Como No Ir A La Escuela?

Como No Ir A La Escuela
Enfermedades inexistentes, berrinches, malhumor… ¿Tu hijo suele oponerse a ir a la escuela ? La situación podría ser más común de lo que crees. ¡Descubre qué podrías hacer! Detrás del “no quiero ir a la escuela” Intentar evitar la escuela fingiendo una enfermedad, llorando o aferrándose a mamá es muy común entre los niños de primaria.

  • Usualmente, se trata de un pequeño paso atrás en el proceso natural de volverse independiente, explica la psicóloga Jenn Mann en la revista Parents;
  • Sin embargo, a veces, podría tratarse de un signo de ansiedad;

¿Lo estás viviendo en casa? ¡No desesperes! Cualquiera sea la causa, podrías contar con algunas estrategias aliadas: 1. Reconoce sus miedos Seguir reglas y practicar nuevas habilidades en la escuela requiere de esfuerzo y energía, agrega la experta. Además, a partir de los 5 años, se produce un aumento natural de la ansiedad, cuando los niños comienzan a comprender que las personas son vulnerables.

En consecuencia, podrían desarrollar temores en torno a la muerte, sufrir de lesiones o la posibilidad de perder a sus padres. Habla con tu niño Conversen acerca de lo que esté molestándole, pero aclárale que el plan es que regrese a la escuela, indica Barbara Markway, psicóloga, en el sitio Psychology Today.

Además… 3. ¡Evita los sermones! Tener extensas discusiones acerca de la importancia de ir a la escuela podría ser contraproducente. Cualquier atención, incluso la negativa, puede reforzar y mantener el problema. Habla con sus maestros Ambos padres deberían reunirse con la maestra y/o el consejero escolar.

Mostrarán en la escuela que están involucrados y comprometidos con el problema. Reduce la diversión Tu pequeño podría querer evitar ir a la escuela, solo porque estar en casa es más divertido, advierte Mann, en Parents.

¿Se queja, por ejemplo, de que le duele la cabeza? Evalúa si está realmente enfermo. De no ser el caso, motívalo a que asista a clases, sugiriéndole que podrías ir a buscarlo más tarde. Y, si se quedará en casa, bríndale cuidados, aunque sin screen time o regalos.

No descartes problemas más profundos Si tu hijo constantemente se resiste a ir a la escuela, está tan angustiado que no puede dejar de llorar, o muestra otros síntomas de ansiedad, como pesadillas o miedo a que lo dejen solo, consulta al pediatra respecto de la posibilidad de ver a un terapeuta, concluye Mann.

MIRA TAMBIÉN: Ir a la escuela desde pequeño, ¿un riesgo para la salud mental? 5 apps para que los niños lleguen a tiempo a la escuela.

¿Cómo convencer a tu mamá para no ir a la escuela?

Descargar el PDF Descargar el PDF A veces, ir a la escuela es simplemente demasiado para nosotros. Tal vez haya una prueba para la que no estudiaste o estés cansado de ser víctima de bullying. En cualquier caso, es posible que quieras faltar a la escuela. Puedes fingir que estás enfermo al simplemente decir que sientes nauseas, o puedes hacer algo de teatro y planificación.

