Explica La Metafora Que Se Hace De La Educacion?

Explica La Metafora Que Se Hace De La Educacion
Son comparaciones que tienden a ver la educación como un proceso o actividad de determinadas características. Tienen una connotación normativa, porque presuponen -al menos implícitamente- una idea acerca de cómo se debería desarrollar el proceso educativo.
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¿Qué papel cumple la metáfora para la comprensión de los fenómenos pedagógicos?

4.2. El buen y mal uso de la metáfora terminológica – En ciertas circunstancias de comunicación, el instrumento metafórico puede alcanzar un nivel de comprensión mucho más profundo que el término culto pues éste indica un proceso de aprendizaje y de descubrimiento.

Cabe hacerse una pregunta: ¿las metáforas tienen realmente la riqueza conceptual necesaria para expresar la complejidad de esas nociones? Es muy probable que las metáforas más expresivas, más accesibles no sean ellas mismas de una riqueza suficiente para reflejar la complejidad conceptual del término culto.

Sin embargo, no hay que dejarse seducir completamente por la metáfora y hacer de ella su piedra angular pues a veces constatamos una pérdida cognoscitiva significativa en esta última. Retomemos el ejemplo de «tétralogie de Fallot» sinónimo de «enfermedad azul»: durante el análisis del término culto «tétralogie de Fallot» nos damos cuenta gracias al prefijo tetra- que «tétralogie» hace referencia a cuatro anomalías del corazón (insuficiencia de la comunicación interventricular, insuficiencia de la comunicación interauricular, una anomalía de la arteria pulmonar y una posición defectuosa de la aorta a la derecha).

  1. Por el contrario, el término «enfermedad azul», traduce únicamente la descripción del paciente que presenta un color azulado.
  2. En este caso, observamos claramente una pérdida cognoscitiva con la metáfora que traduce solamente una de las consecuencias de esta afección.
  3. El problema no es el eliminar la analogía de la ciencia, sino solamente tratar de precisar por qué ciertas analogías son científicamente aceptables, mientras otras lo son menos.

Para terminar, vamos a repetir algunas potencialidades y algunas dificultades propias de la metáfora terminológica en una situación de aprendizaje. Empecemos por la presentación de algunas ventajas de l a metáfora de especialidad en un proceso de aprendizaje:

  • abre nuevas perspectivas y permite cambios de orden conceptual;
  • facilita la comprensión de lo abstracto señalando las similitudes con el mundo real;
  • permite una cierta visualización de los conceptos abstractos, nos lleva a ver el mundo desde un punto de vista diferente;
  • obliga al profesor a tomar en cuenta las concepciones previas del alumno.

Ahora, vamos a preocuparnos por algunas dificultades asignadas a la metáfora terminológica,

  • Es obvio que una metáfora construida sobre un acercamiento semántico incongruente o inadecuado no conseguirá reflejar la imagen deseada, la imagen analógica deseada. Si no se consigue identificar la relación entre la idea de base y la idea que se busca reflejar, la metáfora se quedará imprecisa. Si el empleo de metáforas precisas contribuye a la calidad del análisis de los problemas, el empleo de metáforas inadecuadas se vuelve un verdadero laberinto con trampas;
  • Una metáfora nunca se basa sobre una similitud total entre la idea de base y la idea que se busca reflejar. Las diferencias creadas pueden entonces inducir en el alumno concepciones erróneas.
  • El recurso al razonamiento analógico en situación de aprendizaje tiene que ser siempre guiado. Muchas veces, el profesor se contenta con subrayar la analogía sin siquiera preocuparse por explicarla, considerando que su comprensión es evidente, pero no es siempre el caso para el estudiante que descubre nuevos conceptos.
  • El razonamiento analógico es únicamente posible si las comparaciones son hechas por los propios alumnos. Si desde el principio el estudiante tiene concepciones erradas de la idea de base, las va a asociar a la idea que busca reflejar a través de la analogía, lo que hará que el término sea más difícil de comprender en vez de facilitarlo. Es necesario ser precavido y asegurarse desde el principio que las concepciones previas del alumno relativas a la idea de base concuerdan con los conceptos esperados.

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¿Cómo se aplica la metáfora?

Metáforas: ¿qué son y por qué son útiles? – Una metáfora sirve para identificar dos conceptos entre los cuales existe alguna clase de semejanza, donde uno de los términos es el literal y el otro se usa en sentido figurado. Por ejemplo, Don Quijote de la Mancha, al referirse a Dulcinea, decía que “sus cabellos eran de oro”.

En este caso tomaba un término literal o conocido (el oro) y le aplicaba sus propiedades (el ser brillante y dorado) al término figurado o complejo (el cabello de Dulcinea), para así asemejarlos. Las metáforas son muy útiles para transmitir conceptos complejos o desconocidos, ya que al asociarlos a elementos que ya conocemos se consigue un nivel mucho mayor de comprensión.

Siguiendo con el mismo ejemplo, resulta mucho más eficiente y poderoso decir “sus cabellos eran de oro” que decir “sus cabellos eran rubios y muy brillantes”, ya que todos tenemos incrustada en nuestras mentes una idea de lo que es el oro, de su color y de cómo brilla.
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¿Qué es metáfora y la importancia?

ACERCA DE LA METFORA COMO RECURSO DE CREACIN LXICA EN EL CONTEXTO DIGITAL. ALGUNAS REFLEXIONES Julio Csar Sal Paz (Universidad Nacional de Tucumn CONICET) Resumen Todos comprendemos, en mayor o menor grado, de manera intuitiva qu es una metfora y cmo opera.

La utilizamos para transmitir lo que pensamos, para dar nombre a realidades que hasta el momento no lo tienen, para exponer conceptos que no resultan claros, es decir, con una intencin primordialmente didctica, descriptiva, explicativa. En sntesis, la metfora manifiesta el poder creativo y la capacidad lingstico-comunicativa de los hablantes para expresar una situacin en trminos de otra.

Sin embargo, intentar definirla y distinguirla de otras figuras retricas no es una tarea sencilla. Por eso, ha sido y es objeto de investigacin de disciplinas como la teora literaria, la lingstica, la filosofa y la psicologa, que han procurado abordarla desde diferentes perspectivas crticas.

