En Que Año La Educacion Fuera Laica Y Gratuita?

La educación laica en el sistema educativo mexicano En las Leyes del 15 de abril de 1861 y del 2 de diciembre de 1867 se estableció la gratuidad y la obligatoriedad como modalidad en la educación.
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¿Donde dice que la educación debe ser laica?

‘ Artículo 3º. – Habrá plena libertad de enseñanza; pero será laica la que se de en los establecimientos oficiales de educación y gratuita la enseñanza primaria superior y elemental, que se imparta en los mismos establecimientos’.
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¿Qué es la educación laica en Argentina?

Clase de costura, 1925. Foto: Archivo General de la Nación. – -¿Por qué se habla de la Ley 1420 como un factor importante en el reposicionamiento de la mujer en el espacio público? -Es una ley que moderniza profundamente la educación. En primer lugar, habilitando el acceso a la educación de manera universal, laica, gratuita.

  1. Hasta su promulgación, sólo accedían al conocimiento los varones de clases acomodadas, a cargo de la institución eclesiástica.
  2. Con la ley, se amplían las posibilidades de acceso a la educación, principalmente en la necesidad de formar las maestras argentinas que serían quienes ocupen el nuevo rol social.

De allí en adelante, se abre un abanico de posibilidades para la mujer: estudiar, formarse, obtener un trabajo remunerado y reconocido socialmente, con la consecuente incidencia profesional en el espacio público que antes le era negado, y con su salario propio.

No sólo el acceso a esta movilidad social hasta revolucionaria, sino también a su independencia del hombre, la decisión de casarse, tener hijos (no siempre propia sino impuesta) ahora está acompañada de la decisión de trabajar afuera de su casa, y no depender económicamente el varón que la tuviera a cargo.

La promulgación de la ley genera una ruptura hasta en el tejido social, habilitando espacios antes negados.
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¿Qué significa que la escuela debe ser laica gratuita y obligatoria?

¿Qué es la educación laica gratuita y obligatoria? – ¿Qué quiere decir que la educación sea laica gratuita y obligatoria? – La educación que el gobierno imparte es laica, es decir, alejada de cualquier doctrina religiosa. La educación que imparte el gobierno es gratuita.
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¿Quién decretó la educación laica y gratuita en México?

Decreto de la creación de la Secretaría de Educación Pública | Comisión Nacional de los Derechos Humanos – México Select Language Spanish Arabic Chinese (Simplified) English French German Hindi Italian Japanese Portuguese Russian “Al decir educación me refiero a una enseñanza directa de parte de los que saben algo, a favor de los que nada saben, me refiero a una enseñanza que sirva para aumentar la capacidad productora de cada mano que trabaja y la potencia de cada cerebro que José Vasconcelos Abogado, político, escritor, educador El 25 de julio de 1921, el presidente Álvaro Obregón decretó la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), medida que fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados.

  1. Posteriormente, el 3 de octubre del mismo año, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF),
  2. El antecedente inmediato se dio en octubre de 1920, cuando José Vasconcelos presentó ante la misma Cámara una iniciativa para establecer “una dependencia federal cuyas funciones civilizadoras, llegaran no sólo a una porción privilegiada del territorio, no sólo al Distrito Federal, sino también a toda la República, necesitada, de un extremo a otro, de la acción del poder público y de la luz de las ideas modernas”.

Su propósito fundamental era “salvar a los niños, educar a los jóvenes, redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir una cultura generosa y enaltecedora, ya no de una casta, sino de todos los hombres”, Un año después del decreto oficial, el 9 de julio de 1922, la SEP inauguró su edificio en la calle de República de Argentina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

  1. Fue considerado el “palacio dedicado a la tarea más importante: la Educación de los mexicanos”.
  2. En octubre 1921, José Vasconcelos había ocupado el cargo de ministro de Educación Pública, y a su cargo estuvo alentar y fortalecer este gran proyecto.
  3. Entre sus acciones destacaron, entre otras, el impulso a la escuela rural, la difusión de las bellas artes, la creación de bibliotecas, la consolidación de la educación media superior, la edición de libros de texto gratuitos, y la repartición de desayunos escolares entre la población infantil.

Desde entonces hasta la actualidad la SEP mantiene un propósito fundamental: crear condiciones para asegurar el acceso de todas las mexicanas y mexicanos a una educación de calidad, en el nivel y modalidad que la requieran y en el lugar donde la demanden.
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¿Cuándo surge la escuela laica?

EDUCACIÓN LAICA EN EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO: ENTRE LA OMISIÓN, LA AMBIGÜEDAD Y EL CONFLICTO LAÏQUE EDUCATION IN MEXICAN EDUCATION SYSTEM: BETWEEN OMISSION, AMBIGUITY AND CONFLICT Sergio Pérez Sánchez * Resumen, El propósito del presente artículo es ofrecer algunas reflexiones sobre la evolución que ha experimentado la educación laica en México en la parte normativa en contraste con la incomprensión de ésta por parte de los sujetos en sus relaciones educativas.

Ante el pluralismo religioso creciente en la sociedad actual, los retos para el Estado laico y sus instituciones públicas (educativas y de salud entre otras) son múltiples y complejos, en el sentido de garantizar el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de todos los individuos con la finalidad de promover el respeto de creencias, llámense religiosas, agnósticas, ateas o ejercicio de convicciones filosóficas, así como de propiciar, sin distinción, la convivencia de los ciudadanos en la vida pública.

Palabras clave : laicidad, sistema, religión, educación, sujetos. Abstract, The purpose of this article is to offer some reflections about evolution that laïque education in Mexico has had in the regulations in contrast with the lack of understanding by subjects in their educational relationships.

Facing the growing religious pluralism in current society, the challenges for a laïque State and its public institutions (educational and health among others) are numerous and complex, in the sense that a guarantee is needed to the exercise of the fundamental rights and liberties of all the individuals with the objective of promoting the respect of beliefs that could be religious, agnostics, atheistic, as well as the practice of philosophical convictions with the aim of favor the coexistence of citizens in public life without distinction.

Keywords : laïque, system, religion, education, subject. Recibido el 8 de noviembre de 2012 Aceptado el 20 de noviembre de 2012 INTRODUCCIÓN Para el caso de México, la laicidad tiene sustento desde la promulgación de la Constitución del 5 de febrero de 1857, documento legal en el cual se establecieron las primeras bases jurídicas y normativas de la separación del Estado y la Iglesia Católica.

Con la promulgación de las Leyes de Reforma durante el gobierno interino de Benito Juárez García en el año de 1859 se amplió y fortalecióel cáracter laico del Estado mexicano, dichas leyes reunieron una serie de ordenamientos legales orientados a una separación clara entre el Estado y la Iglesia a fin de contrarrestar el poder y la influencia de los clérigos en la vida civil, ya que dichos ordenamientos no habían sido debidamente explicitados en la Constitución de 1857.

A más de un siglo y medio de estas y otras disposiciones jurídicas orientadas al fortalecimiento de un Estado laico, se puede deducir que ha sido un tiempo suficiente para la regulación clara de las relaciones entre los sujetos implicados y el acatamiento de éstos al orden establecido.

No obstante para el caso mexicano, la confrontación ha sido permanente principalmente entre el Estado, jerarquía católica, grupos de orientación conservadora y dirigencias de confesiones religiosas no católicas. En el fondo de la confrontación están, por un lado, la visión heterogénea de los opositores al Estado laico al pretender la tutela religiosa en la esfera pública de la sociedad y, por otro, la discrecionalidad o subjetividad de la clase gobernante sobre el sentido que dan a la laicidad en el ejercicio del poder.

Ante la expresión de una mayor manifestación de pluralismo en las creencias religiosas de la sociedad así como del incremento de personas proclives al agnosticismo, ateísmo o al ejercicio de sus convicciones filosóficas, surgen nuevas manifestaciones en las relaciones sociales, manifestaciones que no siempre encuentran salida mediante el diálogo, el respeto o la tolerancia y, en ocasiones, las posiciones se radicalizan y dan paso a confrontaciones violentas.

La expresión de este tipo de relaciones ha trascendido el ámbito educativo traduciéndose en relaciones signadas frecuentemente por la omisión, la ambigüedad y el conflicto. SUSTENTO DEL ESTADO LAICO EN MÉXICO Los antecedentes documentados del sustento laico del Estado mexicano se encuentran en el Plan de Ayutla de 1854.

En un ambiente de brotes rebeldes se erige un gobierno liberal facultado por el Plan de Ayutla. En ese gobierno se expidieron las tres primeras Leyes: 1) Ley Juárez; 2) Ley Lerdo, y 3) Ley Iglesias, cuyos ordenamientos pretendieron, por un lado, investir al Estado de facultades para atender asuntos civiles y por otro limitar el poder del clero católico en asuntos de carácter civil.

Un acontecimiento destacado que sienta las primeras bases normativas del carácter laico del Estado se ubica en el Congreso Constituyente de 1856 y 1857, integrado éste por legisladores pertenecientes por un lado, a la corriente de los “liberales puros” y, por otro, a los “liberales moderados”, ambos quienes plasmaron en algunos artículos de la Constitución que se promulgó el 5 de febrero de 1857 los principios de separación de atribuciones entre el Estado y la Iglesia.

No sólo los artículos sino la disposición del Gobierno de que todos los ciudadanos prestaran juramento de lealtad a la Constitución provocaron condena por parte del clero católico. En respuesta: Una de las armas reactivas más poderosas de la Iglesia fue la amenaza de excomunión a quienes prestaran tal juramento de fidelidad.

Muchos ciudadanos se negaron a jurar la constitución, siendo algunos de ellos incluso militares o magistrados. Igualmente cuatro mil clérigos se negaron a hacerlo, y solamente hubo 20 excepciones: 20 clérigos que protestaron juramento. La negativa a jurar fue ocasión de destierro de algunos obispos. ( Villaseñor, 76) El juramento a la Constitución prosperó lentamente debido a la profesión doctrinaria y de fe prevaleciente en la conciencia de la población, sobre todo en poblaciones pobres e indígenas, donde la presión ideológica y el chantaje espiritual de los clérigos fueron muy marcados.

En cierto modo, las resistencias y las manifestaciones de rechazo de la población y el malestar de la Santa Sede por la entrada en vigor de la Constitución de 1857, ocasionó que el gobierno no rompiera en aquel momento toda relación con la Iglesia y el Vaticano.

  1. No obstante, para los “liberales puros” fue determinante en la afirmación de su poder en el transcurso del siglo XIX.
  2. Durante la Guerra Civil de tres años (1858-1861), promovida y sostenida por el clero, el gobierno interino de Benito Juárez García promulgó desde Veracruz las Leyes de Reforma consistentes en ordenamientos orientados a una separación clara entre el Estado y la Iglesia a fin de contrarrestar el poder y la influencia de los clérigos en la vida civil, ya que dichos ordenamientos no habían sido debidamente explicitados en la Constitución de 1857.

Las Leyes de Reforma y los decretos respectivos, expedidos en el período 1859-1863, contemplaron sanciones que iban desde multas hasta la expulsión del país de los ministros extranjeros radicados en el país en la medida en que se les comprobaran acciones desestabilizadoras contra el gobierno de México.

  • Con el triunfo del ejército liberal mexicano en 1867 sobre el régimen monárquico del emperador Maximiliano de Habsburgo, se restauró el régimen republicano teniendo al frente del gobierno a Benito Juárez García.
  • En este período de la historia de México se ubica la consolidación del Estado laico.
  • Al respecto Jorge Adame señala: El Estado liberal, presidido por Benito Juárez se constituía como un estado eminentemente laico, que no mantenía relaciones jurídicas con la Iglesia Católica en México ni relaciones diplomáticas con la Santa Sede en Roma, ni le interesaba mantenerlas.

Más aún contemplaba a la Iglesia en México y a la Santa Sede como entidades enemigas del Estado liberal. ( 54 ) El 25 de setiembre de 1873 se incorporaron a la Constitución de 1857 las Leyes de Reforma y se consagró de manera reglamentaria la separación del Estado y la Iglesia.

Con ello, los liberales consolidaron su soberanía, en tanto la Iglesia continuó su marcha en dirección opuesta al Estado y amenazó con la deslegitimación del gobierno. El carácter laico del Estado liberal mexicano, en una población mayoritariamente católica, fue en el sentido de disminuir la influencia de la Iglesia en asuntos de la vida civil que correspondían al Estado más que a constituirse en árbitro de las pugnas por diferencias religiosas.

Este sentido sui generis de laicismo, al decir de Luis González: “Se debió quizá a que letrados y soldados del gobierno liberal se emparejaban en la cultura religiosa. Todos, por supuesto, habían aprendido las creencias, la moral y la liturgia del catolicismo en el templo, a la hora de misa, sólo había una pequeña distinción de fidelidad entre liberales y conservadores” ( 905 -6).

  1. Durante el Porfiriato 1 (1876-1880 y 1884-1911) las disposiciones jurídicas del sustento laico del Estado no se aplicaron con el mismo rigor en todos los ámbitos.
  2. Se pusieron en práctica asuntos relativos al desarrollo económico y la modernización del país, pero a los aspectos como la reglamentación de cultos y la enseñanza laica que ponían en dilema a la paz social se les dio un matiz que Paul Garner denomina como “equilibrismo porfirista”, es decir, la instrumentación de una política de alianzas y cuotas de poder con las diferentes facciones.

La instrumentación de dicho equilibrismo de ningún modo representó una ruptura con el proyecto liberal; más bien el pragmatismo de alianzas y lealtades políticas posibilitaron la denominada paz porfiriana, producto en buena medida de la reconciliación con las diferentes facciones y la católica.

  • En este ambiente de reconciliación, la Iglesia fue recuperando terreno en lo espiritual y en lo educativo.
  • Revisiones historiográficas recientes sobre este período aportan nuevos elementos para el análisis del carácter laico de un régimen bastante cuestionado ( Garner ).
  • La Constitución del Estado laico en México se encuentra asociada a ciertos momentos históricos.

Durante las tres primeras partes del siglo XIX, una porción del proyecto de la “elite liberal ilustrada radical” en el poder se caracterizó por su anticlericalismo ante posturas clericales que no admitían la libertad de conciencia. El Porfirismo, sin renunciar a los postulados liberales, reconcilió a las diferentes facciones: “El régimen podía ser, al mismo tiempo y sin contradicción, liberal y conservador, ser “extranjerizante” y nacionalista, ser masónico y confesional.

El requisito esencial era que cada facción o grupo de interés, sin importar la ideología, debía estar preparada para reconocer y someterse a la autoridad del presidente” (Valdés en Garner, 103). EL ESTADO LAICO MEXICANOEN EL SIGLO XX Con el triunfo de la revolución de 1910, la promulgación de la Constitución de 1917, la rectoría del Estado en las empresas, la soberanía sobre los recursos naturales, la expansión del sistema educativo y la consolidación del Estado laico fueron situaciones importantes en el fortalecimiento de la identidad nacional en una sociedad cada más relacionada con el poder civil.

Por supuesto que la caracterización del Estado laico durante el siglo XIX y principios del XX, se dio en un ambiente de confrontación y conflicto entre el Estado liberal y la Jerarquía Católica. La Revolución triunfante de 1910-1917 se propuso limitar la influencia de la Iglesia respecto al Estado por lo que, en la Constitución de 1917, se establecieron los artículos específicos sobre el carácter laico del Estado (Art.3º, 5º, 24º, 27º, 130º).

  1. Con este marco normativo se negó personalidad jurídica a las Iglesias y se les sometió al poder civil.
  2. Se dispuso una orientación laica para la educación pública y privada, planteada ésta como ajena a cualquier doctrina religiosa.
  3. Desde 1917 a 2000, el Estado mexicano, bajo el dominio del partido único, reafirmó su carácter rector en la sociedad y mantuvo, con ajustes mínimos en lo normativo, el sustento laico.

La educación laica en el sistema educativo mexicano Algunas de las primeras disposiciones tendientes a contrarrestar el monopolio educativo del clero se establecieron en la Constitución de 1857, específicamente en el Art.3º, el cual estipuló que ninguna orden o congregación religiosa como tal pudiera impartir instrucción en México.

  1. En las Leyes del 15 de abril de 1861 y del 2 de diciembre de 1867 se estableció la gratuidad y la obligatoriedad como modalidad en la educación.
  2. De manera más concreta, la escuela en su administración y en la impartición de la enseñanza fue denominada independiente de la doctrina religiosa de cualquier credo.

Explícitamente, en ambas leyes se excluyó la enseñanza de la religión en las escuelas oficiales. Aquí, lo que se puede observar es un laicismo educativo incipiente en la enseñanza elemental, “como era natural, desde 1857 desaparecieron el catecismo religioso y la historia sagrada, y empieza la moral” ( Meneses, 181).

Un aspecto que vale la pena resaltar es el referente a la orientación de la moral en el currículo de primaria después de 1857, el cual nada tuvo que ver con cualquier doctrina religiosa, pues más bien fue diseñado como un planteamiento de la moral cívica oficial para introducir los principios laicos.

El sentido más estricto sobre la laicidad apareció en la República Restaurada con Juárez (1867-1876). Durante este período se estableció que la escuela fuera laica. Además de ser independiente de las autoridades eclesiásticas, se dispuso que se abstuviera también de impartir enseñanza religiosa de cualquier credo.

La limitante de tal disposición para la época fue que en la legislación educativa de 1867 apareció una clara diferenciación entre “el sistema de instrucción federal o nacional, dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y el municipal a cargo de los ayuntamientos” ( Meneses, 200).

Es decir, la jurisdicción del Gobierno de la República en materia educativa fue el Distrito Federal y los establecimientos nacionales. El resto, que fue la mayoría, pertenecía a las municipalidades. Lo que hasta aquí se puede observar entre la laicidad de Estado y la laicidad educativa es un carácter disímbolo.

La mención de Ignacio Manuel Altamirano así lo muestra al referirse a lo que se hacía en la Escuela del Campo de 1870, tiempo en que se suponía la puesta en marcha de la educación laica. En algunos pueblos de indígenas solía haber escuela, es verdad; pero en ella sólo se enseñaba la doctrina cristiana, o para hablar con más propiedad, los rezos más insignificantes y que se hacían recitar de memoria a los niños, que los aprendían como papagayos, y que los olvidaban pronto.

Estos rezos eran, el Bendito, el Padre Nuestro, el Credo, el Ave María y los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia. ( Altamirano, 79) El desfase temporal entre una disposición normativa y su aplicación práctica no sólo fue problema en la normatividad federal; algo similar sucedió en entidades como el Estado de México, donde el problema principal estuvo en la falta de recursos suficientes para el sostenimiento de las escuelas.