  1. 1 Pide permiso. No asumas que siempre obtendrás lo que deseas. Si quieres faltar a la escuela, cualquiera que sea el motivo, pregúntale a tus padres si están de acuerdo.
    • Encuentra un momento en el que tus padres estén de buen humor. Si les preguntas en un mal momento, es posible que no les agrade mucho la idea. Si están a punto de salir y sigues preguntando si puedes quedarte en casa, es probable que digan que no. [1]
    • Prepárate para escuchar un “no” como respuesta. A menos que tengas una buena razón para quedarte en casa, es probable que tus padres no quieran que faltes.
  2. 2 Permanece calmado. Si tus padres no te permiten quedarte en casa, no pierdas los papeles. Eso no ayudará en nada a tu situación. Eso solo les probará que no eres lo suficientemente maduro para quedarte solo en casa. [2]
    • Si sientes que te estás enojando, respira profundamente. Si tienes tiempo, más tarde podrías intentar pedir permiso nuevamente. [3]
    • No llames a tus padres por sus nombres ni te comportes mal con ellos. Ellos pueden tener buenas razones para que vayas a la escuela. Si empiezas a gritarles, solo te meterás en problemas. [4]
  3. 3 Ofrécete a hacer algunos quehaceres. Trata de hacer un compromiso con tus padres. Es posible que ellos se abran más a la idea de dejarte faltar a la escuela si te ofreces a limpiar la casa. Si eres capaz de lavar la ropa, trata de ofrecerte a hacerlo. [5]
    • Si te dejan quedarte en casa con la condición de que hagas algunos quehaceres, asegúrate de hacerlos. No les des ninguna razón para no confiar en ti ya que será más difícil trabajar con ellos en el futuro. [6]
    • Cumplir tus compromisos puede hacerte ganar terreno con tus padres. Si ven que eres responsable, es posible que sea más fácil negociar con ellos más adelante.
  4. 4 Sé honesto. Tal vez no estés enfermo, pero seguro tienes otra razón para no querer ir a la escuela. Si eres víctima de bullying o te sientes incomodo en la escuela, habla con tus padres.
    • Es probable que tus padres te hagan ir a la escuela de cualquier forma, pero serán capaces de ayudarte con tu problema.

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  1. 1 Comienza temprano. Si faltar a la escuela no es una decisión de último minuto, empieza a prepararte para tu actuación. Grita mucho para hacer tu voz ronca o practica tu tos falsa. [7]
    • Asegúrate de que tus padres no estén cerca mientras la practicas. Si te descubren, tendrás que ir a la escuela.
    • La mayoría de las personas puede sentir que el resfriado se acerca uno o dos días antes de que suceda. Si puedes, menciónale a tus padres que crees que te estás enfermando. [8]
  2. 2 Finge los síntomas. Estornuda y tose, pero no exageres. Actúa como si tuvieras dificultades para ponerte de pie. Habla menos con tu familia y amigos. No cambies de opinión acerca de qué parte de tu cuerpo te duele. Si dices que tienes dolor de cabeza, sigue con eso. [9]
    • Intenta dormir más seguido, especialmente si estás viendo televisión. Los niños enfermos suelen dormirse fácilmente. Si dices que estás enfermo un minuto, pero luego te emocionas por tu programa favorito, tus padres no te creerán. [10]
    • Evita quejarte demasiado. El truco para fingir que estás enfermo es no dar la impresión de que estás fingiendo. Mantén las quejas equilibradas y no hagas una escena.
  3. 3 Haz de cuenta que tienes fiebre. Una forma común de hacer que parezca que tienes fiebre es poniendo una botella de agua caliente en tu cabeza. [11]
    • Otra forma es poner un termómetro en agua caliente para que aumente su temperatura. Este método requiere un poco de trabajo, así como padres que confíen en uno. [12]
    • Ten cuidado cuando finjas fiebre. Si tu temperatura es demasiado alta, podrías terminar en sala de emergencias donde te descubrirán fácilmente. Trata de mantener tu fiebre aproximadamente a unos 100 grados Fahrenheit. [13]
    • No metas el termómetro en el microondas para que se caliente. Eso solo malogrará el termómetro. [14]
  4. 4 Ponte algo de maquillaje si puedes. Esto requiere un poco de habilidad, pero si puedes lograrlo, usar maquillaje será un adicional en tu actuación. Aclara tu piel con algo de base y enrojece tu nariz con un poco de lápiz labial. [15]
    • Si no tienes tu propio maquillaje para usar, ten cuidado. Si te descubren usando el maquillaje de tu mamá, tendrás más problemas de lo que vale la pena.
    • Cuando escojas el lápiz labial para enrojecer tu nariz, no uses ninguno metálico o brillante. Solo encuentra un lápiz labial básico de color rojo. [16]
    • No aclares tu piel demasiado cuando te hagas pálido. Encuentra algo parecido a tu tono de piel natural. [17]
    • Trata de poner un poco del lápiz labial que usaste para enrojecer tu nariz alrededor de las esquinas de tus ojos. Ten cuidado de no poner lápiz labial en tus ojos y usa lo suficiente para que parezca que los has estado frotando. [18]

