Accidentes laborales de trabajadores agricolas

Accidentes laborales de trabajadores agricolas

  • Los trabajadores del sector primario realizan una de las ocupaciones más antiguas que conocemos, la agricultura y ganadería.
  • Desde que el hombre comenzó a cultivar la tierra han sido muchos los cambios que ha sufrido esta profesión y, aunque recordemos que en aquel entonces también sufrían accidentes laborales y utilizaban equipos de protección no fue hasta la revolución industrial, cuando los accidentes laborales crecieron desmesuradamente en estos trabajos.
  • En nuestro artículo de hoy os contamos cuáles son los riesgos laborales en agricultura y cómo evitarlos. 

Accidentes laborales en el sector primario

Siempre decimos que la agricultura es uno de los sectores en los que más accidentes de trabajo se producen y, realmente no es así. Si miramos las estadísticas veremos que hay otros sectores con mayor número de accidentes laborales totales.

Entonces, ¿Qué queremos decir con que es el sector en el que más accidentes de trabajo se producen? La realidad es que el sector primario tiene una alta siniestralidad laboral, y, es que, aunque tan solo el 5% de los afiliados a la seguridad social pertenezcan al sector agrario, la agricultura ocupa el 4º puesto en número de accidentes por cada 100.000 trabajadores. En torno al 13% de los accidentes de trabajo se producen en la agricultura, un dato bastante preocupante.

Riesgos laborales en la agricultura y prevención

Dada la amplia variedad de tareas y especializaciones que existen en el sector agrario, los riesgos laborales en la agricultura son igual de variados y diversos. En función del tipo de actividad podremos enfrentarnos a unos u otros. Y, evidentemente, eso hace que la cantidad de medidas preventivas sea igual de diversa.

Riesgos a los que se enfrentan los agricultores

El uso de maquinarias, la exposición a las inclemencias del tiempo, la aplicación de fitosanitarios o la cosecha de los cultivos son solo algunas de las actividades que realizan los agricultores y las cuales entrañan multitud de riesgos.

Uso de maquinaria agrícola

El uso de maquinaria conlleva muchos riesgos laborales en la agricultura, algunos son más fáciles de atajar que otros, pero, sabemos que, si se conocen bien son más fáciles de atajar. Entre los más destacados encontramos:

  • Riesgo de vuelco provocado por desniveles en el terreno, trabajo en pendiente o fallos en el uso.
  • Caídas al subir y bajar de la maquinaria.
  • Atrapamientos y golpes provocados con partes del tractor como puede ser la toma de fuerza.
  • Atropellos, golpes y choques con vehículos o al acoplar maquinaria como el arado en el tractor.
  • También se pueden producir choques contra objetos móviles o inmóviles (animales, vehículos, personas, …) mientras se conduce, por ejemplo, el tractor.
  • Y, por último, golpes de calor sufrido por la exposición a las altas temperaturas que se alcanzan dentro de los vehículos agrícolas mientras se usan durante mucho tiempo bajo el sol.

Y es que no son broma, los riesgos laborales ocasionados por trabajar con maquinaria agrícola; un agricultor se encontró a su compañero tendido en el suelo con el brazo amputado, pues la ropa se enganchó en el eje de transmisión de la toma de fuerza del tractor. 

Aplicación de fitosanitarios

  1. Teniendo en cuenta que un producto fitosanitario se define como: “sustancia química, formulada para evitar, destruir o atraer, cualquier enfermedad o plaga de insectos durante la producción, manipulado, almacenamiento y distribución de productos agrícolas.

  2. Por tanto, los agricultores y trabajadores del sector agroalimentario, están expuestos a riesgos por contacto con productos químicos y como tal, deben utilizar equipos de protección individual (EPIS).

  3. Estos son los riesgos más evidentes a los que se someten los agricultores cuando se encargan de la aplicación de fitosanitarios:
  • Lo primero y más obvio es el contacto con sustancias nocivas para la salud, produciéndose, por ejemplo, quemaduras.
  • Por otra parte, los atropellos o atrapamientos por elementos de la maquinaria.
  • Y, por último, las intoxicaciones por inhalación o ingestión de sustancias nocivas.

Debido al plus de peligrosidad que supone realizar estas tareas, no todo el mundo es apto para hacerlo. Por eso, para poder fumigar es necesario contar con la formación acreditada necesaria.

