Resumen – Este ensayo presenta un análisis crítico teórico sobre la labor docente en relación con las innovaciones pedagógicas, para lo que se realiza una revisión bibliográfica sobre los aportes de autores como Rojas (2019); González-Monteagudo (2020); López (2018); Urcid y Rojas (2018); Díaz-Barriga (2010), entre otros, que ayudan a cumplir con el objetivo de fundamentar la importancia del rol docente y las innovaciones pedagógicas en la transformación educativa.
- Las innovaciones pedagógicas son un elemento indispensable para la calidad educativa, pues estas deben emerger de la praxis educativa y se desarrollan simultáneamente con el contexto de una sociedad cambiante.
- En este contexto, los profesores tienen un rol fundamental, pues son los principales responsables del proceso de enseñanza aprendizaje.
La labor docente no debe centrarse únicamente en el desarrollo de contenidos, sino contribuir al desarrollo holístico de los estudiantes, considerando sus ventajas y limitaciones. Es así como un docente, puede transformar la realidad de muchos contextos educativos cuando aporta desde una perspectiva diferente a través de un análisis crítico y reflexivo.
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Contents
¿Cuál es la importancia de la labor docente?
Los profesores son trascendentales para nuestra sociedad, pues cumplen una función social clave: formar, enseñar y transmitir un conocimiento.
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¿Cuáles son los objetivos de los docentes?
La misión de la docencia es la de formar personas conscientes de su mundo y de lo que son capaces de hacer a favor de ese mundo.
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¿Cómo se define a un docente?
¿Qué es un docente y su función? – Antes de adentrarnos a conocer lo que es un docente según autores queremos darte un paneo general de lo que es este profesional tan valioso. Un docente, también llamado profesor, es la persona que imparte conocimientos o algún tema determinado y enseña a un diverso grupo de personas, ya sea niños, niñas, jóvenes, adultos y más.
- Estas enseñanzas pueden ir desde áreas como las ciencias, naturalezas y más.
- La función de este rol se basa en su carácter y su disciplina profesional para enseñar, para realizar los distintos procesos de enseñar a través de actividades, evaluación y práctica, para que así cada estudiante logre formarse.
De igual manera, tiene funciones generales las cuales pueden ser:
Llevar a cada estudiante al aprendizaje. Fomentar disciplina en el aula, Desarrollar una comunicación educativa con los alumnos. Intentar que cada alumno tenga una formación bien fundamentada y amplia.
¿Qué hace a un maestro un buen maestro?
In memoriam ¿Cómo reconocemos a un buen maestro? Juan Manuel Gutiérrez Vazquez Parte I Me atrevo a escribir sobre este asunto porque son muchas las personas que me han preguntado al respecto, entre ellas madres y padres de familia, pero también no pocos maestros y directores de escuela de diferentes niveles educativos.
- Por supuesto que en asunto tan debatido, tan dependiente de contextos culturales e incluso biogeográficos, no es sencillo alcanzar un consenso razonable y operativo, que nos sirva para actuar en consonancia.
- Recuerdo que, cuando trabajaba en un poblado de 350 habitantes, hace más de 20 años, para los padres de familia un buen maestro de Jardín de Niños debería lograr que sus alumnos aprendieran a leer y escribir antes de terminar su educación preescolar, lo cual es a todas luces una barbaridad.
Y también me viene a las mente aquél otro señor director de una facultad universitaria, para quien los buenos docentes terminaban con el programa de su materia, incluso antes de concluir el período lectivo, lo cual es otra barbaridad, pues un docente a quien le sobra tiempo no es un buen maestro.
Por todo ello es que en estas notas procuraré dar con las características más generales de lo que para mí es un buen maestro, independientemente del lugar y del nivel educativo. Un buen maestro o maestra (y de aquí en adelante usaré indistintamente uno u otro género para referirme a ambos) tiene un concepto positivo de sí mismo y de su trabajo; esto es que cree en sí mismo como persona y como maestro, que está seguro de que con su quehacer está promoviendo y fortaleciendo el desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de sus alumnos, que él es un factor fundamental en la consolidación y perfeccionamiento de sus pupilos como seres humanos, como individuos.
Una buena maestra se considera a sí misma como una verdadera profesional de la educación, y por tanto siempre se conduce profesionalmente. Quedan fuera, pues, quienes son maestros por tener una “chamba”; quienes escogieron la carrera porque les ofrece una plaza segura; quienes ven su desempeño como una obligación impuesta por directivos y supervisores.