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  1. 1 Pasa mucho tiempo en el baño. Cuando se trata de fingir un dolor de estómago, lo mejor que puedes hacer es ir al baño. Es poco probable que te pregunten mucho si pasas bastante tiempo en el baño. Además de algunas preguntas generales, es probable que las personas no quieran saber qué estuviste haciendo.
    • No hagas gemidos ni ningún ruido fuerte. Recuerda mantener las cosas simples.
  2. 2 Haz tu piel fría y húmeda. Salpica agua en tu cara para que tu piel se sienta fría. Moja un poco tu cabello, pero sin mojarlo demasiado. Solo querrás dar la impresión de que tu piel está fría. Cuando te pregunten, di que te sientes caliente. Esto hará que tus padres piensen que estás sudando frío.
    • También podrías intentar hacer alguna actividad física, como flexiones o abdominales. Haz lo suficiente para que unas cuantas gotas de sudor corran por tu frente. [19]
  3. 3 Pretende estar mareado. Muchas veces las náuseas vienen acompañadas de una sensación general de mareos. No hagas ningún movimiento brusco. Trata de permanecer sentado tanto como sea posible. Si tienes que caminar, tómate tu tiempo. [20]
  4. 4 Abstente de vomitar. Cuando finjas nauseas, no te induzcas el vómito. Di que no sientes hambre y que te duele el estómago. Trata de comer lo menos posible, pero hagas lo que hagas, no te induzcas el vómito. No es saludable. [21] Anuncio
  1. 1 Frota tu cabeza. Para fingir dolor de cabeza, simplemente frota tu cabeza y cierra los ojos seguido. Túmbate en el sofá o en el suelo, y mantén tu mano apretando tu cabeza. [22]
    • Cuando tus padres pregunten qué te sucede, diles que te duele la cabeza justo antes de cerrar los ojos. Mientras mejor describas el dolor, es más probable que te tomen en serio.
  2. 2 Reacciona ante las luces brillantes. Muchas veces, las personas con dolores de cabeza intensos no pueden soportar las luces brillantes. Si alguien abre la ventana o estás en una habitación con mucho sol, aparta la vista. Quéjate del brillo. [23]
    • No exageres demasiado con este paso. La sensibilidad a la luz es común en la migraña, pero un dolor de cabeza general no se puede prestar para eso. Utiliza esta táctica de forma discreta. [24]
  3. 3 Sé tan perezoso como puedas. Si tienes dolor de cabeza, lo último que querrás hacer es participar en cualquier actividad física. Quédate en cama. Ve a dormir tan pronto como puedas. [25]
    • Como algo adicional, mantén tu habitación en silencio. Apaga tu televisor y no escuches música. Pocos padres creerán que sus hijos prefieren quedarse a oscuras en sus habitaciones todo el día y sin ningún entretenimiento. [26]

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¿Qué hacer para no ir a clase?

¿Qué hacer si no me gusta ir a la escuela?

Buscar ayuda – Sería bueno que hablaras con alguien sobre tus problemas con la escuela. Tu mamá o tu papá, un familiar, un maestro o un consejero escolar podrán ayudarte. Sobre todo es importante que hables con un adulto si el problema es que eres víctima de acoso o si alguien te agrede físicamente.

Sería bueno también que escribieras en un diario tus sentimientos sobre la escuela. Puedes llevar un diario o realizar anotaciones en un cuaderno común. Se trata de una excelente manera de dejar salir las emociones que puedas tener retenidas en tu interior.

No tienes por qué compartir lo que escribes con los demás. Si te sientes desorganizado o como si no pudieras ponerte al día con la tarea escolar, puedes pedir ayuda a tus maestros y consejeros escolares. Los maestros desean y esperan que pidas ayuda si tienes problemas para aprender.

Si todas las asignaturas te resultan muy difíciles, un consejero escolar puede ayudarte a poner las cosas en orden. Puedes recibir ayuda especial con la tarea escolar si la necesitas. Procura que los problemas no se dilaten demasiado.

Es más fácil ponerse al día con un capítulo que con todo un libro.

¿Qué pasa si no vas a la escuela?

Consecuencias de faltar a clases – ¿Qué pasa si un niño falta mucho al colegio? Cuando las faltas a clase son demasiado elevadas y el absentismo es más que frecuente suelen producirse consecuencias muy graves , como:

  • Descenso del rendimiento académico, y malas notas.
  • Hábitos poco saludables. Cuando los adolescentes faltan a clase, dedican su tiempo a otras actividades que normalmente son poco saludables: consumo de sustancias nocivas, malas compañías, etc.
  • Escaso o nulo desarrollo de la autonomía y responsabilidad.
  • Consecuencias demoledoras en su futuro laboral e incluso personal.