  • La incorporación de las Leyes de Reforma en la Constitución de 1857, aparte de asignarle el carácter laico al Estado, tendió a contrarrestar el poder de la Iglesia.
  • De ahí que la clase gobernante hubiera pretendido trazar una línea directa desde una laicidad de Estado a una laicidad educativa.
  • El 14 de diciembre de 1874, el Congreso de la Unión promulgó el Decreto donde se confirmó el carácter laico de la educación, Dicha disposición fue una acción concreta del Poder Legislativo en contra de la enseñanza religiosa.

En este período de la historia se introduce explícitamente la modalidad del laicismo al prohibir la enseñanza religiosa y la práctica de cualquier culto en todos los establecimientos de la federación, de los estados y municipios. Dicho decreto estableció: Art.1º.

  1. El Estado y la Iglesia son independientes entre sí. Art.4º.
  2. La instrucción religiosa y las prácticas oficiales de cualquier culto quedan prohibidas en todos los establecimientos de la federación, de los estados y los municipios.
  3. Se enseñará la moral en los que por naturaleza de su institución lo permitan, aunque sin referencia a ningún culto.

La infracción de este artículo será castigada con multa gubernativa de veinticinco a doscientos pesos y con destitución de los culpables en caso de reincidencia. (En Meneses, 236) El laicismo en una población con bajo o nulo nivel de escolaridad y una fuerte presencia de la religión en la vida privada de las personas fue siempre motivo de conflictos y aún de luchas enconadas entre los mexicanos, especialmente cuando se quiso llevar este precepto a la educación.

Este tipo de laicismo educativo no excluía que los clérigos realizaran docencia en las escuelas y permitió además que se impartiera enseñanza religiosa en las escuelas privadas. Fue en la Ley del 23 de mayo de 1888 (durante el Porfiriato) cuando se estableció, de manera más enérgica, el sentido laico al disponer la exclusión de los ministros del culto y de las personas que hubieran hecho votos religiosos de las escuelas oficiales.

La disposición de Ley del 21 de marzo de 1891 precisó que, para el caso de las escuelas oficiales donde se impartiera educación, fuera gratuita y laica además de obligatoria. Con esta disposición se planteó de manera concreta el precepto laico de la educación.

Hasta aquí se puede observar un interés permanente por el gobierno liberal en la profundización legislativa sobre el sentido laico de la educación. Una visión de larga duración del sentido laico de la educación corresponde al Porfiriato, período durante el cual cambió de modo radical el método de enseñanza y se estableció la escuela moderna mexicana, cuyo carácter integral se basaba en el desarrollo moral, físico, intelectual y estético de los escolares.

En los programas de estudio se hacía hincapié en que los educandos debían aprender algún oficio con el objetivo de hacerlos más diestros y ayudarles en el futuro a ganarse la vida. ( 17 ) Desde la visión del gobierno de Porfirio Díaz, el proyecto de modernización económica del país requería darse en un ambiente de concordia en su relación con el clero, lo cual fue posible con la falta de aplicación de la Ley.

Esta situación permitió que la relación Estado-Iglesia tuviera un fuerte desplazamiento hacia los asuntos educativos.Tal como escribe Pablo Latapí: En este periodo las disposiciones legales no se aplicaron con el mismo rigor en todos los órdenes; sí se pusieron en práctica en lo económico pero en esferas como el culto y la enseñanza, en que las innovaciones amenazan la paz social, el régimen porfirista optó por ser complaciente.

De este modo, la Iglesia fue recuperando espacios con el consentimiento del gobierno, pudo poseer fincas rústicas y urbanas, fundar conventos y establecer escuelas. ( 59-60 ) La constitución del Estado laico se caracterizó hasta aquí por las circunstancias históricas.

En este sentido, las decisiones educativas se concentraron por mucho tiempo en el Poder Ejecutivo. El tránsito del estado laico a la laicidad educativa no fue inmediato y esto se puede apreciar en el tiempo que transcurre entre una disposición del Ejecutivo y su reglamentación en el terreno educativo y, más aún, en el tiempo para su aplicación en el ámbito de la escuela donde niños y padres de familia estaban influidos por símbolos, imágenes y prácticas religiosas.

De ahí que, cuando se plantea la constitución del Estado laico para trascender a la laicidad educativa, se puedan observar los ritmos que tuvo en cada uno de los periodos históricos. Las disposiciones sobre la laicidad educativa involucraban en cierta forma a los principales sujetos educativos: alumnos, profesores, autoridades, padres de familia y, de manera muy especial, al clero, quien intervino siempre de manera decisiva por medio de reproches o negociaciones que hicieron a funcionarios en las altas esferas del poder gubernamental.

Es conveniente hacer la reflexión de que el sentido laico de la educación impactó a los pocos que asistieron a las instituciones escolares. Por ejemplo, en 1900 el 84% de la población no sabía leer ni escribir. Los escolares y no escolares fueron motivo de influencia por símbolos y prácticas religiosas sobre todo en poblaciones eminentemente rurales e indígenas.

Educación laica en la constitución de 1917 Los vínculos y relaciones que el clero estableció durante la dictadura porfirista posibilitaron que en la Revolución Mexicana mantuviera influencia en una sociedad mayoritariamente católica. Esta situación incidió para que los Constituyentes de 1917 tuvieran, como parte de su agenda, el sometimiento jurídico de la Iglesia al poder civil.

  1. Para ello, expidieron artículos donde se les negó persona jurídica a la jerarquía religiosa y se dispuso la educación laica en escuelas públicas y privadas.
  2. Bajo este esquema de debate, la participación de los liberales se orientó a contrarrestar el poder del clero en la educación y así se puede apreciar en el Art.3º de la Constitución de 1917.

Artículo 3º. La enseñanza es libre, pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrá establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria.

( Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 3-142) En síntesis, el sustento laico del artículo se resume en prohibir la intervención de las corporaciones religiosas o ministros de cultos en la impartición de clases, someter a las escuelas particulares a la educación laica, sustentar científicamente los contenidos escolares, disponer de que la educación sea ajena a cualquier doctrina religiosa y evidenciar el carácter emancipatorio de la educación ante el fanatismo.

Conjuntamente al sentido laico de la educación, el artículo plantea una política educativa sustentada en las circunstancias imperantes de desarrollo científico y tecnológico mundial. Ante las disposiciones normativas de laicidad sustentadas en la constitución de 1917, las manifestaciones de protestas de la Iglesia y grupos conservadores se hicieron presentes en los medios impresos de la época, pues fue muy claro, por ejemplo, que no se permitió a los ministros religiosos el ejercicio de derecho político alguno, a la vez (personalidad jurídica) que se establecía la educación laica en las instituciones públicas y privadas.

Estas disposiciones marcaron ruta y dieron pauta de la reconfiguración de relaciones del Estado y las Iglesias. Dichas relaciones no estuvieron exentas de conflictos sociales, también las escuelas fueron escenario de confrontaciones entre padres de familia y profesores. Sentido de laicidad en la educación socialista La reforma al Artículo 3º en 1934 y la consecuente implantación de la educación socialista tuvo varios orígenes, como el crecimiento de los grupos de izquierda, el impacto de la crisis económica de la época, la participación de Narciso Bassols 2 en la Secretaría de Educación Pública y el desencanto de los profesores por los bajos resultados educativos obtenidos hasta entonces.

Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas se reformó el Artículo 3º en el cual se estableció que: La educación que imparta el Estado será socialista y, además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.

(En Raby, 41) Sólo para las cuestiones relativas a la laicidad educativa, la Reforma dispuso de algunos numerales, tal como se citan a continuación: Podrán concederse autorizaciones a los particulares que deseen impartir educación en cualquiera de los tres grados anteriores, de acuerdo, en todo caso, con las siguientes normas: I.

Las actividades y enseñanzas de los planteles particulares deberán ajustarse, sin excepción alguna, a lo preceptuado en el párrafo inicial de este artículo, y estarán a cargo de personas que, en concepto del Estado, tengan suficiente preparación profesional, conveniente moralidad e ideología acorde con este precepto.

En tal virtud, las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones que exclusiva o preferentemente realicen actividades educativas y las asociaciones o sociedades ligadas directa o indirectamente con la propaganda de un credo religioso, no intervendrán en forma alguna en escuelas primarias, secundarias o normales, ni podrán apoyarlas económicamente.

IV. El Estado podrá retirar discrecionalmente, en cualquier tiempo, el reconocimiento de validez a los estudios hechos en planteles particulares. ( Medellín, 9-10) Por si esta disposición no fuera suficiente se estableció reglamentar específicamente a las escuelas particulares a través del Reglamento del Artículo 3º Constitucional sobre escuelas particulares primarias, secundarias y normales ( Diario Oficial, enero 9 de 1935) y el “Decreto que adiciona el reglamento de las escuelas particulares primarias, secundarias y normales ( Diario Oficial, octubre 27 de 1937).

  • Ambas disposiciones establecieron un excesivo control y vigilancia sobre los planteles privados a fin de eliminar todo vestigio de instrucción religiosa.
  • Bajo este esquema, la limitante de los particulares no fue la organización de escuelas sino su resistencia para ajustarse a la filosofía educativa que determinaba hacer de la educación el medio para destruir el fanatismo y enseñar el socialismo.

Para ello los docentes, no sólo de las escuelas públicas sino de las particulares, deberían poseer una conveniente moralidad e ideología acorde con este precepto. Ante la orientación jurídica del laicismo con la implantación de la educación socialista, distintas agrupaciones sociales y políticas vinculadas con visiones conservadoras o religiosas manifestaron su abierta oposición al sentir amenazados sus propios intereses.

  • Este fue el caso de la Jerarquía de la Iglesia Católica, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), la Unión Nacional Sinarquista (UNS) y el Frente Único Nacional de Padres de Familia (FUNPF), entre otras.
  • Estas agrupaciones, de marcada orientación conservadora, coincidían en algunos puntos al señalar que las personas tienen derechos anteriores y superiores a la educación, como es el caso de los derechos religiosos, la educación de los hijos, el derecho a la vida, los derechos a la propiedad privada, servir a los intereses de la Iglesia antes que a la Nación y que el niño pertenece a la familia y no al Estado.

Bajo estos argumentos, dichas agrupaciones manifestaron su permanente hostilidad y rechazo a la educación socialista ya que, desde su visión, la reforma del Artículo 3 limitaba la libertad de enseñanza al prohibir la instrucción religiosa, atacaba el derecho de los padres de familia de educar a sus hijos según su conciencia y su religión.

  • A su vez, la educación se constituía en el monopolio del Estado y poseía contenidos antirreligiosos, y representaba un peligro permanente a la moral y a la fe cristiana de los niños.
  • Entre algunas de las acciones de la jerarquía católica para enfrentar la educación socialista, ésta prohibió a los padres de familia enviar a sus hijos a la escuela donde recibían, según ellos, la enseñanza marxista, so pena de no recibir los sacramentos y la absolución.

En el caso de los profesores que antepusieran su obligación laboral a su fe incurrirían en la excomunión si enseñaban el socialismo. La orientación laica de la educación socialista contempló no sólo la parte filosófica sino además la formación moral. En este sentido, planteó que el niño tenía que dominar su natural egoísmo en aras del bien colectivo a fin de combatir el individualismo por la formación de personalidades autónomas dispuestas a cooperar y servir al bien común.

Como se puede apreciar, la visión del Estado sobre la educación socialista fue radicalmente contraria a la de los grupos conservadores pues, mientras agrupaciones cristianas, sociales y políticas conservadoras consideraban al hogar la base de la educación, el gobierno tipificó al hogar como foco de fanatismo, sobre todo en el medio rural, donde las creencias y las prácticas religiosas fueron parte sustantiva de la vida sociocultural cotidiana.

Por su parte, en las escuelas del medio rural de las entidades con una fuerte tradición religiosa, los profesores que asumieron el sentido de la educación socialista fueron motivo principalmente de hostilidad religiosa desembocando en ocasiones en ultrajes y linchamientos.

  • La mayor presión y vigilancia del Estado sobre las escuelas particulares se dejó sentir entre 1936 y 1939.
  • En los años subsecuentes, hasta la reforma al artículo 3º en 1945, el Estado bajó la presión y control, lo que posibilitó de nuevo un crecimiento en el número de planteles educativos particulares.

Debido a las presiones de la jerarquía católica, las agrupaciones sociales y las políticas de tendencia conservadora hacia el Estado, el proyecto de educación socialista se fue abandonando paulatinamente en la práctica a partir de 1941 y posteriormente en la Ley en 1945.

La concepción de laicidad para el sistema educativo mexicano, que en la actualidad prevalece con ajustes de fondo, data de la Reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 1946. En primer lugar, el Artículo 3º dispuso que: “La educación que imparte el Estado —Federación, Estados, municipios— tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de solidaridad internacional, en la independencia y la justicia”.

Específicamente sobre la educación laica establece de manera textual en el Párrafo 1: Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, el criterio que orientará dicha educación se mantendrá por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios, dicha reforma complementa el sentido de laicidad con el Párrafo IV en términos de que: “Las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones que, exclusiva o predominantemente, realicen actividades educativas, y las asociaciones o sociedades ligadas con la propaganda de cualquier credo religioso, no intervendrán en forma alguna en planteles en que se imparta educación primaria, secundaria y normal y la destinada a obreros o a campesinos.

Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 3-3, 3-4). La concepción y sentido de educación laica que estableció el Artículo 3º en la Reforma de 1946 se pueden destacar en los puntos siguientes: la normatividad jurídica comprende a escuelas públicas y privadas ; la educación laica es aquella que se mantiene ajena a cualquier doctrina religiosa; la educación laica se basa en los resultados del progreso científico, la lucha contra la ignorancia y sus efectos como las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios; la educación laica prohíbe a las corporaciones religiosas, los ministros de cultos y sociedades ligadas con la propaganda de cualquier credo religioso a intervenir en planteles donde se imparta educación primaria, secundaria, normal y la destinada a los obreros.

Durante la administración federal 1988-1994 y en plena consolidación del proyecto neoliberal, se reforman varios artículos de la constitución mexicana, entre los que destaca el 3º, cuya reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el 5 de marzo de 1993 y, con el agregado en 2002, en razón de decretar obligatoria la educación preescolar.

  • La concepción educativa después de la Reforma de 1993 y 2002, en lo esencial mantiene similitud al Artículo 3º de 1946 al decir que: Todo individuo tiene derecho a recibir educación.
  • El Estado —federación, estados, distrito federal y municipios—, impartirá educación,
  • La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.

La concepción de laicidad mantiene esencia pero sólo para escuelas públicas, no así para las de sostenimiento privado. En éstas, el sentido de laicidad presenta modificaciones importantes. Bajo esta reforma, los párrafos alusivos a la laicidad quedan en los siguientes términos: Párrafo 1: “Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa.

  1. Párrafo 2: “El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios” ( Constitución Política, 28-30).
  2. Las consideraciones que destacan sobre la concepción y el sentido de la educación laica queda en los términos siguientes: se establece la educación como un derecho fundamental.

Se concibe como educación laica a aquella que se mantiene por completo ajena a cualquier doctrina religiosa y que se basa en los resultados del progreso científico, lucha contra la ignorancia y sus efectos como las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.

Los ajustes a la educación laica de 1993 consideraron, más que fortalecieron, los dos principios fundamentales de la laicidad como la libertad de conciencia y la igualdad jurídica. Respondieron más a atender reclamos de la jerarquía religiosa católica mexicana, a congratularse con el Vaticano y a “hacer un guiño” a la clase conservadora.

Puedo aventurar y afirmar que, normativamente, se abrió la educación como un mercado de rentabilidad económica a la inversión privada estableciendo mejores condiciones para la difusión de una moral cristiana en el ámbito de la institución escolar. La Reforma al Artículo 3º en 1993, en lo referente al carácter laico de la educación, aparentemente desde la visión de la clase gobernante, se ajustó a los requerimientos de un Estado moderno.

No obstante, respondió más a intereses específicos y, en tal sentido, quedó como una asignatura pendiente el análisis, revisión y discusión del carácter laico de la educación ante una sociedad mexicana cada vez más diversa en lo cultural y plural en el campo de las creencias religiosas, filosóficas o agnósticas.

En esta primera década del siglo XXI la laicidad, como concepto y como tema en algunos de los ámbitos del conocimiento y en las relaciones entre las personas, ha sido motivo de profundización en sus reflexiones teóricas, en la convocatoria a renovados debates y, no en pocos casos, pretexto de enfrentamientos violentos.

Aparentemente el sentido del término “laicidad” está claro: es la racionalidad crítica opuesta a los dogmas, es la pluralidad opuesta al monopolio de la verdad. Y, en su combate político a favor de la escuela y del Estado, la laicidad se definió a principios de siglo por oposición a la Iglesia católica: ésta ocupaba una posición monopolista en la enseñanza, insistía en imponer sus dogmas en el ágora, no toleraba la pluralidad interna, se identificaba con la reacción.

( Morin, 86) Como se puede apreciar, la laicidad para el Estado y en especial para el Sistema Educativo, requiere de una revisión profunda y permanente en cuyo diálogo se encuentran involcrados fundamentalmente los sujetos educativos: autoridades, profesores, alumnos y padres de familia a fin de hacer de la laicidad educativa el medio para el fortalecimiento de la convivencia escolar, en el sentido de garantizar el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de todas las personas en un contexto de reconocimiento de la pluralidad religiosa y la diversidad cultural.

REFLEXIONES FINALES A MODO DE CIERRE A más de 150 años de la separación de atribuciones entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica, la sociedad mexicana ha experimentado,generacionalmente, cambios que demandan la necesidad de entender la laicidad como un proceso en lo normativo, lo discursivo y su práctica.

De ahí que, para abordar la realidad compleja en las instituciones escolares, sea necesario reflexionar sobre la laicidad más desde su prácticas y bajo un componente teórico de mayor apertura. Mantener el sentido laico del sistema educativo mexicano y la puesta en práctica de sus políticas educativas no ha permitido una relación armónica entre los diferentes actores de la sociedad.

Dicha relación se ha expresado más en una agenda en permanente conflicto entre el Estado, la Jerarquía Católica, los miembros de la clase política gobernante conservadora y los grupos opositores históricos así como la oposición más directa, en años recientes, de alumnos y padres de familia pertenencientes a sociedades religiosas protestantes en los espacios escolares ante prácticas (escolares) contrarias a su fundamentalismo bíblico.

En los diferentes momentos históricos del país, el carácter ideológico atribuido a la educación laica ha variado en términos de su orientación observando para ello matices y particularidades en las diferentes entidades del territorio nacional dadas las condiciones históricas, políticas y socioculturales de las regiones.