Las mejores maestras saben que sus alumnos son personas en cuyo desarrollo humano están colaborando, por lo que saben cultivar y promover en ellos el desarrollo de las competencias culturales básicas de comunicación, pensamiento crítico, resolución de problemas y de participación, así como el desarrollo y consolidación de los valores cívicos y culturales fundamentales.
Los buenos maestros tienen expectativas positivas de sus alumnos, desde el principio hasta el fin. Saben que un buen docente es como Pygmalión, que con base en su esmero, dedicación, cariño y expectativas, logra que Galatea, una estatua de mármol por él esculpida, cobre vida y calor.
Bien se sabe que uno de los factores clave en el éxito escolar está constituido por lo que la institución y sus docentes esperan de sus alumnos, del auténtico interés que pongan en ellos, de las perspectivas que tracen juntos. Los buenos maestros son humanos, amigables y comprensivos; saben construir un ambiente agradable y estimulante en el salón y en la escuela; tienen confianza en la capacidad de todos sus alumnos y logran que todos ellos tengan éxito.
Eso de que un buen maestro tiene siempre muchos reprobados es una aberración. Las buenas maestras nunca culpan a sus alumnos del fracaso; saben que para que se dé dicho fracaso han entrado en juego muchos factores: la falta de preparación y de dedicación de uno mismo como docente, la escasa comprensión de los problemas por los que el alumno atraviesa, la poca o nula e incluso contraproducente motivación que el pupilo tenga en su hogar, la ineficaz estrategia seguida para que el alumno aprenda, la mala calidad e insuficiencia de los materiales educativos, las malas condiciones en que se encuentra la institución, las faltas y suspensiones de labores, la no consideración de las necesidades específicas del estudiante que está fracasando, la menguada pertinencia de los contenidos, lo agresivo de las evaluaciones, en fin.
No es el alumno el culpable de todo ello. Las mejores maestras logran mucha participación de sus alumnos. La participación más importante es involucrar intelectual y afectivamente a los estudiantes, ellos no tienen que estar brincando o yendo de un lugar a otro para mostrar que están activos. No confundamos el silencio que requiere la actividad mental profunda e intensa con el silencio de la apatía o del aburrimiento.
Para conseguir la actividad mental, el buen docente hace buenas peguntas, preguntas reflexivas, abiertas, que no se contesten con un sí o un no, que no se contesten con una sola palabra; preguntas que requieran de reflexión y se contesten con respuestas elaboradas, que a menudo se van encadenando con los aportes de varios estudiantes.
- La buena maestra siempre pide a sus alumnos que den ejemplos concretos de lo que dicen y siempre favorece el aprendizaje cooperativo, el trabajo colectivo.
- Nunca pone a competir a unos con otros ni muestra el trabajo de la “mejor alumna” como ejemplo de lo que todos los demás deben hacer.
- Los buenos docentes saben que los principales protagonistas en el proceso de aprendizaje son los alumnos.
Continuaré mañana con mi lista. Parte II Termino hoy con la lista de cualidades de lo que considero un buen maestro o maestra. Quedamos en que utilizaré ambos términos indistintamente para referirme a ambos géneros. Los buenos docentes estimulan a sus estudiantes para que lean y estudien de manera independiente, y siempre les dan oportunidad de que se expresen, de que comenten en la clase sus lecturas.
Un buen maestro es paciente, tiene sentido del humor, pero nunca inhibe a un alumno, nunca lo ridiculiza ni se mofa de él. La buena maestra siempre se asegura de que sus alumnos entienden claramente lo que se espera de ellos. Muchos alumnos yerran o emprenden tareas equivocadamente porque no entendieron la pauta o el procedimiento supuestamente explicado, o contestan erróneamente porque la pregunta estuvo mal formulada por el docente.
¡Con cuántos “reactivos” de opción múltiple me he encontrado que son absolutamente incontestables! ¡Los estudios etnográficos realizados en el salón de clase nos muestran que el tiempo promedio que los docentes dan a sus alumnos para contestar una pregunta no llega, en promedio, a los tres segundos! Los mejores docentes saben que la indisciplina se debe al aburrimiento, por eso son capaces de diseñar y poner en práctica actividades participativas en las que todos los alumnos se interesan.
