¿Cual Es La Enfermedad Respiratoria Mas Frecuente En La Escuela?

¿Cual Es La Enfermedad Respiratoria Mas Frecuente En La Escuela
¿CUÁL ES LA ENFERMEDAD RESPIRATORIA MÁS FRECUENTE EN LA ESCUELA? Gripa y Resfriado común. Catarro: es la más habitual de todas. Durante la etapa escolar es común que los niños tengan síntomas de congestión nasal, mucosidad e incluso fiebre. Así, según señalan en la AEP, la mayoría de los bebés en las guarderías tienen entre 8 y 12 resfriados al año.

¿Cuáles son las enfermedades respiratorias más comunes en los niños?

¿Cuáles son las enfermedades respiratorias más comunes?

¿Qué enfermedades respiratorias se presentan con más frecuencia en nuestra familia y comunidad?

¿Qué son las infecciones respiratorias agudas en niños?

Las infecciones respiratorias agudas (IRA) se definen como el conjunto de enfermedades transmisibles del aparato respiratorio que incluye desde el catarro común hasta la neumonía, pasando por la otitis, amigdalitis, sinusitis, bronquitis aguda, laringotraqueitis, bronquiolitis y laringitis, con evolución menor a 15 días y con la presencia de uno o más síntomas o signos clínicos como tos, rinorrea, obstrucción nasal, odinofagia, otalgia, disfonía, respiración ruidosa, dificultad respiratoria, los cuales pueden estar o no acompañados de fiebre.

  1. Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) es reducir la mortalidad infantil dos terceras partes hacia 2015 en comparación con los niveles que existían en 1990;
  2. 1 Las políticas de salud e intervenciones implementadas han logrado disminuir la mortalidad infantil, avanzando en el ODM referente a este tema, 2,3 sin embargo, el panorama es sombrío en el terreno de las IRA;

A nivel global, sólo 1 de cada 5 padres o cuidadores identifica los signos de alarma asociados con neumonía; la mitad de los niños con neumonía recibe tratamiento apropiado y de ellos, solamente 20% es tratado con antibióticos; todo ello a pesar deque existen intervenciones eficaces disponibles pero que tienen cobertura muy limitada.

Se ha estimado que si se tratara con antibióticos a todos los niños con neumonía se podrían evitar 600 000 muertes por año y si se adicionaran medidas preventivas tales como la vacunación, el número de vidas que se salvarían se duplicaría a 1.

3 millones anualmente. 4,5 De acuerdo con las estadísticas oficiales, en México las IRA constituyen la primera causa de morbilidad y egreso hospitalario en los menores de 5 años, con frecuencia de 13 episodios por cada 100 consultas médicas. Lo anterior representa dos a cuatro episodios de IRA al año por niño los cuales pueden complicarse con neumonía grave.

6,7 Por lo anterior, es importante describir los patrones epidemiológicos de las IRA en niños menores de cinco años de edad a partir de la información obtenida en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT 2012).

Asimismo, se describe la identificación de los signos de alarma por parte de los padres o cuidadores. El análisis tiene como propósito proveer información útil para el desarrollo de políticas y estrategias dirigidas a la prevención y el control de este problema de salud.

Material y métodos El presente estudio se basó en información generada a partir de la ENSA 2000 y de las ENSANUT 2006 y 2012 cuyas metodologías han sido previamente descritas y permite su comparación. 8-10 Se clasificó dentro de las IRA si el informante contestó “sí” a la pregunta “¿Ha tenido gripa, catarro, anginas, tos, bronquitis o dolor de oídos (nombre del menor) en las últimas dos semanas?”.

Asimismo se consideró neumonía si el informante respondió “sí” a la pregunta “En los últimos tres meses, ¿algún médico le ha diagnosticado neumonía a (nombre del menor)?” A partir de las respuestas a las preguntas anteriores, se estimó la prevalencia de IRAy neumonía en menores de cinco años y se indagó sobre el conocimiento de los padres acerca de los signos de alarma que les sugieren buscar atención médica.

Para ambos indicadores se realizó un análisis comparativo de las estimaciones a partir de la ENSA 2000 la ENSANUT 2006 y 2012. El análisis estadístico se realizó considerando el diseño muestral de la ENSANUT 2012 utilizando el módulo svy del paquete estadístico STATA 12.

Para la estimación se tomó en cuenta el diseño muestral de la encuesta y se reportan intervalos de confianza al 95%. Las diferencias en las prevalencias de IRAentre las encuestas se compararon y se calcularon los intervalos de confianza al 95%. El estudio fue evaluado por la Comisión de Ética del INSP; se obtuvo el consentimiento informado de los sujetos participantes en el estudio.

El estudio se realizó en México entre junio 2011 y mayo 2012. Resultados A partir de la ENSANUT 2012 se entrevistaron 13 612 niños menores de 5 años (cuyos datos expandidos corresponden a 10 923 144 niños).

De ellos, 44. 9%, (IC 95% 43. 5-46. 2) (correspondiendo a 4 901,086 niños) había presentado episodios de IRA en las dos semanas previas a la entrevista. La mayor prevalencia de IRA en menores de cinco años fue en el grupo de 7 a 11 meses, con 50. 5% (IC95% 45. 8-55.

2) (517 niños estudiados, que corresponden a 427 192 niños de la población) en comparación con los niños de 2 a 6 meses entre quienes la prevalencia fue de 35. 5% (IC95% 31. 6-39. 6) (403 niños estudiados, que corresponden a 306 862 niños de la población).

Ciento catorce niños menores de 5 años estudiados, 0. 8% (IC95% 0. 6-1. 1) del total, correspondiendo a 89 108 de la población, tuvieron diagnóstico de neumonía tres meses previos a la encuesta. Entre los niños con diagnóstico de neumonía tres meses previos a la encuesta, la proporción niños que fueron hospitalizados por esta causa fue 40.

8% ( cuadro I ). La prevalencia de IRA en menores de 5 años fue 38. 4% en el año 2000, 47. 0% en 2006, y 44. 8% en 2012. En menores de un año la prevalencia fue de 48. 1% en 2006 (IC95% 44. 6-51. 7) mientras que en 2012 fue de 38.