  1. El presente trabajo tiene como objetivo el estudio de la metfora en el dominio de internet, para dar cuenta de los procesos cognitivos que vehiculiza su empleo, as como de la creacin de nuevas unidades lxicas que genera, en el marco de una cultura globalizada y de un mundo intercultural.
  2. Para ello, a partir de lineamientos metodolgicos propios de la lingstica cognitiva y del anlisis del discurso, examinaremos la estructura de naturaleza metafrica del lenguaje informtico vinculado con el concepto internet.

Palabras clave: metforas, internet, ciberespacio. Abstract The Metaphor as a Lexical Construction Resource within a Digital Context. Preliminary considerations We can all intuitively understand, to a greater or lesser degree, what a metaphor is and how it works.

A metaphor is fundamentally employed with didactic, descriptive and explanatory purposes. This figure of speech is used to express thoughts, to give a particular name to formerly un-named realities and to explain difficult concepts. In short, the creative power, the ability to communicate and the linguistic competence of speakers are proved by the use of metaphors, i.e.

by expressing a situation in terms of another. Nonetheless, neither defining nor distinguishing a metaphor from other figures of speech is an easy task. Hence, the metaphor is the object of interdisciplinary research from diverse fields of knowledge such as literary theory, linguistics, philosophy and psychology.

The purpose of this paper is to study the metaphor on the internet, the cognitive processes which allow the use of this figure of speech on the World Wide Web and the coining of new lexical items as a result of the use of metaphors within the framework of a global culture in an inter-cultural world.

In order to achieve the formerly expounded purpose the metaphorical nature of the structure of language in the realm of computing, i.e. language related to the concept of internet, is going to be methodologically analyzed under the light of cognitive linguistics and discourse analysis.

Ey words: metaphor, internet, cyberspace.1. Algunas notas sobre la metfora La metfora, como otros tropos y figuras, construye una visin del mundo y determina su pensabilidad. (Vico, apud Pujante, 2003: 210) En este artculo pretendemos efectuar un relevamiento de las diversas metforas de uso frecuente que se emplean en espaol para designar a internet.

Para ello, recurriremos, principalmente, a los trabajos desarrollados por Cabrera Paz (2001), Diviani (2003), Echeverra (1998, 1999), Milln (1997, 1998a, 1998b, 2000a, 2000b, 2004), Nez Mosteo (2004), Prez i Brufau (2007), Trejo Delarbre (1996), Villa (2006), entre muchos otros.

  1. El sustantivo metfora procede del latino metaphŏra, y este del verbo griego μεταφερω que significa llevar a otra parte, transportar, trasladar, transferir, cambiar, mudar, trocar, confundir, enredar.
  2. Entonces, metfora significa, literalmente, traslacin o transferencia e indica, etimolgicamente, la posicin de una cosa en lugar de otra (Boquera Matarredona, 2005: 15).

Cuando hablamos de metforas la referencia al mundo literario y al lenguaje potico resulta inevitable. El investigador espaol David Pujante, en su Manual de retrica (2003), se expresa sobre ella en los siguientes trminos: Es la expresin ms caracterstica de la retrica.

Existe un modo racional de expresar el mundo, cuya piedra angular es el concepto; y existe una forma retrica de expresin, basada en la metfora. Estas formas expresivas no son ajenas al problema del conocimiento, por lo que podemos incluso decir que la metfora es el modo expresivo por excelencia del mecanismo de conocimiento retrico (Pujante, 2003: 206).

Es decir, desde la tradicin grecolatina -Aristteles, Cicern, Quintiliano-, se la ha concebido como el recurso retrico por antonomasia, como un tropo que opera con relaciones de semejanzas, como una figura mediante la cual un signo es sustituido por otro que comparte con el primero, al menos un rasgo semntico comn (Cardona, 1991: 182).

  • En este sentido, Azaustre y Casas (2004 : 83-84) la definen como: Tropo por semejanza que se manifiesta en el mbito de la palabra: sustitucin de un vocablo apropiado por otro inapropiado en virtud de una relacin de similitud entre sus correspondientes conceptos.
  • Cuando el trmino metaforizado, esto es, el elemento inicial sobre el que acta el tropo, est explcito, se habla de metfora in praesentia ; cuando ha sido omitido estamos ante una metfora in absentia,

En sentido estricto, slo esta ltima modalidad implica una sustitucin de conceptos, pues en el caso de la metfora in praesentia se produce una simple identificacin de realidades. Por su parte, Mara Moliner (1980, tomo II: 402) la conceptualiza como tropo consistente en usar las palabras con sentido distinto del que tienen propiamente, pero que guarda con ste una relacin descubierta por la imaginacin; como perlas de roco, primavera de la vida y Jan Renkema (1999: 134) la entiende como una forma del lenguaje figurativo en la cual un objeto o concepto se denota por medio de otro objeto o concepto.

Esta asignacin de un objeto o concepto a otro tiene lugar a partir de ciertas similitudes entre ambos. De esta manera, se basa en correspondencias analgicas que pueden establecerse entre dos objetos o componentes. Es el traspaso del sentido recto a otro figurado en una comparacin no expresa o, dicho de otro modo, el proceso por el cual un significante acepta otro significado ajeno al suyo por medio de una comparacin tcita (Nez Cabezas, 2002: 393).

Para Ullman (1972), representante de la escuela semntica, es una figura retrica con una estructura muy simple : Siempre hay presentes dos trminos: la cosa de la que estamos hablando y aquella con quien la comparamos. En la terminologa del Dr. Richards, el primero es el tenor ( tenor ); el segundo, el vehculo ( vehicle ); mientras que el rasgo o los rasgos que tienen en comn constituyen su fundamento ( ground ) (1972: 240).

  • En el mbito de la pragmtica, para explicar las condiciones que regulan su uso, Escandell Vidal (1996: 194) propone considerar los siguientes elementos: 1.
  • Cules son los mecanismos que la hacen posible.2.
  • Cules son los principios que determinan su produccin por parte del emisor.3.
  • Cules son las estrategias que permiten su reconocimiento e interpretacin correcta por parte del receptor.

As, Searle (1986) sostiene que en la metfora -al igual que en la irona y en los actos de habla indirectos- las palabras que utiliza el hablante para comunicar su mensaje no tienen un significado concreto si se interpretan literalmente. Esto es: no existe una correspondencia directa entre lo que el enunciador dice y lo que, efectivamente, quiere comunicar.