En este sentido, a pesar de existir un mandato constitucional sobre el carácter laico de la educación pública en México, ello no ha sido una limitante para que las autoridades educativas, los alumnos, los padres de familia y los maestros le den una orientación y una interpretación particular en las realidades educativas, situaciones que, en el mejor de los casos, derivan en acuerdos.

La puesta en práctica de la educación laica en las escuelas públicas ha sido una tarea histórica a cargo de profesoras y profesores que, independientemente del compromiso profesional y laboral que asumen, son personas que tienen una vida privada con creencias religiosas o sin ellas y quienes, al manifestarse, interactúan en los procesos educativos escolarizados.

Lo mismo ocurre con alumnos y padres de familia. Todos ellos se manifiestan en la escuela no sólo como agentes educativos sino como entes biográficos que poseen otros conocimientos significativos, constitutivos de manera importante en su historia de vida. La laicidad implica tener presente el carácter emancipador ante cualquier influencia e imposición religiosa o eclesiástica en las relaciones sociales que ocurren en los espacios públicos.

Implica también reconocer, por un lado, su fundamentación jurídica, política, histórica, antropológica y filosófica; por otro, asumirlo como conocimiento y práctica en el diálogo y la convivencia social y educativa. Abrir un debate amplio sobre el carácter laico en los sistemas educativos, no corresponde a una nacionalidad específica en un contexto de pluralidad de creencias religiosas y filosóficas propias de un mundo influido por los efectos de la globalización y la multiculturalidad.

Las relaciones socioeducativas en los espacios escolares tienen que ser abordadas desde principios de lo que es común a todos, más allá de las diferencias. De ahí que uno de los objetivos vertebrales de la educación laica sea el fortalecimiento de la convivencia escolar bajo los principios de libertad de conciencia e igualdad jurídica.

Finalmente, este artículo es una invitación a la discusión sobre un asunto incipiente, necesariamente propuesto para profundizar en su estudio y aporte al conocimiento científico de lo educativo. Anima a este escrito la oportunidad de aportar no sólo al discurso, al análisis y a la investigación sino también a pensar un llamado a construir una nueva práctica sobre una educación laica que promueva, desde los diferentes actores educativos, el fortalecimiento de la convivencia escolar en el contexto de la pluralidad de creencias.

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¿Que decía el artículo 3 en 1917?

Art.3. —La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares.
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¿Qué hizo Sarmiento por la Ley 1420?

Se recordó a Domingo Sarmiento por sus aportes fundamentales para la educación pública del país – 12 de Septiembre de 2022 Este domingo 11 de setiembre de 2022 se celebró en todo el país el Día del Maestro, la fecha se conmemoró en recuerdo de las acciones esenciales que llevó adelante Domingo Faustino Sarmiento para la puesta en marcha de la educación pública en el país.

  1. Justamente el 11 de setiembre de 1888 Sarmiento murió en Asunción del Paraguay, había nacido en San Juan el 15 de febrero de 1811.
  2. El maestro sanjuanino tuvo un sinnúmero de aportes para la educación por ejemplo durante su presidencia se construyeron más de 800 escuelas y el aumento de la matrícula fue exponencial pasando de 30 mil a 100 mil alumnos en un país con 2 millones de habitantes.

Uno de sus principales aportes fue la puesta en funcionamiento del sistema de escuelas normales en el país desde donde surge el magisterio, escuelas de formación para docentes de escuelas primarias. En 1947 Sarmiento exiliado en Chile por razones políticas fue enviado por el país transandino a Estados Unidos donde pudo ver de manera directa el sistema de formación de maestras del país del norte.

Llegó a Bostón donde tuvo contacto con las educadores norteamericanos Horace y Mary Mann, quienes le dieron información estratégica para la formación de maestros, que luego llevaría a la política educativa en la Argentina. A poco de ser electo presidente de la República en octubre de 1868 Sarmiento tomó contacto con Mary Mann, ya viuda de Horace, con el fin de traer de Estados Unidos maestros para dar inicio al sistema de normalización de la educación argentina.Sobre todo la idea sarmientina era traer maestras desde Estados Unidos que pudieran formar docentes en la Argentina, formadoras de formadores.

Llegaron a la Argentina 65 docentes desde EEUU quienes dieron pie a las bases del magisterio argentino y lograron jerarquizar el rol del docente. De esta manera la política de Sarmiento fue la principal impulsora de la enseñanza primaria en el país.

Con él colaboró la pedagoga Juan Manso, ambos trabajaron para propiciar la igualdad social por medio de la escuela pública y dar a la Nación ciudadanos formados, que era una de sus principales necesidades, ya que el primer Censo Nacional llevado a cabo en setiembre de 1869 dio como resultado que cerca del 70 por ciento de la población tenía problemas de alfabetización.

En este contexto, las escuelas normales fueron creadas con el objeto de formar personal apto para la enseñanza. En Argentina, el normalismo se inició con la creación de la Escuela Normal de Paraná en 1870, bajo el impulso del presidente Sarmiento.

Desde la fundación de la Escuela Normal de Paraná y hasta finales del siglo XIX se fundaron en distintos puntos del país más de 30 escuelas de este tipo dedicadas a la formación de docentes para la enseñanza primaria. La segunda escuela normal del país fue la Escuela Normal Mixta de Río Cuarto fundada el 2 de abril de 1888.Empezó a funcionar en el edificio de las calles Constitución y Pringles (hoy calle Sebastián Vera), en 1908 la escuela empezó a funcionar en un nuevo edificio que se conserva hasta hoy sito en Constitución 1040.El primer director de la Escuela fue Sebastián Vera quien trabajó en colaboración con su hermana Clodomira Vera.En 1958 se le puso el nombre de Justo José de Urquiza.

En 1988, con motivo del centenario de la institución, la escuela fue declarada ”Lugar Histórico” por parte de la Municipalidad.En tanto, en 1994, el Concejo Deliberante la incluyó dentro de la nómina de edificios que conforman el Patrimonio Histórico de la ciudad.

En 2011, la Legislatura de la Provincia de Córdoba declaró por unanimidad Monumento Histórico Provincial al actual edificio.En 2014, por medio de la ley 27.006, la Cámara de Senadores de la Nación lo declaró Monumento Histórico Nacional. Otro aporte sustancial a la educación pública: la Ley 1420 En 1884, Sarmiento se desempeñaba como director general del Consejo Nacional de Educación y, a instancias suyas, el gobierno sancionó la Ley 1420, que establecía la enseñanza primaria gratuita, obligatoria y laica para todos los habitantes del país, norma que es considerada como la base primordial del sistema educativo.

La ley se promulgó durante la presidencia de Julio Roca.La sanción desató una dura polémica con la Iglesia ya que las escuelas estatales ocuparon el lugar de las escuelas parroquiales y de órdenes religiosas.El conflicto escaló al punto que ese año se rompieron relaciones diplomáticas con el Vaticano.

La Ley 1420 se basa en tres pilares.En primer lugar, la gratuidad de la educación para no dejar fuera a ningún niño ni niña.La escuela tenía que estar al alcance de todos, fundamentalmente en un contexto donde la tasa de analfabetismo era muy elevada.Además, la alfabetización resultaba imprescindible para la formación ciudadana en el marco de un Estado nacional que estaba en sus primeros tiempos de conformación.La necesidad de formar un nuevo sujeto político luego de la finalización del modelo colonial.

En segundo lugar, la obligatoriedad implicaba dotar de una base común a todos los sujetos que concurrieran a la escuela.La educación aparecía entonces como un derecho. El tercer elemento que caracteriza la ley es la laicidad, ya que la enseñanza religiosa debía dictarse fuera de horario de clase y por ministros de culto.
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¿Qué pasó en el año 1884 en Argentina?

Argentina en 1884 era más adelantada que ahora El 8 de julio de 1884 la Argentina dio un salto de calidad. Ese día se promulgó la Ley 1420 de educación común, gratuita, laica y obligatoria. El presidente era Julio Argentino Roca, pero el verdadero impulsor del modelo educativo fue Domingo Faustino Sarmiento.

  1. La Argentina de ese entonces comenzaba a recibir las primeras oleadas de inmigrantes, la mayoría expulsados por la revolución industrial europea.
  2. Decenas de idiomas se mezclaban con el español de la Conquista.
  3. A ese desorden, la educación le puso un freno.
  4. Los inmigrantes no solo encontraron el trabajo que les faltaba en Europa sino que lograron que sus hijos, en gran mayoría, dejasen de ser analfabetos.

Saber leer y escribir a fines del siglo XIX o principios del XX convirtió a la Argentina en un país adelantado, es decir, competitivo. La educación común, laica y gratuita igualó para arriba a miles de argentinos y los diferenció claramente de los vecinos de América latina.

  1. Pero esa educación pública que fue modelo sufrió los vaivenes de las diferentes crisis económicas.
  2. Hoy no alcanza con saber leer y escribir.
  3. No alcanza con tener el secundario completo y tampoco alcanza para destacarse contar con un título universitario.
  4. Hoy la Argentina no prepara de forma masiva a los estudiantes para que puedan ser competitivos en un mundo globalizado.

Si los robots en varias líneas de producción reemplazan a los obreros, el salto de calidad no pasa por eliminar los robots, pasa por pensar un país que logre capacitar a los estudiantes para construir o prestarle servicio a esos robots. La Argentina de hoy está lejos de poder hacerlo.

La sociedad actual no piensa a largo plazo. Los gobiernos no piensan a largo plazo, entre otras cosas, porque los problemas cotidianos abruman. Lo más alarmante, quizá, es que de cara a las elecciones ningún candidato a Presidente tiene una propuesta educativa para brindar un verdadero salto de calidad, como la que impulsó Sarmiento hace 135 años.

Tal vez porque no está en la agenda, tal vez porque pensar en el largo plazo no tiene que ver con los tiempos que corren, o tal vez porque como argentinos seguimos creyendo que el campo nos puede salvar a todos. Y si no nos salva la Pampa Húmeda, nos salvará el petróleo de Vaca Muerta.

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¿Quién creó la Ley 1420 de educación?

8 de julio – Se promulga la Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria | Facultad de Agronomía En 1884, bajo la presidencia de Julio Argentino Roca, se promulgó la Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria. Fue la piedra basal del sistema educativo nacional.

La discusión acerca de la Ley de la Educación fue uno de los debates más intensos, y de largo alcance, en la historia argentina. Distintos puntos de vista en torno a la enseñanza religiosa, a la escuela mixta y al control del Estado (y de la nación) sobre la educación dividieron a la generación del ochenta.

Las divergencias fundamentales se centraron en la identificación común de la necesidad de una ley de educación, la gratuidad y obligatoriedad de la escuela. Uno de los temas más debatidos de la propuesta inicial consistió en la inclusión de contenidos religiosos en los programas escolares.

  • Existían opiniones contrapuestas acerca del papel de la Iglesia en la sociedad y el Estado.
  • La ley aprobada estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual.
  • La obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de todos los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos, también estipulados por ley.

: 8 de julio – Se promulga la Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria | Facultad de Agronomía
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¿Cuándo se deroga la Ley 1420?

31.07.2015 | INSTITUCIONAL Debate por la derogación de la ley 1420 La histórica ley fue aprobada en 1884 y fue derogada por el Congreso Nacional en 2014.
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¿Cómo surgió la Ley 1420?

La ley de Educación Común 1420 fue la piedra basal del sistema educativo nacional. Se aprobó el 8 de julio de 1884, después de fuertes debates en el Congreso Nacional y en la prensa. La discusión acerca de la ley de la educación fue uno de los debates más intensos, y de largo alcance, en la historia Argentina.
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¿Qué pasó en 1860 a 1870 en México?

La derrota definitiva de Miguel Miramón, en diciembre de 1860, y la ocupación de la capital por las tropas liberales daban por terminada la Guerra de Reforma. Eso permitió al presidente Benito Juárez regresar de Veracruz e instalar el gobierno de la República en la Ciudad de México.

Sin embargo, con ello no terminaban los problemas para México; al contrario, 1861 se presentó como uno de los años más difíciles para la presidencia. Algunas bandas conservadoras continuaron sus ataques; el Congreso liberal presentaba graves divisiones ante las próximas elecciones, y en Europa las grandes potencias conspiraban para invadir el país.22 de marzo.

Muere de fiebre tifoidea Miguel Lerdo de Tejada, quien, para muchos liberales, era el hombre con más méritos para ocupar la primera magistratura y el político con mayores posibilidades de unificar al partido.23 de mayo. Los jefes conservadores Tomás Mejía, Marcelino Cobos y Juan Vicario nombran “presidente” al general Félix Zuloaga.30 de mayo.

  1. Don Melchor Ocampo es hecho prisionero por una gavilla conservadora en su hacienda de Pomoca, Michoacán, donde se había retirado a la vida privada.3 de junio.
  2. Melchor Ocampo es asesinado en Tepeji del Río por orden de Leonardo Márquez.11 de junio.
  3. El Congreso declara presidente constitucional a Benito Juárez después de una apretada elección en la que el general Jesús González Ortega fue su principal contendiente; este último es nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia.15 de junio.

En la sesión de toma de posesión de Juárez se recibe la noticia de que el general Santos Degollado, quien perseguía a los asesinos de Melchor Ocampo, había sido ejecutado en el camino a Toluca por el conservador Ignacio Buitrón.23 de junio. El general Leandro Valle es fusilado en Monte de las Cruces por orden del jefe conservador Leonardo Márquez.17 de julio.

Benito Juárez decreta la suspensión de pagos, por dos años, de todas las deudas públicas, aun las contraídas con naciones extranjeras.25 de julio. Francia e Inglaterra rompen relaciones con México en protesta contra ese decreto. Estados Unidos intentaría aprovechar esta situación, pues más tarde el ministro Thomas Corwin es comisionado por el presidente Abraham Lincoln para ofrecer a Juárez hacerse cargo del pago de los intereses de la deuda a condición de hipotecar, como garantía, una parte del territorio nacional.7 de septiembre.

Crisis en el Congreso.51 diputados solicitan a Juárez que renuncie a la presidencia; el mismo día, otros 54 lo apoyan en la continuación de su mandato.30 de octubre. José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y Juan N. Almonte solicitan al archiduque Maximiliano de Habsburgo que acepte el trono de México.31 de octubre.

Se firma la Convención de Londres. Representantes de España, Gran Bretaña y Francia acuerdan intervenir militarmente en México para exigir el pago de sus deudas. Después de infructuosas negociaciones, Juárez derogaría el decreto del 17 de julio, pero la noticia llegó tarde a Europa.17 de diciembre. Desde ese día comienzan a llegar los navíos de la Triple Alianza (primero los españoles y en las siguientes semanas ingleses y franceses) para desembarcar tropas y ocupar el puerto de Veracruz.19 de febrero de 1862.

Conferencia entre el general español Juan Prim –representante de las potencias aliadas– y el ministro Manuel Doblado en el poblado La Soledad, Veracruz. El general Prim entendió la situación de México y aceptó las condiciones de pago propuestas por Doblado, lo mismo que el representante inglés, Charles Wyke.

  • Ambos se comprometieron a regresar las tropas a sus países, pero el francés Dubois de Saligny rechazó la firma de esos acuerdos.5 de marzo de 1862.
  • Desembarcan tropas imperiales francesas, bajo el mando del general Charles Ferdinand Latrille, para derrocar al gobierno de Juárez e imponer a Maximiliano como emperador de México.

Sorprende a la población del puerto que con ese ejército llegaran algunos connotados conservadores mexicanos que se hallaban en el exilio. La guerra contra el imperio se prolongará hasta 1867. Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #105 impresa o digital: “Leandro Valle.
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¿Qué pasó el 17 de junio de 1861?

Intervención francesa Una vez que los liberales triunfaron en la, se comenzó por la formación del gobierno y la asamblea legislativa declaró presidente constitucional a Juárez en junio de 1861. En Que Año La Educacion Fuera Laica Y Gratuita Benito Juárez vuelve al poder En este contexto la reconstrucción económica fue prioritaria en dos aspectos:

La creación de una infraestructura económica sólida El saneamiento de las finanzas públicas

El erario carecía de recursos por tener que solventar los gastos del crecido ejército (25 mil soldados), y a esto se aunaban la falta de un sistema hacendario y el pago de la deuda externa. La venta de los bienes de la Iglesia nacionalizados y la reducción de los salarios de los burócratas (2 mil empleados) tampoco contribuyeron suficientemente a la reconstrucción.

  1. Ante la necesidad de disponer de recursos financieros, el Congreso decretó el 17 de junio de 1861 la suspensión del pago de la deuda pública por dos años.
  2. Esta medida provocó la fehaciente protesta de los representantes en México de los acreedores internacionales y en consecuencia el Estado decidió reanudar el pago del mismo en noviembre de 1861.

La deuda más grande era con Inglaterra. Por ello, Inglaterra, Francia y España -“la Alianza Tripartita”- se reunieron en la Convención de Londres el 31 de octubre de 1861 para definir las medidas a tomar en México. En este lugar acordaron que actuarían juntos para cobrar los adeudos (Inglaterra reclamaba 70 millones de pesos, Francia 27 y España 10) sin invadir o intervenir directamente en México, además de controlar las aduanas de Veracruz y Tampico para asegurar el cobro de las cantidades que se les adeudaban. Tratados Preliminares de la Soledad” y su desconocimiento por Francia. En Que Año La Educacion Fuera Laica Y Gratuita Batalla de Puebla, 5 de mayo de 1862 Sin embargo, ante la reiteración del gobierno mexicano a su decisión de reanudar el pago de la deuda, las fuerzas españolas liderados por el general juan Prim e inglesas se reembarcaron a sus respectivos países, mientras que las fuerzas francesas al mando del general Lorencez, siguiendo órdenes del emperador Napoleón III, avanzaron de Córdoba a Orizaba en abril de 1862 iniciándose así el conflicto armado entre México y Francia.

  1. Los franceses marcharon desde abril sobre el centro del país, pese a que el 5 de mayo de 1862 en Puebla de los Ángeles se derrotó a uno de los ejércitos más equipados y prestigiados de la época.
  2. Los franceses, reforzados con tropas al final del mismo año, lograron tomar Puebla el 17 de mayo de 1863 y la capital mexicana el 10 de junio de 1863.

La caída de México en manos de Francia debe comprenderse en el contexto del imperialismo capitalista y el objetivo de Napoleón III de establecer su dominio sobre América, mientras que los Estados Unidos de América se vieron envueltos en la Guerra de Secesión entre los habitantes del Norte y Sur (1861-1865). En Que Año La Educacion Fuera Laica Y Gratuita : Intervención francesa
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¿Qué pasó el 18 de marzo de 1861?