9% (IC95% 36. 1-41. 8), reducción estadísticamente significativa ( figura 1 ). Al ajustar por entidad federativa y periodo de levantamiento de la encuesta, la diferencia continuó siendo estadísticamente significativa. Las razones hombre/mujer fueron 1:1, 0. 9:1 y 0.

  • 9:1 para 2000, 2006 y 2012 y por área de residencia fue consistentemente mayor en el área urbana ( figura 1 );
  • Se observó una disminución estadísticamente significativa en la prevalencia de IRA en el quintil 1 correspondiente a los niños de nivel socioeconómico más bajo: de 47;

6% (IC95% 45. 6-49. 7) en 2006 pasó a 42. 3% (IC95% 40. 3-44. 3) en 2012 ( figura 2 ). Al analizar por entidad federativa y periodo de levantamiento de la encuesta, la diferencia se mantuvo estadísticamente significativa. Existen variaciones entre entidades federativas que van de 59.

  • 5 a 24;
  • 2% en 2000; 65;
  • 9 a 25;
  • 7% en 2006 y 59;
  • 7 a 34;
  • 3% 2012;
  • Alrededor de la mitad de los estados tienen prevalencias por encima de la media, similar a lo observado en 2000, pero ha disminuido la diferencia entre la media nacional y la prevalencia en el estado con mayor proporción de IRA, 21 puntos porcentuales (pp) en 2000, 19 pp en 2006 y 15 pp en 2012;

( figura 3 ). Los signos de alarma identificados más frecuentemente por los padres o cuidadores son “más de tres días con calentura”, “se ve más enfermo” y “no come ni bebe”. La identificación de indicativos de neumonía fue poco frecuente: “respira rápido” (10.

  1. 2%) y “no puede respirar” (20;
  2. 9%); este último muestra un ligero incremento comparado a lo referido por los padres en 2006 (14;
  3. 8%) ( figuras 4 y 5 ) No se observaron diferencias en la identificación de signos de alarma por los padres o tutores al comparar a los niños de hogares beneficiarios de IMSS-Oportunidades contra aquéllos de hogares no beneficiarios (8;

0% (IC95% 5. 8-11. 0) versus 9. 1% (6. 7-12. 1) y 14. 2% (11. 9-16. 9) versus 14. 0% (11. 7-16. 7), para los signos “respira rápido” y “no puede respirar”, respectivamente). Discusión Los principales resultados de este estudio señalan el comportamiento epidemiológico de las IRA en niños menores de 5 años en los últimos años.

  1. Se muestra que la magnitud del problema ha disminuido recientemente;
  2. Al comparar la prevalencia de acuerdo con grupos de edad, en la ENSANUT 2012 se observó disminución estadísticamente significativa en la prevalencia de IRA en menores de un año en relación con los datos obtenidos en la ENSANUT 2006;

Asimismo, al comparar ambas encuestas disminuyó la prevalencia observada en el quintil correspondiente al nivel socioeconómico más bajo. La mayor prevalencia se observó en los menores de un año. Al comparar la prevalencia observada entre los niños de 7 a 11 meses con la que se reportó en los niños de 2 a 6 meses fue significativamente mayor en los niños de mayor edad.

  • La prevalencia de IRA en menores de 5 años fue similar de acuerdo con sexo y área urbana o rural;
  • La magnitud del problema es heterogénea al comparar las entidades federativas, ya que se observa un rango amplio en la prevalencia, desde 34;

3% en Querétaro hasta 59. 7% en Colima. De los niños encuestados, 0. 8% había presentado neumonía en los tres meses anteriores, aunque debido al tamaño reducido de la muestra no fue posible determinar si la frecuencia fue estadísticamente más elevada en algún grupo de edad.

Al examinar la priorización de signos de alarma por padres o cuidadores se observó que solamente una proporción reducida de ellos identifican los signos asociados con neumonía. Entre los resultados destaca la disminución de la prevalencia en menores de un año en comparación con la encuesta de 2006.

Entre los factores probablemente involucrados con la disminución de la prevalencia en años recientes se incluyen el incremento en las coberturas de vacunación contra Hemophilus influenzae tipo B, neumococo e influenza; el mejor estado nutricional en los menores; mayor acceso a los servicios de atención primaria, mayor frecuencia en el lavado de manos y disminución del uso de carbón o leña en los hogares.

  1. 4 La mayor frecuencia en niños menores de un año ha sido informada previamente;
  2. 11 La frecuencia de IRA y neumonía significa un problema de salud pública prioritario de atender, tanto por los costos que generan a los servicios de salud y los de bolsillo en las familias, como por las complicaciones y letalidad ocasionadas por la enfermedad;

El costo estimado por infecciones respiratorias en niños referido en estudios previos es variable de acuerdo con el diseño, gravedad del padecimiento, costos incluidos, características del sistema de salud y otros factores. 12, 13 En Chile se estimó este costo, considerando tanto costo directo como indirecto, en 38 dólares por evento respiratorio en lactantes y 20 en preescolares.

13 Lo anterior permite vislumbrar el costo que las IRA pueden significar para las familias y los sistemas de salud en México, dada la prevalencia de 44. 9% que en cifras expandidas corresponde a 4 901 086 niños menores de cinco años que enfermaron por IRA en las dos semanas previas a la ENSANUT 2012.

A nivel global solamente 1 de cada 5 padres o cuidadores identifican signos de alarma como “dificultad para respirar” y “taquipnea”. 4 La encuesta reveló frecuencias de reconocimiento similares en México, lo cual refleja la necesidad de sensibilización y conocimiento en la población para motivar la demanda oportuna de consulta.

En estudios previos se ha descrito que la probabilidad de solicitar atención médica es menor en familias que viven en condiciones de pobreza, de madres muy jóvenes residentes a mayor distancia a los servicios clínicos.

14,15 Por otra parte, se ha observado que el retraso por parte de los padres en solicitar atención médica para el niño por diferentes razones, así como un mal enfoque diagnóstico y terapéutico, contribuyeron hasta en 68% a las defunciones por estas afecciones.

