en aulas abiertas, eventos y reuniones periódicas, desarrollo de software ambiental y todo otro programa de formación con el auspicio de los entes ministeriales y las instituciones educativas.

La educación debe liberarse de sus obtusos puntos de vista y poner al día su retraso con relación a los procesos científicos, artísticos y humanísticos de nuestra época, uniendo fuerzas en la construcción de una época nueva y verdaderamente humana. Sin embargo, las fuerzas que se oponen a cambiar la educación son poderosas y están en nosotros mismos, no en vano nos han formado en la escuela para reproducir el “orden social vigente” (Febres, 1995).

Por ello, la tarea del nuevo docente es trascendental en cuanto a su rol de líder y a las innovaciones que debe afrontar y llevar adelante. Menuda labor, la transformación social y la proposición de cambios necesarios para lograr un sistema educativo eficiente, en una sociedad participativa, justa y comprometida con el Desarrollo Sustentable.

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¿Cuál es la importancia de la educación para el desarrollo sostenible?

La educación para el desarrollo sostenible (EDS) proporciona a los educandos los conocimientos, las competencias, las actitudes y los valores necesarios para tomar decisiones fundamentadas y llevar a cabo acciones responsables en favor de la integridad del medio ambiente, la viabilidad de la economía y una sociedad
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¿Qué significa la educación para la sustentabilidad como objetivo de formación de ciudadanos?

“La educación, en todas sus formas y todos sus niveles, no es sólo un fin en sí mismo, sino también uno de los instrumentos más poderosos con que contamos para inducir los cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible”. Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO (1999-2009).

La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) La educación es el instrumento idóneo para forjar los valores, las competencias y los conocimientos y es el motor de todos los cambios. Reconociendo su papel como catalizador para la edificación de un futuro mejor y más sostenible para todos, la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 57/254 de diciembre de 2002 proclamó el período 2005-2014 Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible,

Pero tanto antes como después de este periodo, la EDS ha estado y sigue estando muy presente en los programas, conferencias y objetivos de las Naciones Unidas. Educar para el desarrollo sostenible es incorporar en los sistemas educativos los temas fundamentales del desarrollo sostenible como el cambio climático, la reducción del riesgo de desastres, la biodiversidad, la reducción de la pobreza y el consumo sostenible, permitiendo a la vez que el ser humano adquiera los conocimientos, las competencias, las actitudes y los valores necesarios para forjar un futuro sostenible.

La EDS va más allá de la mera difusión de conocimientos, definiendo no solo el contenido del aprendizaje, sino también la pedagogía y el entorno del aprendizaje. La EDS exige métodos participativos que motiven a los alumnos y les doten de autonomía, a fin de cambiar su conducta, y promueve la adquisición de competencias tales como el pensamiento crítico, la elaboración de hipótesis de cara al futuro y la adopción colectiva de decisiones.

La EDS ha de habilitar a los educandos para transformarse a sí mismos y a la sociedad en la que viven mediante la adopción de estilos de vida sostenibles y convirtiéndolos en ciudadanos del mundo activos y participativos que contribuyan a crear un mundo más justo, pacífico, tolerante, inclusivo, seguro y sostenible.

  1. En resumen, la EDS tiene como objetivo último la transformación social.
  2. La educación para la sostenibilidad refleja la preocupación por una educación de elevada calidad que ayude a las personas a entender lo que pasa (saber), a sentirse parte de la sociedad en la que viven (saber ser) y a conocer cómo pueden participar en los procesos de desarrollo (saber hacer).

Pero, además, debe desarrollar la capacidad de aprender a aprender. El Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible concluyó en Noviembre de 2014 con la conferencia de Aichi-Nagoya en la que se aprobó la hoja de ruta para la ejecución del programa de acción mundial a seguir a partir de entonces.

Reorientar la educación y el aprendizaje para que todas las personas tengan la oportunidad de adquirir conocimientos, competencias, valores y actitudes con los que puedan contribuir al Desarrollo Sostenible; y Fortalecer la educación y el aprendizaje en todos los programas, agendas y actividades de promoción del Desarrollo Sostenible.

Es decir, la EDS es una formación para la acción y propone educar individuos competentes para: reconocer los problemas de su época y del mundo en el que les toca vivir; comprenderlos en su triple dimensión ambiental, económica y social; e intervenir a favor de su resolución.

Adaptación de la política educativa española a la EDS En España, la sostenibilidad quedó nominalmente incorporada al ordenamiento educativo en 2006 con el texto de la Ley Orgánica de Educación, que incluye entre los fines del sistema: “la formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos así como la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente, en particular al valor de los espacios forestales y el desarrollo sostenible”; así como por los Reales Decretos que de ella derivan que establecieron las Enseñanzas mínimas de la Educación Primaria y de la Secundaria Obligatoria.