Antecedentes – En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la Tesorería de la Nación con grandes ganancias para sí mismo. Frente a una crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control de su antigua posesión bajo la categoría de provincia, con tan solo 17 años de independencia.

Al principio, la monarquía española estaba preocupada, pero con los Estados Unidos ocupados con su propia guerra civil e incapaces de imponer la Doctrina Monroe, consideraba que había una oportunidad para reafirmar el control en América Latina, El 18 de marzo de 1861, se anunció la anexión, y Santana se convirtió en gobernador general de la recién creada jurisdicción.

Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos. El 2 de mayo, el general José Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchez encabezó una invasión desde Haití (cuyo gobierno aunque oficialmente neutral, le preocupaba que España afianzase su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861. Las autoridades españolas comenzaron a alienar a la población en general mediante el establecimiento de una política conocida como “bagajes”, que requería que los ciudadanos entregaran cualquier animal de trabajo a los militares españoles sin ningún tipo de garantía de indemnización.

Esto fue especialmente problemático en la región del Cibao en el norte, donde los agricultores dependían de sus animales para su sustento. Un segundo factor fue cultural: el nuevo arzobispo de España se horrorizó al descubrir que un gran número de parejas dominicanas no estaban casadas bajo la Iglesia Católica,

Esta situación se produjo debido al pequeño número de sacerdotes en el país, así como la pobreza y la falta de caminos y transporte para llegar a una iglesia para casarse. Con las mejores intenciones, el arzobispo Bienvenido Monzón quería poner remedio a esta situación en un corto tiempo, pero sus demandas solo irritaban a la población local que había llegado a aceptar el estado actual de los nacimientos ” ilegítimos ” de forma normal.

  1. Económicamente, el nuevo gobierno también impuso aranceles más altos para los productos no españoles y los buques y trató de establecer un monopolio sobre el tabaco, contrariando a las clases comerciantes también.
  2. A finales de 1862, los funcionarios españoles estaban empezando a temer la posibilidad de una rebelión en la región del Cibao (el sentimiento antiespañol no era tan fuerte en el sur).

Por último, había rumores de que España volvería a imponer la esclavitud y enviar a los dominicanos negros a Cuba y Puerto Rico. Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794.
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¿Qué dice la Constitución de 1917 sobre la educación?

Artículo 3o.- Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior.
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¿Cómo era la educación antes de la Constitución de 1917?

Venustiano Carranza proponía la plena libertad de enseñanza, lo cual implicaba un derecho también del clero, independientemente de que la enseñanza en las escuelas oficiales fuese de carácter laico, es decir, sin injerencia de ninguna religión.
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¿Cuándo se estableció en México la educación laica?

EDUCACIÓN LAICA EN EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO: ENTRE LA OMISIÓN, LA AMBIGÜEDAD Y EL CONFLICTO LAÏQUE EDUCATION IN MEXICAN EDUCATION SYSTEM: BETWEEN OMISSION, AMBIGUITY AND CONFLICT Sergio Pérez Sánchez * Resumen, El propósito del presente artículo es ofrecer algunas reflexiones sobre la evolución que ha experimentado la educación laica en México en la parte normativa en contraste con la incomprensión de ésta por parte de los sujetos en sus relaciones educativas.

Ante el pluralismo religioso creciente en la sociedad actual, los retos para el Estado laico y sus instituciones públicas (educativas y de salud entre otras) son múltiples y complejos, en el sentido de garantizar el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de todos los individuos con la finalidad de promover el respeto de creencias, llámense religiosas, agnósticas, ateas o ejercicio de convicciones filosóficas, así como de propiciar, sin distinción, la convivencia de los ciudadanos en la vida pública.

Palabras clave : laicidad, sistema, religión, educación, sujetos. Abstract, The purpose of this article is to offer some reflections about evolution that laïque education in Mexico has had in the regulations in contrast with the lack of understanding by subjects in their educational relationships.

Facing the growing religious pluralism in current society, the challenges for a laïque State and its public institutions (educational and health among others) are numerous and complex, in the sense that a guarantee is needed to the exercise of the fundamental rights and liberties of all the individuals with the objective of promoting the respect of beliefs that could be religious, agnostics, atheistic, as well as the practice of philosophical convictions with the aim of favor the coexistence of citizens in public life without distinction.

Keywords : laïque, system, religion, education, subject. Recibido el 8 de noviembre de 2012 Aceptado el 20 de noviembre de 2012 INTRODUCCIÓN Para el caso de México, la laicidad tiene sustento desde la promulgación de la Constitución del 5 de febrero de 1857, documento legal en el cual se establecieron las primeras bases jurídicas y normativas de la separación del Estado y la Iglesia Católica.

Con la promulgación de las Leyes de Reforma durante el gobierno interino de Benito Juárez García en el año de 1859 se amplió y fortalecióel cáracter laico del Estado mexicano, dichas leyes reunieron una serie de ordenamientos legales orientados a una separación clara entre el Estado y la Iglesia a fin de contrarrestar el poder y la influencia de los clérigos en la vida civil, ya que dichos ordenamientos no habían sido debidamente explicitados en la Constitución de 1857.

A más de un siglo y medio de estas y otras disposiciones jurídicas orientadas al fortalecimiento de un Estado laico, se puede deducir que ha sido un tiempo suficiente para la regulación clara de las relaciones entre los sujetos implicados y el acatamiento de éstos al orden establecido.

No obstante para el caso mexicano, la confrontación ha sido permanente principalmente entre el Estado, jerarquía católica, grupos de orientación conservadora y dirigencias de confesiones religiosas no católicas. En el fondo de la confrontación están, por un lado, la visión heterogénea de los opositores al Estado laico al pretender la tutela religiosa en la esfera pública de la sociedad y, por otro, la discrecionalidad o subjetividad de la clase gobernante sobre el sentido que dan a la laicidad en el ejercicio del poder.

Ante la expresión de una mayor manifestación de pluralismo en las creencias religiosas de la sociedad así como del incremento de personas proclives al agnosticismo, ateísmo o al ejercicio de sus convicciones filosóficas, surgen nuevas manifestaciones en las relaciones sociales, manifestaciones que no siempre encuentran salida mediante el diálogo, el respeto o la tolerancia y, en ocasiones, las posiciones se radicalizan y dan paso a confrontaciones violentas.

La expresión de este tipo de relaciones ha trascendido el ámbito educativo traduciéndose en relaciones signadas frecuentemente por la omisión, la ambigüedad y el conflicto. SUSTENTO DEL ESTADO LAICO EN MÉXICO Los antecedentes documentados del sustento laico del Estado mexicano se encuentran en el Plan de Ayutla de 1854.

En un ambiente de brotes rebeldes se erige un gobierno liberal facultado por el Plan de Ayutla. En ese gobierno se expidieron las tres primeras Leyes: 1) Ley Juárez; 2) Ley Lerdo, y 3) Ley Iglesias, cuyos ordenamientos pretendieron, por un lado, investir al Estado de facultades para atender asuntos civiles y por otro limitar el poder del clero católico en asuntos de carácter civil.

Un acontecimiento destacado que sienta las primeras bases normativas del carácter laico del Estado se ubica en el Congreso Constituyente de 1856 y 1857, integrado éste por legisladores pertenecientes por un lado, a la corriente de los “liberales puros” y, por otro, a los “liberales moderados”, ambos quienes plasmaron en algunos artículos de la Constitución que se promulgó el 5 de febrero de 1857 los principios de separación de atribuciones entre el Estado y la Iglesia.

No sólo los artículos sino la disposición del Gobierno de que todos los ciudadanos prestaran juramento de lealtad a la Constitución provocaron condena por parte del clero católico. En respuesta: Una de las armas reactivas más poderosas de la Iglesia fue la amenaza de excomunión a quienes prestaran tal juramento de fidelidad.

  • Muchos ciudadanos se negaron a jurar la constitución, siendo algunos de ellos incluso militares o magistrados.
  • Igualmente cuatro mil clérigos se negaron a hacerlo, y solamente hubo 20 excepciones: 20 clérigos que protestaron juramento.
  • La negativa a jurar fue ocasión de destierro de algunos obispos.
  • Villaseñor, 76) El juramento a la Constitución prosperó lentamente debido a la profesión doctrinaria y de fe prevaleciente en la conciencia de la población, sobre todo en poblaciones pobres e indígenas, donde la presión ideológica y el chantaje espiritual de los clérigos fueron muy marcados.

En cierto modo, las resistencias y las manifestaciones de rechazo de la población y el malestar de la Santa Sede por la entrada en vigor de la Constitución de 1857, ocasionó que el gobierno no rompiera en aquel momento toda relación con la Iglesia y el Vaticano.

No obstante, para los “liberales puros” fue determinante en la afirmación de su poder en el transcurso del siglo XIX. Durante la Guerra Civil de tres años (1858-1861), promovida y sostenida por el clero, el gobierno interino de Benito Juárez García promulgó desde Veracruz las Leyes de Reforma consistentes en ordenamientos orientados a una separación clara entre el Estado y la Iglesia a fin de contrarrestar el poder y la influencia de los clérigos en la vida civil, ya que dichos ordenamientos no habían sido debidamente explicitados en la Constitución de 1857.

Las Leyes de Reforma y los decretos respectivos, expedidos en el período 1859-1863, contemplaron sanciones que iban desde multas hasta la expulsión del país de los ministros extranjeros radicados en el país en la medida en que se les comprobaran acciones desestabilizadoras contra el gobierno de México.

  1. Con el triunfo del ejército liberal mexicano en 1867 sobre el régimen monárquico del emperador Maximiliano de Habsburgo, se restauró el régimen republicano teniendo al frente del gobierno a Benito Juárez García.
  2. En este período de la historia de México se ubica la consolidación del Estado laico.
  3. Al respecto Jorge Adame señala: El Estado liberal, presidido por Benito Juárez se constituía como un estado eminentemente laico, que no mantenía relaciones jurídicas con la Iglesia Católica en México ni relaciones diplomáticas con la Santa Sede en Roma, ni le interesaba mantenerlas.

Más aún contemplaba a la Iglesia en México y a la Santa Sede como entidades enemigas del Estado liberal. ( 54 ) El 25 de setiembre de 1873 se incorporaron a la Constitución de 1857 las Leyes de Reforma y se consagró de manera reglamentaria la separación del Estado y la Iglesia.

Con ello, los liberales consolidaron su soberanía, en tanto la Iglesia continuó su marcha en dirección opuesta al Estado y amenazó con la deslegitimación del gobierno. El carácter laico del Estado liberal mexicano, en una población mayoritariamente católica, fue en el sentido de disminuir la influencia de la Iglesia en asuntos de la vida civil que correspondían al Estado más que a constituirse en árbitro de las pugnas por diferencias religiosas.

Este sentido sui generis de laicismo, al decir de Luis González: “Se debió quizá a que letrados y soldados del gobierno liberal se emparejaban en la cultura religiosa. Todos, por supuesto, habían aprendido las creencias, la moral y la liturgia del catolicismo en el templo, a la hora de misa, sólo había una pequeña distinción de fidelidad entre liberales y conservadores” ( 905 -6).

Durante el Porfiriato 1 (1876-1880 y 1884-1911) las disposiciones jurídicas del sustento laico del Estado no se aplicaron con el mismo rigor en todos los ámbitos. Se pusieron en práctica asuntos relativos al desarrollo económico y la modernización del país, pero a los aspectos como la reglamentación de cultos y la enseñanza laica que ponían en dilema a la paz social se les dio un matiz que Paul Garner denomina como “equilibrismo porfirista”, es decir, la instrumentación de una política de alianzas y cuotas de poder con las diferentes facciones.

La instrumentación de dicho equilibrismo de ningún modo representó una ruptura con el proyecto liberal; más bien el pragmatismo de alianzas y lealtades políticas posibilitaron la denominada paz porfiriana, producto en buena medida de la reconciliación con las diferentes facciones y la católica.

  1. En este ambiente de reconciliación, la Iglesia fue recuperando terreno en lo espiritual y en lo educativo.
  2. Revisiones historiográficas recientes sobre este período aportan nuevos elementos para el análisis del carácter laico de un régimen bastante cuestionado ( Garner ).
  3. La Constitución del Estado laico en México se encuentra asociada a ciertos momentos históricos.

Durante las tres primeras partes del siglo XIX, una porción del proyecto de la “elite liberal ilustrada radical” en el poder se caracterizó por su anticlericalismo ante posturas clericales que no admitían la libertad de conciencia. El Porfirismo, sin renunciar a los postulados liberales, reconcilió a las diferentes facciones: “El régimen podía ser, al mismo tiempo y sin contradicción, liberal y conservador, ser “extranjerizante” y nacionalista, ser masónico y confesional.

  • El requisito esencial era que cada facción o grupo de interés, sin importar la ideología, debía estar preparada para reconocer y someterse a la autoridad del presidente” (Valdés en Garner, 103).
  • EL ESTADO LAICO MEXICANOEN EL SIGLO XX Con el triunfo de la revolución de 1910, la promulgación de la Constitución de 1917, la rectoría del Estado en las empresas, la soberanía sobre los recursos naturales, la expansión del sistema educativo y la consolidación del Estado laico fueron situaciones importantes en el fortalecimiento de la identidad nacional en una sociedad cada más relacionada con el poder civil.

Por supuesto que la caracterización del Estado laico durante el siglo XIX y principios del XX, se dio en un ambiente de confrontación y conflicto entre el Estado liberal y la Jerarquía Católica. La Revolución triunfante de 1910-1917 se propuso limitar la influencia de la Iglesia respecto al Estado por lo que, en la Constitución de 1917, se establecieron los artículos específicos sobre el carácter laico del Estado (Art.3º, 5º, 24º, 27º, 130º).

  1. Con este marco normativo se negó personalidad jurídica a las Iglesias y se les sometió al poder civil.
  2. Se dispuso una orientación laica para la educación pública y privada, planteada ésta como ajena a cualquier doctrina religiosa.
  3. Desde 1917 a 2000, el Estado mexicano, bajo el dominio del partido único, reafirmó su carácter rector en la sociedad y mantuvo, con ajustes mínimos en lo normativo, el sustento laico.

La educación laica en el sistema educativo mexicano Algunas de las primeras disposiciones tendientes a contrarrestar el monopolio educativo del clero se establecieron en la Constitución de 1857, específicamente en el Art.3º, el cual estipuló que ninguna orden o congregación religiosa como tal pudiera impartir instrucción en México.

  • En las Leyes del 15 de abril de 1861 y del 2 de diciembre de 1867 se estableció la gratuidad y la obligatoriedad como modalidad en la educación.
  • De manera más concreta, la escuela en su administración y en la impartición de la enseñanza fue denominada independiente de la doctrina religiosa de cualquier credo.

Explícitamente, en ambas leyes se excluyó la enseñanza de la religión en las escuelas oficiales. Aquí, lo que se puede observar es un laicismo educativo incipiente en la enseñanza elemental, “como era natural, desde 1857 desaparecieron el catecismo religioso y la historia sagrada, y empieza la moral” ( Meneses, 181).

Un aspecto que vale la pena resaltar es el referente a la orientación de la moral en el currículo de primaria después de 1857, el cual nada tuvo que ver con cualquier doctrina religiosa, pues más bien fue diseñado como un planteamiento de la moral cívica oficial para introducir los principios laicos.

El sentido más estricto sobre la laicidad apareció en la República Restaurada con Juárez (1867-1876). Durante este período se estableció que la escuela fuera laica. Además de ser independiente de las autoridades eclesiásticas, se dispuso que se abstuviera también de impartir enseñanza religiosa de cualquier credo.

La limitante de tal disposición para la época fue que en la legislación educativa de 1867 apareció una clara diferenciación entre “el sistema de instrucción federal o nacional, dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y el municipal a cargo de los ayuntamientos” ( Meneses, 200).

Es decir, la jurisdicción del Gobierno de la República en materia educativa fue el Distrito Federal y los establecimientos nacionales. El resto, que fue la mayoría, pertenecía a las municipalidades. Lo que hasta aquí se puede observar entre la laicidad de Estado y la laicidad educativa es un carácter disímbolo.

  • La mención de Ignacio Manuel Altamirano así lo muestra al referirse a lo que se hacía en la Escuela del Campo de 1870, tiempo en que se suponía la puesta en marcha de la educación laica.
  • En algunos pueblos de indígenas solía haber escuela, es verdad; pero en ella sólo se enseñaba la doctrina cristiana, o para hablar con más propiedad, los rezos más insignificantes y que se hacían recitar de memoria a los niños, que los aprendían como papagayos, y que los olvidaban pronto.

Estos rezos eran, el Bendito, el Padre Nuestro, el Credo, el Ave María y los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia. ( Altamirano, 79) El desfase temporal entre una disposición normativa y su aplicación práctica no sólo fue problema en la normatividad federal; algo similar sucedió en entidades como el Estado de México, donde el problema principal estuvo en la falta de recursos suficientes para el sostenimiento de las escuelas.

La incorporación de las Leyes de Reforma en la Constitución de 1857, aparte de asignarle el carácter laico al Estado, tendió a contrarrestar el poder de la Iglesia. De ahí que la clase gobernante hubiera pretendido trazar una línea directa desde una laicidad de Estado a una laicidad educativa. El 14 de diciembre de 1874, el Congreso de la Unión promulgó el Decreto donde se confirmó el carácter laico de la educación, Dicha disposición fue una acción concreta del Poder Legislativo en contra de la enseñanza religiosa.

En este período de la historia se introduce explícitamente la modalidad del laicismo al prohibir la enseñanza religiosa y la práctica de cualquier culto en todos los establecimientos de la federación, de los estados y municipios. Dicho decreto estableció: Art.1º.

El Estado y la Iglesia son independientes entre sí. Art.4º. La instrucción religiosa y las prácticas oficiales de cualquier culto quedan prohibidas en todos los establecimientos de la federación, de los estados y los municipios. Se enseñará la moral en los que por naturaleza de su institución lo permitan, aunque sin referencia a ningún culto.

La infracción de este artículo será castigada con multa gubernativa de veinticinco a doscientos pesos y con destitución de los culpables en caso de reincidencia. (En Meneses, 236) El laicismo en una población con bajo o nulo nivel de escolaridad y una fuerte presencia de la religión en la vida privada de las personas fue siempre motivo de conflictos y aún de luchas enconadas entre los mexicanos, especialmente cuando se quiso llevar este precepto a la educación.

  1. Este tipo de laicismo educativo no excluía que los clérigos realizaran docencia en las escuelas y permitió además que se impartiera enseñanza religiosa en las escuelas privadas.
  2. Fue en la Ley del 23 de mayo de 1888 (durante el Porfiriato) cuando se estableció, de manera más enérgica, el sentido laico al disponer la exclusión de los ministros del culto y de las personas que hubieran hecho votos religiosos de las escuelas oficiales.