¿Cómo decirle a mi papá que ya no quiero estudiar?

¿Cómo hacer para convencer a mis padres?

Descargar el PDF Descargar el PDF Todos los padres son diferentes y algunos son más indulgentes que otros. No siempre puedes tener lo que quieres y debes estar preparado para obtener una respuesta negativa. Si haces la planificación debida para tu solicitud, quizás puedas hacer que tus padres cedan y te compren lo que deseas. Siempre demuestra respeto hacia ellos y nunca seas cruel o grosero si no obtienes lo que quieres.

  1. 1 Reflexiona acerca de lo que pides. Debes saber a qué cosas tus padres dicen generalmente que sí o que no. Compara tu petición con las cosas que tus padres te han dado en el pasado. ¿Tu petición actual es más grande que lo que generalmente pides? Echa un vistazo a tus medios financieros y decide cuánto te tomará pagarlo por tu cuenta.
    • Decide si vale la pena luchar por lo que quieres. Muchas de las pertenencias de la infancia y de la adolescencia son tendencias pasajeras.
    • ¿Quieres lo que quieres para poder presumirlo con otras personas en la escuela? ¿Lo quieres porque crees que será divertido y te ayudará personalmente?
    • Responder estas preguntas puede ayudarte al hablar con tus padres. [1]
  2. 2 Planifica la conversación. Escoge un momento en el que sepas que tus padres estarán de buen humor, como el día de pago o cuando se sientan orgullosos de algo que hayan hecho. También considera hablar primero con uno de tus padres. Esto ayuda a tener pequeñas pláticas todos los días con tus padres y mantener la conversación abierta.
  3. 3 Haz la solicitud a tus padres. Empieza con una pequeña plática sobre cómo les va. Trata de mencionar el asunto de una manera orgánica. Por ejemplo, si tratas de que te compren un nuevo vestido, empieza a hablar de lo viejo que están los vestidos que tienes. Luego puedes pasar a hablar de comprar un vestido nuevo que te quede mejor.
    • Si quieres algo como un video juego, puedes empezar explicando la premisa del juego y cuán emocionante es. [2]
    • Si puedes, explica a tus padres de qué forma comprar el producto los beneficiará tanto a ellos como a ti.
  4. 4 Sé maduro a lo largo de la discusión. Siempre demuestra a tus padres que eres un niño maduro que sabe comportarse. No grites, no exijas ni discutas con ellos si parecen dudosos al principio. Explica calmadamente qué es lo que quieres y lo que estás dispuesto a hacer para ganarlo. [3] Mientras más respetuoso seas, más probable será que tus padres te escuchen.
    • Una forma de asegurarte de mantener el respeto es respirar profundamente antes de discutir acerca del asunto.
    • También debes tratar de entrar en la conversación sabiendo que tus padres probablemente dirán que “no”. De esta manera, no perderás la calma si dicen que “no”.
  5. 5 Cuida de tu lenguaje corporal. No cruces los brazos ni te encorves. Párate derecho o siéntate derecho en una silla y trata de sonreír cuando sea apropiado. Aunque tus padres solo lo capten de manera subconsciente, esta posición refuerza y mejora tus probabilidades de persuadir a tus padres.
  6. 6 Discute los resultados positivos de tu solicitud. Explica de qué forma esto es algo que puede tener un lado positivo o incluso puede ayudarte a aprender más. No mientas a tus padres al decir que el nuevo Call of Duty contiene lecciones de historia.
    • Si pides un iPhone, explica que puedes usar el FaceTime con tus padres o descargar aplicaciones educativas. Explica que tus padres podrán localizarte más fácilmente. [4]
  7. 7 Defiende tu punto. Sé firme de manera positiva, pero no exageres hasta el punto de ser molesto. No grites, no llores, no tires las puertas, no te enojes, no des pisotones ni te quejes de su decisión. [5] La negociación siempre te llevará más lejos que una refutación desagradable.
    • Mantén un aspecto alegre cuando hables con ellos. No debes actuar como si tu deseo fuera necesario para tu salud. Tus padres no son tontos y merecen algo de respeto. Ten una actitud alegre delante de ellos.
  1. 1 Haz un trato. Piensa qué es lo que les agrada a tus padres o qué les gustaría que se haga en la casa. Tal vez tu padre deteste limpiar la casa los fines de semana o tu mamá odie limpiar la caja de arena del gato cada dos días. Ofrece hacer algo que ellos hagan a menudo en la casa por uno o dos meses.
    1. Diles que estás dispuesto a trabajar por lo que quieres y trata de ser sincero;
    2. Por lo general, los padres pueden notar cuando no planeas esforzarte, así que si no estás preparado para hacer tu parte, no hagas ninguna promesa;