Como ejemplo, hace poco un hombre de unos 35 años, sufrió quemaduras de segundo grado en los brazos y la cara, a causa de la explosión que se produjo por la reacción del fitosanitario, pues este era inflamable.

En este caso, si hubiese llevado traje de protección química, quizás las quemaduras hubiesen sido más leves.

También estos productos químicos, pueden ser peligrosos para el medio ambiente, si no se manipulan de la manera correcta y según la normativa vigente a tal efecto.

Real Decreto 285/2021, de 20 de abril, por el que se establecen las condiciones de almacenamiento.

comercialización, importación o exportación, control oficial y autorización de ensayos con productos fitosanitarios, y se modifica el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.

Siembra y cosecha

Por último, destacaremos los riesgos a los que se enfrentan los agricultores durante las tareas de siembra y cosecha.

  • Peligros de atrapamiento por fallo del sistema hidráulico cuando la sembradora está en el aire.
  • Sobreesfuerzos al cargar la maquinaria con las semillas.
  • Exposición a altas temperaturas que pueden llegar a convertirse en golpes de calor.
  • Riesgo de vuelco al trabajar con grandes pesos, por ejemplo, en zonas vitivinicultoras, los vuelcos al transportar grandes cargas en remolques aumenta.
  • Atropellos o atrapamientos por falta de visibilidad.

Cómo evitar los riesgos laborales en la agricultura

Como os hemos dicho en este y en muchos otros artículos anteriormente, para evitar los riesgos laborales en la agricultura o en cualquier sector, el primer paso es conocer cuáles son.

Una vez que los conocemos, estamos en disposición de aplicar las medidas preventivas necesarias para reducir la exposición a dichos riesgos.

Uso de la maquinaria

El aspecto principal para evitar riesgos cuando se está haciendo uso de la maquinaria es la capacitación adecuada de los operarios que la utilizarán. Además, será bueno el uso un buen calzado para evitar caídas o resbalones desde encima de la maquinaria.

Por otra parte, para evitar los golpes de calor, hay maquinaria que cuenta con un sistema de climatización para reducir la temperatura durante la jornada de trabajo, sin embargo, también los hay que no cuentan con dicho sistema. En este último caso, se recomienda abrir las ventanas en la medida de lo posible para generar un flujo de aire y utilizar ropa confeccionada con tejidos transpirables.

Por último, debemos añadir que una buena forma de evitar atropellos producidos por puntos muertos, es recomendable que la maquinaria cuente con un indicador de marcha atrás y con los indicadores luminosos necesarios. 

Aplicación de fitosanitarios

Para aprender más sobre la prevención de riesgos laborales en la agricultura cuando aplicamos fitosanitarios podéis leer el artículo del que os hemos hablado más arriba. Pero, además, os queremos hacer un breve resumen con una serie de medidas preventivas a seguir:

  • Primero es fundamental, como hemos comentado, la formación de los operarios, aunque parece una tarea sencilla, fumigar requiere seguir una serie de pasos específicos.
  • Se debe contar con los equipos de protección individual: botas de goma, buzo de trabajo, guantes, protección respiratoria, como el uso de orejeras si fuese necesario.
  • Y, entre otras cosas, es necesaria la vigilancia de la salud de los trabajadores mediante los correspondientes reconocimientos médicos periódicos.
  • Hay que evitar fumar durante la manipulación y el trabajo con fitosanitarios.
  • Utilizar la mascarilla es más que recomendable, para evitar la inhalación de vapores tóxicos.
  • Informar a los trabajadores, por parte de la empresa o explotación agrícola los riesgos a los que se enfrentan, al utilizar productos fitosanitarios.