- Organizan los contenidos alrededor de conceptos integradores que tengan una relación estrecha con problemas de la vida diaria de los alumnos y son capaces de integrar los saberes cotidianos con los saberes escolares.
- Los buenos maestros saben utilizar muchos recursos y estrategias para el aprendizaje, no se limitan a “dar su clase”.
Organizan debates, discusiones, paneles, consultas, intercambios, seminarios; utilizan sistemáticamente la biblioteca escolar y otras bibliotecas, así como otros recursos de fuera de la escuela: folletos, revistas, periódicos, fotografías, carteles, videos, programas de televisión, películas, cintas magnetofónicas, etcétera.
- El buen maestro busca estos recursos, no se conforma con esperar a que le sean proporcionados.
- Un buen maestro utiliza una diversidad de procedimientos para la evaluación formativa (durante el curso) y sumativa (final) de su propio curso y de los logros académicos de sus alumnos.
- Utiliza los resultados de la evaluación formativa para atender problemas y carencias, así como para reorientar su propio desempeño.
En todo caso, un buen docente sabe que la evaluación es una actividad más de aprendizaje al servicio de sus alumnos y de él mismo. El buen maestro siempre busca formas de evaluar su propio trabajo. Un buen docente dialoga con sus colegas, discute sistemáticamente sobre los problemas que tiene en su desempeño, pide consejo, asiste a otras clases para observar el desempeño de otros docentes y los invita para que observen sus propias clases para recibir la crítica de ellos.
Los buenos maestros siempre participan con sus compañeros en la planificación y el desarrollo de las actividades institucionales. Una buena maestra, un buen docente, siempre está evolucionando, siempre está aprendiendo. Cuando un docente no está ya dispuesto a aprender, está acabado, como maestro y como persona.
El maestro que comienza, el de poca experiencia, por lo general intenta enseñarles a sus alumnos lo que sabe; conforme avanza profesionalmente, el maestro diseña actividades de aprendizaje gracias a las cuales los alumnos aprenden por sí mismos lo que el maestro sabe; los maestros que logran mayor madurez son capaces de diseñar experiencias de aprendizaje en las que los alumnos profundizan en su propia formación, aprendiendo cosas diferentes a las que el maestro ya sabe; avanzan todavía más cuando son capaces de lograr que los alumnos mismos colaboren en el diseño de sus propias actividades de aprendizaje, durante el desarrollo de las cuales ellos construyen sus propios conocimientos; los mejores maestros logran que sus alumnos diseñen sus propias metas, piensen en sus propios objetivos y propósitos, pues con todo ello están contribuyendo a formar personas independientes, que toman decisiones por sí mismas.
- En todo ello deben ser considerados no solamente los conocimientos, sino también los procedimientos, los métodos, las actitudes, las relaciones interpersonales, los valores, el júbilo que produce el saber que lo que se hace está bien hecho.
- Aunque la lista no es completa, ni mucho menos, vamos a dejarla allí para no abrumar al estoico lector.
Pero si quien ha leído esto es padre de familia, o si es docente de cualquier nivel educativo, de la educación inicial al postgrado, o si es directivo de alguna institución de educación básica, media superior o superior, yo le invitaría a buscar quiénes de los maestros de sus hijos tienen estas características, si yo mismo como docente las tengo, si los docentes de la institución a mi cargo las ostentan, porque ocurre que todas estas cosas se aprenden o debieron ser aprendidas en la Normal, en los cursos y talleres de formación de docentes para la educación superior, y por lo tanto tenemos el derecho, como ciudadanos, de exigirlas en todos aquellos que se atreven a pararse frente a un grupo en cualquier establecimiento que pretende ser educativo.
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¿Cuál es el rol del docente en el siglo 21?
Se presenta como guía, orientador, acompañante, mentor, tutor, gestor del aprendizaje, facilitador, dinamizador o asesor ( Viñals y Cuenca, 2016 ), asumiendo diferentes roles en una misma labor profesional.
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¿Cuál es el papel del docente y la escuela en la sociedad actual?
¿Cuál es el papel del docente en el contexto actual? ‘ El papel del docente es un guía, un mediador, una persona que va acompañando a los estudiantes para la construcción de conocimiento tanto de manera individual, como de forma colaborativa.