    Si haces un trabajo satisfactorio después del primer mes, tus padres tendrán que darte lo que quieres.

    • Muchos padres quieres que a sus hijos les vaya bien en la escuela. Si hay alguna materia en la que te va mal, ofrece mejorar tus calificaciones. Tener un tutor después de la escuela mostrará a tus padres tu dedicación.
  2. 2 Considera pagar una parte de lo que deseas. Lo más probable es que tus padres aprecien que ofrezcas pagar una parte de lo que deseas. Esto también demostrará a tus padres cuán decidido estás a conseguir este objeto.
    • Si tus padres te piden que pagues la mitad de lo que quieres, no rechaces su oferta. Cumple tu promesa y paga la parte que prometiste.
  3. 3 Presenta la solicitud como un regalo. Pide lo que quieres como un regalo anticipado de cumpleaños o de alguna fiesta. Los padres estarán más propensos a darte lo que quieres por alguna de estas razones. Escoge el evento que esté más cercano.
    • Piensa en lo que tus padres generalmente te dan en las fiestas y no pidas demasiado para el evento. Tus padres pueden pensar que es ofensivo que pidas un Xbox para el día de San Valentín.
  1. 1 Compórtate lo mejor que puedas para demostrar que lo mereces. Haz constantemente tus tareas , haz todos tus quehaceres y toma los estudios seriamente para obtener las mejores calificaciones que puedas. Haz cualquier cosa que tus padres te pidan sin quejarte y ten una buena actitud. Puede parecer mucho trabajo, pero toma en cuenta que tratas de obtener algo a cambio.
  2. 2 Mantente enfocado en tu meta. Mantén una imagen mental de lo que quieres en tu cabeza. No pierdas de vista la recompensa: es lo que hace que persistas. [6] Si haces algo impresionante, como obtener buenas calificaciones en tu libreta, entonces aprovecha la oportunidad de hacer tu petición.
    • No pidas cosas menos importantes. Si deseas conseguir el nuevo juego de Pokémon, no pidas otros juegos hasta que obtengas lo que quieres.
  3. 3 Sé creativo con tu petición. Por ejemplo, si quieres un coche, dibuja el coche que quieres en un afiche o busca un afiche del coche y cuélgalo en una pared de un área que se recorra frecuentemente. Cuando pases por ahí, dirige la atención al afiche haciendo algún comentario. Si tus padres tienen sentido del humor, esto puede ser muy efectivo.
    • Considera si tus padres tienen el tipo creativo de los que disfrutan de esta clase de presentación.
    • Aunque tus padres rechacen tu solicitud, habrás establecido un entorno alegre.
  4. 4 Actúa maduramente a lo largo del proceso. Nunca ruegues por lo que quieres. Si insistes, discutes o peleas por lo que quieres, tus padres estarán menos dispuestos a ayudarte a obtenerlo. Cuando hables del objeto que deseas, escucha lo que tus padres tengan para decir. Toma en serio las dudas que tengan con respecto al objeto. [7]
    • Una buena manera de apelar a tus padres es usar su lenguaje. Si tu padre tiende a explicar las cosas con las manos, trata de explicar tus razones con las tuyas.
  5. 5 Haz algo agradable por tus padres. Consigue algo que siempre hayan querido. Por ejemplo, si tu madre quiere un perfume especial, cómpraselo. Diles que tú pagarás por ello. A los padres les encanta cuando los hijos se esfuerzan por algo. Ellos notarán que tienes tu propio dinero y que puedes manejar la responsabilidad.
    • No menciones lo que quieres en el mismo instante en el que les des tu regalo o puedes quedar como un manipulador.
    • No necesitas comprarles nada. Haz algo en la casa sin preguntarles. Por ejemplo, poda el césped o lava la ropa sin que nadie te lo pida.