Ambos comprenden un buen número de aspectos curriculares relacionados con la comprensión de las interacciones humanas con el medio físico o con la necesidad de dar un tratamiento respetuoso del capital de la naturaleza. Aunque el molde sobre el que se ha asentado el desarrollo escolar de la EDS viene de más atrás, de las Materias Transversales establecidas por los currículos derivados de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990: educación ambiental, educación para la salud, educación para la paz, educación del consumidor y educación vial; solo desde el curso 2007-2008, los currículos vigentes en España ordenan la formación de las denominadas “Competencias Básicas”, que permiten aplicar el conocimiento en distintos contextos formativos, sociales o laborales y ejercer plena y autónomamente una ciudadanía democrática, así como participar en la resolución de problemas sociales, incluidos los de carácter ambiental.

Escuelas para la sostenibilidad en España. El ejemplo Catalán. Desde hace más de 10 años, muchos ayuntamientos españoles, a través de agendas 21 escolares o programas de educación ambiental, impulsan programas de educación para la sostenibilidad dirigidos a los centros educativos, a la vez que promueven la participación e implicación de toda la comunidad educativa.

Las Comunidades Autónomas y los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte y Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación ofrecen a escuelas y ayuntamientos espacios donde compartir esfuerzos, recursos y experiencias. Con esta finalidad nació en 2009 en la Red de Escuelas para la Sostenibilidad de Catalunya – XESC.

  • Tanto esta red como las redes hermanas en el resto de las CCAA tienen entre sus objetivos colaborar en la formación del profesorado y facilitar recursos educativos o fomentar el debate interno para avanzar en la conceptualización de la Educación para la Sostenibilidad.
  • Actualmente la Red engloba a más de 800 escuelas catalanas.

Viviendo la EDS en las escuelas Formar parte de las redes de escuelas para la sostenibilidad no solo significa adaptar el currículum escolar a las temáticas propias del desarrollo sostenible. Es también involucrar a la comunidad educativa en el proyecto y modificar las metodologías de enseñanza. Algunas de las características de las escuelas sostenibles son:

Trabajan por proyectos, convirtiéndose el alumno en protagonista y el docente en facilitador. Orientan el aprendizaje a la acción, fomentando la creatividad, el trabajo en grupo, la resolución de conflictos y la búsqueda de soluciones de compromiso. Son altamente participativas internamente, en su municipio y dentro de la red escolar. Trabajan de manera asamblearia. Fomentan los valores de responsabilidad, equidad, inclusión y ecología. La sostenibilidad se trabaja desde todas las materias y englobando todos los aspectos del ser humano (físico, cognitivo, social y emocional). Promueven la mejora continua midiendo el alcance y progresión de sus actuaciones y realizando una evaluación de las mismas. Se orientan a la comunidad a la que pertenecen sin olvidar las problemáticas globales. Fomentan la colaboración entre los niños de distintas edades y de estos con los adultos de la comunidad educativa. Viven la sostenibilidad dentro y fuera del aula. La escuela recicla, promueven el ahorro energético y la reducción de emisiones de CO2, apoya la compra de proximidad y el consumo responsable y se posiciona hacia fuera como escuela verde.

Desarrollo sostenible es aquel desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de otras naciones o de futuras generaciones. Las escuelas sostenibles permiten que las nuevas generaciones tomen conciencia desde la infancia de los impactos de la actividad humana en el mundo y la sociedad, y desarrollen las competencias necesarias para crecer de manera sostenible, respetando al otro y al medio ambiente.

http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/recursos/documentos/decenio_tcm7-46582.pdf http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/articulos-de-opinion/2010_05joseba_tcm7-141777.pdf http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/articulos-de-opinion/2010_09arizaleta_tcm7-141801.pdf http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/recursos/documentos/decada.aspx http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002305/230514e.pdf http://www.unesco.org/new/es/our-priorities/sustainable-development/ http://www.unep.org/10yfp/Portals/50150/downloads/SLEP_Brochure_spanish.pdf http://www.oei.es/decada/accion.php?accion=2 http://www.bcn.cat/agenda21/a21escolar/index.htm http://centrosostenible.blogspot.com.es/ http://www.xesc.cat/

No hay comentarios / 29 Mar 2016 por crosendo msoston /
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¿Qué son los Objetivos de desarrollo sostenible en la educación?