La disposición de Ley del 21 de marzo de 1891 precisó que, para el caso de las escuelas oficiales donde se impartiera educación, fuera gratuita y laica además de obligatoria. Con esta disposición se planteó de manera concreta el precepto laico de la educación.

  • Hasta aquí se puede observar un interés permanente por el gobierno liberal en la profundización legislativa sobre el sentido laico de la educación.
  • Una visión de larga duración del sentido laico de la educación corresponde al Porfiriato, período durante el cual cambió de modo radical el método de enseñanza y se estableció la escuela moderna mexicana, cuyo carácter integral se basaba en el desarrollo moral, físico, intelectual y estético de los escolares.
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En los programas de estudio se hacía hincapié en que los educandos debían aprender algún oficio con el objetivo de hacerlos más diestros y ayudarles en el futuro a ganarse la vida. ( 17 ) Desde la visión del gobierno de Porfirio Díaz, el proyecto de modernización económica del país requería darse en un ambiente de concordia en su relación con el clero, lo cual fue posible con la falta de aplicación de la Ley.

Esta situación permitió que la relación Estado-Iglesia tuviera un fuerte desplazamiento hacia los asuntos educativos.Tal como escribe Pablo Latapí: En este periodo las disposiciones legales no se aplicaron con el mismo rigor en todos los órdenes; sí se pusieron en práctica en lo económico pero en esferas como el culto y la enseñanza, en que las innovaciones amenazan la paz social, el régimen porfirista optó por ser complaciente.

De este modo, la Iglesia fue recuperando espacios con el consentimiento del gobierno, pudo poseer fincas rústicas y urbanas, fundar conventos y establecer escuelas. ( 59-60 ) La constitución del Estado laico se caracterizó hasta aquí por las circunstancias históricas.

  • En este sentido, las decisiones educativas se concentraron por mucho tiempo en el Poder Ejecutivo.
  • El tránsito del estado laico a la laicidad educativa no fue inmediato y esto se puede apreciar en el tiempo que transcurre entre una disposición del Ejecutivo y su reglamentación en el terreno educativo y, más aún, en el tiempo para su aplicación en el ámbito de la escuela donde niños y padres de familia estaban influidos por símbolos, imágenes y prácticas religiosas.

De ahí que, cuando se plantea la constitución del Estado laico para trascender a la laicidad educativa, se puedan observar los ritmos que tuvo en cada uno de los periodos históricos. Las disposiciones sobre la laicidad educativa involucraban en cierta forma a los principales sujetos educativos: alumnos, profesores, autoridades, padres de familia y, de manera muy especial, al clero, quien intervino siempre de manera decisiva por medio de reproches o negociaciones que hicieron a funcionarios en las altas esferas del poder gubernamental.

Es conveniente hacer la reflexión de que el sentido laico de la educación impactó a los pocos que asistieron a las instituciones escolares. Por ejemplo, en 1900 el 84% de la población no sabía leer ni escribir. Los escolares y no escolares fueron motivo de influencia por símbolos y prácticas religiosas sobre todo en poblaciones eminentemente rurales e indígenas.

Educación laica en la constitución de 1917 Los vínculos y relaciones que el clero estableció durante la dictadura porfirista posibilitaron que en la Revolución Mexicana mantuviera influencia en una sociedad mayoritariamente católica. Esta situación incidió para que los Constituyentes de 1917 tuvieran, como parte de su agenda, el sometimiento jurídico de la Iglesia al poder civil.

Para ello, expidieron artículos donde se les negó persona jurídica a la jerarquía religiosa y se dispuso la educación laica en escuelas públicas y privadas. Bajo este esquema de debate, la participación de los liberales se orientó a contrarrestar el poder del clero en la educación y así se puede apreciar en el Art.3º de la Constitución de 1917.

Artículo 3º. La enseñanza es libre, pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrá establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria.

( Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 3-142) En síntesis, el sustento laico del artículo se resume en prohibir la intervención de las corporaciones religiosas o ministros de cultos en la impartición de clases, someter a las escuelas particulares a la educación laica, sustentar científicamente los contenidos escolares, disponer de que la educación sea ajena a cualquier doctrina religiosa y evidenciar el carácter emancipatorio de la educación ante el fanatismo.

Conjuntamente al sentido laico de la educación, el artículo plantea una política educativa sustentada en las circunstancias imperantes de desarrollo científico y tecnológico mundial. Ante las disposiciones normativas de laicidad sustentadas en la constitución de 1917, las manifestaciones de protestas de la Iglesia y grupos conservadores se hicieron presentes en los medios impresos de la época, pues fue muy claro, por ejemplo, que no se permitió a los ministros religiosos el ejercicio de derecho político alguno, a la vez (personalidad jurídica) que se establecía la educación laica en las instituciones públicas y privadas.

Estas disposiciones marcaron ruta y dieron pauta de la reconfiguración de relaciones del Estado y las Iglesias. Dichas relaciones no estuvieron exentas de conflictos sociales, también las escuelas fueron escenario de confrontaciones entre padres de familia y profesores. Sentido de laicidad en la educación socialista La reforma al Artículo 3º en 1934 y la consecuente implantación de la educación socialista tuvo varios orígenes, como el crecimiento de los grupos de izquierda, el impacto de la crisis económica de la época, la participación de Narciso Bassols 2 en la Secretaría de Educación Pública y el desencanto de los profesores por los bajos resultados educativos obtenidos hasta entonces.

Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas se reformó el Artículo 3º en el cual se estableció que: La educación que imparta el Estado será socialista y, además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.

(En Raby, 41) Sólo para las cuestiones relativas a la laicidad educativa, la Reforma dispuso de algunos numerales, tal como se citan a continuación: Podrán concederse autorizaciones a los particulares que deseen impartir educación en cualquiera de los tres grados anteriores, de acuerdo, en todo caso, con las siguientes normas: I.

Las actividades y enseñanzas de los planteles particulares deberán ajustarse, sin excepción alguna, a lo preceptuado en el párrafo inicial de este artículo, y estarán a cargo de personas que, en concepto del Estado, tengan suficiente preparación profesional, conveniente moralidad e ideología acorde con este precepto.

En tal virtud, las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones que exclusiva o preferentemente realicen actividades educativas y las asociaciones o sociedades ligadas directa o indirectamente con la propaganda de un credo religioso, no intervendrán en forma alguna en escuelas primarias, secundarias o normales, ni podrán apoyarlas económicamente.

IV. El Estado podrá retirar discrecionalmente, en cualquier tiempo, el reconocimiento de validez a los estudios hechos en planteles particulares. ( Medellín, 9-10) Por si esta disposición no fuera suficiente se estableció reglamentar específicamente a las escuelas particulares a través del Reglamento del Artículo 3º Constitucional sobre escuelas particulares primarias, secundarias y normales ( Diario Oficial, enero 9 de 1935) y el “Decreto que adiciona el reglamento de las escuelas particulares primarias, secundarias y normales ( Diario Oficial, octubre 27 de 1937).

  • Ambas disposiciones establecieron un excesivo control y vigilancia sobre los planteles privados a fin de eliminar todo vestigio de instrucción religiosa.
  • Bajo este esquema, la limitante de los particulares no fue la organización de escuelas sino su resistencia para ajustarse a la filosofía educativa que determinaba hacer de la educación el medio para destruir el fanatismo y enseñar el socialismo.

Para ello los docentes, no sólo de las escuelas públicas sino de las particulares, deberían poseer una conveniente moralidad e ideología acorde con este precepto. Ante la orientación jurídica del laicismo con la implantación de la educación socialista, distintas agrupaciones sociales y políticas vinculadas con visiones conservadoras o religiosas manifestaron su abierta oposición al sentir amenazados sus propios intereses.

  • Este fue el caso de la Jerarquía de la Iglesia Católica, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), la Unión Nacional Sinarquista (UNS) y el Frente Único Nacional de Padres de Familia (FUNPF), entre otras.
  • Estas agrupaciones, de marcada orientación conservadora, coincidían en algunos puntos al señalar que las personas tienen derechos anteriores y superiores a la educación, como es el caso de los derechos religiosos, la educación de los hijos, el derecho a la vida, los derechos a la propiedad privada, servir a los intereses de la Iglesia antes que a la Nación y que el niño pertenece a la familia y no al Estado.

Bajo estos argumentos, dichas agrupaciones manifestaron su permanente hostilidad y rechazo a la educación socialista ya que, desde su visión, la reforma del Artículo 3 limitaba la libertad de enseñanza al prohibir la instrucción religiosa, atacaba el derecho de los padres de familia de educar a sus hijos según su conciencia y su religión.

A su vez, la educación se constituía en el monopolio del Estado y poseía contenidos antirreligiosos, y representaba un peligro permanente a la moral y a la fe cristiana de los niños. Entre algunas de las acciones de la jerarquía católica para enfrentar la educación socialista, ésta prohibió a los padres de familia enviar a sus hijos a la escuela donde recibían, según ellos, la enseñanza marxista, so pena de no recibir los sacramentos y la absolución.

En el caso de los profesores que antepusieran su obligación laboral a su fe incurrirían en la excomunión si enseñaban el socialismo. La orientación laica de la educación socialista contempló no sólo la parte filosófica sino además la formación moral. En este sentido, planteó que el niño tenía que dominar su natural egoísmo en aras del bien colectivo a fin de combatir el individualismo por la formación de personalidades autónomas dispuestas a cooperar y servir al bien común.

Como se puede apreciar, la visión del Estado sobre la educación socialista fue radicalmente contraria a la de los grupos conservadores pues, mientras agrupaciones cristianas, sociales y políticas conservadoras consideraban al hogar la base de la educación, el gobierno tipificó al hogar como foco de fanatismo, sobre todo en el medio rural, donde las creencias y las prácticas religiosas fueron parte sustantiva de la vida sociocultural cotidiana.

Por su parte, en las escuelas del medio rural de las entidades con una fuerte tradición religiosa, los profesores que asumieron el sentido de la educación socialista fueron motivo principalmente de hostilidad religiosa desembocando en ocasiones en ultrajes y linchamientos.

La mayor presión y vigilancia del Estado sobre las escuelas particulares se dejó sentir entre 1936 y 1939. En los años subsecuentes, hasta la reforma al artículo 3º en 1945, el Estado bajó la presión y control, lo que posibilitó de nuevo un crecimiento en el número de planteles educativos particulares.

Debido a las presiones de la jerarquía católica, las agrupaciones sociales y las políticas de tendencia conservadora hacia el Estado, el proyecto de educación socialista se fue abandonando paulatinamente en la práctica a partir de 1941 y posteriormente en la Ley en 1945.

La concepción de laicidad para el sistema educativo mexicano, que en la actualidad prevalece con ajustes de fondo, data de la Reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 1946. En primer lugar, el Artículo 3º dispuso que: “La educación que imparte el Estado —Federación, Estados, municipios— tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de solidaridad internacional, en la independencia y la justicia”.

Específicamente sobre la educación laica establece de manera textual en el Párrafo 1: Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, el criterio que orientará dicha educación se mantendrá por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios, dicha reforma complementa el sentido de laicidad con el Párrafo IV en términos de que: “Las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones que, exclusiva o predominantemente, realicen actividades educativas, y las asociaciones o sociedades ligadas con la propaganda de cualquier credo religioso, no intervendrán en forma alguna en planteles en que se imparta educación primaria, secundaria y normal y la destinada a obreros o a campesinos.

( Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, 3-3, 3-4). La concepción y sentido de educación laica que estableció el Artículo 3º en la Reforma de 1946 se pueden destacar en los puntos siguientes: la normatividad jurídica comprende a escuelas públicas y privadas ; la educación laica es aquella que se mantiene ajena a cualquier doctrina religiosa; la educación laica se basa en los resultados del progreso científico, la lucha contra la ignorancia y sus efectos como las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios; la educación laica prohíbe a las corporaciones religiosas, los ministros de cultos y sociedades ligadas con la propaganda de cualquier credo religioso a intervenir en planteles donde se imparta educación primaria, secundaria, normal y la destinada a los obreros.

Durante la administración federal 1988-1994 y en plena consolidación del proyecto neoliberal, se reforman varios artículos de la constitución mexicana, entre los que destaca el 3º, cuya reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el 5 de marzo de 1993 y, con el agregado en 2002, en razón de decretar obligatoria la educación preescolar.

La concepción educativa después de la Reforma de 1993 y 2002, en lo esencial mantiene similitud al Artículo 3º de 1946 al decir que: Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado —federación, estados, distrito federal y municipios—, impartirá educación, La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.

La concepción de laicidad mantiene esencia pero sólo para escuelas públicas, no así para las de sostenimiento privado. En éstas, el sentido de laicidad presenta modificaciones importantes. Bajo esta reforma, los párrafos alusivos a la laicidad quedan en los siguientes términos: Párrafo 1: “Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa.

Párrafo 2: “El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios” ( Constitución Política, 28-30). Las consideraciones que destacan sobre la concepción y el sentido de la educación laica queda en los términos siguientes: se establece la educación como un derecho fundamental.

Se concibe como educación laica a aquella que se mantiene por completo ajena a cualquier doctrina religiosa y que se basa en los resultados del progreso científico, lucha contra la ignorancia y sus efectos como las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.

  • Los ajustes a la educación laica de 1993 consideraron, más que fortalecieron, los dos principios fundamentales de la laicidad como la libertad de conciencia y la igualdad jurídica.
  • Respondieron más a atender reclamos de la jerarquía religiosa católica mexicana, a congratularse con el Vaticano y a “hacer un guiño” a la clase conservadora.

Puedo aventurar y afirmar que, normativamente, se abrió la educación como un mercado de rentabilidad económica a la inversión privada estableciendo mejores condiciones para la difusión de una moral cristiana en el ámbito de la institución escolar. La Reforma al Artículo 3º en 1993, en lo referente al carácter laico de la educación, aparentemente desde la visión de la clase gobernante, se ajustó a los requerimientos de un Estado moderno.

No obstante, respondió más a intereses específicos y, en tal sentido, quedó como una asignatura pendiente el análisis, revisión y discusión del carácter laico de la educación ante una sociedad mexicana cada vez más diversa en lo cultural y plural en el campo de las creencias religiosas, filosóficas o agnósticas.

En esta primera década del siglo XXI la laicidad, como concepto y como tema en algunos de los ámbitos del conocimiento y en las relaciones entre las personas, ha sido motivo de profundización en sus reflexiones teóricas, en la convocatoria a renovados debates y, no en pocos casos, pretexto de enfrentamientos violentos.

Aparentemente el sentido del término “laicidad” está claro: es la racionalidad crítica opuesta a los dogmas, es la pluralidad opuesta al monopolio de la verdad. Y, en su combate político a favor de la escuela y del Estado, la laicidad se definió a principios de siglo por oposición a la Iglesia católica: ésta ocupaba una posición monopolista en la enseñanza, insistía en imponer sus dogmas en el ágora, no toleraba la pluralidad interna, se identificaba con la reacción.

( Morin, 86) Como se puede apreciar, la laicidad para el Estado y en especial para el Sistema Educativo, requiere de una revisión profunda y permanente en cuyo diálogo se encuentran involcrados fundamentalmente los sujetos educativos: autoridades, profesores, alumnos y padres de familia a fin de hacer de la laicidad educativa el medio para el fortalecimiento de la convivencia escolar, en el sentido de garantizar el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de todas las personas en un contexto de reconocimiento de la pluralidad religiosa y la diversidad cultural.

REFLEXIONES FINALES A MODO DE CIERRE A más de 150 años de la separación de atribuciones entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica, la sociedad mexicana ha experimentado,generacionalmente, cambios que demandan la necesidad de entender la laicidad como un proceso en lo normativo, lo discursivo y su práctica.

De ahí que, para abordar la realidad compleja en las instituciones escolares, sea necesario reflexionar sobre la laicidad más desde su prácticas y bajo un componente teórico de mayor apertura. Mantener el sentido laico del sistema educativo mexicano y la puesta en práctica de sus políticas educativas no ha permitido una relación armónica entre los diferentes actores de la sociedad.

Dicha relación se ha expresado más en una agenda en permanente conflicto entre el Estado, la Jerarquía Católica, los miembros de la clase política gobernante conservadora y los grupos opositores históricos así como la oposición más directa, en años recientes, de alumnos y padres de familia pertenencientes a sociedades religiosas protestantes en los espacios escolares ante prácticas (escolares) contrarias a su fundamentalismo bíblico.

En los diferentes momentos históricos del país, el carácter ideológico atribuido a la educación laica ha variado en términos de su orientación observando para ello matices y particularidades en las diferentes entidades del territorio nacional dadas las condiciones históricas, políticas y socioculturales de las regiones.

En este sentido, a pesar de existir un mandato constitucional sobre el carácter laico de la educación pública en México, ello no ha sido una limitante para que las autoridades educativas, los alumnos, los padres de familia y los maestros le den una orientación y una interpretación particular en las realidades educativas, situaciones que, en el mejor de los casos, derivan en acuerdos.

La puesta en práctica de la educación laica en las escuelas públicas ha sido una tarea histórica a cargo de profesoras y profesores que, independientemente del compromiso profesional y laboral que asumen, son personas que tienen una vida privada con creencias religiosas o sin ellas y quienes, al manifestarse, interactúan en los procesos educativos escolarizados.

  1. Lo mismo ocurre con alumnos y padres de familia.
  2. Todos ellos se manifiestan en la escuela no sólo como agentes educativos sino como entes biográficos que poseen otros conocimientos significativos, constitutivos de manera importante en su historia de vida.
  3. La laicidad implica tener presente el carácter emancipador ante cualquier influencia e imposición religiosa o eclesiástica en las relaciones sociales que ocurren en los espacios públicos.

Implica también reconocer, por un lado, su fundamentación jurídica, política, histórica, antropológica y filosófica; por otro, asumirlo como conocimiento y práctica en el diálogo y la convivencia social y educativa. Abrir un debate amplio sobre el carácter laico en los sistemas educativos, no corresponde a una nacionalidad específica en un contexto de pluralidad de creencias religiosas y filosóficas propias de un mundo influido por los efectos de la globalización y la multiculturalidad.

Las relaciones socioeducativas en los espacios escolares tienen que ser abordadas desde principios de lo que es común a todos, más allá de las diferencias. De ahí que uno de los objetivos vertebrales de la educación laica sea el fortalecimiento de la convivencia escolar bajo los principios de libertad de conciencia e igualdad jurídica.