Siembra y cosecha

Y, por último, entre las medidas preventivas relacionadas con la siembra y la cosecha para evitar los riesgos laborales en estas tareas encontramos:

  • Establecimiento y formación con respecto a los procedimientos de actuación.
  • Utilizar los EPIS necesarios para la realización de las tareas.
  • Evitar realizar sobreesfuerzos a la hora de cargar la maquinaria, pedir ayuda o utilizar los complementos necesarios para no tener que cargar con el peso.
  • Equipar la maquinaría con las correspondientes señales sonoras para evitar atropellos.
  • Y, también, utilizar ropa cómoda y fresca que nos evite sufrir golpes de calor tras muchas horas de trabajo expuestos a condiciones climáticas intensas.
  • Riesgos laborales en la agricultura, conclusiones
  • Como bien sabemos, los agricultores se encargan de realizar muchas más tareas, sin embargo, hemos querido recoger algunas de las más destacadas y conocidas.
  • Como veis los riesgos son numerosos, tanto por trabajar con maquinaria agrícola, como con fitosanitarios, por ello aplicar las medidas preventivas que hemos citado, es fundamental para la salud del agricultor.
  • Pero, si deseas conocer más sobre prevención de riesgos laborales en la agricultura te recomendamos consultar con tu técnico de prevención de confianza.

Incremento de los accidentes laborales en la agricultura

Preocupa el incremento del número de accidentes laborales en el campo, aunque son menos mortales

Accidentes laborales de trabajadores agricolas

EFEAGRO

El aumento del número de accidentes laborales en el campo en los primeros cinco meses del año, aunque sean menos mortales que antes, preocupa a los sindicatos, que piden más protección para los empleados e inspecciones.

Las actividades vinculadas con la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca registraron 13.151 accidentes entre enero y mayo, el 12,6 % más que en el mismo periodo de 2020, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

De ese total, hubo 18 muertes por accidente laboral, lo que supone una caída anual del 51,4 %, que -para los sindicatos- no es suficiente.

“No debería haber ninguna muerte en accidente laboral. Las cifras pueden variar si hay un mes malo, pero lo que hace falta es cumplir con la normativa de riesgos laborales. Todo es cuestión de prevención y de rascarse los bolsillos para que sea efectivo”, afirma a Efeagro el responsable estatal del campo de CCOO de Industria, Vicente Jiménez.

Las estadísticas reflejan un mayor aumento de la siniestralidad entre asalariados que entre autónomos: hasta mayo, los accidentes de trabajo con baja sufridos por los primeros en las actividades primarias fueron 11.630, el 12,8 % anual más, frente al aumento del 11,2 % de los accidentes en trabajadores por cuenta propia (1.521).

Del total de los accidentes de trabajo con baja en jornada en el sector primario, 12.980 fueron leves, 153 graves y 18 mortales; a los que se añaden 744 leves, 14 graves y 8 mortales en desplazamientos hacia o desde el trabajo (“in itinere”), según el Ministerio.

Además, hubo 11.132 accidentes laborales con baja en jornada en agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados (doce de ellos mortales); 1.253 en silvicultura y explotación forestal (cinco muertes) y 766 en pesca y acuicultura (una muerte).

En los cinco primeros meses de 2021, el mayor número de accidentes tuvo lugar en cultivos de árboles y arbustos, con 4.665 (4 fallecidos), además de 3.876 en cultivos de suelo (5 muertos), 1.898 en lugares de cría de animales (3), 1.748 en jardines y parques (3) y 1.714 en zonas forestales (2 decesos), entre otros.

  • Jiménez asegura que una de las razones detrás de la siniestralidad está en el parque móvil de tractores tan antiguo que existe en España, a lo que se suma el hecho de que muchos agricultores siguen conduciéndolos a pesar de tener una edad avanzada.
  • El trabajo en el campo requiere muchas veces el uso de herramientas que conlleva un riesgo, de ahí la importancia de dotar a los trabajadores de equipos de protección individual, subraya el representante de CCOO.
  • Jiménez se muestra a favor de que la inspección vele por la salud de los trabajadores agrarios, que han demostrado ser “esenciales” durante la pandemia, también en este momento del año de “duro” trabajo en el campo por las altas temperaturas.

Se refiere así a la campaña anunciada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, para intensificar la vigilancia sobre 137.000 empresas de la construcción y la agricultura, ante los riesgos de que los trabajadores sufran en estas fechas un golpe de calor durante su jornada laboral.

  1. La organización agraria Asaja ha criticado ese “nuevo intento de criminalizar a los agricultores”, que “una completa desconfianza y un profundo desconocimiento del sector”.
  2. La campaña se une a otras lanzadas previamente por el Ministerio de Trabajo para detectar “posibles casos de esclavitud” en explotaciones agrícolas o para el control del fraude en la contratación temporal.
  3. “En vez de ofenderse tanto, los agricultores deben cumplir la normativa, pagar los salarios conforme a los convenios y ofrecer alojamientos y un mínimo de condiciones para quienes trabajan” en las explotaciones, apunta Jiménez.
  4. El secretario del sector agroalimentario de UGT, Sebastián Serena, considera que España tiene una “regulación laboral y legal muy buena, pero el problema es que no se cumple”.