¿Cómo enfermarme para no ir?

¿Cuántos niños odian la escuela?

NUEVA YORK, 19 de septiembre de 2018 – Según un nuevo informe de UNICEF, 1 de cada 3 niños y jóvenes de entre 5 y 17 años que viven en países afectados por conflictos o desastres –104 millones– no asisten a la escuela, una cifra que representa más de un tercio de la población mundial sin escolarizar.

En total, 303 millones de niños de 5 a 17 años no asisten a la escuela en todo el mundo. El informe señala que 1 de cada 5 jóvenes de 15 a 17 años que viven en países afectados por conflictos o desastres nunca han ido a la escuela, y 2 de cada 5 nunca han terminado la escuela primaria.

Stolen Futures: Young and out-of-school (Futuros robados: jóvenes y sin escolarizar) analiza la situación educativa de los niños y jóvenes desde la edad preescolar hasta la secundaria superior en todos los países, incluidos los afectados por emergencias humanitarias.

  • “Cuando un país se ve afectado por un conflicto o un desastre, sus niños y sus jóvenes son víctimas por partida doble”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF;
  • “A corto plazo, sus escuelas sufren daños, son destruidas, ocupadas por fuerzas militares o incluso atacadas deliberadamente; debido a ello, se suman a los millones de jóvenes que no asisten a la escuela y que, a medida que pasan los años, rara vez regresan;

A largo plazo, ellos, y los países donde viven, seguirán enfrentándose a ciclos perpetuos de pobreza”. Debido a que menos del 4% de los llamamientos humanitarios mundiales están dedicados a la educación, el informe pide que se invierta más en una educación de calidad que permita a los niños y los jóvenes de los países afectados por emergencias humanitarias complejas y crisis prolongadas aprender en un entorno seguro, desde la enseñanza preescolar hasta la enseñanza secundaria superior. El informe, presentado con motivo del 73º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, examina la situación mundial de los niños y los jóvenes que no asisten a la escuela y pone de relieve la situación en todo el mundo:

  • Cerca de 303 millones de niños y jóvenes de entre 5 y 17 años de edad –alrededor de 1 de cada 5– no asisten a la escuela en todo el mundo.
  • Más de la mitad de los niños sin escolarizar en edad de asistir a la escuela primaria viven en países afectados por situaciones de emergencia.
  • La pobreza sigue siendo el obstáculo más importante para la educación en todo el mundo, ya que los niños más pobres en edad de asistir a la escuela primaria tienen cuatro veces más probabilidades de no asistir a la escuela que sus compañeros de las familias más ricas.

Según las tendencias actuales, el número de jóvenes de 10 a 19 años aumentará a más de 1. 300 millones para 2030, lo que representa un aumento del 8%, según el informe. Proporcionar a esta futura mano de obra una educación de calidad y mejores perspectivas de empleo producirá mayores dividendos económicos y sociales. “Este es un momento crítico en la historia.

Si actuamos con prudencia y urgencia, podemos empoderar y capacitar a los jóvenes a fin de que estén preparados para crear sociedades pacíficas y prósperas”, dijo Fore. “La alternativa es demasiado sombría.

No podemos permitirnos el lujo de fracasar. ” # # # Notas para los medios: Para descargar contenido multimedia, hacer clic  aquí. UNICEF utilizó datos del Instituto de Estadística de la UNESCO y encuestas de hogares para realizar los análisis que se detallan en el informe.

¿Por qué mi hijo odia la escuela?

– Tiene dificultades para relacionarse – Tu hijo no logra hacer amigos con los que jugar o estudiar , así que, tarde o temprano, manifestará rechazo hacia la escuela. Si no hay ningún problema serio y tu hijo es un niño tímido , esa puede ser la razón para no sentirse a gusto en la escuela. En el hogar puede haber situaciones como maltrato o violencia, ausencia de uno o de los padres o están en medio de una separación o divorcio. Por ello, el niño también puede empezar a tener problemas y presentar una conducta antisocial , como evidencia esta investigación publicada en la Revista mexicana de psicología.