Segn su perspectiva, presenta dos propiedades caractersticas (Searle, 1979, apud Escandell Vidal, 1996: 203): 1. Es restringida : no puede construirse sobre cualquiera de los sentidos en que una cosa se asemeja a otra.2. Es sistemtica : puede comunicarse gracias a la presencia de un conjunto de principios compartido por enunciador y destinatario.

Asimismo, seala que su interpretacin se asienta en la existencia de ciertos patrones de inferencias -que funcionan regularmente- en los que es posible distinguir tres tipos de estrategias (Escandell Vidal, 1996: 204): 1. De reconocimiento : para determinar si hay que buscar o no una interpretacin metafrica.2.

  • De clculo : para medir los diferentes valores que pueden asignarse a la entidad con respecto a la cual dos elementos son semejantes.3.
  • De restriccin : para ceir las posibilidades calculadas e identificar el factor concreto que sirve como su fundamento.
  • Por su parte, Grice (1975) sugiere que la deliberada transgresin a la mxima de cualidad -No diga algo que crea falso- da lugar a una serie de tropos y figuras, entre los cuales ubicamos a la metfora.

En este sentido, la teora de la relevancia de Sperber y Wilson advierte que todos los tropos son tipos de enunciados en los que el emisor expresa abiertamente una creencia que espera que nadie considere literalmente verdadera. Para los autores (1994: 233-236), mediante la utilizacin de actos de habla indirectos, afirmaciones aproximadas y metforas, el hablante puede aumentar los efectos contextuales sin que por ello se menoscabe la relevancia de su uso lingstico.

En el caso concreto de las metforas, son dos las caractersticas definitorias de su propuesta: 1. interpretan un pensamiento del hablante, que puede ser complejo y no ser parafraseable mediante una forma literal; 2. se emplean porque alcanzan mayores efectos contextuales que las correspondientes enunciaciones literales, cuando stas son determinables.

Al respecto, resulta esclarecedora la puntualizacin de Martnez-Dueas (1993: 54) para quien el enunciado metafrico no tiene valor de verdad, en el sentido convencional, por la razn de que crea su propia dimensin de aceptacin. Es otro valor el que aparece, el del significado alternativo, que procede de la necesidad lgica de ampliar el alcance de la expresin.

  • En consecuencia, la pragmtica no se ocupa de la metfora en tanto fenmeno literario, sino ms bien de su presencia en la lengua comn.
  • Es decir, desde un punto de vista lingstico-literario, las metforas se han concebido, tradicionalmente, como un artificio retrico, como parte del ornato del lenguaje y, por ello, como algo artificial, cuyo uso se limita al lenguaje de la poesa para expresar y describir estados anmicos, emociones y sentimientos.
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Sin embargo, nada ms alejado de la realidad puesto que, como bien seala Lyons (1989: 490), la metfora de ninguna manera se limita a lo que se consideran usos poticos de la lengua. Es un recurso natural y espontneo que empleamos con frecuencia en la comunicacin diaria y que, por tanto, no se encuentra relegado, en absoluto, al lenguaje literario, sino que es habitual en el lenguaje cotidiano y, como veremos, ms frecuente de lo que imaginamos en el lenguaje de la informtica.

En consonancia con lo formulado, Lakoff y Johnson (1986), desde un marco psico-cognitivo, manifiestan que no es slo una figura retrica sino que constituye un mecanismo cuya base radica en nuestro sistema conceptual -puesto que para comprender y expresar situaciones complejas se apoya en aspectos ms elementales y conocidos- que impregnan el uso cotidiano del lenguaje.

De esta forma, esencialmente, es un elemento cultural propio de una lengua. La metfora es, para la mayora de la gente, un artificio de la imaginacin potica y de la ornamentacin retrica, algo que pertenece al lenguaje extraordinario, ms que al ordinario.

  • Adems, tpicamente, se la ve como caracterstica slo del lenguaje, un asunto de palabras, ms que de pensamiento y de accin.
  • Por esta razn, se piensa que uno puede arreglrselas perfectamente sin metforas.
  • Hemos encontrado, por el contrario, que prevalecen en la vida cotidiana, no slo en el lenguaje, sino tambin en el pensamiento y la accin.

Nuestro sistema conceptual, en trminos del cual pensamos y actuamos, es fundamentalmente metafrico en su naturaleza (Lakoff y Johnson, 1986: 3). Helena Calsamiglia Blancafort y Amparo Tusn Valls en Las cosas del decir (1999) revelan que esta concepcin no es indita, sino que surge en la antigedad clsica: la metfora consiste en transferir a un objeto el nombre que es propio de otro; tambin se encuentra en Aristteles la afirmacin del carcter cognoscitivo de la metfora que nos instruye y que nos hace conocer y el reconocimiento de que la construccin de metforas se debe al talento natural de las personas para saber apreciar las semejanzas (1999: 346).

Desde el mismo enfoque crtico, Rojas Mayer (1994) aade: al tratarse de un proceso de elaboracin mental en el cual se sustituye un elemento por otro, el emisor elige, inconscientemente, esa va como modo de resumir varias cualidades en un solo nombre, para as evitarse brindar mayores detalles en su exteriorizacin verbal de lo que piensa, con un recurso casi pictrico.

Pero por cierto en este proceso, el contexto global y dentro de l su interlocutor, sern sus cmplices en la identificacin del objeto que se propone, ya que las valoraciones culturales resultan fundamentales para una interpretacin acertada. (Rojas, 1994: 197-198).

  1. Para estos autores, entonces, la metfora constituye un modo de pensar el mundo y organizar en forma coherente un concepto, a travs de un vnculo analgico con un objeto de otro orden.
  2. Por lo tanto, no es slo un recurso retrico caracterstico de un registro literario : La metfora est en el origen mtico de nuestras religiones (el rbol de la ciencia, el rbol de la vida), e incluso en la base de los ms importantes hallazgos cientficos (Pujante, 2003: 206).

Lakoff y Johnson, en Metforas de la vida cotidiana (1986) postulan tres tipos de estructuras conceptuales metafricas: 1. Metforas orientacionales : sistematizan una red global de conceptos en relacin con otros. Nacen de nuestra interaccin con el mundo fsico.

  1. Se vinculan, mayormente, a la orientacin espacial: arriba/abajo, derecha/izquierda, dentro/fuera, delante/detrs, profundo/superficial, central/perifrico.
  2. Ej.: estatus alto, cuesta abajo, alta fidelidad, bajos instintos levantar el nimo tener un bajn, amanecer con el pie izquierdo, estar a la derecha del Padre, etc.2.