Finalmente, este artículo es una invitación a la discusión sobre un asunto incipiente, necesariamente propuesto para profundizar en su estudio y aporte al conocimiento científico de lo educativo. Anima a este escrito la oportunidad de aportar no sólo al discurso, al análisis y a la investigación sino también a pensar un llamado a construir una nueva práctica sobre una educación laica que promueva, desde los diferentes actores educativos, el fortalecimiento de la convivencia escolar en el contexto de la pluralidad de creencias.

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¿Quién creó la ley laica?

ORIGINES ET PRINCIPAUX REPRESENTANTS DE LA LAÏCITE DANS SON ASPECT ÉDUCATIF AU CHILI – El objeto de este artículo es describir el surgimiento del laicismo en Chile en la segunda mitad del siglo 19. Luego se destacan las figuras más señeras en esa línea en la primera mitad del siglo 20, especialmente por haber aportado la pedagogía de Dewey al desarrollo educacional del país, superando las influencias francesas y alemanas que durante el siglo 19 habían iluminado el quehacer laico y educativo; lo anterior se, complementa con el pensamiento laico presente en los Premios Nacionales de Educación de ese sector y relacionarlos con la pedagogía de Dewey; ellos son importantes exponentes de la educación pública de la segunda mitad del siglo pasado en el país.

En todo este proceso no estuvo exenta la existencia de debates con representantes de sectores afines a la Iglesia Católica. Palabras-clave: laicismo educacional; escuela nueva; controversias laicismo-catolicismo; principales exponentes laicos The object of this article is to describe the emergence of secularism in Chile in the second half of the 19 th century.

Afterwards, it highlights the most outstanding figures in this line in the first half of the 20 th century, especially for bringing the pedagogy of Dewey’s educational into the development of the country, beating the French and German influences during the 19 th century had lit up the secular and educational work; the above is, complemented by the present secular thought present in the National Education Awards of this field to be related with the pedagogy proposed by Dewey; they are important exponents of public education in the second half of the last century in the country.

  1. This process was carried out in the middle of discussions with representatives of sectors related to the Catholic Church.
  2. Ey-words: educational secularism; new school; laicism controversies catholicism; main secular exponents O objetivo deste artigo é descrever o surgimento do laicismo no Chile na segunda metade do século 19.

Em seguida destacam-se as figuras mais proeminentes nessa linha na primeira metade do século 20, especialmente por haverem aportado a pedagogia de Dewey ao desenvolvimento educacional do país, superando as influências francesas e alemãs que, durante o século 19, haviam iluminado o proceder laico e educativo.

  1. Complementa-se com a descrição do pensamento laico presente nos Prêmios Nacionais de Educação e a relação com a pedagogia de Dewey, que são importantes expoentes da educação pública da segunda metade do século passado no país.
  2. Todo esse processo não esteve isento da existência de debates com representantes de setores afins à Igreja Católica.

Palavras-chave: laicismo educacional; escola nova; controvérsias laicismo-catolicismo; principais expoentes laicos Le but de cet article est de décrire l’émergence de la laïcité au Chili dans la deuxième moitié du 19ème siècle. Puis met en évidence les figures les plus remarquables de cette ligne dans la première moitié du 20e siècle, en particulier pour amener la pédagogie de Dewey au développement de l’éducation du pays, en battant les influences françaises et allemandes au cours du 19ème siècle, ils avaient allumé le travail séculaire et éducatif; ci-dessus est, complétée par la pensée laïque présente aux Prix National de l ‘Éducation cette secteur et concernent la pédagogie de Dewey; ils sont des exposants très importants de l’éducation publique dans la seconde moitié du siècle dernier dans le pays.

Dans ce processus, il ne fut pas sans l’existence de discussions avec les représentants des secteurs liés à l’Église catholique. Mots-clés: laïcité éducationnel; nouvelle école; les controverses de la laïcité-catholicisme; les principaux exposants laïques La educación pública se inicia en Chile prácticamente con la República en el siglo 19 1 El 18 de septiembre de 1810 se establece la primera Junta de Gobierno en vistas de la proclamación de la independencia que se concreta el 12 de febrero de 1818.

Entre ese año y la constitución de 1833 se produce el período de consolidación del Chile independiente; se proponen diversas normas constitucionales (1813, 1818, 1823 y la mencionada de 1833) y existe inestabilidad política; se suceden gobiernos. Sin embargo, ello fue solo de poco más de una década, pues se puede hablar propiamente del inicio de la República con el inicio del régimen conservador en 1831, pero se consolida con la constitución ya mencionada, obra de Diego Portales.

  1. Destacándose especialmente la labor de Manuel Montt, primero como ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública del presidente Manuel Bulnes (1841-1851) y luego como Presidente de Chile (1851-1861).
  2. Con su gestión comienza propiamente el pensamiento laico en educación, acuñando este sector como propio el concepto de estado docente 2 2 Este concepto se constituye desde la promulgación de la Ley General de Instrucción Primaria en 1860.

Se entiende por estado docente, a partir de esa ley, que el estado debe ser el responsable de la educación y entregarla gratuitamente en su etapa inicial. Paradojalmente, la misma ley reconoce la libertad de enseñanza. Se afianza mucho más la noción de estado docente con la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria en 1920, con la cual el estado debía garantizar que niñas y niños tuvieran acceso a la educación primaria gratuita (Biblioteca Nacional de Chile, 2015b; Cristián Cox et al., 1997 y Miguel Amunátegui, 1856).

, el cual tuvo como contrapartida el de la libertad de enseñanza 3 3 A partir del término de la Independencia en Chile (1818), el nuevo estado comenzó a fundar sus propias escuelas, cuyo monopolio lo había tenido la Iglesia Católica durante la colonia. En la medida que el estado avanzaba en la consolidación de la educación pública, laica y gratuita, concretando el denominado estado docente, la Iglesia Católica comenzó a luchar por la libertad de enseñanza, la cual significaba que debían existir también escuelas privadas regidas por ella con el objeto de resguardar la posibilidad de los padres de elegir entre la educación estatal y la privada.

Además la ley de 1860 le reconocía tal derecho (Aedo-Richmond, 2000). por parte de los sectores ligados a la Iglesia Católica. En este artículo se profundizará el origen del laicismo 4 4 Chile, como ex colonia española, estaba enraizado en una cultura religiosa católica y en las constituciones mencionadas en la nota 1 se señala expresamente que la única religión aceptada era la católica para el estado y sus ciudadanos.

El liberalismo venido de Europa hará que lentamente se vaya colocando al estado en una posición independiente de lo religioso, pero ello será un largo camino – como se verá en esta exposición -, iniciado especialmente en el rol que el estado va asumiendo frente a la educación desde 1860 en adelante.

La Sociedad de la Igualdad – que se expondrá más adelante – hará un gran aporte para establecer una sociedad laica en el país; las leyes laicas dictadas entre 1883 y 1884 serán un avance al respecto. La consolidación del estado laico se establece con la separación de la Iglesia y el Estado en la constitución de 1925.

En este artículo se insistirá más bien en la educación laica, la cual entendía que el estado era el responsable de la educación, estado docente, pública y gratuita para sus niños, niñas y jóvenes (dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 2015). en el país, el cual surge durante el siglo 19, orientado principalmente hacia la educación.

Posteriormente, se analizará el fundamento pedagógico y la acción de los tres principales representante que hubo en la primera mitad del siglo pasado, quienes continuando con una línea de pensamiento educativo laico, cambiaron los principios orientadores racionalistas y positivistas del siglo anterior por la pedagogía de John Dewey, es decir, los educadores chilenos laicos, en vez de nutrirse de Europa, comenzaron a mirar hacia los Estados Unidos de América.

Los representantes que serán estudiados, a su vez, están ligados al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, entidad pública y de inspiración laica. Tal como se indicó en la Introducción, el laicismo comienza a tener sus orígenes a partir de la década del 30 del siglo 19. Inmediatamente se da una resistencia con los grupos conservadores, especialmente ligados a la Iglesia Católica.

Por lo mismo, la segunda mitad de ese siglo se destaca por las luchas permanentes entre representantes de ambos sectores. Esta controversia entre los defensores de una y otra posición (estado docente vs. libertad de enseñanza) ha estado presente en los diferentes debates que ha habido a lo largo del siglo y medio de su vigencia; ellos han surgido especialmente por la ideologización de las posiciones; en efecto, los defensores del estado docente han enfatizado la laicización del estado a partir de una educación y una cultura laicas; los segundos han defendido el catolicismo a partir de la libertad de enseñanza.

La mayor controversia se dio precisamente en la segunda mitad del siglo 19 en el país cuando los defensores del laicismo tenían su propio medio de difusión, el diario El Ferrocarril, desde donde no solo difundían sus ideas liberales sino que se dedicaban a atacar a los católicos y a proponer la instauración de un estado laico; estos últimos, a su vez, desde su propio diario, El Estandarte Católico, hacían sus planteamientos, rebatían los ataques de los primeros y contraatacaban señalando que Chile era un país católico.

Como una reacción a esta situación, el gobierno liberal de Santa María dictó una serie de leyes, denominadas laicas: ley de cementerios, ley de matrimonio civil y registro civil (1883-1884). Hasta entonces existían solo los cementerios parroquiales católicos, los matrimonios por la Iglesia y la inscripción de los recién nacidos en el libro de partida de bautismos en las parroquias, previa ceremonia sacramental.

  • Esta situación era el inicio de la separación de la Iglesia del Estado que se producirá en el siglo siguiente.
  • El clímax de esta controversia se dio con el control ideológico de la Universidad de Chile por los laicistas y por la creación y control ideológico de los católicos de la Universidad Católica de Chile, que se funda en 1888 ( Krebs et al., 1981 KREBS, Ricardo; CORREA, Sofía; RIQUELME, Alfredo; SERRANO, Sol; ARANCIBIA, Patricia; PINTO, María Eugenia.

Catolicismo y laicismo. Santiago de Chile: Nueva Universidad, 1981.). Años antes se había dado otra muestra de la controversia entre laicistas y católicos; en efecto, en 1856, Claudio Matte, gran exponente del pensamiento laico, fundó la Sociedad de Instrucción Primaria, la cual aún existe, con el objeto de entregar educación particular gratuita con un pensamiento laico; la Iglesia Católica no se dejó estar y en 1870 fundó la Asociación de Escuelas Santo Tomás de Aquino con el mismo objetivo de las anteriores (educación particular y gratuita), pero con una clara orientación confesional; en un comienzo la orientación era hacia la educación primaria y hacia talleres laborales; esta Asociación aún existe ( Caiceo, 2009 CAICEO, Jaime.

Estado, iglesia y sistema educativo durante la república en Chile. Revista HISTEDBR On-line, Campinas, n.35, 2009, p.3-18.). La concreción del estado docente fue posible porque al finalizar el primer gobierno pelucón de Prieto (1831-1841) y, afianzada la República con gobiernos democráticos, comenzaron a llegar al país una serie de escritores, educadores y políticos de otros países latinoamericanos que no aceptaban los caudillismos allí existentes o porque veían que en Chile podían desarrollar mejor sus intereses intelectuales.

Es así, como arriban personalidades como Andrés Bello, venezolano; Domingo Faustino Sarmiento y Federico Álvarez de Toledo, argentinos y varios más. También llegan personalidades europeas, invitadas por el gobierno de Chile; entre ellos cabe destacar a los franceses Claudio Gay y Ambrosio Lozier; los españoles José Joaquín de Mora, Andrés Antonio de Gorbea y José León Cabezón; el polaco Ignacio Domeyko ( Celis, 2015 CELIS, Luis.

  1. Historia de la educación en Chile: siglos XVI al XIX.
  2. Santiago de Chile: Universidad de Los Lagos, 2015.).
  3. Al igual que esas personas que traían ideas progresistas para la época, comenzaron a llegar las ideas europeas ligadas a la masonería y al pensamiento libertario; todo ello fue conformando lo que pasó a llamarse el laicismo; varias de las personalidades que arribaron al país eran masones y ello posibilitó que el 27 de julio de 1853 se fundara en Valparaíso la primera Logia propiamente chilena, llamada Logia Unión Fraternal n.

( Socías, 2002 SOCÍAS, Miguel. Crónicas sobre la primera logia chilena de habla hispana o un caminar por la historia hacia 1853. Santiago de Chile: Acapulco, 2002.). Producto del nuevo ambiente intelectual reinante, surge en el país el movimiento literario e intelectual, conocido como la generación de 1842; entre ellos, liderado por José Victorino Lastarria, se destacan Francisco Bilbao, Santiago Arcos, Salvador Sanfuentes, José Joaquín Vallejos, Antonio García Reyes, Eusebio Lillo, José Ramírez Rosales, Manuel Caro y muchos otros, de nacionalidad chilena ( Stuven, 1987 STUVEN, Ana María.

  • La Generación de 1842 y la conciencia nacional chilena.
  • Revista de Ciencia Política, v.9, n.1, Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile, 1987, p.61-80.).
  • En este grupo también hubo argentinos, como Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi.
  • A partir de este grupo se forma la Sociedad de la Igualdad en 1850, teniendo como base el Club de la Reforma; sus líderes son Santiago Arcos y Francisco Bilbao; asumen un liberalismo más radical, planteando una verdadera transformación revolucionaria de la sociedad para dar paso a una nación de hombres libres; este grupo de intelectuales, por primera vez, busca alianzas con sectores populares ( Zapiola, 1902 ZAPIOLA, José.

La sociedad de la igualdad i sus enemigos. Santiago de Chile: Imprenta de Enrique Blanchar-Chessi, 1902. ; Biblioteca Nacional de Chile, 2015 BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. Memoria Chilena. Intelectuales liberales del siglo 19: Sociedad de la igualdad. Disponible en,

Consultada el 10 ago.2015b. http://www. memoriachilena.cl/602/w3-art. b). Paralelamente a lo anterior y con participación de varios de los nombres mencionados, en el ámbito educativo surgen tres importantes instituciones señeras de la educación laica chilena, como obras del estado y en función de su misión de preocuparse de la educación pública en forma preferente.

En efecto, en 1842 se fundan la Universidad de Chile ( Mellafe et al., 1992 MELLAFE, Rolando; REBOLLEDO, Antonia; CÁRDENAS, Mario. Historia de la Universidad de Chile. Santiago de Chile: Universidad de Chile, 1992.) y la primera Escuela de Preceptores, dirigidas por Andrés Bello y Domingo Faustino Sarmiento, respectivamente.

  1. La base de la universidad fue la Real Universidad de San Felipe, fundada durante la colonia (1747).
  2. El rector Andrés Bello, en el discurso inaugural del inicio de las actividades de la Universidad de Chile, pronunciado el 18 de septiembre de 1843, indicaba: Con la asistencia del consejo, con la actividad ilustrada y patriótica de las diferentes facultades; bajo los auspicios del gobierno, bajo la influencia de la libertad, espíritu vital de las instituciones chilenas, me es lícito esperar que el caudal precioso de ciencia y talento, de que ya está en posesión la Universidad, se aumentará, se difundirá velozmente, en beneficio de la religión, de la moral, de la libertad misma, y de los intereses materiales.

La Universidad, señores, no sería digna de ocupar un lugar en nuestras instituciones sociales, si (como murmuran algunos ecos oscuros de declamaciones antiguas) el cultivo de las ciencias y de las letras pudiese mirarse como peligroso bajo un punto de vista moral, o bajo un punto de vista político.

  1. La moral (que yo no separo de la religión) es la vida misma de la sociedad; la libertad es el estímulo que da un vigor sano y una actividad fecunda a las instituciones sociales.
  2. Bello, 1843 BELLO, Andrés.
  3. Discurso pronunciado en la Universidad de Chile el 18 de septiembre de 1843.
  4. El Araucano.
  5. Santiago de Chile, 1843.

Disponible en, Consultada el 10 ago.2015. http://www.uchile.cl/ portal/presentacio., p.5) En estos dos pasajes del discurso, se percibe el espíritu profundamente humanista de Andrés Bello, unido a su deseo de cultivar la ciencia, uniéndola con la moral y la religión.

  • La fundación de esta primera universidad pública en el país es un hito fundamental en la historia de la educación del siglo 19 y en el nacimiento de la clase profesional en el país.
  • No obstante, el acceso a la instrucción universitaria estuvo vedado para la población femenina la mayor parte del siglo 19, periodo en el cual aquella contaba con escasas alternativas educativas ( Biblioteca Nacional de Chile, 2015 BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE.

Memoria chilena: el ingreso femenino a la universidad – mujeres y profesionales universitarias (1900-1950). Disponible en, Consultada el 15 ago.2015.2015a http://www.memoria chilena.cl/602/w3-art. a). En el mismo decreto de fundación se establece que esta institución, junto al Instituto Nacional 5 5 Esta institución fue creada en 1813 por el Director Supremo José Miguel Carrera y constituye el primer paso para establecer una sólida educación pública.

Este Instituto ha sido señero en la historia de la República y aún existe., serán las que ejercerán el rol de la Superintendencia General de Educación – establecida en la constitución de 1833 -, debiendo supervisar y controlar con exámenes a los alumnos de la enseñanza secundaria particular. Esta situación alimentó las disputas entre los defensores del estado docente versus los de la libertad de enseñanza.

Por su parte, el ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Manuel Montt, el 18 de enero de 1842 dicta el decreto, que crea la primera Escuela de Preceptores 6 6 Futura Escuela Normal para hombres y la primera de 28 escuelas normales creadas posteriormente en diferentes ciudades del país.

A la Primera Escuela, se le llamó Escuela Superior José Abelardo Núñez, en honor al gran educador chileno, reestructurador de la misma en la segunda mitad del siglo 19 (Caiceo, 2014, p.193). ; en art.1 señala: “Se establece en Santiago una escuela normal para la enseñanza e instrucción de las personas que han de dirigir las escuelas primarias en toda la extensión de la República” ( Soto, 2000 SOTO, Freddy.

Historia de la educación chilena. Santiago de Chile: Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, 2000., p.28). A su vez, en su art.2, se indica que se enseñarán los ramos siguientes: leer y escribir con perfección y un conocimiento completo de los métodos de enseñanza mutua y simultánea; dogma y moral religiosa; aritmética comercial; gramática y ortografía castellana; geografía descriptiva; dibujo lineal; nociones generales de historia y particulares de la de Chile.