16 Aunque es frecuente que la IRA presente un curso benigno, los episodios repetidos pueden producir complicaciones a corto plazo sobre el estado nutricional del niño, generando un ambiente propicio para otras enfermedades, así como alteración del entorno social y del desarrollo cognitivo, por lo tanto, es esencial identificar los factores externos que podrían afectar la incidencia, y promover acciones que disminuyan la posibilidad de cuadros complicados de la enfermedad.

Recomendaciones y conclusiones El control de las infecciones respiratorias agudas en menores de cinco años requiere acciones dirigidas a personal de salud, a la comunidad en general y a la comunidad académica. 17,18 En el cuadro II se describen las principales acciones recomendadas.

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Los datos obtenidos a partir de la ENSANUT 2012 y encuestas nacionales previas revelan que la magnitud del problema ha disminuido en años recientes, principalmente en los grupos más vulnerables como los niños más pequeños y los pertenecientes a los niveles socioeconómicos más bajos.

Sin embargo, se encontró que también existen necesidades de capacitación, principalmente a nivel comunitario. Agradecimientos Los autores agradecen la colaboración de la doctora Aurora Franco, su equipo de trabajo y encuestadores; de las autoridades políticas y de salud estatal y local y principalmente de los participantes en la encuesta cuya cooperación y paciencia permitió obtener la información necesaria.

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¿Qué produce las enfermedades respiratorias en niños de 0 a 5 años?

Introducción La Infección Respiratoria Aguda (IRA) constituye un grupo de enfermedades de origen infeccioso que producen afección del aparato respiratorio y tienen una duración menor a 15 días. Esta puede ser causada por diversos agentes como virus, bacterias, hongos y parásitos.

Sin embargo, los virus encabezan la mayoría de los casos, con un 45 a 77% en pediatría. La principal función de la vía aérea es conducir el aire hacia los pulmones para que ocurra el intercambio gaseoso, en el cual entra oxígeno a la sangre y sale dióxido de carbono.

De acuerdo con la distribución anatómica, las IRA pueden ser de vías respiratorias altas, en donde hay compromiso de la nariz, oídos, faringe o laringe y, en menor proporción de vías respiratorias bajas, donde se afectan la tráquea, los bronquios o los pulmones.

El impacto de las infecciones respiratorias virales depende de la capacidad del virus para causar daño y de la respuesta inmune de cada individuo para defenderse de esta infección. En la mayoría de casos, las infecciones serán leves y autolimitadas (el cuadro clínico puede resolverse sin tratamiento) gracias a la capacidad de nuestro sistema inmune, no obstante, algunas de ellas pueden ocasionar complicaciones e incluso la muerte.

Epidemiología La IRA es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, ubicándose entre las diez primeras causas de muerte en la población general y dentro de las tres primeras en los niños menores de cinco años. Se estima un promedio de 4.

  • 000;
  • 000 muertes en el mundo al año por esta enfermedad, por lo que se considera un problema de salud pública;
  • El grupo poblacional con mayor riesgo de morir por IRA son los niños menores de 5 años, las personas que cursan con alguna enfermedad crónica de base y los mayores de 60 años;

Según el informe del Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia, para el año 2019 se reportaron 6 millones de consultas a urgencias por IRA y el 70% de los casos ocurrieron en menores de 5 años. De acuerdo con el informe, los virus más comunes identificados como responsables fueron: el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), seguido por el virus de la influenza, parainfluenza y el adenovirus.

Históricamente, la estrategia más importante en la prevención de la mortalidad por IRA grave (que requiere hospitalización), es la vacunación oportuna del niño y de su núcleo familiar. Cuadro clínico La mayoría de estas infecciones son leves y autolimitadas, sin embargo, los niños sanos entre 2 y 5 años pueden presentar hasta 6 u 8 episodios al año.

Dentro de los síntomas más frecuentes se encuentran la tos, obstrucción nasal, fiebre, dolor de garganta y de oído. Las diferentes enfermedades de este grupo son:

  • Rinofaringitis o resfriado común: es una inflamación de la mucosa nasal y faríngea. Produce estornudos, congestión nasal, dolor de cabeza y garganta, tos, en ocasiones fiebre, escalofríos, disminución del apetito y su principal síntoma es la obstrucción nasal. Generalmente, es una entidad autolimitada y constituye el 50% de las infecciones de las vías respiratorias altas.
  • Faringoamigdalitis aguda: es un proceso febril que se caracteriza por inflamación de la mucosa del área faringoamigdalina. Pueden aparecer alteraciones del tono de la voz, con dificultad para hablar o ronquera, sensación de dolor y tos. Es causada en su mayoría por virus, los cuales presentan una evolución benigna y autolimitada. Dentro de las bacterias, la más importante y en la que el tratamiento antibiótico está indicado es el streptococo pyogenes en mayores de 3 años.
  • Bronquiolitis: es una infección aguda de las vías respiratorias altas y bajas. Los pacientes suelen presentar signos de rinofaringitis seguidos de la aparición de sibilancias (silbidos) o ruidos bronquiales debido a obstrucción de los bronquios. Es una infección autolimitada causada principalmente por virus y ocurre con mayor frecuencia en niños menores de dos años.
  • Neumonía: es una inflamación del pulmón que cursa con signos y síntomas respiratorios, acompañado de respiración rápida, fiebre y cambios en la radiografía de tórax. Los virus que con mayor frecuencia causan neumonía son el VSR, parainfluenza 3, adenovirus e influenza A.
  • Crup o laringotraqueitis: se caracteriza por inflamación y obstrucción aguda de la laringe. Los principales virus implicados son parainfluenza 1, 2 y 3, seguidos por influenza A y VSR. Entre sus síntomas se encuentran la ronquera, tos disfónica o “de perro” y un ruido durante la inhalación conocido como “estridor”, con o sin dificultad para respirar.

Principales virus implicados La mayoría de las veces la infección se adquiere por la inhalación de secreciones infectadas. La aspiración de una pequeña cantidad de secreciones puede ser suficiente para causar la enfermedad, especialmente en los niños más pequeños, aquellos que tengan las defensas bajas o que estén desnutridos. Algunas características de los agentes más frecuentes son: Virus sincitial respiratorio Afecta especialmente a niños menores de un año y se contagia a través del contacto directo o a través de las gotas de saliva.