Frieda – El mensaje universal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – Miluska.Jara 2018-12-24T14:13:04-05:00 24 de diciembre de 2018 | La narración de historias es una herramienta de comunicación eficaz que permite a los niños recordar con mayor facilidad lecciones y cualidades que pueden usar en su vida a diario.

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¿Qué es educación ambiental para mí?

La educación ambiental es un proceso continuo que promueve la sostenibilidad como proyecto social, entendiendo que esto implica un desarrollo con justicia social, distribución de la riqueza, preservación y conservación de la naturaleza, igualdad de género, protección de la salud, democracia participativa y respeto por
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¿Cuál es el objetivo de la educación ambiental?

Historia de la Educación Ambiental desde su discusión y análisis en los congresos internacionales Ildebrando Zabala G, [email protected] Margarita García, [email protected] Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico de Caracas RESUMEN A finales de la década de los sesenta y comienzos de los setenta, el medio ambiente se convierte en el foco de atención para organismos y entes gubernamentales internacionales por su importancia para la supervivencia de la vida en la Tierra.

Desde entonces, se ha vivenciado un recorrido por distintos escenarios de discusión y análisis, permitiendo la conceptualización actual de la Educación Ambiental como la estrategia indispensable para alcanzar los cambios culturales y sociales necesarios para el logro de la preservación del ambiente.

En tal sentido, se plantea como objetivo de esta investigación: Analizar la situación de la Educación Ambiental en los distintos escenarios internacionales realizados desde los años 70. Esto significa, recurrir a lo histórico para conocer los procesos de transformación de las ideas educativas relacionadas con lo socio-ambiental y que han existido y dado lugar a diferentes interpretaciones sobre las causas y consecuencias de una problemática de índole mundial.

  1. Además permite considerar la importancia que tiene la historia como fuente para conocer el desarrollo ambiental en el mundo.
  2. Palabras clave : conceptualización de la Educación Ambiental; Historia de la Educación Ambiental; preservación del ambiente.
  3. Environmental education history from what have been discussed in international meetings ABSTRACT By the end of 60’s and beginning of 70’s, environment becomes the main focus for international organizations and government entities due to its importance for the survival of life on Earth.

Since then, several discussion and analysis stages have been explored, allowing the current definition of Environmental Education, as the fundamental strategy for achieveing the necessary cultural and social changes that would permit environment preservation.

  1. Therefore, it is the objective of this research to “Analyze the current situation of Environmental Education at different international contexts since the 70’s decade”.
  2. This means appealing to the historical events in order to acknowledge the transformational process of educational ideas related to the socio-environmental thoughts that have existed and produced different interpretations regarding causes and consequences of a world wide problematic.

In addition, it also allows us to consider the importance of history as a source for knowing the environmental development in the world. Key words : Conceptualization of the Environmental Education; History of the Environmental Education; preservation of the atmosphere.

  1. INTRODUCCIÓN Hoy en día se habla de la Educación Ambiental como el medio más efectivo para concienciar a la población sobre la necesidad de preservar el ambiente con miras a lograr una mejor calidad de vida en las generaciones actuales y por venir.
  2. Idea que ha sido producto de una evolución permanente en el tiempo y en el espacio, pues se origina a finales de la década de los sesenta y ya hoy puede considerarse que ha sido adoptada e implementada por la mayoría de los países que conforman la Tierra.

Sin embargo, antes de evaluar la evolución conceptual de la Educación Ambiental, es necesario establecer que su objetivo no implica solamente estudiar los factores que determinan la degradación del ambiente y su impacto sobre los seres humanos, sino que abarca una mayor amplitud focal determinada y conceptualizada “…desde una óptica social, política, económica, ética, jurídica y cultural” (Rodríguez, N.

y García, M., 2005.p.50). Es verdad que los seres humanos siempre han necesitado de lo que la naturaleza le proporcione para su subsistencia, pero el consumismo y explotación irracional de sus recursos ha infl uido en la aparición de problemas ambientales que ameritan un trabajo de concienciación y de cambios de actitudes, habilidades, motivaciones, así como la adopción de medidas para solucionarlos y prevenirlos en corto y mediano plazo.

Todo induce a considerar la Educación Ambiental como el medio para implementar y desarrollar políticas que permitan dar a conocer la problemática ambiental existente, sus causas de origen y sus probables consecuencias, además de fomentar los valores y el comportamiento en sociedad mediante la difusión y la implementación de las normas respectivas.

  1. De esa forma promovería la instauración de la justicia social, el respeto por las diferentes formas de vida, etnias, credos, razas y especialmente, por alcanzar una sociedad equilibrada, globalizada e interdependiente.
  2. En tal sentido,.
  3. La presente investigación responde a interrogantes sobre cómo se planteó originalmente el concepto de Educación Ambiental y cómo fue su posterior desarrollo.