  • Soto, 2000 SOTO, Freddy.
  • Historia de la educación chilena.
  • Santiago de Chile: Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, 2000.
  • P.28) Esta escuela fue inaugurada el 14 de junio de 1842, con sus primeros 28 alumnos; fue ubicada en un edificio cerca de la Plaza de Armas de la capital.
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En 1845 se transformó en internado y se ubicó en una construcción al lado de la Quinta Normal. Sarmiento publicó en Chile una de sus principales obras pedagógicas (Sarmiento, 1849 SARMIENTO, Domingo Faustino. De la educación popular. Santiago de Chile: Imprenta de Julio Belin y Compañía, 1849.), en la cual expone su proyecto de escuela pública, gratuita y laica; en un anexo del libro presenta un proyecto de ley de instrucción primaria, el cual sirvió de base para la ley definitiva aprobada en 1860, siendo presidente Manuel Montt (1851-1861); debido a ella, el estado se hacía responsable de ese nivel educacional para todos los niños y niñas del país.

La tercera institución importante fue la Escuela de Artes y Oficios – EAO – 7 7 En 1947 se transformó en la Universidad Técnica del Estado, con sedes en varias Provincias, y desde 1981 en la Universidad de Santiago de Chile, reducida sólo a la capital (Muñoz et al., 1987)., creada por decreto supremo del presidente Manuel Bulnes Prieto (1841-1851) y, manteniéndose como Ministro del área, Manuel Montt Torres el 6 de julio de 1849.

Su primer Director fue, también extranjero, el ingeniero y pedagogo francés Jules Jariez. Comenzó sus actividades en el barrio Yungay, calles Catedral con Chacabuco. En 1886 se inició la definitiva sede en la calle Ecuador, la cual aún existe y es considerada monumento nacional desde el primer centenario de su fundación.

Los estudiantes recibidos en el siglo 19 eran personas que habían cumplido su educación primaria y allí eran formados en un oficio, egresando con el calificativo de aprendices. Las primeras especialidades eran herrería, carpintería, mecánica y fundición. En 1912 se crearon los grados técnicos, post enseñanza secundaria y desde la década del 60 del siglo pasado se crearon las ingenierías de ejecución ( Muñoz et al., 1987 MUÑOZ, Juan G.; NORAMBUENA, Carmen; ORTEGA, Luis; PÉREZ, Roberto.

La Universidad de Santiago de Chile: sobre sus orígenes y su desarrollo histórico. Santiago de Chile: Universidad de Santiago de Chile, 1987.). Un cuarto hecho relevante desde la perspectiva laica y educativa fue la creación del Instituto Pedagógico en 1889, con el objeto de formar profesores secundarios.

Hasta esa fecha ejercían la docencia clérigos y profesionales de otras áreas: médicos, ingenieros, abogados. En torno a 1870 se dirigió a Europa, y especialmente a Alemania, José Abelardo Núñez, acompañado de Claudio Matte, comisionados por el gobierno de Chile; resultado de aquello fue que vinieron varios profesores alemanes a reforzar la Escuela de Preceptores, llamada ahora Escuela Normal.

Algo similar ocurre con Valentín Letelier, quien acompañado por Claudio Matte, viaja a Alemania en 1888 a buscar profesores para formar educadores para la educación secundaria, considerando que a esa época había cerca de 70 liceos fiscales y 122 particulares ( Celis, 2015 CELIS, Luis.

Historia de la educación en Chile: siglos XVI al XIX. Santiago de Chile: Universidad de Los Lagos, 2015., p.185). De esta forma, el Presidente José Manuel Balmaceda (1886-1891) encomienda a su ministro Federico Puga para que iniciara el proceso de creación de la institución formadora de profesores secundarios; deja su cargo, pero el sucesor, Julio Bañados dicta el Decreto correspondiente con el n.1.113 el 29 de abril de 1889, el cual pasó a depender de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile ( Celis, 2015 CELIS, Luis.

Historia de la educación en Chile: siglos XVI al XIX. Santiago de Chile: Universidad de Los Lagos, 2015.). Valentín Letelier, entusiasta impulsor de la idea, fundamenta la necesidad de formar profesores por dos razones principales: “1° Porque la función docente estaba antes encomendada de una manera casi exclusiva al cuerpo eclesial de cada nación; y 2° porque reducida la enseñanza a la tarea mecánica de dar y recibir lecciones de memoria, no se necesitaba preparación alguna para ocupar una cátedra de profesor” (Letelier, 1940, p.18).

Pero al recorrer Europa y empaparse del positivismo, toma conciencia de que hay que formar profesores con base científica y ello es deber del estado 8 8 Cabe hacer notar que Valentín Letelier publicó una obra sobre filosofía de la educación con una visión positivista en 1892; esa obra fue la primera en su género en lengua hispana.

Su influencia fue tal que años después se publicó en Argentina una 2ª edición (Letelier, 1927). El mencionado decreto señala expresamente en los primeros artículos: Art.1º Créase en Santiago un Instituto Pedagógico destinado a formar profesores de Instrucción secundaria.

  • Art.2º El Instituto tendrá un Rector que será a la vez profesor.
  • Art.3º El Instituto se dividirá en dos secciones: 1º De Humanidades Superiores y 2º De Ciencias Art.4º La Sección de Humanidades Superiores comprenderá cuatro cursos: 1.
  • Castellano y latín 2.
  • Francés y Griego 3.
  • Inglés y Alemán 4.
  • Historia y Geografía Art.5º La Sección de Ciencias comprenderá dos cursos: 1.

De matemáticas y 2. De Ciencias Naturales. (República de Chile, 1889, p.1; Letelier, 1940 LETELIER, Valentín. El Instituto Pedagógico. Santiago de Chile: Publicaciones del Instituto Cultural Germano-Chileno, 1940., p.38). El primer rector del Instituto Pedagógico fue el profesor alemán Federico Johow, quien, además como botánico, ejercía las cátedras de ciencias naturales, biología, zoología, botánica e higiene.

Salvo Enrique Nercasseau y Morán, que era chileno, y dictaba las cátedras de gramática castellana y latín, todos los demás profesores eran alemanes, a saber, Jorge Enrique Schneider, quien hacía las clases de pedagogía, filosofía, lógica, metodología, moral y filosofía de las ciencias 9 9 Propuso la creación de un Liceo para que los alumnos realizaran sus prácticas, anexo al Instituto Pedagó-gico.

Fue así como14 de julio de 1893 por decreto supremo n.1.554 se fundó el Liceo de Aplicación, pasando a ser desde 1895 el Rector el propio Schneider (Sánchez et al, 1992). ; Juan Steffen, dictaba historia y geografía; Federico Hanssen hacía filología, gramática general, lingüística, latín, griego, francés, inglés, alemán, retórica e historia literaria; Reinaldo Von Lilienthal dictaba aritmética, álgebra, geometría, trigonometría y mecánica; Federico Albert era profesor de ciencias naturales (sus especialidades eran botánica, paleontología y ornitología); Alfredo Beutell dictaba las cátedras de química y mineralogía ( Letelier, 1940 LETELIER, Valentín.

  1. El Instituto Pedagógico.
  2. Santiago de Chile: Publicaciones del Instituto Cultural Germano-Chileno, 1940.).
  3. Al fundar el estado de Chile durante el siglo 19 las cuatro instituciones mencionadas, afianzó la educación de sus niños, niñas y jóvenes en los diferentes niveles del sistema educativo y, especialmente creando dos instituciones para que se dedicaran a formar profesores normalistas para la educación primaria y profesores de estado para la enseñanza secundaria.

Todo ello, a su vez, con una orientación laica, ideas llegadas de Europa que fueron interiorizadas por las clases intelectuales dirigentes, asumidas y puestas en práctica. En la primera mitad del siglo 19, la educación chilena recibió las influencias filosóficas propias de la época en Europa, las cuales habían ayudado a impulsar la Independencia Americana: La ilustración francesa, el enciclopedismo y el racionalismo; tales influencias provinieron fundamentalmente de Francia y Alemania ( Caiceo, 2009 CAICEO, Jaime.

Estado, iglesia y sistema educativo durante la república en Chile. Revista HISTEDBR On-line, Campinas, n.35, 2009, p.3-18.). En cambio, desde comienzos del siglo 20, se dejan de lado esas influencias y durante gran parte de ese período y, especialmente las reformas educacionales realizadas 10 0 Durante el siglo 20 hubo cinco hechos relevantes en educación; los tres primeros inspirados directamente en el educador norteamericano; el tercero en los discípulos del mismo, Tyler y Bloom y el quinto ya tendrá otras influencias, además de la anterior, el constructivismo.

Esos hechos son la dictación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1920, la Reforma Educacional de 1927, la Reforma Gradual de la Educación Secundaria de 1945, la reforma educacional de 1965 – la más importante de todas – y la reforma de 1996 (Caiceo, 2012).

Se inspirarán en el educador norteamericano John Dewey, es decir, con una filosofía más bien pragmática. El sistema educativo chileno, por lo tanto, va cambiando de acuerdo a la inspiración pedagógica de cada momento histórico ( Caiceo, 1988 CAICEO, Jaime. Educación en Chile: ¿predominio laicista o cristiano? Boletín de Investigación, v.6, n.1-2, Santiago de Chile, 1988, p.95-100.

, p.95-100). Para entender el pensamiento de los autores laicos que se expondrán en este punto, es necesario colocarse en el contexto histórico del Chile de la época; conocer los procesos sociales, políticos, económicos y culturales vigentes. Las personas laicas que se expondrán vivieron todo el proceso de cambio de siglo; en efecto, pasarán ante sus ojos la Revolución de 1891, el debate permanente entre los poderes ejecutivo y parlamentario, el nacimiento de un nuevo siglo, la desilusión de no llegar al primer centenario de la Independencia como país desarrollado -que era lo esperado-, las presiones sociales en el norte del país que motivarán la creación del futuro partido comunista por Luis Emilio Recabarren en 1912, los movimientos militares de 1924, la nueva constitución de 1925 con la separación Iglesia-Estado – lo cual significará colocar en un nivel de igualdad a los poderes civiles y religiosos y no continuar en la constante lucha ideológica entre laicismo y catolicismo de la segunda mitad del siglo anterior -, el régimen de fuerza del entonces coronel Ibáñez (1927/1931), la llegada al poder del Frente Popular con Pedro Aguirre Cerda en 1938, etc.

Con este último hecho, las ideas laicas considerarán las ideas socialistas en boga CAICEO, Jaime. Influencia educacional de Domingo Faustino Sarmiento en Chile. Revista Dos Puntas, La Serena, año VI, n.10, 2014, p.183-203. Tal como ya se indicó anteriormente, a partir del siglo 20, los ojos de los más importantes educadores chilenos laicos, fueron puestos en Estados Unidos y, especialmente con el pensamiento democratizador de la Escuela Nueva en la persona de John Dewey.

Varios de ellos fueron a estudiar directamente con el mencionado educador norteamericano. De ellos, se van a destacar a tres, a saber, Darío Salas, Amanda Labarca e Irma Salas. Darío Enrique Salas Díaz (1881-1941) nació en Imperial Bajo, Puerto Saavedra, Región de La Araucanía, el 9 de mayo de 1881.

  1. Estudió en la Escuela Normal de Chillán, y se tituló como profesor de Castellano y Francés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.
  2. Se destacó como alumno y, por lo mismo, el gobierno lo envió a perfeccionarse a Estados Unidos, obteniendo el grado de Doctor en Pedagogía en la Universidad de Nueva York en 1907.

Allí conoció directamente a Dewey; fue su alumno y se empapó de su pensamiento pedagógico. Al regresar al país, Salas traduce al castellano, por primera vez con el nombre literal, My pedagogic creed (1908), obra sintética del pensamiento pedagógico de Dewey, expuesto detalladamente en sus futuras publicaciones.

A partir de los principios de la Escuela Nueva, impulsada por su maestro, plantea la importancia de sustituir el modelo alemán de educación por el norteamericano, que se basaba en principios pluralistas, democráticos y eficientes ( Caiceo, 2016 CAICEO, Jaime. Surgimiento de los principios de la escuela nueva en Chile y Darío Salas.

Revista Educação, Cultura e Sociedade, Sinop, v.6, n.1, 2016, p.124-143.). Como pedagogo la meta de Darío Salas fue ampliar y modernizar la educación en Chile, centrándose especialmente en la educación primaria y en la educación popular; en 1910 asumió el cargo de profesor de Pedagogía del Instituto Pedagógico; fue director de la Revista de Instrucción Primaria,

Su cargo más importante fue el de director general de Educación Primaria del Ministerio de Educación Pública, pues fue él el principal impulsor de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1920; estuvo en ese cargo hasta 1927. En 1931 fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Chile.

Falleció 10 años después, en 1941 ( Caiceo, 2016 CAICEO, Jaime. Surgimiento de los principios de la escuela nueva en Chile y Darío Salas. Revista Educação, Cultura e Sociedade, Sinop, v.6, n.1, 2016, p.124-143.). El mayor aporte de Darío Salas entregado al país para la discusión educacional fue la publicación en 1917 SALAS, Darío.

  • El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.1 ed.
  • Santiago de Chile: Asociación de Educación Nacional, 1917.
  • De su principal obra.
  • Este trabajo se pudo publicar en su primera edición gracias a la contribución de la Sociedad Nacional de Profesores y a la Asociación de Educación Nacional ( Salas, 1917 SALAS, Darío.

El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.1 ed. Santiago de Chile: Asociación de Educación Nacional, 1917.). La gran obra del pedagogo Salas contiene un diagnóstico de la situación educacional chilena, pero a su vez, una proposición educativa en la que sobresale la importancia de la acción social de las escuelas y la unión entre democracia y educación.

En su exposición está claramente presente el pensamiento educativo de John Dewey. Los planteamientos de Darío Salas en su libro, serán determinantes para la dictación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, la cual se hizo efectiva el 26 de agosto de 1920. El Congreso la despachó con el N.3.654 y se publicó en el Diario Oficial con el n.12.755.

Esta ley no solo hace obligatoria la educación primaria sino que también el estado se hace responsable de sus costos; será, por tanto, gratuita en los sectores públicos y municipales; gran anhelo de los sectores laicos y defensores del estado docente.

En todo caso, una vez más, hubo serias resistencias de parte de los sectores conservadores, quienes no deseaban que el estado obligara a los padres a enviar a sus hijos a la escuela; para su argumentación se basaban en la libertad de enseñanza, tan proclamada por ese sector ( Salas, 1967 SALAS, Darío.

El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed. Santiago de Chile: Universitaria, 1967.). El debate parlamentario se había iniciado una década antes. En su libro, en relación a los adultos indica que no solo hay que enseñarles a leer y escribir sino que “hay que entregar ramos que responden a los intereses del alumno, que le son útiles tales como la aritmética y el dibujo especializado geografía nacional, aspectos económicos pero el ramo interesante y útil por excelencia es la higiene” ( Salas, 1967 SALAS, Darío.

  • El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed.
  • Santiago de Chile: Universitaria, 1967.
  • P.59-60).
  • El énfasis en la educación pragmática es evidente.
  • Respecto a las escuelas de perfeccionamiento propone “el aprendizaje o perfeccionamiento de un oficio y consistiría, por una parte, en labores de taller y, por otra, en el estudio de aquellos ramos -física, química, dibujo, modelado – que se relacionen directamente con las antedichas labores aritmética aplicada, contabilidad y correspondencia comercial.”( Salas, 1967 SALAS, Darío.

El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed. Santiago de Chile: Universitaria, 1967., p.62). Es necesario, a su vez, elevar el nivel cultural; para ello sugiere actividades de “teatros populares, de bibliotecas circulantes, museos industriales, artísticos, históricos y de ciencias naturales” ( Salas, 1967 SALAS, Darío.

El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed. Santiago de Chile: Universitaria, 1967., p.65). Para preparar a la mujer para su función social debiera darse en cursos especiales ramos como “higiene familiar y doméstica, puericultura, cuidado del enfermo, ciencias y artes domésticas” ( Salas, 1967 SALAS, Darío.

El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed. Santiago de Chile: Universitaria, 1967., p.66). Finalmente, se refiere en el último capítulo de su obra al tema central de la pedagogía de su maestro: Educación y democracia,

Para ello parte por lo más importante de cualquier filosofía de la educación: precisar los fines de la misma, es decir, el “para qué” y “hacia dónde”. Su respuesta es tajante: El fin de la educación es social. Ello conduce a la igualdad de oportunidades para todos, para lo cual se necesita una educación universal, obligatoria, con responsabilidad del estado; es él quien la otorga; por lo mismo es una educación común, pero que debe preocuparse de la educación vocacional, según las aptitudes de cada educando.

Una educación así concebida va a lograr la democracia, con un cuerpo social sano, con participación, eficiencia económica, virtudes sociales e inteligencia política ( Salas, 1967 SALAS, Darío. El problema nacional: bases para la reconstrucción de nuestro sistema escolar primario.2 ed.

Santiago de Chile: Universitaria, 1967., p.218). Amanda Pinto Sepúlveda nació en Santiago el 5 de diciembre de 1886. Obtuvo el grado de bachiller en Humanidades – prueba que se daba al egresar de la educación secundaria – en 1902. Ello le permitió ingresar al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile al año siguiente.

Allí estudió Pedagogía en Castellano, de acuerdo a sus intereses y a la gran afición a la lectura, que la tenía desde pequeña; egresó en 1905 junto a otras dos mujeres. En 1910 viajó a los Estados Unidos, acompañada de su esposo, Guillermo Labarca Huberston -de quien tomó sus apellidos- para perfeccionarse en el Teacher’s College de la Universidad de Columbia en Nueva York, en donde conoció a Dewey y su pensamiento – el cual será su inspirador educacional a lo largo de su vida académica-; en 1912 se especializó en educación escolar en la Universidad de La Sorbonne en Francia.

De regreso a Chile, junto a otras damas, se preocupó de promover los derechos a la educación y al sufragio para las mujeres ( Rojas, 2004 ROJAS, María Teresa. Amanda Labarca: la participación femenina en la construcción de un discurso educativo. Pensamiento Educativo, v.34, Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, 2004, p.179-199.).

Pero, al mismo tiempo, fue una distinguida educadora, escritora y diplomática. En relación a la educación es importante señalar que en 1931 fue nombrada Directora General de Educación Secundaria. Su labor fue próspera en actividad: continuó con el proyecto de experimentación educacional -inspirada en los principios de la Escuela Nueva en la persona de Dewey -, lo que derivó en la fundación, el 28 de marzo de 1932, por decreto n.604 del Ministerio de Educación, del Liceo Experimental Manuel de Salas.

Poseía un Consejo, presidido por ella misma e integrado por Irma Salas, Guillermo Mann, Darío Salas y Arturo Piga. Este Liceo pasó a depender de la Universidad de Chile en 1942, como centro de experimentación pedagógica para la formación de los futuros docentes en su antiguo Instituto Pedagógico ( Caiceo, 2015 CAICEO, Jaime.