Metforas ontolgicas : categorizan un fenmeno de forma peculiar mediante su consideracin como entidad, sustancia, recipiente, individuo, etc. para tornar sus rasgos constitutivos ms concretos y tangibles. Ej.: El cerebro humano es un recipiente: no cabe en la cabeza de nadie, me entran los contenidos a presin; tens algo en mente?, etc.3.

Metforas estructurales : organizan una actividad o nocin en trminos de otra. Desde una metfora central van generndose nuevas que sirven para explicar aspectos parciales, pero que son consistentes con la metfora inicial global. Es decir, permiten entender un dominio de la experiencia a partir de otro, por medio de una proyeccin ( mapping ) de los elementos constitutivos del dominio origen a los del dominio destino.

Ej.: un discurso es un tejido: se puede perder el hilo, las ideas estn mal hilvanadas, falta un hilo conductor, este argumento est bien tramado, el cuento tiene un nudo y un desenlace, se atan cabos, se hila muy fino, etc. Por su parte, para Calsamiglia Blancafort y Tusn Valls (1999: 346-347) el uso metafrico del lenguaje posee -adems de la funcin esttica y cognitiva ya abordadas- poder persuasivo, expresivo y epistmico, puesto que, por un lado, supone inteligencia, ingenio y sensibilidad para asociar situaciones diversas, y por otro, a veces, obedece a la necesidad de explicar atributos abstractos o difciles de describir.

Finalmente, siguiendo a Lzaro Carreter (1977) diferenciaremos las metforas lingsticas, lxicas o fsiles -expresiones que originalmente fueron metforas, pero que han dejado de serlo y se han incorporado a la lengua (hoja de papel, cabeza de ajo, cuello de botella)- de las literarias -formas que pertenecen al habla, como modalidad individual de un escritor o de un hablante.

Desde otra perspectiva -aquella que contempla el tipo de analoga entre el elemento de origen y el de destino, es decir, la clase de sustitucin que se efecta-, Martnez Amador (1953) distingue cuatro variedades de metforas: 1. Entre seres animados : ese hombre es un zorro, esa mujer es una hiena, etc.2.

Entre cosas inanimadas : la cumbre del poder, la nave del estado, etc.3. De lo inanimado a lo animado : la familia es el pilar de la sociedad, etc.4. De lo animado a lo inanimado : el gusano de la conciencia, etc. En sntesis, la metfora se manifiesta como una entidad que impregna el lenguaje cotidiano y se instaura como un dispositivo vlido para entender concepciones, realizar razonamientos abstractos y estructurar un campo de significado y de experiencia emergente.

De ah, la importancia que asume en el mbito tecnolgico y en el de la comunicacin electrnica. En otras palabras, cuando nos encontramos frente a nociones complejas y frente a situaciones nuevas que no se hallan claramente ubicadas en nuestro universo de sentido y de significacin, se torna imprescindible captarlas mediante conocimientos que distinguimos con mayor claridad.

  • A continuacin, analizaremos e intentaremos agrupar y jerarquizar algunas de las mltiples metforas referidas a la web de las que como hablantes nos valemos para comprender su funcionamiento.
  • Debemos advertir que, a partir de la clasificacin efectuada por Lakoff y Johnson, en la mayora de los casos estaremos frente a metforas estructurales.2.

Internet: diferentes denominaciones metafricas para un mismo fenmeno Ninguna metfora nica transmite completamente la naturaleza del espacio ciberntico. (Rheingold, 1996: 82) 2.1. Internet como laberinto y telaraa En el contexto de la actual de la Sociedad de la informacin y del conocimiento, frente al rol hegemnico que se le ha otorgado a las nuevas tecnologas de la informacin y de la comunicacin, las metforas para aprehender el fenmeno internet se han multiplicado.

En consecuencia, la reflexin sobre ellas puede conducirnos a vislumbrar las representaciones sociales que gravitan en torno a su construccin, as como las expectativas que generan en los usuarios. Indudablemente, una de las figuras que se ha asentado de modo dominante en el discurso sobre internet ha sido la del laberinto : sendero que se bifurca en infinitas posibilidades de recorrido, gigantesco entramado de caminos, bibliotecas y textos que, a menudo, desembocan en rutas sin salida (Diviani, 2003).

Al respecto, el DRAE puntualiza: (Del lat. labyrinthus, y este del gr. λαβ ύ ρινθος ).1.m, Lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en l, de modo que no pueda acertar con la salida (DRAE, 2001). Es una de las obras ms antiguas del pensamiento humano.

  • Ha sido edificado, histricamente, con diversas estructuras -piedras, arbustos, espejos, trazos y, actualmente, por bits- y alude a variados rdenes de representacin simblica -rituales, mgicos, ldicos.
  • No obstante, a pesar de estas diferencias, lo que caracteriza a cualquier laberinto es su condicin arquitectnica de proyectar una salida que, a veces, slo puede hallarse gracias a la valiosa colaboracin de un buscador: 3.m,

Inform. Programa que permite acceder a informacin en internet sobre un tema determinado. (DRAE, avance de la vigsima tercera edicin). Ahora bien, junto a esta metfora, existe otra muy difundida: la de la telaraa, Precisamente, la World Wide Web -el enorme laberinto hipertextual que alberga internet- significa gran telaraa mundial.

  1. Toda red creada por un arcnido se concibe, construye y administra como un dispositivo trampa para cautivar a sus presas.
  2. De este modo, mientras que el laberinto plantea como una opcin probable el escape, la razn de ser de una telaraa es el encierro.
  3. En este sentido, coincidimos con Diviani cuando expresa: Es evidente, que las dos metforas con que suele representarse a la red, en general, pretenden apuntalar y enfatizar el carcter descentralizado, polifactico y ramificado del sistema tecnolgico,

Sin embargo, a la lgica laberntica, en la que cabe la posibilidad de construir mapas, le sucede la telaraa como entramado de lneas sin referente y sin sentido, en donde el sujeto se vuelve objeto – botn del sistema. La condicin de perderse o de no encontrar salida, transforma al laberinto en telaraa.