Sostiene que el índice de siniestralidad es más bajo en el sector agrario que en otros, pese a que más de 13.000 accidentes en cinco meses “son muchos” y ni siquiera se cuentan los que puedan haber sufrido las personas empleadas sin contrato.

  • Según Serena, “las irregularidades se acumulan en el sector”, por lo que advierte a los ciudadanos de que “lo que consumen quizás no está producido con las mejores garantías”.
  • Sobre las inspecciones, opina que el Gobierno tiene que dotar a los inspectores de instrumentos para que se cumplan las normas, teniendo en cuenta -además- que las futuras ayudas de la Política Agraria Común (PAC) estarán condicionadas al respeto de los derechos laborales en el campo.
  • En su opinión, la sociedad debe conocer más sus derechos para poder exigirlos y en ese contexto sitúa la necesidad de la prevención como garantía de salud laboral.

Los peligros de trabajar en el campo

Según el Health and Safety Executive, en los últimos diez años, casi una persona a la semana fallece como consecuencia directa de realizar un trabajo agrícola y muchas otras sufren lesiones graves.

Es evidente que en el Reino Unido trabajar en el campo es peligroso.

Pese a que sólo uno de cada cien trabajadores trabaja en el sector agrícola, una de cada cinco lesiones graves o mortales en el trabajo se produce en este sector.

Entre las causas más comunes de fallecimiento se incluyen:

  • Ser golpeado por un objeto en movimiento, o un objeto que cae, incluyendo maquinaria y vehículos;
  • Caídas;
  • Asfixia o ahogamiento;
  • Lesiones producidas por un animal.

Recientemente, un hombre de 30 años falleció en un accidente con maquinaria en una granja en el condado de Armagh, y en Kilkenny un hombre de 60 años falleció mientras reparaba una cosechadora.

Los trabajadores agrícolas también sufren lesiones menos graves debido a una gran variedad de factores, que incluyen la inhalación de polvo, la manipulación de productos químicos, la exposición a ruidos y vibraciones y el levantamiento de cargas pesadas, así como el trabajo en condiciones de calor o frío extremos y la exposición prolongada al sol.

Trabajos en solitario

Los trabajadores solitarios son aquellos que trabajan solos y sin supervisión directa. Éstos trabajadores se enfrentan a los mismos riesgos que cualquier trabajador pero son más vulnerables ya que no pueden recibir la ayuda de sus compañeros en caso de que ocurra algo adverso.

En un caso publicado, un transportista de grandes alpacas de paja falleció cuando una pila de alpacas le cayó encima. Como estaba solo, su familia nunca sabrá exactamente cómo ocurrió el accidente.

Sin duda, los trabajadores solitarios son más susceptibles de sufrir daños por una enfermedad o accidente repentino, robos y violencia por parte de intrusos. Estos riesgos deben mitigarse, en la medida en la que sea posible, con disposiciones adecuadas de salud y seguridad.

En los últimos años, tecnologías como los teléfonos móviles y la tecnología GPS ha proporcionado cierta tranquilidad y protección a los trabajadores solitarios.

Sin embargo, estos recursos no eliminan la obligación del empleador de garantizar un entorno de trabajo seguro para estos trabajadores.

Posibles peligros durante la recolección y empaquetado de fruta

Al igual que ocurre con los trabajadores del sector agrícola y los que trabajan solos,  los trabajadores que se dedican a la recolección y empaquetado de fruta se enfrentan a peligros entre los que se incluyen:

  • Mecánicos: maquinaria como tractores y grúas elevadoras, y herramientas manuales como pistolas de soplado;
  • Biológicos: reacciones alérgicas a mohos y jugos de frutas;
  • Químicos: insecticidas, fungicidas y herbicidas;
  • Eléctricos: cables de alimentación;
  • Otros: exposición al sol, agacharse y levantar cargas pesadas, ruidos y fatiga.