Amanda Labarca: importante educadora feminista del siglo 20 en Chile. Cadernos de História da Educação, v.14, n.3, Uberlândia, 2015, p.915-930.). Esta institución fue creada como un “laboratorio pedagógico destinado a la aplicación y experimentación de nuevas organizaciones, métodos y programas de enseñanza secundaria” (art.1 en Barrios, 1983 BARRIOS, Florencia.

  • El Liceo Experimental Manuel de Salas.
  • Santiago de Chile: Universidad de Chile, 1983., p.14).
  • Todo lo anterior inspirado en el educador norteamericano.
  • El planteamiento educativo de Amanda Labarca se inscribe más bien en el ámbito de enunciado de políticas públicas.
  • Está basado en planteamientos teóricos a partir de la filosofía de la educación y de las ciencias fundantes de la educación – psicología del aprendizaje y del desarrollo, sociología educacional, teoría educativa, historia de la educación -, pero para responder en forma práctica a los requerimientos del momento histórico.

Sus planteamientos están basados en sus observaciones de la educación, tanto en el extranjero – Estados Unidos y Francia, principalmente -, como en Chile, tomando conciencia de la situación nacional, a partir del estudio de la historia educacional y en el conocimiento empírico directo por el ejercicio de la docencia a nivel del sistema escolar y de la universidad y en el ejercicio de cargos como directora de Liceos, directora de Educación Secundaria y miembro del Consejo Universitario en la Universidad de Chile.

En esos planteamientos están presentes especialmente los principios pedagógicos de su maestro norteamericano, con énfasis en la extensión de la educación a las grandes mayorías nacionales y sobre todo a la mujer; en ello se encuentra la concreción de la democracia: a mayor educación, mayor democracia; también desea cambiar el sistema de enseñanza poniendo en práctica el aprender haciendo.

Como impulsora de la pedagogía de Dewey, fue una crítica de la influencia pedagógica alemana en Chile: En 1885 llegaron los primeros profesores alemanes contratados cuyo método era más científico, aunque alejaba a los alumnos de la realidad autónoma, extranjerizando y aristocratizando el espíritu colegial.

  • Se desconoció al país e intensificó un defecto congénito nuestro, el de sobrevalorar lo extranjero”.
  • Se cometió el error de aplicar el sistema alemán sin adaptarlo a nuestra idiosincrasia “,
  • A inmensa distancia de nuestra tradición, de las necesidades de esta raza, tan distinta de la suya, tan diferentemente moldeada en el troquel de la historia, ajenas por completo a nuestro espíritu semi-latino, semi-criollo, (los profesores alemanes) pudieron impartir hábilmente ciertas disciplinas, mas, apenas si formaron una que otra discípula, o robustecieron aquellos caracteres que pudieran más tarde influir en la cultura nuestra de manera viva y perenne.

( Labarca, 1939 LABARCA, Amanda. Historia de la enseñanza en Chile. Santiago de Chile: Imprenta Universitaria, 1939., p.185) A su vez, como planificadora de la educación, la educadora propone políticas educacionales para impulsar reformas democratizadoras del país: La reforma tiene que empezar en el Ministerio de Educación y en la Universidad para que ellos la inspiren a las Escuelas Normales, y al Instituto Pedagógico, a los Cursos de Verano o de perfeccionamiento a que concurre el magisterio en ejercicio.

Ha de ser una orientación tan convencida, tan leal a los principios democráticos, tan hondamente labrada en la inteligencia, en la voluntad y en la vocación, que sea capaz de imprimir un nuevo espíritu a las generaciones de maestros. ( Labarca, 1943 LABARCA, Amanda. Bases para una política educacional.

Buenos Aires: Losada, 1943., p.143) También propone una serie de orientaciones educativas para los adolescentes en su obra de 1943, las cuales persiguen la formación integral de los educandos para su vida personal, familiar, ciudadana y laboral, notándose la influencia de su maestro Dewey y de su pensamiento laico.

Ellas son sistematizadas por Luis Mardones (1976 MARDONES, Luis. Las ideas educacionales de Amanda Labarca Huberston. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, 1976., p.50): – Adquirir conocimientos acerca de la naturaleza y del hombre. – Orientar su vida de acuerdo con ideales superiores.

– Encauzar y sublimar sus impulsos y emociones, de modo que enaltezcan su vida. – Mejorar su salud física, aprender el gusto estético, estimular su bienestar, renovar sus fuerzas para el trabajo. – Iniciarse en un oficio, industria, comercio, arte, empleo o profesión remunerativa, provechosos para él y su comunidad.

– Realizar, en cuanto hombre o mujer adulta, el tipo de madre o padre que mejor ayude a la sana crianza y a la recta formación espiritual de la generación futura. – Contribuir al mejoramiento de la cultura, las instituciones políticas y las condiciones sociales de su país. – Continuar por sí mismo su educación y perfeccionamiento.

– Sentir los deberes de nacionalidad y comprender la solidaridad internacional, llegando a ser un agente activo en la fraternidad y unión de los pueblos. Hija de don Darío Salas, nació en Santiago el 11 de marzo de 1903; su madre, también profesora, Luisa Silva Molina, falleció cuando Irma tenía solo 7 años.

Ello significará una mayor unión con su padre, la cual será decisiva en su futuro profesional, pues seguirá los pasos de su progenitor, yendo a estudiar a Estados Unidos en la Universidad de Columbia, doctorándose con Dewey, con la tesis The socio-economic composition of the secondary school population of Chile en 1930 CAICEO, Jaime.

Amanda Labarca: importante educadora feminista del siglo 20 en Chile. Cadernos de História da Educação, v.14, n.3, Uberlândia, 2015, p.915-930. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Anexa a la Escuela Normal N° 1 de Santiago (1911-1913); sus estudios secundarios los realizó en el Liceo de Niñas N° 5, en donde conoció a Amanda Labarca y ambas trabajarán en el futuro no solo en labores educacionales sino que también en la lucha para obtener los derechos civiles para la mujer.

  • Estudió Pedagogía en Inglés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile entre 1920 y 1924 ( Sánchez et al., 1992 SÁNCHEZ, Elena; CAICEO, Jaime; CELIS, Luis; LÓPEZ, Sara; KAGELMACHER, Mónica; POZO, José Miguel; RETAMAL, Myriam.
  • Filósofos y educadores: el pensar Chileno del siglo 20.
  • Santiago de Chile: Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, 1992.).

Falleció el 28 de abril de 1987. Al regresar con su doctorado al país tuvo una activa participación en la difusión del pensamiento de Dewey en varias actividades en las cuales se nota su influencia; aquí se destacarán solo tres: académica de la Universidad de Chile: como profesora de aula introdujo metodologías renovadas y la investigación educativa; directora del Liceo Experimental Manuel de Salas por 10 años (1933-1943) – fundado por su maestra Labarca, tal como se indicó precedentemente – en donde implementó un verdadero laboratorio pedagógico con los principios de Dewey, destinado a la aplicación y experimentación de nuevas organizaciones, métodos y programas de enseñanza secundaria; presidenta de la Comisión de Renovación Gradual de la Educación Secundaria, por el presidente Juan Antonio Ríos en 1945; se basó en la experiencia del Liceo Manuel de Salas para proponer la creación de nuevos liceos experimentales, a los que se llamó liceos renovados; algunos Liceos creados especialmente para tales efectos fueron: Juan Antonio Ríos, Gabriela Mistral y Darío Salas CAICEO, Jaime.

  1. Surgimiento de los principios de la escuela nueva en Chile y Darío Salas.
  2. Revista Educação, Cultura e Sociedade, Sinop, v.6, n.1, 2016, p.124-143.
  3. Otros liceos se adecuaron: Liceo de Niñas de Antofagasta, Liceo N.6 de Niñas de Santiago, Liceo de Niñas de Concepción y Liceo Coeducacional de Quilpué.
  4. La acción de estos liceos se interrumpió en 1953, cuando el presidente Carlos Ibáñez (1952-1958) reformuló los Planes de Estudios de la Educación Secundaria.

Sin embargo, gran parte de la nueva metodología introducida y aspectos como el Consejo de Curso, la Orientación y la existencia de profesores orientadores, un nuevo sentido del profesor jefe y el gobierno estudiantil, se mantuvieron. Como puede notarse, toda su acción se centró en la educación pública de inspiración laica.

Un testigo de la labor de Irma Salas en el Liceo Experimental Manuel de Salas, señala que su acción posee un trasfondo: fundamenta su filosofía educativa en la adhesión a los principios que garantizan la mejor convivencia dentro de una sociedad democrática, principios que permiten al individuo, junto con el ejercicio de las libertades y derechos, proponer el desarrollo de la personalidad, para cumplir con eficiencia, sus responsabilidades frente a la colectividad.

( Fuentealba, 1983 FUENTEALBA, Leonardo. El pensamiento pedagógico de irma salas. Revista de Pedagogía Comparada, Madrid, v. XII, n.52, 1983, p.70-85., p.75) Su preocupación por el sistema escolar chileno, especialmente secundario se expresa en la siguiente aseveración de carácter pragmático y científica, inspirada en Dewey: La actual crisis por la que atraviesa nuestra educación secundaria solo puede ser superada por un planeamiento cuidadoso de todos los aspectos del sistema, que supone una evaluación de sus resultados, la investigación y determinación de las necesidades cuantitativas y cualitativas que es preciso satisfacer y, sobre la base de este conocimiento real y objetivo de los hechos, formular y aplicar un conjunto de medidas que tiendan a corregir las deficiencias existentes y hagan posible dirigir inteligentemente el desarrollo escolar.

Salas, 1950 SALAS, Irma. Consideraciones en torno al desarrollo de la educación secundaria. Revista de Educación, n.80-81, Santiago de Chile: Ministerio de Educación Pública, 1950, p.28-35., p.31) La preocupación de nuestra autora fue sobre diversos temas educativos, entre los cuales se pueden mencionar, el curriculum, características de los agentes educativos, la supervisión escolar, educación permanente, administración escolar y educación latinoamericana.

Sobre este último punto, en un contexto de integración y de política pública y laica latinoamericana, propone que en una materia de tanta importancia para el futuro del continente, convendría empezar a estudiar un programa común de experiencia en el campo de la música, el arte, la literatura de los valores culturales que nos unen en vez de separarnos, lo cual contribuirá que el niño sienta, no solo su calidad de nacional sino también la de latinoamericano, copartícipe de una cultura, ciudadano latinoamericano.

  • Esto podría constituir una medida precursora de la integración a través de la escuela, tarea que supone, como es natural, el cultivo de la vocación americanista del maestro destinado a trabajar estos principios con los alumnos.
  • Salas, 1983 SALAS, Irma.
  • Homenaje de la corporación de promoción universitaria.

Santiago de Chile: CPU, 1983., p.42) Es importante destacar que, en la segunda mitad del siglo 20, se creó en Chile en 1979, a través del D.L.n.2.838 del 13 de agosto de ese año, el Premio Nacional de Educación CELIS, Luis. Historia de la educación en Chile: siglos XVI al XIX.

  1. Santiago de Chile: Universidad de Los Lagos, 2015.
  2. Los premiados a la fecha son 18 educadoras o educadores destacados COX, Cristián et al.160 años de educación pública: historia del Ministerio de Educación.
  3. Santiago de Chile: Ministerio de Educación, 1997.
  4. De los 19 existentes hasta la fecha, solo 6 pertenecen al grupo de inspiración laica, a pesar que, como se ha descrito, la influencia y presencia de los educadores de esta tendencia ha sido mayoritaria en el país; de los 13 restantes, 1 es agnóstica y los otros 12 ligados al cristianismo.

Esta situación revela el peso que aún tiene el catolicismo, a pesar de que la educación pública y laica ha predominado desde mediados del siglo 19 en Chile. En todo caso, es necesario señalar que varias de las personas del sector cristiano han colaborado también con la educación pública, pero varias de ellos con un énfasis humanista cristiano, derivado de la reforma de Eduardo Frei Montalva en 1965, quien se inspiró en esa línea de pensamiento.

  • A su vez, el último nombramiento, el de Iván Núñez, también es laicista, está, además, imbuido de ideas socialistas; fue Superintendente de Educación del Presidente Salvador Allende (1970-1973).
  • Sin embargo, este hecho revela una intencionalidad de reconocer el importante rol que el sector laico ha jugado en la educación chilena.

En este grupo de tendencia predominantemente laicista y, pertenecientes a la masonería, se encuentran Roberto Munizaga, Luis Gómez, Marino Pizarro, Hernán Vera y Fernando Gutiérrez. En ellos se percibe claramente la influencia de Dewey, tanto en sus planteamientos teóricos como en su accionar pedagógico, línea que, por lo demás, ha sido la propia de este sector desde comienzos del siglo pasado, tal como se ha descrito precedentemente.

En efecto, tanto Gómez como Pizarro, Vera y Gutiérrez tuvieron una activa participación en las reformas educacionales inspiradas en el pensador norteamericano; Gómez fue uno de los ejecutores de la Reforma de 1927 y los otros tres participaron en los Liceos Renovados, aplicando los principios pedagógicos de Dewey.

Los cinco, a su vez, estuvieron ligados a Irma Salas – gran exponente laicista, como ya se indicó – ya sea como colegas – Gómez, Munizaga y Pizarro – o alumnos: Pizarro, Vera y Gutiérrez) ( Caiceo, 2008 CAICEO, Jaime. Presencia de la escuela nueva en los premios nacionales en educación chilenos.

História & Perspectivas, n.38, 2008, p.237-270.) Respecto a la presencia de Dewey en el pensamiento de algunos de ellos, se puede indicar: Roberto Munizaga es quien más publica, sobre 50 libros, e incursiona no solo en la educación sino que en la filosofía de la educación; sobre esto último indica que las ideas fuerzas que le atribuyó al nuevo tipo de hombre que era necesario que formara la educación secundaria, son tres: “cabeza clara” con “espíritu lúcido”: para ello son necesarias las asignaturas propias de las humanidades, especialmente el idioma patrio; las ciencias y las que ayudan a comprender las “ocupaciones útiles”; “un corazón bien puesto” que ayude a formar “personas cultas” con “sensibilidad afinada” y “modales”: para lograr esto el Liceo debe transformarse en “un ambiente adecuado”; y “una voluntad firme” con jóvenes “inteligentes”, pero de “carácter”: para ello, todas las asignaturas deben estar al servicio de los jóvenes para que ellos con su “experiencia de vida” en el “ambiente” del Liceo tengan un “auténtico crecimiento moral” ( Munizaga, 1994 MUNIZAGA, Roberto (1994).

Filosofía de la educación secundaria. Santiago de Chile: Universitaria, 1994., p.127). En el análisis anterior queda de manifiesto que Munizaga estuvo fuertemente influenciado por Dewey -a quien lo apoda como el filósofo de América- y su Escuela Nueva y, así como Darío Salas en su obra El problema nacional aplicó estos planteamientos a la educación primaria, Munizaga hizo lo propio en relación a la educación secundaria DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS.

Construcción del estado docente en Chile (1860-1920). Disponible en, Consultada el 15 ago.2015. Sin embargo, su fuerte énfasis en el desarrollo de la inteligencia denota, a su vez, el positivismo de Valentín Letelier, que tanto influirá en él. Marino Pizarro, por su parte, tiene grandes planteamientos humanistas, concibiendo al humanismo como libertario y laico.

Asumiendo el planteamiento de la Escuela Nueva, más sus agregados racionalistas e ilustrados, le señala el rol que debe tener la educación: “La educación es, precisamente en la escuela de la vida, la responsable para lograr la justicia, la igualdad, la libertad, la paz, la fraternidad” ( Pizarro, 1997 PIZARRO, Marino.

  1. Sociedad y educación.
  2. Santiago de Chile: Talleres de Impresos Universitaria, 1997.
  3. P.80) Fernando Gutiérrez, a su vez, señala la línea que, a su juicio, tiene el movimiento de la Escuela Nueva en Chile: “La verdad es que hay que reconocer históricamente que todo este movimiento de cambio, de progreso en educación, es laico, y si se quiere ponerle más, apellido Radical” ( Gutiérrez, 1997 GUTIÉRREZ, Héctor Fernando.

Entrevista. Santiago de Chile, realizada el 25 jun.1997., p.2) FUENTEALBA, Leonardo. El pensamiento pedagógico de irma salas. Revista de Pedagogía Comparada, Madrid, v. XII, n.52, 1983, p.70-85. Con estas últimas palabras de Gutiérrez queda más que claro lo que representa el grupo en que él participa: laicismo masónico.

  • Al llegar al final de este artículo, ha quedado claro que los objetivos planteados se han cumplido.
  • En efecto, se ha descrito el origen del laicismo en Chile hacia mediados del siglo 19, subrayando la influencia de intelectuales extranjeros avecindados en el país en dicho proceso de gestación; se han identificado las principales instituciones fundadas por ese sector desde el estado para dar educación a su población en los diferentes niveles – primaria, secundaria, técnica y superior-, pero especialmente la creación de dos importantes instituciones señeras en la formación docente en el país: Escuela Normal e Instituto Pedagógico.

Se han destacado, a su vez, los principales exponentes laicos desde el sector educacional durante el siglo pasado y se indicó cómo el sistema educacional chileno público, inspirado en el laicismo, pasó de una inspiración europea a una norteamericana.

Además, se explicó que el laicismo decimonónico, de raigambre libre pensadora masónica, se nutrió durante el siglo pasado con ideas del socialismo; el reciente galardonado con el Premio Nacional de Educación es una prueba de ello. Aunque redundante, hay que enfatizar que la educación pública chilena se identifica con la educación laica y gratuita durante el período republicano; su desarrollo ha significado un avance significativo a nivel cultural y de alfabetización en el país, ubicándose este siglo 2I a la par en los años de escolaridad, más de 10, a países europeos como España y Portugal.

Se han subrayado, a su vez, las controversias que en distintos momentos se han dado entre el sector inspirado en el laicismo con sectores conservadores, especialmente católicos. También se ha indicado específicamente lo disminuido que ha estado el sector laico a la hora de ser reconocidos sus miembros por la labor e influencia ejercida en Chile, cuando se han otorgado los Premios Nacionales en Educación.

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Publicación en esta colección Jan-Apr 2017

Recibido 04 Oct 2016 Acepto 21 Nov 2016

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¿Cuándo comenzo la educación laica?

Estas omisiones muestran un primer intento por re- legar a la religión de la escuela pública. Tanto en México (1861) como en Argentina (1873), un primer paso que se dio con relación al proceso de laicización de la enseñanza fue la omisión de los contenidos religiosos.
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¿Cuándo surge la escuela laica gratuita y qué artículo lo manifiesta?

Se aprueba en el Congreso el artículo 3o., que establece la enseñanza laica y gratuita. La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en establecimientos particulares.
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