Los principales agentes implicados son el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), parainfluenza 1, 2 y 3, adenovirus, influenza A y B y rinovirus. La periodicidad del VSR en Colombia se da a lo largo del año, con picos que varían ligeramente según la ciudad.

Las temporadas de lluvias y las temperaturas cálidas favorecen la transmisión del virus todo el año. La máxima gravedad se presenta en los niños menores de dos años. En niños mayores y en adultos la infección puede ser asintomática o manifestarse como un resfriado común.

El VSR se asocia con la presencia de cuadros de obstrucción bronquial y asma en edades posteriores. Virus de la Influenza Hay tres tipos de virus de Influenza que causan enfermedad en seres humanos: A, B y C.

La Influenza se puede transmitir por gotas generadas por un enfermo que tose, estornuda, habla o por contacto indirecto, ya que el virus puede permanecer de 1 a 2 días en superficies inanimadas. Se estima que cada año, la Influenza estacional afecta aproximadamente al 10,5% de la población mundial y produce entre 250.

000 y 500. 000 muertes. En las zonas tropicales, como en Colombia, no hay un claro patrón estacional y el virus circula todo el año, con picos acentuados durante las temporadas de lluvias. Los síntomas en la mayoría de las personas son leves, de corta duración o incluso muchos son asintomáticos, en el menor número de casos se comporta clínicamente grave, requiriendo hospitalización y presentando alto riesgo de complicaciones.

Los niños también pueden presentar dolores musculares severos y síntomas como náuseas, vómito y diarrea hasta en un 25% de los casos. Los pacientes con alto riesgo de presentar complicaciones por influenza, como son los niños menores de 2 años o aquellos con enfermedades crónicas, se les debe administrar un tratamiento antiviral.

El resto de los casos, suelen mejorar solo con medidas de soporte. La vacunación anual representa la principal estrategia de prevención. Adenovirus Este virus afecta a todas las edades y es una causa habitual de infecciones respiratorias altas en niños y adultos.

La fuente de contagio es generalmente otro ser humano, el virus se transmite por vía respiratoria y se puede eliminar por vía fecal. La mayoría de las infecciones por adenovirus son asintomáticas. Cuando las infecciones son sintomáticas, se puede presentar un amplio espectro de manifestaciones clínicas, la mayoría ocurren en niños, causan fiebre y síntomas como faringitis, otitis, tos y amigdalitis.

Algunos serotipos pueden generar conjuntivitis, faringitis y fiebre. No se ha demostrado la eficacia de ningún agente antiviral. El tratamiento está dirigido a disminuir los síntomas y consiste en medidas de soporte.

Rinovirus En los niños las infecciones por rinovirus son más frecuentes que en los adultos y se estima que prácticamente todos los niños han experimentado al menos un episodio de IRA por rinovirus a los 2 años de vida. Este virus está asociado a crisis asmáticas en la infancia y es uno de los agentes más implicados en las infecciones respiratorias agudas suficientemente graves como para precisar hospitalización.

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A propósito del Coronavirus 2019 (COVID-19) Los Coronavirus son un grupo de virus que existen desde hace muchos años, causando enfermedades leves o graves en humanos y animales. Se dividen en 4 géneros: alfa, beta, gamma y delta.

En enero de 2020, el agente causal de un grupo de casos de neumonía grave en Wuhan, China, fue identificado como un nuevo betacoronavirus (2019-nCoV). Hasta el 26 de octubre de 2020 se han reportado un poco más de 43 millones de casos en el mundo y más de 1 millón de muertes.

  • En efecto, la mortalidad va desde 0;
  • 9% en personas sin factores de riesgo hasta 10;
  • 5% en personas con enfermedad cardiovascular de base;
  • La transmisión puede ser principalmente de persona a persona, por contacto directo o mediante gotas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda;

Además, hay trasmisión al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos. Los síntomas podrían aparecer en tan solo 2 días o hasta 14 días después de la exposición y pueden variar de severidad.

Los síntomas de la enfermedad en más de un 80% son leves (fiebre, tos, expectoración, malestar general), mientras que aproximadamente el 20% pueden tener manifestaciones clínicas más graves (neumonía y complicaciones clínicas).

El 77,8% de las personas afectadas tienen entre 30 y 79 años y sólo un 2% son menores de 20 años. En la actualidad no existe una vacuna para prevenir la enfermedad. La mejor forma de prevenir es evitando la exposición al virus. No hay un tratamiento antiviral específico, el manejo es de soporte para ayudar a aliviar los síntomas.

En los casos graves, el tratamiento debe incluir atención médica para apoyar el funcionamiento de los órganos vitales. Diagnóstico de las enfermedades respiratorias El diagnóstico de la IRA suele ser clínico y generalmente no es necesaria la toma de estudios adicionales.

Los paraclínicos y las imágenes pueden apoyar el diagnóstico, pero su utilidad es limitada ya que no son específicas para ninguno de los agentes causales de la enfermedad. Existen pruebas específicas que permiten identificar el germen causal, sin embargo, estas no son necesarias en todos los pacientes y no cambian la conducta ni el tratamiento.

  • Tratamiento La mayoría de los casos se autolimitan y se resuelven en pocos días;
  • El tratamiento antibiótico no está justificado salvo que se detecte una infección bacteriana concomitante o se sospeche por datos clínicos y paraclínicos;

Entre las medidas de soporte se incluyen: aumento del consumo de líquidos, continuar con la lactancia materna o la alimentación habitual según la edad, realizar limpieza nasal con suero fisiológico cada 3 a 4 horas y el uso de medicamentos para el control de la fiebre. Medidas de Prevención

  • Debido a la fácil transmisión de la IRA, es muy importante promover acciones básicas encaminadas a la prevención de esta enfermedad.
  • Evite el contacto con personas con gripa. Los enfermos deben utilizar tapabocas y mantener las manos limpias.
  • El lavado de manos debe ser con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer, y después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
  • Si es un bebé menor de seis meses, suministre solamente leche materna en mayor cantidad, por lo menos 10 veces al día.
  • Si el niño tiene seis meses o más, proporcione alimentos recién preparados, con alto contenido nutricional y energético (frutas, verduras y carnes), y continúe brindando leche materna.
  • Evite el contacto con fumadores.
  • Cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y luego bótelos a la basura.
  • Limpie y desinfecte los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente, usando un producto común de limpieza.
  • Cuando el niño salga a cambios bruscos de temperatura, protéjalo, cubriendo la nariz y la boca.
  • Esté al día con la vacunación de su hijo, especialmente con las vacunas contra Neumococo, Haemophilus influenza tipo B y virus de la Influenza.