  • Diviani, 2003).2.2.
  • Internet como malla o red Red es otra de las metforas que empleamos como expresin sinonmica de internet -relacionada slo parcialmente con las anteriores- para dar cuenta de la pluralidad de nodos que, en su interior, se entrelazan y configuran infinidad de ramificaciones.
  • La voz, que tiene algunos siglos de existencia, es descripta por el DRAE como: (Del lat.

rete ).1.f, Aparejo hecho con hilos, cuerdas o alambres trabados en forma de mallas y convenientemente dispuesto para pescar, cazar, cercar, sujetar, etc./10.f. Conjunto de ordenadores o de equipos informticos conectados entre s que pueden intercambiar informacin./11.f.

internet. En LA red puedes encontrar cualquier informacin. (DRAE, avance de la vigsima tercera edicin). Para completar esta caracterizacin, acudiremos a Jos Antonio Milln (2000a) quien consuma una atrayente historia del trmino, cuyos pasajes ms importantes, transcribimos en la siguiente cita: En latn, rete era el nombre de una malla hecha con fibras separadas de tejido, que poda tener muy distintos usos: la caza de aves, la captura de peces, servir de recipiente para objetos, etc.

Con ese mismo sentido pas a muchas lenguas romances, entre ellas al espaol donde se encuentra ya en torno al ao 1000 (bajo la escritura reth ). Red, tal y como ahora la escribimos y pronunciamos, nos acompaa por lo menos desde el siglo XII El hecho de estar compuesta por muchos hilos que se entrecruzaban hizo que empezaran a emplearse usos metafricos: se poda hablar de una red de espas, de una de distribucin, etc.

  • Es decir, de cosas conectadas de forma compleja, aunque no tuvieran relacin fsica.
  • Cuando llegaron los sistemas de radiodifusin fue comn denominarlos redes.
  • Y cuando en 1969 se dise un sistema de comunicacin seguro entre ordenadores se le dio un nombre que tambin contena a la red: ARPANET (la abuela de la Internet ).

Y tanto creci el invento que hoy (cuando la mayora de nosotros ni cazamos ni pescamos) red slo hay una: Internet, red por antonomasia, tanto que hay quien la escribe incluso con mayscula (Red), y se alude a ella con una forma reiterada Red de redes que parece expresar respeto y una cierta reverencia.

Curiosa evolucin para una palabra de origen tan humilde. Por su parte, A. Mattelart (1995) en un novedoso artculo titulado Tiempos del ingenioso. Una lectura comunicativa de Cervantes seala: el lenguaje mdico es el que alumbrar un vocablo central en el anlisis de los procesos de comunicacin: el de red.

Este concepto, que primero se aplic a la composicin reticular de la piel, slo pasar a formar parte del lenguaje de las vas de comunicacin en el transcurso del siglo XIX, con la llegada y la implantacin de redes de ferrocarriles. Con todo, el carcter y la naturaleza de las redes han ido modificndose, dado que a cada poca le corresponde un paradigma comunicacional particular.

  • As, frente a la red de caminos, propia del universo vital de Don Quijote de la Mancha, la red ciberntica permite transportar informacin digitalizada, a una velocidad tal que casi toda distancia fsica concebible queda anulada en la instantaneidad de la comunicacin ( Bericat Alastuey, 1996: 103 ).
  • Es decir, e l concepto de internet se asienta en la gran metfora de la Red de redes: millones de puntos de informacin esparcidos por la faz de la Tierra conectados por una intrincada malla tejida de cables que ni la propia Aracne hubiera sido capaz de idear.2.3.
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Telpolis: internet como el tercer entorno El filsofo espaol Javier Echeverra en su obra Los Seores del Aire: Telpolis y el Tercer Entorno (1999) parte de la consideracin de que las nuevas tecnologas de la informacin y de la comunicacin (TICs) estn posibilitando un escenario que difiere profundamente de los entornos naturales y urbanos en los que tradicionalmente han vivido y actuado los seres humanos (1999: 14).

  1. En consecuencia, plantea un nuevo modelo de espacio social al que denomina tercer entorno (E3) -en contraposicin a la existencia de otros dos, (E1) y (E2)-, en donde puede florecer la Sociedad de la Informacin y el Conocimiento (SIC).
  2. As, el primer entorno (E1) es aquel que se estructura prximo a la physis, al ambiente natural del ser humano que incluye al campo, a la montaa, a las costas, al mar, a los lagos, a los ros, etc., donde se ha desarrollado una modalidad de sociedad que, genricamente, se denomina sociedad agraria.

El cuerpo, el clan, la tribu, la familia, las costumbres, los ritos, las tcnicas de produccin, la lengua, la propiedad., representan algunas de sus formas sociales caractersticas (1999: 28). Por su parte, el segundo entorno (E2) es el que gira alrededor de la polis, del escenario de la ciudad y del pueblo; es un espacio urbano, social y cultural, en el que se ha desplegado como modelo cannico la sociedad industrial.

El vestido, el mercado, el taller, la empresa, la industria, el estado, la nacin, la iglesia, el poder, la economa, son algunas de sus diversas formas sociales constitutivas (1999: 42). El tercer entorno (E3), telpolis, es un nuevo mbito social en construccin, bsicamente artificial y posibilitado por una serie de tecnologas -telefona, televisin, dinero electrnico, redes telemticas, tecnologas multimedia, videojuegos y realidad virtual- que modifican las relaciones sociales y culturales de E1 y E2.

La interrelacin de esas siete tecnologas con la coordenada tmporo-espacial conforma el tercer entorno, al que otros autores califican como espacio informacional, electrnico, digital o ciberespacio. Tabla I

PRIMER ENTORNO E1 SEGUNDO ENTORNO E2 TERCER ENTORNO E3
Campo Ciudad Ciberespacio
Physis Polis Telpolis
Natural Urbano Electrnico
Sociedad agraria Sociedad industrial Sociedad informacional

A partir del anlisis de las estructuras y caractersticas de cada uno de los entornos en tanto espacios de interrelacin humana, Echeverra consigue establecer veinte contrastes entre los dos primeros -considerados como una unidad porque las diferencias que presentan no son tan marcadas- y el emergente E3: Tabla II

ASPECTOS PRIMER Y SEGUNDO ENTORNO (E1 Y E2) TERCER ENTORNO (E3)
Carcter matemtico (distancia/situacin) Proximal Distal
Recintual Reticular
Esencia fsica Material Informacional
Presencial Representacional
Natural Artificial
Sincrnico Multicrnico
Extensin Compresin
Movilidad fsica Fluencia electrnica
Circulacin lenta Circulacin rpida
Asentamiento en tierra Asentamiento en aire
Estabilidad Inestabilidad
Localidad Globalidad
Naturaleza epistmica Pentasensorial Bisensorial
Memoria natural interna Memoria natural externa
Analgico Digital
Diversificacin semitica Integracin semitica
ndole social Homogeneidad Heterogeneidad
Nacionalidad Transnacionalidad
Autosuficiencia Interdependencia
Produccin Consumo