Por tanto se plantea como objetivo “Analizar el desarrollo conceptual de la Educación Ambiental en los distintos escenarios internacionales realizados desde los años 70”, todo en función de alcanzar la prosperidad colectiva mediante la mejora, protección y conservación del ambiente como fuente de sustentación de las sociedades humanas.

MÉTODO Es una investigación de tipo documental y su metodología abarcó las fases de búsqueda y recopilación de información hasta su análisis y síntesis. Las fuentes consultadas son fundamentalmente los documentos originales emanados de los congresos y eventos internacionales, así como fuentes bibliográfi cas y trabajos originales reportados en revistas acreditadas, la cual se realizó durante seis meses.

El criterio utilizado para la selección fue el uso de los documentos emanados de los eventos internacionales. En cuanto al procedimiento se puede señalar que primero se realizó una selección de documentos y luego un análisis crítico para destacar la información relevante de los mismos, lo cual constituyó la base del discurso presentado.

Educación ambiental a nivel mundial El primer pronunciamiento de alerta, según Cruces (1997), sobre los problemas socio-ambientales que ponían en peligro el futuro de la humanidad, fue dado por el Club de Roma en 1968. Allí se plantearon seis importantes aspectos a ser considerados para evitar efectos irreversibles a nivel mundial, como: explosión demográfi ca, macrocontaminación, uso incontrolado de energía, desequilibrio económico entre países, crisis de valores y crisis política.

Frente a estos hechos proponen como alternativa, generar conciencia en la opinión pública, establecer patrones de una nueva ética social y orientar las conductas de los seres humanos. Es decir, se plantean tres aspectos que desde cualquier óptica se visualizan como algunos de los objetivos que se alcanzan mediante la implementación de un proceso educativo formal o no.

Es por tanto, y aún cuando las deliberaciones de este grupo mostraran más una visión de tipo política, energética, alimentaria y demográfi ca que educativa, un primer asomo de la importancia que posteriormente se le daría al desarrollo e implementación de la educación ambiental en los foros internacionales.

Esto se confirma cuando entre sus problemas inventariados, está el de considerar a la educación como “inadecuada” por sus planteamientos anacrónicos y sin articulación, proponiendo como solución una “… concienciación de la opinión pública acerca de la peligrosidad de la situación, y la formulación de una nueva ética que dé sentido y orientación al comportamiento de la Humanidad” (King y Schneider 1991.p.2).

Además, en ese inventario de problemas que hace el Club de Roma, se pueden apreciar muchos aspectos que forman parte de los objetivos de la educación ambiental actual, tales como: a) deterioro del medioambiente físico por “…la macrocontaminación…, la deforestación y el efecto invernadero”; b) “consumo incontrolado de energía”; c) crisis de valores producto de “…un materialismo grosero y un comportamiento insolidario…” lo cual es generador de violencia mediante la aparición del “…fundamentalismo, fanatismo, xenofobia, racismo, terrorismo, tráfico de drogas…”; d) brecha creciente entre países pobres e industrializados, lo que producirá “…aumento de la pobreza, el hambre, desempleo, desarraigo y emigración”; e) explosión demográfica con el consabido “…crecimiento urbano incontrolado…” y con ello la aparición de la marginalidad, la prostitución, enfermedades, insuficiencia de servicios médicos, educativos, culturales y otros (King y Schneider.1991.

pp.1-2). Sin embargo, la expresión “Educación Ambiental” fue utilizada por primera vez en Estocolmo en el año de 1972 durante la realización de la Conferencia Internacional sobre el Medio Ambiente. De ahí en adelante se da inicio a un proceso constante y paulatino de discusiones y consideraciones políticas en relación a la implementación de acciones educativas tendientes al conocimiento, concientización, restauración y preservación del medio ambiente, tanto a nivel mundial, regional como local.

  • Es así como, según los autores precitados, es después de esta fecha cuando se comienzan a aceptar términos, prácticas y concepciones como “…naturalista, conservacionista, ecologista, ambientalista y más recientemente, para el desarrollo sostenible” (p.2).
  • Conferencia de Estocolmo,
  • Las Naciones Unidas convocan en 1972 la Conferencia de Estocolmo, considerada el “primer foro mundial del ambiente” en el mundo.

En la misma se consideraron los peligros ecológicos generados por el estilo de desarrollo imperante, pero también se trató, como muy importante, lo referente a las diferencias entre los países desarrollados y pobres, así como la industrialización desproporcionada y el crecimiento acelerado de la población.