Signos de alarma para una consulta oportuna Esté atento con niños y niñas menores de 5 años, a la presencia de alguno de los siguientes signos de alarma:

  • Signos de alarma para consultar por urgencias
  • Menores de 5 años
  • Aumento en la frecuencia respiratoria o respiración rápida.
  • Se le hunden las costillas al respirar.
  • Presenta ruidos extraños al respirar o “le silba el pecho”.
  • No quiere comer o beber y vomita todo.
  • Fiebre >38ºC que no cede con la administración de medicamentos.
  • Irritabilidad.
  • Decaimiento y somnolencia.
  • Ataques o convulsiones.
  • Escolares, adolescentes y adultos
  • Asfixia o dificultad para respirar.
  • Dolor en el pecho al respirar o toser.
  • Decaimiento o cansancio excesivo.
  • Fiebre >38. 3ºC, durante más de dos días.

En conclusión, las IRA constituyen una causa frecuente de morbilidad y mortalidad en niños a nivel mundial. La mayoría de estas van a ser leves y autolimitadas, sin embargo, es necesario conocer los signos de alarma para consultar de forma oportuna a los servicios de urgencias. Además de aplicar las medidas de prevención, con el fin de evitar la propagación de este tipo de infecciones, empezando por tener esquema de vacunación al día como primera medida. Descargue la Carta de la Salud aquí:   .

¿Cómo se producen las enfermedades respiratorias en los niños?

¿Por qué se producen las enfermedades respiratorias? – Cualquier enfermedad respiratoria se puede dar generalmente por la exposición a virus o bacterias, en niños es más frecuente que se dé por infecciones virales como adenovirus, virus sincitial respiratorio, influenza, rinovirus, metapneumovirus y coronavirus.

¿Cuáles son las enfermedades respiratorias más comunes y como prevenirlas?

¿Cuál es la enfermedad más grave del sistema respiratorio?

Fibrosis quística Enfermedad genética autosómica recesiva, en donde no solo se afectan los pulmones y órganos como los del sistema digestivo, aunque la afectación pulmonar es la más grave y la que más problemas conlleva.

¿Cómo podemos prevenir las enfermedades respiratorias en los niños?

    Lavarse las manos antes y después de atenderlos.   Darle todas las vacunas incluidas en el Calendario Nacional y llevarlos periódicamente al control médico.   Acostarlos boca arriba.    Darle la teta al bebé al menos hasta los 6 meses.   Incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé enferme y tenga pérdida de apetito. Brindarles el abrigo necesario:  – En ambientes fríos o con poca calefacción se recomienda ponerle al bebé y al niño una gorra para mantener la temperatura corporal. – Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar. No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo. Si el bebé o niño presenta síntomas de una enfermedad respiratoria (fiebre, mocos, tos, dificultad para respirar, resfrío, inapetencia) hay que llevarlo al centro de salud u hospital. Allí recibirá atención y medicamentos gratuitos. Un bebé y/o niño necesita atención médica urgente cuando: Presenta decaimiento y rechaza el alimento.   Respira rápido y con silbidos o ronquidos.   Se le hunde el pecho al respirar.   Tiene alta temperatura corporal (+ de 38°C) El riesgo es mayor si el bebé tiene menos de tres meses o bien pesa poco o nació prematuro.

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¿Cómo contribuye la salud respiratoria en el aprendizaje de los estudiantes?

La salud respiratoria tiene un impacto positivo en el desempeño del escolar, ya que permite el buen funcionamiento de otros órganos del cuerpo, por tanto, contribuye a la salud integral del niño y del adolescente.

¿Cuántas enfermedades respiratorias hay?

¿Cómo se clasifican las enfermedades respiratorias?

Las enfermedades respiratorias incluyen el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la fibrosis pulmonar, la neumonía y el cáncer de pulmón. También se llama enfermedad pulmonar y trastorno pulmonar.

¿Cómo saber si mi hijo tiene infeccion respiratoria?

¿Cuál es el tratamiento de las infecciones respiratorias agudas?

Las opciones de tratamiento de las infecciones de las vías respiratorias altas son múltiples (antipiréticos, antitusígenos, mucolíticos, expectorantes, antibióticos) y de eficacia relativa. Por tanto, es de importancia extrema evaluar tratamientos alternativos de eficacia y seguridad probadas por estudios farmacológicos y clínicos.

La activación de los mecanismos innatos de defensa del sistema inmunitario mediante inmunomoduladores, obtenidos a partir de sustancias de origen natural, constituye una estrategia innovadora en el abordaje farmacoterapéutico del resfriado común.

La infección de las vías respiratorias altas conocida como resfriado común es la enfermedad que afecta con mayor frecuencia al ser humano y la produce un gran número de virus. El número de episodios clínicos es mayor durante la infancia y disminuye progresivamente con la edad.

Los niños son especialmente vulnerables a la infección vírica por el incipiente desarrollo de su inmunidad frente a la mayoría de los virus causantes. La incidencia de esta enfermedad es más elevada en las estaciones de otoño e invierno debido a una mayor supervivencia de los virus a bajas temperaturas y al contagio interpersonal como consecuencia de una cohabitación más prolongada en espacios cerrados.

ETIOLOGÍA DEL RESFRIADO COMÚN Los rinovirus están presentes todo el año y son los implicados con mayor frecuencia en el resfriado común, aunque predominan en el inicio del otoño y al final de la primavera. El rinovirus se replica preferentemente a las temperaturas relativamente bajas del tracto superior.

El coronavirus y el virus respiratorio sincitial (VRS) son, asimismo, frecuentes causas de resfriado común. También son agentes etiológicos, aunque más raramente, adenovirus, enterovirus, influenza y parainfluenza.