Ley de prevención de riesgos laborales

En virtud de la legislación vigente, los empleadores tienen la obligación de proteger a sus trabajadores y a aquellos visitantes que estén en su propiedad.

Para ello, es necesario realizar una evaluación de riesgos con el fin de identificar y estudiar los peligros potenciales y tomar medidas para reducirlos.

Las autoridades locales y el Health and Safety Executive se encargan de que la ley se cumpla. Además, quienes incumplan la ley pueden incurrir en responsabilidad penal.

Por ejemplo, una empresa agrícola en Kent fue condenada este año a pagar más de £35,000 después de que uno de sus trabajadores falleciera al ser aplastado por una viga de hormigón.

El Health and Safety Executive (HSE) realizó una investigación y averiguó que los trabajadores no habían recibido la formación necesaria y que el trabajo no había sido planificado correctamente.

La empresa se declaró culpable de infringir la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo de 1974 (Health and Safety at Work Act 1974).

El inspector del HSE declaró: “este trágico accidente, que causó el fallecimiento de un trabajador, se podría haber evitado fácilmente. Las personas que tienen el control también tienen la responsabilidad de introducir métodos seguros de trabajo y de ofrecer la información, instrucción y formación necesaria a sus trabajadores”.

Lesiones sufridas trabajando en el campo

Si ha resultado herido en el trabajo debido a la negligencia de su empleador, puede que tenga derecho a recibir una compensación. Una indemnización cubrirá el dolor y el sufrimiento, así como cualquier pérdida financiera en la que haya incurrido.

Es comprensible que a algunas personas les resulte emocionalmente difícil reclamar contra su empleador, incluso si tienen derecho a hacerlo. Sin embargo, los empleadores están legalmente obligados a tener un seguro de responsabilidad civil, contra el cual se reclaman las indemnizaciones.

Esto significa que reclamará contra la compañía de seguros y no personalmente contra su empleador.

En Osbornes Law estamos de su lado. Si necesita ayuda para reclamar una indemnización por accidente laboral, puede contactar con nuestro equipo de abogados de accidentes de trabajo.

El sector agrario, uno de los sectores que registra más accidentes laborales graves en España

El sector agrario es uno de los sectores que registra la mayor tasa de accidentes graves en España, de forma destacada y en comparación con otras actividades.

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en el que se identifican los motivos esta de elevada siniestralidad en actividades como la agricultura y la ganadería.

En el trabajo, publicado en la revista científica Safety Science, se han analizado más de 150.000 accidentes de diferente índole y gravedad ocurridos entre los años 2013 y 2018 en España.

«El sector primario produce una alta tasa de accidentes graves en comparación con todos los demás sectores», apuntan los profesores e investigadores de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Natàlia Cugueró, del grupo de investigación SUMA (Sustainability and Management Research Group), y Xavier Baraza, del grupo DigiBiz (Digital Business Research Group).

Es más, según estos expertos, actividades como la agricultura apenas han sido objeto de investigaciones vinculadas a los accidentes ocurridos en el trabajo a pesar de ser el tercer sector con más accidentes, después de la industria química y la construcción.

«El sector primario está infraestudiado, aun siendo fuente de numerosos accidentes.

Por lo tanto, las ratios persisten a lo largo del tiempo, porque los dos primeros han incorporado numerosas medidas de seguridad y en el caso de la agricultura no se han incorporado las mismas exigencias», explica Cugueró.

Causas de la elevada siniestralidad

Entre las causas de esta elevadísima siniestralidad laboral en la agricultura, los investigadores han identificado varias, muchas de ellas relacionadas con los riesgos propios de su actividad, como el uso de maquinaria y la dureza física, pero también con el perfil de empleado y las particularidades de este tipo de trabajos. «Este es un sector con una elevada tasa de personal inmigrante y con un riesgo elevado debido a la propia naturaleza del trabajo. Además, en las últimas décadas, actividades como la agricultura se han caracterizado por tener condiciones laborales muy precarias», explican los autores.

Así, a medida que un sector es más precario, las personas que trabajan en él «tienen menos probabilidades de organizarse, reclamar sus derechos y estudiar las causas específicas de los accidentes, una cuestión de justicia social», apunta el personal investigador.

De este modo, los accidentes laborales en el sector primario están relacionados con aspectos como la edad, el sexo, la nacionalidad, la actividad económica, el personal de la empresa, la duración de la jornada, el lugar del accidente e incluso la región.