Esta Conferencia tiene entre sus logros la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ente que servirá para promover y desarrollar las políticas mundiales sobre la problemática ambiental (Urquidi, citado por Cruces, 1997). Fue una declaración sobre los problemas que se estaban generando en el medio y su posible repercusión a corto y mediano plazo en la sostenibilidad de la vida.

En tal sentido, en una de sus proclamas, establece que: “…por ignorancia o indiferencia, podemos causar daños inmensos e irreparables al medio terráqueo del que dependen nuestra vida y nuestro bienestar. Por el contrario, con un conocimiento más profundo y una acción más prudente, podemos conseguir para nosotros y para nuestra posteridad unas condiciones de vida mejores en un medio más en consonancia con las necesidades y aspiraciones de vida del hombre…” (Proclama 6).

Es por eso, que entre sus principios para evitar esas acciones, se estableció la imperiosa necesidad de promover: “…una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos y que presente la debida atención al sector de población menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana…” ( art.19º).

Además, la declaración final de Estocolmo (1972) realiza un llamado a establecer internacionalmente un programa de educación ambiental con un enfoque interdisciplinario escolar y extraescolar. Carta de Belgrado Tres años más tarde, y debido a que la preocupación por el medio físico continuaba, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), deciden convocar una reunión internacional en Belgrado del 13 al 22 de octubre de 1975.

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En la misma se otorga a la educación el papel preponderante para generar los cambios, mediante conocimientos, actitudes y valores, que permitan asumir los retos que plantean los problemas ambientales en el mundo. En la Carta de Belgrado (1975) se establecen directrices básicas, objetivos y metas de la educación ambiental con miras a alcanzar una mejor calidad de vida para las actuales y futuras generaciones.

Se plantea la necesidad de reconsiderar conceptualmente el término “Desarrollo”, para lo cual la Educación Ambiental será la herramienta propicia para generar una nueva ética en las relaciones hombre-naturaleza. En tal sentido, se recomiendan ocho aspectos básicos como principios de la educación ambiental, con el predominio de considerar el ambiente como una totalidad de intereses donde confluyen el hombre, lo ecológico, lo económico, tecnológico, social, legislativo, cultural y estético.

Pero además, considerando necesario aplicar un enfoque interdisciplinario e histórico promoviendo la cooperación en la solución de los problemas ambientales. Entre sus objetivos considera la necesidad de promover: toma de conciencia para sensibilizarse ante los problemas cotidianos; adquisición de conocimientos para lograr una comprensión crítica de la realidad; actitudes para impulsar valores sociales y una mayor participación activa en la protección y mejoramiento del ambiente; aptitudes para proporcionar las capacidades necesarias en la resolución de los problemas; capacidad de evaluación para proporcionar una evaluación objetiva de las acciones realizadas en función de lo social, ecológico, político y educativo, y finalmente, capacidad de participación en función de la responsabilidad necesaria para adoptar medidas en la resolución de los problemas ambientales.

Mientras que en las metas propuestas se aspira a que la población del mundo tome consciencia y se preocupe por el medio ambiente con sus respectivos “…problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes…” (Carta de Belgrado 1975) y en la prevención de otros.

En la Carta de Belgrado (op. cit) también se establecen los destinatarios de esta nueva Educación Ambiental, siendo el principal el público en general, especialmente los alumnos de la educación formal desde el preescolar hasta la educación universitaria, incluyendo a los profesores. Luego va dirigida a todas las demás personas que conforman la educación no formal.

Declaración de Tbilisi En el año de 1977 la UNESCO y el PNUMA convocan en la ciudad de Tbilisi (Georgia), la I Conferencia Internacional sobre Educación Ambiental. En ella se logra un acuerdo de incorporar la educación ambiental a los planes políticos de todas las naciones, en donde prevalezca una pedagogía de acción y para la acción basada en la preparación del individuo que permita comprender mejor “…los principales problemas del mundo contemporáneo, proporcionándole conocimientos técnicos y las cualidades necesarias para desempeñar una función productiva con miras a mejorar la vida y proteger el medio ambiente, prestando la debida atención a los valores éticos” (p.1).

Entre otros aspectos considerados, está el de utilizar a la educación ambiental como el medio para preparar al individuo en la comprensión de los principales problemas mundiales, proporcionándole los conocimientos técnicos y las cualidades necesarias para mejorar y proteger el medio ambiente de acuerdo con los valores éticos.

Debe adoptar un enfoque global e interdisciplinario mediante la interdependencia entre las naciones del mundo. En consecuencia, entre las conclusiones y recomendaciones de la Conferencia se recomienda a los Estados asistentes incluir en sus políticas de educación, los contenidos, direcciones y actividades ambientales respectivas.