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¿Qué funciones desempeña el maestro y el alumno dentro de los ambientes de aprendizaje?
DESARROLLO – ¿Qué es un ambiente de aprendizaje? Antes de definir que es un ambiente de aprendizaje, es importante que se determine primeramente que es el entorno, entendiéndose como todo aquello que rodea al proceso de enseñanza – aprendizaje, es decir, el espacio que rodea al alumno en tanto que está participando de dicho proceso, lo constituye desde elementos materiales como la infraestructura e instalaciones del plantel, así como aspectos que influyen directamente en el alumno tales como factores físicos, afectivos, culturales, políticos, económicos, sociales, familiares e incluso ambientales.
Todos esos elementos se combinan y surten un efecto favorable o no tanto en el aprendizaje del alumno. El ambiente corresponde a los espacios en los que se van a desarrollar las actividades de aprendizaje, éste puede ser de tres tipos: áulico, real y virtual, En el primero, las actividades de enseñanza-aprendizaje se desarrollan en el salón de clase, el ambiente real puede ser un laboratorio, una empresa, clínica, biblioteca, áreas verdes; es decir, escenarios reales donde se puede constatar la aplicación de los conocimientos y habilidades adquiridas, incluyendo también la práctica de actitudes y valores.
Los ambientes virtuales son los que se crean mediante el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, con la finalidad de proporcionar a los educandos recursos que faciliten su proceso de aprendizaje, dentro de estas TICs pueden citarse la computadora, cañón, un aula virtual, el uso de internet donde pueden tener acceso a blogs, foros de discusión, chat, páginas especializadas en las que los jóvenes se encuentran con actividades divertidas, tales como solución a crucigramas, rompecabezas, etc., que bien empleados contribuyen enormemente en la adquisición de aprendizajes por parte del alumno.
- Pero, ¿cuál es nuestro papel como docentes?
- En lo que al rol del docente se refiere pues la tarea principal que se tiene es propiciar la generación de ambientes de aprendizaje que favorezcan la adquisición de competencias por parte de los educandos, de ahí que debemos establecer el ambiente adecuado para el desarrollo de las actividades de enseñanza-aprendizaje, atendiendo a las características o recursos que éstas requieren para su efectivo desarrollo, también es importante crear un clima de aprendizaje adecuado para que el aprendizaje se consiga, además es necesario tener en cuenta que ese ambiente y clima de aprendizaje deberán formularse en función del entorno en el que se quiere generar dicho proceso, puesto que dependiendo de factores sociales, culturales, políticos, económicos, familiares, de infraestructura y por supuesto ambientales, entre otros, se podrá concretar nuestro propósito.
- Parte del éxito del aprendizaje en nuestros estudiantes se debe principalmente a la elección adecuada de los ambientes en donde se realizarán las actividades.
- Ahora nuestro papel cambia ya que también nos convertimos en mediadores ya que vamos acompañando a nuestros estudiantes en el alcance de los objetivos propuestos.
Para ello es importante ser un modelo de actuación para los jóvenes, a conducta de nosotros como docentes debe ser consecuente con sus expectativas para con los estudiantes de nuestros grupos. Si hay reglas que prohíben el abuso verbal o físico y los ruidos fuertes cuando interrumpen el trabajo de otros, los docentes también deben seguirlas.
Otro aspecto que considero importante y que se ve reflejado en un buen ambiente de aprendizaje, es que primeramente debemos de conocer a nuestros estudiantes, considero que aquí se encuentra el éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje, y ¿por qué conocerlos? porque todos tienen capacidades y estilos de aprendizaje totalmente diferentes, para así trabajar con ellos y no contra ellos.
Al contar con jóvenes, estos presentan diferentes situaciones como enojos, frustraciones, temores en distintas situaciones, y es allí donde los docentes debemos respetar estos sentimientos, y al mismo tiempo ayudar a que se pueda solucionar el conflicto.
- Lo ya mencionado nos va ayudar a planear correctamente el proceso de enseñanza-aprendizaje, a determinar cuáles son las actividades de enseñanza-aprendizaje y los escenarios de aprendizaje, no olvidando que hoy podemos hacer uso de los escenarios áulicos, reales y virtuales, siendo este ultimo llamado como “nuevos ambientes de aprendizaje”
- Elementos que lo constituyen
- Todo ambiente de aprendizaje tiene:
- Espacios para la interacción.