El VRS, influenza y parainfluenza predominan en invierno. Muy ocasionalmente, infecciones no víricas producidas por bacterias pueden presentar una sintomatología indistinguible del resfriado común en las fases iniciales. El gran número de virus involucrados en el resfriado común (101 serotipos de rinovirus conocidos) supone, por tanto, un obstáculo para el desarrollo de una inmunidad absoluta ante la enfermedad, si bien la inmunidad específica de serotipo es de por vida.

  • PATOGÉNESIS DEL RESFRIADO COMÚN Las células epiteliales del tracto respiratorio superior son invadidas por el virus, lo que provoca la liberación de mediadores de la inflamación que incrementan la permeabilidad vascular y, como consecuencia, producen edema y obstrucción nasal;

En caso de que exista previamente hiperreactividad bronquial o asma, se produce broncoconstricción. El virus, además, altera los mecanismos de aclaramiento mucociliar, provocando destrucción de cilios de hasta 6 semanas de duración. Probablemente el frío contribuya a la etiología del resfriado común.

  • Y así, la rinitis vasomotora que se produce como reacción al frío podría favorecer cierta atonía en el aclaramiento mucociliar del epitelio respiratorio, lo que se supone que puede facilitar la colonización de la mucosa por virus respiratorios;

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO SINTOMÁTICO DEL RESFRIADO COMÚN El tratamiento del resfriado común debe basarse, ocasionalmente, en fármacos (antitusígenos, antitérmicos, mucolíticos, descongestionantes nasales y antihistamínicos) para el alivio de los síntomas (fiebre, dolor, tos), y en antibióticos, de forma muy restrictiva, cuando exista sospecha de sobreinfección.

En la mayoría de los casos es suficiente el tratamiento sintomático con antitérmicos, ambiente húmedo y medidas generales de soporte. No está indicado el uso de broncodilatadores b 2 si no hay signos de broncoespasmo.

Los antibióticos no deben utilizarse nunca en la fase inicial del resfriado común. La utilización de antibióticos no previene las complicaciones bacterianas y selecciona la aparición de cepas resistentes. Sin embargo, un 30% de los resfriados es tratados primariamente con antibióticos.

  1. Pelargonium sidoides , planta herbácea a partir de la cual se elabora un nuevo medicamento para el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior;
  2. Los antitusígenos deben utilizarse exclusivamente en casos de tos seca, no productiva, o cuando ésta sea tan intensa que interfiera gravemente en el descanso de la persona y su actividad diaria, o llegue a producir otras complicaciones;

La mayoría de los fármacos antitusígenos reducen la tos mediante depresión del centro bulbar de la tos y los más utilizados son derivados opiáceos. Entre los que se utilizan destacan: codeína, folcodina, dextrometorfano, noscapina, difenhidramina y bromofeniramina, y bromuro de ipratropio.

  1. En el grupo de los modificadores de la secreción traqueobronquial se incluyen los mucolíticos, expectorantes y demulcentes;
  2. El agua es el único mucolítico que ha mostrado eficacia, por lo que debe recomendarse la ingesta abundante de líquidos como base del tratamiento;

La deshidratación repercute en una mayor reabsorción de agua por el epitelio bronquial. Entre los modificadores de la secreción bronquial que se utilizan destacan: N-acetilcisteína, S-carboximetilcisteína, guaiafenesina, bromhexina y ambroxol. ENTIDADES CLÍNICAS Y TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO NASOFARINGITIS La nasofaringitis aguda es la enfermedad infecciosa más frecuente en la infancia, y su importancia se debe a las posibles complicaciones en que puede derivar: otitis y sinusitis.

Aunque es más frecuente en niños pequeños, afecta a cualquier grupo de edad. El contagio tiene lugar por vía aérea o por contacto directo con secreciones infectadas. Mayoritariamente, la nasofaringitis es producida por rinovirus (30-35%), coronavirus (10%), parainfluenza, VRS, influenza y adenovirus (15%) y enterovirus (5%).

Las bacterias son mucho menos frecuentes y, en general, infectan la nasofaringe de forma secundaria: Streptococcus del grupo A, Streptococcus pneumoniae , Mycoplasma pneumoniae , Neisseria meningitidis y Neisseria gonorrhoeae. Tras un tiempo de incubación de 24-48 h aparecen los síntomas: rinorrea serosa, obstrucción nasal, molestias faríngeas, estornudos y cierto grado de hiperemia conjuntival y lagrimeo.

  1. El 50% de los pacientes presenta fiebre y un 25% refiere mialgias;
  2. La sintomatología puede durar hasta una semana, aunque la rinorrea puede persistir incluso dos semanas, y la tos, cuatro semanas;
  3. El tratamiento es exclusivamente sintomático;
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Para la fiebre y el malestar se puede utilizar paracetamol (15 mg/kg cada 4-6 h), ibuprofeno (10 mg/kg cada 4-6 h), o ácido acetilsalicílico con precaución y nunca en niños, ya que su utilización durante la infección por virus influenza se ha asociado con la aparición de síndrome de Reye.

ADENOIDITIS La infección vírica de la nasofaringe favorece la invasión de los tejidos por microorganismos patógenos inactivos que originan complicaciones bacterianas como sinusitis, otitis o adenoiditis.

Las infecciones repetidas de la rinofaringe dan lugar a una hipertrofia del tejido adenoideo. Esta hipertrofia aumenta durante la infección y tras la resolución de ésta las adenoides (amígdalas faríngeas) recuperan su tamaño. De no ser así, la hipertrofia se haría crónica ya que ésta obstaculizaría la ventilación con acumulación de secreciones y aparición de infección.

Las bacterias que más frecuentemente originan adenoiditis son: Streptococcus del grupo A, Streptococcus pneumoniae , Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae. La adenoiditis se manifiesta como rinorrea purulenta, fiebre ocasional, a veces elevada, otalgia (dolor de oídos) e incluso otitis supurada.