  • Intensificar la investigación, reflexión e innovación respecto a la educación ambiental y, por último, implementar la solidaridad y colaboración entre los pueblos del planeta.
  • Congreso de Moscú Diez años más tarde, en 1987 se realiza en Moscú el Congreso Internacional sobre Educación y Formación Ambiental, convocado por la UNESCO y el PNUMA.

Allí surge un documento de trabajo que tendría como finalidad revisar las políticas de educación ambiental sugeridas en Tbilisi, pero además se plantea un plan estratégico a nivel internacional para accionar desde la Educación y Formación Ambiental para la década de los noventa, y entre las acciones propuestas, según Muñoz Oráa (1994), se encuentran: “acceso a la información; investigación y experimentación; programas educativos y materiales didácticos; adiestramiento de personal; educación técnica y vocacional; educación e información al público; educación universitaria general; formación de especialistas; cooperación internacional y regional” (p.18).

Como se puede observar, tal como señala Febres-Cordero y Floriani (s/f), en ella se precisan las directrices para dirigir la educación hacia personas especializadas y aquellas “…que toman decisiones, a mejorar la legislación en materia de Educación Ambiental, a definir los grandes campos de acción y a incorporarla en los programas de formación de los educadores en todos los sectores y niveles” (p.2).

Declaración de Talloires En todo este proceso histórico no se puede dejar de mencionar la declaración de los rectores y vicerrectores de muchas universidades del mundo reunidos en Talloires (1991) y quienes con profunda preocupación se manifestaron ante el “…rápido e impredecible crecimiento de la contaminación, de la degradación del medio ambiente y de la disminución de los recursos naturales” (p.1).

  • Consideraron que “…las universidades deben proporcionar el liderazgo y el apoyo para movilizar los recursos internos y externos, de modo que sus instituciones respondan a este urgente desafío”(p.1).
  • Es por eso que entre sus acuerdos de acciones existen, políticas para promover la conciencia y el involucramiento de dirigentes gubernamentales, empresariales, fundacionales y universitarios en “…apoyo a la investigación universitaria, educación, formación política e intercambio de información en un desarrollo ambientalmente sustentable…” (p.2).

Además, sostienen la necesidad particular e imperativa de “incentivar a todas las universidades para comprometerse en la educación, investigación, formación política e intercambio de información sobre la población, medio ambiente y desarrollo para alcanzar un futuro sustentable” (p.1).

Inclusive, plantean el establecimiento de “…programas que produzcan expertos en gestión ambiental, en crecimiento económico sustentable, en población y en temas afi nes…sobre medio ambiente y responsabilidad ciudadana” (p.1). Cumbre para la Tierra La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), se celebró en Río de Janeiro en junio de 1992 y es conocida como “Cumbre para la Tierra”.

Fue una ratificación de las reuniones anteriores en buscar una mejor comprensión de las necesidades actuales y su solución en función del respeto a los intereses de las sociedades por venir. Es decir, promover la ejecución de planes para un desarrollo sostenible mundial.

  • En esta cumbre se plantearon tres acuerdos y la firma de dos instrumentos con fuerza de ley.
  • Los tres acuerdos fueron denominados: “El programa 21”; “la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo” y “la Declaración de principios relativos a los bosques”.
  • A su vez, los instrumentos con carácter obligatorio legal para su cumplimiento en los países asistentes a esta cumbre, fueron denominados “la Convención Marco sobre el Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica” (p.1).

En el informe aprobado de las conclusiones del evento, se establece en el Principio Nº.9 que los países fi rmantes deberían: …cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científi cos y tecnológicos, e intensifi cando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías… Por eso, el programa 21 proclama los derechos de los seres humanos a una mejor calidad de vida, determinando entre sus principios la garantía a una vida saludable, desarrollo equitativo entre países, erradicación de la pobreza, fomento de políticas demográfi cas apropiadas, modalidades sostenibles de producción y consumo, intercambio de conocimientos científi cos y tecnológicos, evitar la degradación ambiental, promover la creatividad, los ideales y los valores en la población y la conservación y protección de los recursos naturales.

En el mismo programa se le da una referencia especial a la Educación Ambiental como el medio idóneo para alcanzar los objetivos planteados, cuando señala en sus capítulos 35 y 36, la necesidad de darle reorientación a la educación para colocar la ciencia en función de alcanzar un desarrollo sostenible, mediante el fomento de la capacitación y la generación de conciencia en la población.