- Espacios de información
- Espacios de producción
- Espacios de exhibición
- Para la creación de ambientes de aprendizaje apropiados debe considerarse la existencia de 4 espacios fundamentales, que en su conjunto propician la construcción del proceso de enseñanza – aprendizaje. Dichos espacios son: Información, Interacción, Producción y Exhibición, los cuales en seguida se describen brevemente:
Información: Es el conjunto de conocimientos que requiere saber el alumno, los saberes que debe tener en cuenta. Dentro de este espacio también se ubican las indicaciones que el docente da a los alumnos para hacer más eficiente el proceso de aprendizaje, tales como el trabajo en equipo, binas, individual, investigación, etc.
Interacción: Significa la relación que se establece entre los actores del Proceso de enseñanza-aprendizaje, puede ser profesor – alumno, alumno – alumno, alumno – especialistas. Producción: En este espacio se considera la elaboración del producto de aprendizaje que va a realizar el alumno y que es la muestra material de lo aprendido.
Exhibición: En esta etapa se da a conocer el producto resultante del proceso, ésta se puede dar entre los compañeros de clase, dentro del aula, fuera de ella o incluso fuera de la escuela. Este procedimiento puede constituir la fase de evaluación.
- Para la creación de ambientes de aprendizaje es importante tomar en cuenta los siguientes elementos:
- Organización espacial
- En cuanto al espacio, este influye en el desarrollo de las actividades de aprendizaje de los alumnos ya que contribuyen a las relaciones interpersonales que se dan dentro del aula, favorecen la construcción del conocimiento y contribuyen al éxito de las situaciones de aprendizaje y las relaciones sociales.
- Importante que exista un ambiente de libertad para que los jóvenes desarrollen su potencial creativo.
- Para el éxito del ambiente de aprendizaje es necesario que existan el suficiente espacio, ventilación, iluminación para el desarrollo armónico de las diferentes actividades ya que estos elementos influyen en la conducta de nuestros estudiantes para el aprendizaje.
- Dotación y disposición de los materiales para el aprendizaje
Al diseñar nuestra planeación es importante que se elijan correctamente cuales son las actividades de aprendizaje que se van a ir desarrollando durante el curso escolar, para que en base a esto se puedan elegir los materiales y recursos didácticos a utilizar. Considero que debe existir un alineamiento entre los objetivos, contenidos, actividades de aprendizaje y recursos didácticos.
- Al planear es importante que nos ubiquemos en el contexto en la cual nos encontramos, es decir, nuestra planeación tienen que estar en relación a la vida cotidiana de los estudiantes y la realidad social de la comunidad a la que pertenecen, buscando siempre el desarrollo de las competencias de nuestros estudiantes tomando en cuenta las actividades lúdicas, propiciando un clima escolar conducente al aprendizaje y creando espacios más allá del salón de clases que contribuyan al desarrollo humano integral de los estudiantes.
- Es por eso que nuestro función como docentes cambia ya que tenemos que generar recursos didácticos innovadores y propiciar ambiente en donde no solo el aula sea el medio donde se de el aprendizaje.
- Organización para propósitos especiales
- Los salones de clase deben ser los espacios acordes para desarrollar las competencias de los estudiantes y los recursos deben estar dispuestos de tal forma que inviten al estudiante a ingresar a la actividad con entusiasmo y curiosidad por aprender
Los jóvenes aprenden eficazmente, cuando exploran y hacen descubrimientos, mediante el uso de materiales didácticos concretos que les interesan y, que la organización del salón de clase, es un instrumento de enseñanza que les sirve de apoyo a los profesores.
Es importante reconocer la heterogeneidad en las aulas, ya que nuestros estudiante tienen diferentes expectativas, diferentes formas de aprender; para respetar las diferencias, favorecer los desarrollos individuales y promover la autonomía de los estudiantes. Puede suceder que al observar el ambiente nos demos cuenta de que estamos concediendo demasiada importancia a la consecución de determinados objetivos, que analizados en profundidad tal vez resulten no ser los más importantes para nuestro proyecto educativo.