En concreto, las comunidades autónomas de Andalucía, Valencia y Murcia registran cerca del 60 % de los accidentes agrícolas, con un 37 %, un 13 % y un 9 % de los casos, respectivamente, unos territorios caracterizados por el desarrollo de una agricultura más intensiva y que suele disponer de una mano de obra con presencia de personal inmigrante. Por el contrario, se producen menos siniestros, pero más graves, en regiones como Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, unas áreas en las que el uso de maquinaria es mayor para las labores agrarias.

«En general, las regiones con más trabajadores en el sector tienen más accidentabilidad y también más accidentes graves. Esta gravedad respecto al total es más baja en Andalucía, Valencia y Murcia.

En cambio, presenta un sentido opuesto —más accidentes graves o fatales respecto al total— en zonas como Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde esto se puede atribuir al uso más intensivo de maquinaria», inciden los expertos, aunque recalcan que la alta tasa de accidentes «persiste en el tiempo» y que apenas han tenido mejora en las últimas décadas.

No obstante, los autores también señalan que en un alto porcentaje de accidentes existe una sobreestimación de las capacidades propias de cada trabajador y una escasa percepción del peligro.

«Como consecuencia de ello, algunos trabajadores y trabajadoras subestiman los peligros involucrados y asumen más riesgos, lo que lleva a más accidentes graves, por lo que es necesario incrementar otras formas de concienciar a los trabajadores y las trabajadoras de los peligros», recala el personal investigador.

Soluciones y propuestas de seguridad en el sector

En este sentido, tras el detallado análisis de los miles de accidentes con catorce variables, los autores del estudio ofrecen diferentes conclusiones y líneas de investigación con el objetivo de mejorar la seguridad de los trabajadores y también de ayudar a los reguladores que marcan la legislación y la normativa del sector.

A este respecto, los expertos plantean implementar planes de formación y concienciación sobre los riesgos laborales de las actividades del sector primario y sobre la necesidad de adoptar medidas de protección y autoprotección tanto para personas con poca experiencia como para personal con una dilatada trayectoria. «La formación a lo largo de la vida laboral es crucial para el trabajador para seguir evaluando los riesgos y protegerse bien de ellos. Esta relajación debida a un exceso de confianza y a una distensión de las medidas de protección se podría corregir con formación continuada de las empresas del sector», añade Baraza.

Por su parte, en lo que respecta a la Administración, se han de incrementar los esfuerzos de investigación y medidas de prevención en este sector, ya que es el tercero de España en número de accidentes en el trabajo.

Es más, según algunas estimaciones, la falta de control en el sector podría estar ocultando la situación de precariedad de algunos trabajadores y trabajadoras, por lo que estas cifras de accidentes laborales en la agricultura podrían incrementarse.

En este aspecto, hay que tener en cuenta que la agricultura es un sector con una importancia capital en un mundo sostenible y que probablemente se verá intensificada para incrementar su producción, por lo que la adopción de medidas para reducir los accidentes debe ser prioritaria. De este modo, la solución para el sector debe incorporar el incremento de la tecnología, tecnificación de forma pareja a la formación.

«Estas medidas llevarán a una mayor eficiencia, pero también a una necesidad mayor de formación para el uso de esta maquinaria.

Si se intensifica el uso de maquinaria pero no se imparte la formación adecuada, el resultado es el incremento de la productividad, pero a un coste de mayor accidentabilidad grave.

Por tanto, vemos importante adoptar medidas de sostenibilidad, eficiencia y uso intensivo de maquinaria, que, a su vez, incorporen mayores estrategias de prevención y formación continua, para que esta eficiencia no sea a coste de la salud laboral», concluyen los expertos.

Todos estos resultados deben ser utilizados tanto por las empresas como para los reguladores, para aumentar la seguridad de las actividades agrícolas. Eso sí, estas conclusiones solo son aplicables en el caso del sector primario español.

Esta investigación de la UOC favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 3, de salud y bienestar; 8, de trabajo decente y crecimiento económico, y 10, de reducción de las desigualdades.