Pero además de la realización de esa conferencia, paralelamente se realizó un foro denominado “Foro Global Ciudadano” donde fue aprobado el “Tratado de Educación Ambiental hacia Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global”, en el cual, entre otros aspectos, establecía que la educación es un derecho de todos, sustentada en un pensamiento con perspectiva holística e innovadora, dirigida a tratar las causas críticas de los problemas globales, promoviendo cambios democráticos” (Marcano, s/f).

Declaración de Salónica Del 8 al 12 de diciembre de 1997 se realiza en Sajonia, Grecia, una Conferencia Internacional denominada “Medio Ambiente y Sociedad: Educación y Sensibilización para la Sostenibilidad”, en la cual se establece la sostenibilidad como el objetivo conceptual primordial para alcanzar soluciones ante los problemas ambientales que aquejan a la humanidad y que necesitan ser solventados para alcanzar condiciones mínimas de sobrevivencia sobre la superfi cie terrestre, tarea ésta que debe ser obligación de todos los gobiernos y en todos los niveles, por lo tanto plantea, que “la reorientación de toda la educación en el sentido de la sostenibilidad, concierne a todos los niveles de la educación formal, no formal e informal en todos los países…” (p.2).

Pero a su vez, en esa declaración del artículo 10 se amplía el contenido de objetivos a lograr por la Educación Ambiental, cuando establece que para alcanzar un nivel aceptable de sostenibilidad no sólo es necesario cuidar y usar adecuadamente los recursos naturales, sino que implica solucionar otros aspectos que tienen íntima relación con el logro de una mejor calidad de vida en la población, por lo tanto sostiene que “…la noción de sostenibilidad incluye cuestiones no sólo de medio ambiente, sino también de pobreza, población, salud, seguridad alimentaria, democracia, derechos humanos y paz…”.

Agregando además, que “…la sostenibilidad es, en último extremo, un imperativo ético y moral que implica el respeto de la diversidad cultural y del saber tradicional;…” (p.2). Por eso, en este orden de ideas, propone en el artículo 12 que la educación debe darse en todos los ámbitos de estudios, en una interrelación de las disciplinas científi cas, inclusive en las ciencias sociales, de las instituciones públicas y privadas, con una visión integral que permita abordar todos los aspectos del ser humano, indicando que “…la cuestión de la sostenibilidad debe ser abordada según una aproximación holística, interdisciplinaria, en la que las diferentes disciplinas e instituciones se mezclan, conservando cada una su identidad propia” (p.2).

En tal sentido, insta a “los gobiernos y los dirigentes del mundo honren los compromisos ya adoptados (…) y den a la educación los medios necesarios para asumir su papel, consistente en trabajar por un porvenir sostenible” (p.2), pero además, les recuerda a las Naciones Unidas, y en particular a la UNESCO, conjuntamente con las principales ONGs internacionales, continuar con su labor prioritaria de sensibilización y formación del público respecto a las actividades de educación, particularmente a nivel nacional y local, pues es ahí donde se puede lograr un mejor trabajo educativo de concienciar a la población.

Congresos Iberoamericanos de Educación Ambiental Estos congresos comienzan a desarrollarse en América Latina después de la Conferencia de Río en 1992 como respuesta a los planteamientos sobre una educación ambiental global e integral. El Primer Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (1992) se realizó en Guadalajara-México, bajo el lema “Una estrategia para el Futuro” y sirvió de inicio para el desarrollo de la Educación Ambiental en la región.

Este congreso fue un éxito por la numerosa presencia de educadores ambientales de más de 25 países latinoamericanos, surgiendo el primer directorio regional con el cual se crearon las condiciones para generar un intercambio de experiencias y propuestas a nivel continental.

  1. Se destacó la importancia de las organizaciones sociales para la construcción de una sociedad ambientalmente prudente y socialmente justa.
  2. En el Segundo Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (1997), se realizó nuevamente en México en el año 1997, bajo el lema “Tras las huellas de Tbilisi”, en donde se determinó la necesidad de propiciar el intercambio y la creación de referencias comunes para construir estrategias educativas y materiales de comunicación, además de la profesionalización de los educadores ambientales y la implementación de una educación ambiental comunitaria.

También se planteó, una propuesta de una educación para el desarrollo sustentable, dándole una nueva visión al desarrollo turístico, mediante el aprovechamiento del ambiente natural y cultural en el uso de actividades turísticas y de recreación como herramientas para contribuir al desarrollo de una región sobre la base de la promoción, aprovechamiento y conservación de sus recursos naturales.

  1. En este sentido, se le asignó a la educación ambiental la función de inscribir a la comunidad en la planifi cación del territorio, pero también en propiciar una cultura ambiental desde los espacios naturales de recreación y turismo.
  2. En el Tercer Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (2000), fue realizado en Caracas bajo el lema “Pueblos y Caminos hacia el Desarrollo Sostenible”.