Por ejemplo, en ocasiones el ambiente de aprendizaje, la organización del espacio, los materiales, el tiempo, todo está diseñado en función de la consecución de unos determinados objetivos de marcado matiz académico, también puede pasar que en este análisis encontremos que el ambiente favorece a un determinado estilo de aprendizaje generando desatención o desmotivación en algunos estudiantes que inmediatamente son catalogados con dificultades para aprender, esto es justamente lo que debemos intentar cambiar, buscando un mayor equilibrio en el ambiente que favorezca la interiorización de los conceptos creando alternativas en el aula para que todos los jóvenes tengan oportunidad de acceder al conocimiento, reactivar en ellos la curiosidad y emoción que genera aprender o descubrir algo nuevo, poner el conocimiento en todos los idiomas posibles (auditivo, visual, kinestésico) para que ellos autónoma y decididamente quieran saber más.
- Durante muchos años la educación formal se ha enfocado en la transmisión de contenidos académicos, como si el alumno fuera un recipiente vacío cuyo éxito en la vida depende de la cantidad de información con que se le llene, aunque de pronto no sepa qué hacer con ese cúmulo de conocimientos.
- Los retos de la vida actual exigen que la persona utilice estrategias de resolución de problemas, que van más allá de la repetición de conceptos o procedimientos que le han dado resultado a otros, en otros tiempos
- Lo más importante en este momento es que la persona aprenda a aprender, que identifique con que recursos cognitivos cuenta, como los puede aplicar y como los puede enriquecer.
- El docente deja de ser un administrador de contenidos para ser un facilitador de aprendizaje, un mediador del conocimiento.
- Este principio nos refiere a que el docente debe propiciar esas interrelaciones entre alumno-docente y alumno-alumno, es por eso que nuestro rol como docentes cambia, ahora nos convertimos en mediadores afectivos, estableciendo un clima de un clima de confianza y seguridad en el aula, de tal forma que los jóvenes se sientan aceptados y respetados y puedan entonces descubrir sus capacidades, modificar el concepto que tiene de sí mismo y mejorar su nivel de estima personal que les permita alcanzar los objetivos establecidos.
- Principio Nº 2: ” El entorno escolar ha de facilitar a todos y a todas el contacto con materiales y actividades diversas que permitan abarcar un amplio abanico de aprendizajes cognitivos, afectivos y sociales”
Este principio nos lleva a qué hora nosotros como docentes debemos de buscar y propiciar los ambientes de aprendizaje, es decir, no solo es el aula o salón de clases donde los alumnos pueden interactuar, sino también buscar otros escenario, por ejemplo, los escenarios reales como puede ser un laboratorio o taller de prácticas, la visita a las empresas, la misma comunidad-pueblo-ciudad, etc.; en donde en donde puedan desarrollar sus conocimientos, habilidades y tener una actitud positiva que los conlleve al logro de las competencias.
En este principio el docente adquiere la función de ser un mediador cognitivo ya que reconoce al alumno como centro del proceso educativo que adquiere conocimientos de manera vivencial: descubriendo, investigando, haciendo, construyendo su propio aprendizaje. El maestro es un facilitador en el proceso de aprendizaje del estudiante.
Por supuesto también fomentando la comunicación bidireccional, es decir, la comunicación entre el docente y alumno y entre alumno-alumno. Aquí es conveniente el trabajar a través de proyectos, esta modalidad de trabajo supone la colaboración de todos los integrantes del aula, de manera que se distribuyen las tareas para que los alumnos realicen aportaciones (en pequeños grupos o individuales) al proyecto de la clase.
Los proyectos didácticos se distinguen de los proyectos escolares porque se realizan con el fin de enseñar algo; son estrategias que integran los contenidos de manera articulada y dan sentido al aprendizaje; favorecen el intercambio entre iguales y brindan la oportunidad de encarar ciertas responsabilidades en su realización.
En un proyecto todos participan a partir de lo que saben hacer, pero también a partir de lo que necesitan aprender. La enseñanza organizada a través de proyectos didácticos plantea un cambio en relación con el profesor, lejos del tradicional papel del docente que consistía en suministrar información de forma directa y descontextualizada, se enfatiza el papel de cada participante en la construcción de la comprensión del mundo y la influencia del contexto en dicha construcción.
La enseñanza que organiza el profesor y el aprendizaje real que consiguen los estudiantes son mediados por el proyecto didáctico que se desarrolla, ya que el conocimiento es en parte el producto de la actividad, el contexto y la cultura en que se desarrolla y se usa. Principio Nº 3: “El medio ambiente escolar ha de ser diverso, debiendo trascender la idea de que todo aprendizaje se desarrolla entre las cuatro paredes del aula.