Adaptado de Echeverra, 1999: 145) Es decir, Telpolis es un neologismo acuado por Javier Echeverra (1998) para explicar el funcionamiento de internet, a partir de la metfora de la ciudad global: Telpolis es una nueva forma social de interaccin a distancia posibilitada por las nuevas tecnologas -informticas, electrnicas, telecomunicativas, semiticas-Telpolis modifica profundamente las actividades sociales de los pueblos y de las ciudades: la poltica, la guerra, el derecho, la banca, el comercio, la produccin, el consumo, la reproduccin, la ciencia, el arte, la religin, la informacin, la documentacin, la comunicacin, la enseanza, la medicina, el deporte, el espectculo, el ocio, el sexo, etc.

Las tecnologas aludidas modifican la prctica de dichas actividades siempre en un mismo sentido, que puede quedar resumido mediante el prefijo tele, aadible hoy en da a casi todas ellas (1998: 8). As, tele, que proviene de la voz griega τηλε y que, segn el DRAE significa a distancia, se une a diferentes morfemas lxicos para resignificar los contornos de la metrpoli telemtica: La vida privada y la vida ntima se adaptan a su vez a este entorno reticular de interaccin a distancia.

Surgen nuevas ventanas -aparatos de radio, pantallas de TV-, puertas -telfonos, interfaces telemticas-, cajones -CD-Rom, CDI- y cerraduras -tarjetas y claves de acceso, passwords – que abren o cierran las conexiones con Telpolis. La ciudad global se superpone a las ciudades y a los pases a travs de todo un entramado de cables, conexiones, telepuertos y torres de comunicaciones, pero tambin las telecasas y las teleoficinas se superponen a las casas y oficinas clsicas (1998b: 8-9).

  1. En sntesis, E3 es un nuevo espacio-tiempo social.
  2. Su estructura influye sobre las actividades que se producen en su seno, razn por la cual resulta imprescindible adecuarse a ella, diferencindola muy claramente de la de los espacios sociales tradicionales, representada en los escenarios E1 y E2.
  3. Por tanto, el cambio tecnolgico es un factor medular de este tercer entorno.

De ah el ritmo vertiginoso de transformacin que viene experimentando en las ltimas dcadas (1999, 155).2.4. Internet como ciberespacio Internet, el ciberespacio, es un mundo donde interactan y conviven todos los mundos posibles. Hctor Bentolila (2005) El antroplogo espaol Joan Mayans i Planells (2003) considera que el ciberespacio es un entorno que, aunque creado tecnolgicamente, slo puede entenderse desde su dimensin social.

Es un espacio cuya lgica no se corresponde con la de la geografa fsica, puesto que una de sus especificidades ms importantes es la carencia de centro, de atalayas privilegiadas desde las que enunciar. Esto se debe a la estructura en red, modular y escalable que ostenta. El DRAE abriga la expresin desde su edicin 2001 a la que concibe como mbito artificial creado por medios informticos.

Desde entonces, el prefijo ciber, acortamiento del adjetivo ciberntico, segn el Diccionario Panhispnico de Dudas (2005), forma parte de trminos relacionados con el mundo de las computadoras u ordenadores y de la realidad virtual y se utiliza, por extensin, para indicar relacin con los objetos e identidades que existen dentro de una red informtica.

As, en el contexto actual, lo ciber, adquiere carcter central, mientras proliferan los cibercafs; los cibernegocios, el ciberdinero y las cibercompras; el ciberempleo y la cibereconoma; los ciberencuentros, el cibersexo y los ciberamantes ; la cibercultura y la ciberlengua; las cibernoticias y el ciberperiodismo; las cibercomunidades, el ciberactivismo, los ciberdelitos ; la cibersociedad, el ciberespacio,

Lo ciber adopta, entonces, un sentido similar al aportado, en muchos casos, por los calificativos virtual, electrnico, digital o telemtico, Por su parte, el investigador mejicano Edgar Gmez Cruz en Las metforas de Internet (2007) advierte que: Si se comenzara por establecer el contexto lingstico en el que se origin el concepto de ciberespacio, habra que decir que ste proviene de la unin de dos vocablos que acadmicamente resultan complejos por los diferentes significados que se les han dado en distintos contextos: stos son ciberntica y espacio.

  • Los estudios cibernticos inaugurados por Norbert Wiener en su clebre Cybernetics, or Control and Communication in the Animal and Machina, de 1948, establecen un primer acercamiento acadmico al trmino (Gmez Cruz, 2007: 27).
  • Es decir, las TICs posibilitan la creacin de un nuevo espacio -(virtual, electrnico, digital, telemtico), al que preferimos denominar, siguiendo a Joan Mayans i Planells (2002), ciberespacio-, en el que las interacciones propias de la vida social se producen a travs de flujos electrnicos a distancia y en red.

Ahora bien, este flamante mbito tiene elementos muy particulares que lo distinguen de cualquier otro: no es fsico ni geogrfico, sino, como ya dijimos, social. Por esta razn, constituye un lugar alternativo construido por las redes informticas donde se desarrollan las ms variadas prcticas sociales, la mayora de las cuales son mediadas por la palabra, son discursivas.

En ltima instancia, las personas all no hacen otra cosa ms que entrar, buscar, salir, encontrarse, charlar, discutir, enamorarse, navegar por miles de mares de informacin, expresarse y fundamentalmente, comunicarse. Al respecto, Gutirrez Martn (2003) seala: internet no slo ha modificado sustancialmente las interacciones sociales, sino que se ha convertido, adems, en un escaparate de culturas, en un espacio complementario o alternativo donde relacionarse, gracias a la digitalizacin y a la convergencia de tecnologas y lenguajes.

Ha dejado de ser una herramienta de comunicacin y transmisin de informacin, como el telgrafo o el telfono, para transformarse en entorno virtual donde adems de almacenar y consultarse informacin, se establecen contactos interpersonales, se compra y se vende, se discute, se aprende, se realizan actividades de ocio, se cometen crmenes, se forman grupos, comunidades virtuales e incluso identidades que no son una rplica de las del mundo real (2003: 27).