Los lavados frecuentes de la nariz con suero fisiológico a presión suficiente tienen la finalidad de arrastrar el moco acumulado. El tratamiento de primera elección es la amoxicilina por vía oral y cuando ésta es ineficaz o existe una prevalencia elevada de gérmenes productores de b-lactamasa se pueden utilizar otros fármacos alternativos como cefaclor, cefalexina, o amoxicilina-ácido ácido clavulánico.

FARINGOAMIGDALITIS La faringoamigdalitis consiste en una inflamación de las membranas orofaríngeas y amígdalas palatinas que cursa benignamente. Las faringoamigdalitis agudas pediátricas son producidas por virus, en general.

Son enfermedades agudas autolimitadas con una duración de 4-10 días en caso de etiología viral, y un tiempo algo más prolongado si el microorganismo responsable es el estreptococo del grupo A, e incluso si la enfermedad no ha sido tratada. Los virus más comúnmente involucrados son adenovirus, parainfluenza, virus de Epstein-Barr y Coxsackie que, tras penetrar por vía oral o respiratoria, se asientan en la faringe y ganglios linfáticos regionales.

En las faringoamigdalitis bacterianas, el microorganismo más comúnmente implicado es Streptococcus ß-hemolítico del grupo A. Las manifestaciones clínicas varían en función del agente causal. Las faringitis no estreptocócicas no precisan tratamiento antibiótico, sobre todo si se sospecha de que la etiología es viral.

Sin embargo, en casos de etiología específica, como Pneumocystis pneumoniae , estarían indicados los macrólidos; y ceftriaxona en dosis única o ciprofloxacino en caso de Neisseria gonorrhoeae. En las infecciones por Streptococcus pyogenes el tratamiento de elección es la penicilina resistente a penicilinasa, bencilpenicilina benzatina intramuscular o penicilina oral, manteniendo la penicilina por vía oral durante 10 días para erradicar el germen de la faringe y prevenir la fiebre reumática.

Con la bencilpenicilina benzatina en dosis única se obtienen niveles sanguíneos de penicilina muy duraderos (detectables durante 3 o 4 semanas) y ha demostrado una disminución de la tasa de fiebre reumática.

En caso de fracaso terapéutico con penicilina o de recurrencia se puede utilizar amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporinas, clindamicina o macrólidos (principal alternativa en caso de alergia a penicilinas y derivados). SINUSITIS Es la inflamación de la mucosa que reviste los senos paranasales debida a la invasión vírica.

  • Provoca un ascenso en la producción de moco, dificulta su salida y genera una presión intrasinusal negativa que favorece la invasión bacteriana de los senos a partir de las fosas nasales;
  • Además, la función ciliar puede estar alterada a causa del aire frío y seco o del uso de vasoconstrictores nasales, lo que favorece aún más la infección bacteriana;

En la sinusitis maxilar aguda pediátrica los gérmenes bacterianos que mayoritariamente se han aislado son: Streptococcus pneumoniae (25-30%), Haemophilus influenzae no tipable (20%), Moraxella catharrhalis (20%) y, en menor medida, Streptococcus b-hemolítico de grupo A.

  • Los que más frecuentemente se han cultivado a partir de pacientes con sinusitis crónica son: Haemophilus influenzae , Staphylococcus aureus , Staphylococcus pyogenes , y gérmenes anaerobios como Bacteroides spp y Fusobacterium spp;

Los virus que se han detectado con mayor frecuencia son: rinovirus, influenza y parainfluenza, que parecen jugar un papel favorecedor de la infección bacteriana. La sintomatología cursa con rinorrea purulenta, tos persistente, dolor de cabeza, fiebre y respiración maloliente.

En los niños, sobre todo en los más pequeños, los síntomas más frecuentes son rinorrea purulenta, tos y respiración maloliente, en forma de un resfriado común más severo y de mayor duración de lo habitual.

La sinusitis aguda tiene una tasa espontánea de curación del 40% por lo que está justificada la espera de unos días antes de iniciar el tratamiento en los niños, siempre y cuando no existan complicaciones y se lleve a cabo un correcto seguimiento clínico del paciente.

En caso de precisarse tratamiento antimicrobiano, si se sospecha que la infección está causada por S. pneumoniae con sensibilidad disminuida a la penicilina, si se utiliza amoxicilina se deberá aumentar la dosis hasta 60-90 mg/kg/ día.

En caso de sinusitis recurrente, se han obtenido resultado positivos con diferentes tratamientos profilácticos: dosis única nocturna de trimetoprim-sulfametoxazol durante 3 meses, amoxicilina 20 mg/kg en dosis única diaria y azitromicina 10 mg/kg en dosis única semanal durante los meses de máxima incidencia (octubre- marzo).

En asociación a los antimicrobianos se suelen administrar inhalaciones de fenilefrina 0,25%-0,50% y analgésicos en la edad pediátrica. OTITIS MEDIA La otitis media consiste en la presencia de exudado o derrame (seroso, mucoso, purulento o mixto) en la cavidad del oído medio, acompañada de signos y síntomas de infección.

La duración del exudado, junto con la presencia o no de síntomas agudos permite clasificar la otitis media en diferentes formas clínicas, siendo la más frecuente de todas ellas la otitis media aguda (OMA). La OMA suele estar precedida por infección de origen viral de las vías respiratorias superiores, lo que produce inflamación y obstrucción de la trompa de Eustaquio.

En cuanto a los gérmenes causales, los virus desempeñan un papel crucial en la etiopatogénesis de la OMA y su frecuencia aumenta durante las epidemias de VRS, influenza A o rinovirus. El VRS es el más frecuente en las secreciones de oído medio, seguido de los rinovirus, virus de la gripe y adenovirus; y a éstos se atribuye la ineficacia del tratamiento en algunos casos de OMA.

Respecto a las bacterias, se han aislado en las secreciones del oído medio en el 50-70% de los episodios de OMA. Los gérmenes más frecuentes son: Streptococcus pneumoniae , Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis , y mucho menos frecuentes Streptococcus del grupo A, Staphylococcus aureus y los gramnegativos.