Deberán ofrecerse escenarios distintos, -ya sean construidos o naturales- dependiendo de las tareas emprendidas y de los objetivos perseguidos”. Como lo menciono en el principio dos, ahora es responsabilidad de nosotros los docentes-facilitadores de gestionar los mejores escenarios de aprendizaje, dichos escenarios pueden ser áulicos, reales y virtuales.
- Con el surgimiento de la sociedad del conocimiento se da énfasis a la utilización de los escenarios de aprendizaje virtuales, en donde el alumno interactúa con la tecnología.
- La tecnología tiene un papel importante que jugar en la educación pero no resolverá todos los problemas educativos.
- Sin embargo su impacto se hace más visible en algunos de los principales aspectos del aprendizaje.
La tecnología puede hacer el aprendizaje más interactivo, acentuar el disfrute del aprendizaje. Para que la tecnología juegue un papel positivo hay que tener en cuenta la formación de los docentes. El éxito o fracaso de la tecnología es más dependiente de los factores humanos y contextuales que del hardware o software.
- De hecho, hoy en día una de las competencias fundamentales que los docentes debemos desarrollar es la utilización de las Tecnologías de la Información y Comunicación en nuestras sesiones, por lo que también la planeación y elección de las actividades de aprendizaje son elementos importantes para generar aprendizajes en nuestros estudiantes.
- El éxito o fracaso de la tecnología implica que el profesor la vea como un recurso valioso, sepa dónde puede tener el mayor éxito y ajuste el diseño de aplicación con el propósito intentado y la meta de aprendizaje.
- Principio Nº 4: “El entorno escolar ha de ofrecer distintos subescenarios de tal forma que las personas del grupo puedan sentirse acogidas según distintos estados de ánimo, expectativas e intereses”.
Hoy, es frecuente encontrarnos con alumnos que han vivido ya fuertes experiencias de cambio, de incertidumbre, de movimiento; de encuentros y desencuentros con lo nuevo y lo diferente. Ya sea porque han experimentado procesos migratorios, tanto al interior o al exterior de país o simplemente porque sus entornos familiares han sufrido frecuentes crisis, cambios, ausencias y separaciones.
Si el trabajo escolar logra dar un lugar de reconocimiento y reflexión a la vida del alumno, estas experiencias, aun con su fuerte cauda de dolor y angustia, pueden ofrecer la oportunidad para desarrollar la capacidad para afrontar de manera responsable los cambios y la diversidad de modos de vida, desde la autonomía.
El desafío está en superar la fractura y la dispersión de los saberes que cada estudiante carga en su historia personal. Para ello, necesita contar con entornos que reconozcan, integren y concilien sus conocimientos, sus afectos y sus vivencias. Actualmente, hace falta un enfoque educativo capaz de articular los procesos de aprendizaje con la historia, los problemas reales, las necesidades cotidianas, los intereses y aspiraciones del estudiante para que, al construirse, pueda posicionarse en el mundo desde una perspectiva propia que integre, al sabe escolar, aquello que realmente le importa, le sucede y afecta.
- Por eso, es necesario que, en primer lugar, el trabajo docente se piense desde un lugar muy distinto al de la acción del que conduce a otro, mientras este otro se deja conducir, del buen o del mal grado.
- En segundo lugar, hay que abandonar la concepción descendente de la relación maestro-alumno que va desde el que tiene el saber y el poder hasta el que está desprovisto de ellos.
En virtud de que ya no se sostiene la idea de que existe una forma única de ser que esté ya establecida de antemano, a la espera de que al alumno llegue y la tome, el propósito del trabajo educativo consistirá en crear las condiciones y ofrecer los recursos para que el estudiante pueda tomar del saber y del mundo lo mejor de él y lo transforme de acuerdo con los desafíos que le impongan los avatares de su propia vida y los horizontes que le tracen sus propios sueños.
- Hoy en día debemos asumir nuestro papel como personas completas y no como meros instrumentos de transmisión y control, ya que esto nos permite conectarnos con los alumnos en una relación más humanizada.
- No se espera que el maestro se haga cargo o resuelva los conflictos familiares de sus estudiantes.