Pero si apuntamos que el ciberespacio para su creacin supone la intervencin de mquinas, entonces, tal como propone Mayans, nace en 1832 con el telgrafo de Samuel Morse. De este modo, lo ciberespacial no son las computadoras en s mismas, sino lo que ocurre y se puede hacer a travs de ellas. En palabras de Burbules y Callister (2001): cada vez ms se describe la red como espacio pblico, un lugar donde la gente se rene a debatir, como lo haran en el gora de la antigua Grecia o como lo hacen en los consejos deliberantes de los municipios contemporneos.

Se la describe como un entorno cooperativo donde los investigadores y creadores comparten ideas, construyen nuevos conceptos e interpretaciones, disean nuevos productos; y tambin como uno de los principales motores del crecimiento del contexto global, que abarca muchos emplazamientos de espacio y tiempo particulares y promueve relaciones humanas exclusivas, que slo son posibles en ese entorno.

No como un sucedneo de la interaccin real cara a cara, sino como algo distinto, de caractersticas singulares y claras ventajas -as como desventajas- respecto de las mismas (2001: 19). Por su parte, Lamarca Lapuente (2006) puntualiza que: El ciberespacio es pues, un sistema de sistemas; un medio de conexin de cosas y personas; una convergencia de productos humanos (materiales y espirituales); un vasto territorio donde concurren mquinas, individuos y grupos sociales, y donde se almacenan, intercambian y confluyen ideas y obras, datos, libros, peridicos, cartas, imgenes, programas de ordenador, videos y msica de cualquier tiempo y lugar; un foro de encuentro para el intercambio personal, ntimo, pblico, masivo y comercial; y un nuevo espacio para la interaccin humana (finanzas, comercio, educacin, investigacin, asociaciones y ONGs, empresas, comunidades globales o locales, etc.).

En suma, un mundo paralelo al mundo real, una imagen especular al otro lado de las pantallas o una nueva dimensin de ste que se constituye como el reino de la comunicacin, la informacin, el entretenimiento y el ocio, el comercio, el arte, la cultura, la educacin, la investigacin, la cooperacin, la competencia, etc.

De lo enunciado hasta el momento pueden desprenderse los dos rasgos caractersticos de este tercer entorno o ciberespacio: la no materialidad fsica -no depende ni se basa en categoras geogrficas, desterritorializacin, en trminos de Lvy (1996)- y el ser un espacio practicado -en este punto los estudios del ciberespacio se enlazan directamente con la pragmtica, que analiza el uso de la lengua o la lengua en uso, dentro de un contexto de situacin.

La expresin espacio practicado, tal como explica Mayans (2002: 240), fue definida por Michel de Certau en 1988 y se refiere a aquel espacio que est socialmente poblado o es socialmente significativo. Es decir, internet -el ciberespacio o Telpolis- es, entonces, no slo una novedosa estructura arquitectnica, sino un espacio ciudadano.

  • En l podemos visitar sitios concretos, que no siempre estn limpios porque pueden contener spam o virus informticos contaminantes.
  • Estos numerosos edificios, que conforman el paisaje de la inconmensurable urbe digital, ostentan direccin electrnica o URL, dominio, portales y ventanas, que actan como elementos constitutivos de sus fachadas.

Por tanto, cada portal de la compleja Telpolis, se nos presenta como un umbral misterioso que puede a brirse y cerrarse, para permitirnos el acceso o restringirnos el paso obligndonos a salir, As, la ciudad se reduce a la metfora de la puerta, que se encuentra al alcance de la mano, de un solo clic,

En consecuencia, el ciberespacio es un entorno o escenario sin cuerpo y sin geografa, delimitado slo por las prcticas y las presencias construidas. Por eso, ante todo, es social. En este punto coincidimos con la caracterizacin efectuada por Joaqun Aguirre Romero (2004) quien lo entiende como: un espacio virtual de interaccin, un espacio-sistema relacional.

A diferencia de otros tipos de espacios, que pueden ser utilizados para distintas funciones, pero que tienen una naturaleza fsica primaria, el ciberespacio surge directamente como un espacio relacional. Dos personas pueden encontrarse en un lugar y comenzar all algn tipo de relacin, pero ese espacio estaba ah antes y seguir despus de que esa relacin termine.

  • El ciberespacio existe solamente como espacio relacional; su realidad se construye a travs del intercambio de informacin; es decir, es espacio y es medio.
  • Una red sin interaccin entre sus miembros deja de ser una red; la red existe porque existen relaciones entre sus integrantes.
  • El ciberespacio surge en y por la comunicacin, de ah su doble naturaleza de espacio y medio.

Acordamos con esta forma de concebirlo porque pone nfasis en el aspecto relacional o interaccional ms que en lo meramente tecnolgico.2.4.1. Internet como carretera o autopista El ciberespacio est colmado de caminos que se ramifican en innumerables direcciones para transportarnos a infinidad de sitios o pginas web,

  1. Estas vas de comunicacin constituyen la esencia de la metfora de la autopista informtica o supercarretera de la informacin, cuya autora se le atribuye a Al Gore, ex Vicepresidente de los Estados Unidos durante la administracin Clinton (1993-2001).
  2. Este fue el leitmotiv con el cual promovi un plan de desarrollo tecnolgico en su pas, que recibi como eco y contrapunto, desde el mbito de la Comunidad Europea, la formulacin del concepto Sociedad de la informacin.
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As como en los aos 50 y 60 -gracias a la aplicacin de una poltica federal de comunicaciones terrestres- se propici un importante crecimiento econmico, podra producirse un incremento de la misma magnitud si se impulsara -a travs de la implementacin de medidas tecnolgicas- la construccin de un sistema de comunicaciones telemticas.

Es decir, el razonamiento se asienta en una proyeccin metafrica, entre un dominio fuente -rgimen de autopistas interestatales- y un dominio blanco -red de conexin digital. El primero en reparar y abordar cientficamente este empleo metafrico fue Mark Stefik en su famoso libro Soar con Internet. Arquetipos, mitos y metforas (1996).

Desde esta perspectiva, internet est conformada por numerosas rutas por las que circulan datos y documentos en mltiples direcciones, que pueden quedar en cola a la espera de procesamiento. Gracias a los enlaces, conseguimos transitar de un punto a otro.