  1. La OMA es más frecuente en niños, especialmente entre 3 y 36 meses, porque la trompa de Eustaquio es más corta, horizontal y ancha, en comparación con la del adulto;
  2. En adolescentes y adultos es menos frecuente, sin embargo, las secuelas significativas arrastradas desde la infancia pueden tener cierta incidencia;

El síntoma más importante de la OMA es la otalgia (dolor de oídos) que aparece, en general, de forma brusca y frecuentemente por la noche. En el lactante, la otalgia se manifiesta por un llanto intenso y difícil de calmar, aunque otras veces el único signo es el rechazo del alimento.

  1. La otitis media aguda se trata con el fin de evitar complicaciones como mastoiditis, meningitis y abscesos cerebrales, a pesar de que la resolución espontánea es del 81%;
  2. En el resto de los pacientes debe iniciarse tratamiento antibiótico;

El tratamiento de primera línea es amoxicilina durante 10 días; si no hay respuesta en 72 h se deben administrar antibióticos con resistencia a ß-lactamasas (ceftriaxona i. en una dosis). El tratamiento de segunda línea consiste en amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporina oral de segunda generación (cefuroxima), trimetoprim-sulfametoxazol, claritromicina o azitromicina.

En caso de alergia a penicilina se debe administrar claritromicina o azitromicina. El tratamiento de tercera línea se administra en casos de neumococo resistente a penicilina: clindamicina, ceftriaxona o amoxicilina en dosis altas (70 mg/ kg) o amoxicilina combinada con ß-lactamasa (40/40mg/kg) durante 10 días.

BRONQUITIS AGUDA La bronquitis o traqueobronquitis aguda consiste en una inflamación transitoria de la tráquea y los bronquios principales, generalmente asociada a infecciones del tracto respiratorio causadas por virus en un 90% aproximadamente (influenza A y B, parainfluenza, VRS, coronavirus y rinovirus).

La manifestación clínica principal y a veces única es la tos, que se inicia al cabo de 3-4 días de síntomas típicos de infección de vías respiratorias altas. La tos, en un principio seca, se vuelve productiva en unos días y con frecuencia se torna purulenta debido a la acumulación de leucocitos.

Puede cursar en accesos y acompañarse de vómitos y dolor referido en el área traqueal/esternal. En el caso de que aparezca una sobreinfección bacteriana secundaria se manifiesta con fiebre y abundantes secreciones en el tracto respiratorio. Los síntomas se resuelven en un máximo de 2-3 semanas.

En las bronquitis agudas, en general es suficiente el tratamiento sintomático porque suelen ser de etiología vírica, sobre todo en los niños; sin embargo, en las exacerbaciones agudas de una bronquitis crónica puede estar justificada la administración de amoxicilina, o como alternativa el cotrimoxazol.

Así, el tratamiento antimicrobiano empírico puede estar indicado en situaciones especiales: ?? Cuando se sospecha infección bacteriana secundaria, en pacientes con neumopatías previas o en bronquitis febriles que se prolongan o empeoran, el tratamiento de elección es un ß-lactámico resistente a ß-lactamasas, amoxicilina/clavulánico por vía oral 80 mg/kg/día (de amoxicilina) en tres dosis.

  • En caso de alergia a ß-lactámicos la alternativa es la eritromicina por vía oral 30-50 mg/kg/día en 3-4 dosis (máximo 2 g/día);
  • ?? En la traqueítis bacteriana, que es una entidad específica, infrecuente, equivalente a una forma de infección bacteriana invasora;

Puede constituir una verdadera urgencia médica, requiere ingreso hospitalario y tratamiento antimicrobiano agresivo. En la traqueítis bacteriana, el tratamiento de elección es un ß-lactámico de amplio espectro, por vía intravenosa: amoxicilina/clavulánico a razón de 100 mg/kg/día (de amoxicilina), en 3-4 dosis; cefuroxima, a razón de 50-100 mg/kg/día, en tres dosis.

  • Si existe sospecha de participación de Bordetella , Mycoplasma o Chlamydophila , el tratamiento de elección es un macrólido por vía oral;
  • Los macrólidos, además de su acción antibacteriana, ejercen un efecto antiinflamatorio que podría contribuir a la reducción del número de procesos: eritromicina, a razón de 30-50 mg/kg/día, en 3-4 dosis (máximo 2 g/ día); durante 7-10 días (hasta 21 días en el caso de C;

pneumoniae ); claritromicina, a razón e 15 mg/kg/día, en 2 dosis, durante 10 días (máximo 500 mg/dosis); azitromicina, a razón de 10 mg/kg/día, una dosis/día (máximo 500 mg/dosis), durante 5 días. Otras alternativas son doxiciclina (a partir de los 8 años, 2-4 mg/kg/día, en 2 dosis, durante 7-10 días, por vía oral; las reacciones adversas pueden ser frecuentes y graves) y fluorquinolonas (levofloxacino o moxifloxacino), a partir de los 18 años, durante 7-10 días, por vía oral.

  • Estas últimas se emplean sobre todo cuando se trata de microorganismos multirresistentes;
  • La incidencia general de efectos adversos es baja y en su mayoría de carácter leve;
  • NOVEDADES TERAPÉUTICAS PARA EL TRATAMIENTO DEL RESFRIADO COMÚN Se ha estudiado un tratamiento alternativo para el resfriado común basado en un preparado fitoterapéutico elaborado con las raíces de Pelargonium sidoides , que posee un excelente perfil de seguridad;

sidoides es una planta herbácea perenne que se ha utilizado en la medicina popular tradicional del sur de África para el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio superior. Diversas evaluaciones in vitro de dicha preparación herbaria y sus componentes aislados han mostrado actividad antiviral y antibacteriana y una notable capacidad inmunomoduladora.

  1. Actualmente, se está utilizando en Europa en forma de preparados fitoterapéuticos para el tratamiento de infecciones respiratorias;
  2. Existe evidencia de su eficacia y/o efectividad para el tratamiento de la bronquitis aguda a partir de ensayos clínicos de rigor;

Con este preparado basado en el P. sidoides la tasa de replicación del virus es mucho menor, y los marcadores del sistema inmunitario aumentan más rápidamente. Además, su efecto antimicrobiano ayuda a prevenir las infecciones recurrentes, así como las suprainfecciones bacterianas cuando se administra durante la infección vírica..