A veces basta con acercarse a ellos para intentar mirar las cosas desde su perspectiva; para poder reconocer sus capacidades sin prejuicios y con una actitud de empatía frente a lo que viven.
- Principio Nº 5: “El entorno ha de ser construido activamente por todos los miembros del grupo al que acoge, viéndose en él reflejadas sus peculiaridades, su propia identidad”.
- Este principio lo relaciono con la identificación de los estilos de aprendizaje y las expectativas que tienen nuestros estudiantes en base a ello planear actividades de diversa índole involucrando a la lúdica y tomando en cuenta los distintos estados de ánimo de ellos.
- Por lo que es necesario que el docente al planear los ambientes tome en cuenta las características de que presentan los estudiantes y ellos se sientan satisfechos, cómodos y exista la comunicación de manera bidireccional, lo cual es importante la participación de manera conjunta tanto de docentes como estudiantes.
- El docente tiene la responsabilidad del desarrollo de diferentes competencias tales como las comunicativas, las relacionadas con el arte, las competencias científicas, y por supuesto se requiere la participación activa.
- Condiciones necesarias para su creación
- Los ambientes de aprendizaje deben ser creados por los docentes, es por eso que el docente debe ser creativo e innovador para la realización, tomando en cuenta las actitudes y percepciones de nuestros estudiantes eficaces para el aprendizaje, por lo que es importante reconocer qué estamos haciendo, como maestros para establecer esas condiciones adecuadas.
- Si el salón es seguro ordenado limpio cómodo, el alumno experimentará sensaciones de bienestar físico, lo que permitirá la aceptación de los siguientes estímulos.
- Los alumnos deben sentir la sensación de sentirse aceptado tanto por sus compañeros como por el profesor, formando un ambiente de confianza y reconocimiento de identidad.
- Otra de las situaciones es generar confianza en que lo que hacen es relevante y posible hará de la motivación algo sencillo, pues el alumno la encontrará dentro de él mismo Se trata entonces de que el alumno esté a gusto emocional y físicamente en el lugar donde se pretende llevar a cabo el aprendizaje.
- Considero que es importante reconocer las percepciones que tienen los alumnos en cuanto a:
Lo que los alumnos sienten de su salón de clases: reconocer un lugar limpio y lograr la valoración de los beneficios de un sitio aseado. La existencia de las condiciones de seguridad física para que no se exponga en ningún momento al alumno a daños a su persona o a sus pertinencias.
El permanente orden tanto del mobiliario como de los objetos de cada alumno reconociendo a su vez las ventajas de dicho orden. La posesión del salón en cuanto a una Estrategias educativas que pueden incluirse Una de las bondades que tiene la educación basada en competencias es que nos permite crear ambientes de aprendizajes planeados de acuerdo a las características de los alumnos (nivel de desarrollo cognitivo, conocimientos previos, factores motivacionales, entre otros).
El objetivo de los ambientes es promover el aprendizaje a partir de estrategias educativas cuyo propósito es crear situaciones de aprendizaje que estimulen el desarrollo de las competencias. Estos ambientes debe ser flexibles y el éxito de estos se debe al papel dinámico que el docente le imprima al establecer una interacción intensa con sus alumnos.
Los ambientes de aprendizaje van a permitir las interacciones de manera constante entre alumno-profesor, alumno-alumno, alumno-expertos, invitados/miembros de la comunidad, alumno-herramientas, alumno-contenido, alumno-ambiente. De acuerdo a lo que fundamente el constructivismo se trata de plantear situaciones que promuevan el descubrimiento y la construcción de los conocimientos por parte del alumno.
En este caso, el docente tiene un lugar de mediación entre el conocimiento y el alumno, mediación que es desarrollada por medio de una estrategia que se orienta en esta dirección. En este sentido, las actividades que se propongan en uno o en otro caso variarán en función de la estrategia adoptada, del mismo modo que el ambiente de clase, el uso del tiempo, de los espacios y los agrupamientos de los alumnos.
- El aprendizaje colaborativo.
- Las simulaciones
- Elaboraciones de mapas conceptuales, mapas mentales
- Practicas en laboratorio o taller.
- Conferencias
- Demostraciones
- Aprendizaje basado en problemas.
- En el caso del uso de las Tecnologías de la Información y comunicación: el uso de internet, correo electrónico, foros de discusión.
- Actividades lúdicas.