En horas pico, el trfico aumenta y se originan embotellamientos, por lo que como cibernautas nos vemos obligados a disminuir la velocidad y a desplazarnos por la web de manera dificultosa. Finalmente, si nos extraviamos o deseamos encontrar un atajo, contamos con la posibilidad de recurrir a un mapa,

En ocasiones, algunos caminos suelen estar cerrados al trfico porque se encuentran en construccin,2.4.2. Internet como ocano o mar Slo de manera metafrica puede comparrsela con una telaraa, en vista de que no hay un punto de convergencia de sus millares de hilos invisibles.

Ms bien, quizs, podra considerrsela como una especie de enorme y creciente ocano, en el que confluyen numerosos riachuelos pero con la diferencia de que quien incursiona en el mar que es internet puede quedarse con un chorrito de la informacin que hay all, o empaparse, incluso hasta ahogarse, en dosis inconmensurables de datos de toda ndole (Trejo Delarbre, 1996).

La cita con la que abrimos este apartado nos revela que desde los primeros aos de expansin de internet, esto es, desde mediados de la dcada de los noventa, comenz a popularizarse una de las metforas conceptuales que gravita hoy con mayor fuerza en el imaginario colectivo: la de la web concebida como un gran ocano o mar de informacin en el que los usuarios cibernautas o internautas – somos los navegante que piloteamos una embarcacin.

  • Para ello, contamos con la posibilidad de efectuar dos tipos de desplazamientos: uno pasivo, que consiste en dejarnos llevar por la corriente de datos, y otro activo, que reside en timonear la nave hacia canales o puertos definidos.
  • Durante la travesa, nos valemos de un software al que denominan, justamente, navegador y, en ocasiones, anotamos las vicisitudes y peripecias del viaje en un cuaderno de bitcora – weblog -, o leemos las indicaciones de otros capitanes o webmasters,

Frecuentemente, cuando cargamos / subimos / colgamos informacin o cuando descargamos / bajamos datos o programas estamos expuestos a las peligrosas acciones de los piratas o hackers, A continuacin, presentamos un cuadro de nuestra autora que sintetiza lo expuesto.

DOMINIO ORIGEN: ESPACIO FSICO DOMINIO DESTINO: C IBERESPACIO
Lugar Sitio/pgina web
Direccin/ubicacin geogrfica Direccin electrnica/URL/dominio
Objetos/cosas Documentos/archivos
Forma del espacio Laberinto/telaraa/red/carreteras/ocano
Movimiento Clic -entrar/salir, abrir/cerrar, avanzar/retroceder, subir/bajar-
Caminos o rutas Enlaces o vnculos
Automvil Computadora
Conductor Usuario
Velocidad Rapidez de conexin
Distancia Clic
Trnsito/trfico Flujo de datos en circulacin
Mapas geogrficos Mapas de sitios
Paseo/ Tour Paseo/ Tour virtual
Navegacin Consulta de informacin en la red
Nave Computadora
Navegante Usuario/internauta/cibernauta
Cuaderno de bitcora Weblog / Blog
Capitn Webmaster
Pirata Hacker o intruso informtico
Puertos de origen y destino Puertos de entrada y salida (Puerto USB)
Cargar/descargar Guardar informacin en la PC o en una web
Ayudantes Navegador (Internet Explorer) y buscador (Google)

3. A modo de sntesis Ciertamente, Internet supone toda una revolucin. Algunos han considerado a Internet como un nuevo medio en el que viajar, comparable a los tradicionales tierra, mar y aire. Otros han ido an ms lejos y han hablado de Internet Como un nuevo continente o un nuevo planeta Con sus descubridores, navegantes (cibernautas), piratas ( hackers ), colonos, etc.

Sin embargo, hoy por hoy, atenindonos a lo que tenemos, y no a lo que podra suceder, deberamos admitir que estamos en la prehistoria de Internet y apenas hemos inventado la rueda de esta nueva era. (Monereo, 2005: 8) A lo largo de estas pginas hemos analizado el valor que revisten las metforas en la tarea de conceptualizar materiales, actividades y roles referidos a internet.

As, descubrimos creatividad en diversas formas metafricas y recurrencia de estructuras y nociones vinculadas a un modo particular de conocer y categorizar el mundo, advertido por Lakoff y Johnson (1986). El uso de metforas que relacionan la red con un espacio -que es arriba (los archivos se suben a la web ), que est integrado por objetos y sujetos, que adopta distintas representaciones (normalmente, de agua, laberinto, autopista)- supone una invariable del continuo orientacional, ontolgico, estructural, postulado por los autores.

  • De la misma manera, comprobamos que los motivos por los que optamos por algunos usos metafricos, en desmedro de otros, estn arraigados en nuestro cuerpo, en nuestra interaccin con las cosas del mundo y con los dems en un contexto culturalmente definido (Lakoff y Johnson, 1986).
  • En consecuencia, esta razn revela, por ejemplo, porqu en el mbito argentino empleamos mouse y no su traduccin, que es de uso frecuente en Espaa, o por qu asumimos la metfora del ocano, ms que la de la autopista, condicionados, quizs, por las enormes dificultades tcnicas de las conexiones, que alejan el dominio de origen del dominio blanco.

Por eso, coincidimos con Angenot (1982, apud di Stefano, 2006: 34) para quien la metfora no puede ser estimada solamente con los criterios de la inteligibilidad analgica sino que, como parte de un discurso ideolgico (tecnocentrista o apocalptico), hay que contemplar en ella las prolongaciones alusivas que sugiere.

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¿Qué es un aula metafórica?

Un aula virtual metafórica se define bajo una premisa, con el propósito de que los participantes establezcan nexos de conexión entre la idea (metáfora del aula) y la realidad (lo que se espera).
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¿Cuál es el papel que juega la educación en la sociedad?

¿Por qué es importante la educación? – En lo individual, el por qué es importante se entiende partiendo de que es un derecho fundamental de todas las personas y la clave para la construcción de sociedades más justas y equitativas. A nivel global, la educación es considerada un factor de producción, pues permite acabar de raíz con muchos de los problemas económicos de una nación y funge como instrumento regulador de las desigualdades sociales.

Mejorar los niveles de empleabilidad en el país. Afirmar los valores y la identidad cultural de las sociedades. Diversificar los campos de desarrollo para la población joven. Fortalecer la democracia y el estado de derecho. Fomentar la innovación científica y tecnológica.

Para cumplir con estos objetivos, debe estructurarse con base en aprendizajes que serán los pilares del conocimiento,
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