¿Qué es la fobia a la escuela?

La fobia escolar es la incapacidad total o parcial del niño de acudir al colegio como consecuencia de un miedo irracional a algún aspecto de la situación escolar.

¿Qué hacer si tu hijo de 15 años no quiere ir al instituto?

¿Cuántas veces puedes faltar a la escuela?

Las escuelas buscan poner freno a las inasistencias, que fueron en aumento de la mano de la flexibilización del cursado. Esperan con ello un repunte en el rendimiento. – viernes 31 de julio de 2015 | 0:00hs. Las escuelas secundarias decidieron ponerse firmes y hacer cumplir desde ahora a rajatabla la reglamentación sobre las inasistencias de los alumnos. Así, para los casos  que excedan las 32 faltas sin justificativo, los estudiantes perderán la condición de regular y tendrán que rendir como libres todas las materias en diciembre. Esta decisión se comunicó a los jóvenes que volvieron a clases ayer, luego de las vacaciones y las mesas examinadoras.

  • “El límite de las 32 inasistencias no se corre, hay que venir a clases y trabajar en el aula y en los talleres de apoyo, en el último tramo del año vamos a hacer mucho hincapié en que se rindan las materias adeudadas”, explicó la rectora de la Normal Mixta, Mirta Vittar, a los estudiantes y a El Territorio   El cupo de inasistencias para los estudiantes está previsto por resolución del Ministerio de Educación 688/06, que establece que el alumno que asiste como regular puede tener hasta 15 inasistencias;

Si incurre en más faltas deberá reincorporarse y, con la reincorporación tendrá un margen de 10 inasistencias más. Además, por circular se prevé un número máximo de 25 faltas para los alumnos regulares y, que se puede extender a 32 sólo para casos excepcionales.

Sin embargo, al menos en los dos últimos años, los jóvenes fueron corriendo el límite de faltas permitidas hasta casi el techo del margen de  ausencias asignadas para causas justificadas, sin que los establecimientos puedan encontrar un freno para esta ola de faltazos.

“Tenemos muchos casos de alumnos que están al límite de quedar libres o que ya sobrepasaron las 25 faltas, pero vamos a ser muy rigurosos con las inasistencias, y el que pase el último límite de las 32 faltas queda libre, aunque igual tiene que asistir a estudiar”, sostuvo Vittar.

  • “Las inasistencias reiteradas son un problema que todo el tiempo estamos atendiendo, hay casos en que pese a convocar a los padres no se logra una respuesta”;
  • El problema que observa la docente es que cada vez más alumnos sobrepasan el límite de las 25 faltas en los primeros meses “y llegan a las 32 porque ahora empiezan a faltar por la Estudiantina”, evidenció;

Y añadió que entonces “es importante hacer sensibilización sobre la vigencia del cupo de inasistencias y acerca del compromiso de estudiar que requiere la escuela, y en eso estamos en el regreso a las clases”, señaló la rectora Vittar. Por su parte, la directora del Martín de Moussy, Gladis Ledesma señaló que hubo ausentismo en la primera etapa del año, y que en los próximos encuentros de profesores y por departamentos se revisarán las planificaciones y los objetivos.

“Este es un trabajo que siempre se hace y que es ajustar el documento a la realidad de la escuela. También se atienden a los cursos que tienen muchos ausentes o indisciplina, es un abordaje con el gabinete psicopedagógico y es una medida para cuidar la matrícula”, consignó.

En el BOP 1 también se cuentan con preocupación los casos de estudiantes que están al borde de quedar libres y continúan faltando. La vicedirectora del BOP, Lidia Lohmann, explicó que hay varios casos de alumnos que están al borde de quedar libres. “Hacemos un trabajo con los preceptores de llamar a las casas, enterar a los padres”.

La profesora Lohmann analizó que las ausencias se pueden dar por muchos y variados motivos: “Nos encontramos con alumnos que tienen una oportunidad de trabajo y no vienen unos días, pero luego se reintegran, también hay una franja de estudiantes que tienen una situación económica muy frágil en sus casas y se quedan sin dinero para el pasaje”.

Concluyó que “es una población muy diversa y la idea es que la escuela pueda retenerlos y que no falten sino que asistan al aula y pasen de año”, dijo la profesora Lohmann. Te puede interesar Ultimas noticias.