Sirvió de escenario para realizar un análisis de la educación ambiental en la región que permitiera una discusión sobre el futuro de esta área en el nuevo milenio con miras a construir un nuevo perfil de una educación ambientalista con significado y pertinencia para los pueblos.

Entre las propuestas y recomendaciones discutidas en este congreso, merecen mencionarse las siguientes: fomentar la capacitación continua mediante el intercambio y la formación de un marco común en estrategias y materiales de comunicación de la educación ambiental; creación de redes ambientales y una propuesta de educación para el desarrollo sostenible.

En el Cuarto Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (2003), realizado en Cuba bajo el lema “Un mundo mejor es posible”, planteó la necesidad de revisar las políticas y estrategias nacionales de educación ambiental, además de promover nuevamente la creación de una alianza latinoamericana y del caribe para el ambiente y el desarrollo sustentable.

Y el Quinto Congreso se realizó en Brasil (2006) bajo el lema “La contribución de la educación ambiental para la sustentabilidad planetaria”, en donde se discutió las potencialidades de la educación ambiental en la construcción de la sustentabilidad planetaria. Temas como Educación, medio ambiente y globalización en el contexto iberoamericano; Políticas de fomento para la educación ambiental; Educación ambiental, ética y sustentabilidad cultural como identidad y diversidad.

A MANERA DE CONCLUSIONES La utilización del término “Educación Ambiental” por primera vez fue en el año 1972, en Estocolmo, durante la realización de la Conferencia Internacional sobre el Medio Ambiente y desde entonces se le ha concedido la preponderancia para generar los cambios, mediante la adquisición de conocimientos, actitudes y valores, que permitan enfrentar seriamente la crisis ambiental del mundo con miras a alcanzar una mejor calidad de vida para las actuales y futuras generaciones.

En un principio se habló de educación ecológica y de movimientos conservacionistas, luego aparecieron los movimientos con enfoques naturalista, conservacionista, ecologista y actualmente, de desarrollo sostenible, mediante el cual se establece una relación básica e indisoluble entre el desarrollo, medio ambiente y sociedad.

Desde 1992 durante la Cumbre para la Tierra, en el Foro Global Ciudadano, se comienza hablar de interdependencia global en cuanto a los problemas ambientales, relacionando la economía y el medio ambiente, planteando por lo tanto, una educación como derecho universal, de pensamiento crítico, con enfoque holístico y dirigido a promover cambios democráticos y sociales.

En 1997 se plantea la concepción de una “Educación y Sensibilización para la Sostenibilidad”, en donde la educación ambiental es concebida como el basamento para generar conciencia en alcanzar una sociedad para la “sostenibilidad” actual y de las futuras generaciones, en donde el respeto por la diversidad cultural y del saber tradicional sea un imperativo ético y moral.

Los Congresos Iberoamericanos permitieron generar interés en el desarrollo de la educación ambiental en América Latina. Establecieron como prioritario el intercambio regional de experiencias educativas para el mejor aprovechamiento del ambiente natural y cultural de la región, con el fin de construir un nuevo perfil educativo-ambiental con gran pertinencia para los pueblos de América.

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¿Qué es la sostenibilidad ambiental ejemplos?

Sostenibilidad ambiental – La sostenibilidad ambiental es la que se centra en la preservación de la biodiversidad sin renunciar al progreso económico y social, Las bases de la sostenibilidad ambiental son: cuidar el agua, ahorrar energía, reducir residuos, utilizar envases reciclables, limitar o eliminar el uso de plásticos, utilizar transporte sostenible, reutilizar el papel y cuidar la flora y la fauna.

  1. Un gran ejemplo de sostenibilidad ambiental es la ciudad sueca de Estocolmo, que destaca por invertir en infraestructuras sostenibles, tener bajas emisiones y poseer una muy buena calidad del aire con una tasa de contaminación por debajo de la media.
  2. De esta forma, ha logrado un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medioambiente.

Otro ejemplo es el Grupo Bimbo, que tiene como objetivo reducir su impacto medioambiental mediante la agricultura regenerativa con cero emisiones de carbono, el uso de energías renovables o la reducción de residuos.
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¿Cuál es el significado de sustentabilidad?

¿Y qué es la sostenibilidad? – Puede parecer que los términos sostenibilidad y sustentabilidad sean sinónimos, pero no es del todo cierto. La definición exacta que proporciona el Diccionario de la lengua española para sostenibilidad es “aquello que, especialmente en ecología y economía, se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”.
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