Referencia

Baraza, Xavier, Cugueró-Escofet, Natàlia. Severity of occupational agricultural accidents in Spain, 2013–2018. A: Safety Science [en línia]. 2021. Vol. 143, núm. 105.422. ISSN 0925-7535. Disponible a: https://doi.org/10.1016/j.ssci.2021.105422.

UOC R&I

La investigación e innovación (RI) de la UOC contribuye a solucionar los retos a los que se enfrentan las sociedades globales del siglo xxi, mediante el estudio de la interacción de la tecnología y las ciencias humanas y sociales, con un foco específico en la sociedad red, el aprendizaje en línea y la salud digital. Los más de 500 investigadores y 51 grupos de investigación se articulan en torno a los siete estudios de la UOC y dos centros de investigación: el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y el eHealth Center (eHC).

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Riesgos laborales del trabajo en el campo: trastornos musculoesqueléticos

La agricultura y el trabajo en el campo es un sector con altos riesgos laborales.

Además, El trabajo agrícola tiene una alta tasa de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, entre los que se encuentran los trastornos musculoesqueléticos, que son los más habituales.

Esto se debe a que una parte considerable del trabajo en el campo sigue siendo manual como la siembra, recolección, preparación del terreno, fumigación, etc.

Además, las condiciones de trabajo en el campo suelen ser atípicas y lo realizan mayormente personas trabajadoras migrantes y estacionales. En estas condiciones, existe falta de vigilancia de la salud y reconocimiento de las enfermedades profesionales, producido también por el escaso conocimiento de las personas trabajadoras sobre sus derechos.

Trastornos musculoesqueléticos en el trabajo en el campo

  • Precisamente los riesgos laborales del trabajo en el campo o agrícola ha centrado el informe realizado por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, dentro de la campaña “Trabajos saludables: relajemos las cargas”.
  • Del informe se desprende que en Europa se ha encontrado una alta prevalencia de patologías entre los trabajadores agrícolas, tanto en la zona lumbar como en los miembros superiores. Las más frecuentes son:
  • El síndrome del túnel carpiano: una afección en la cual existe una presión excesiva en el nervio mediano. Este es el nervio en la muñeca que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano. Puede provocar entumecimiento, hormigueo, debilidad, o daño muscular en la mano y dedos.
  • El síndrome del manguito rotador puede provocar una reducción de la capacidad de trabajo, una reducción de la calidad de vida, estrés y depresión.
  • La epicondilitis, conocida también como codo de tenista, es una lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo, en la región del epicóndilo.

Los principales riesgos laborales relacionados con el trabajo en el campo son:

  • los movimientos repetitivos;
  • la alta demanda de fuerza;
  • las posturas incómodas;
  • la alta frecuencia;
  • las temperaturas muy bajas;
  • el tiempo de recuperación insuficiente;
  • la compresión de las estructuras musculares y tendinosas, y
  • la vibración.

Evaluación de riesgos laborales

Para realizar una adecuada evaluación de riesgos laborales en el trabajo en el campo se tienen que tener en cuenta estos y diferentes variables, como la homogeneidad de las tareas y actividades que varían según las necesidades laborales diarias y estacionales; el sexo, edad y características antropométricas; el nivel formativo de los trabajadores; la variabilidad de los turnos de trabajo dependiendo de las condiciones ambientales; las características morfológicas de los campos (tamaño, estructura y pendiente), y la falta de recursos económicos para adoptar medidas preventivas y sustituir maquinaria y tractores obsoletos, especialmente en las pequeñas explotaciones.

Por tanto, la evaluación de riesgos necesita un examen cuidadoso de cada ciclo del proceso de trabajo, considerando exhaustivamente los modos y los tiempos de trabajo, así como las herramientas y equipos utilizados. La toma de datos relacionados con las características del ciclo productivo es parte fundamental del proceso de evaluación, así como la correcta ejecución y posterior análisis de la tarea.

El propósito es una evaluación específica del riesgo que tome en cuenta los aspectos críticos de cada factor de riesgo examinado minimizando así la posibilidad de subestimar o sobrestimar el riesgo. El conocimiento del método de evaluación permite obtener resultados objetivos, evitando distorsiones por planteamientos defectuosos o subjetividad.

Como medidas organizativas para evitar riesgos laborales en el trabajo en el campo se puede implantar una programación realista de las campañas agrícolas y las necesidades de mano de obra, así como una planificación de las jornadas de trabajo poniendo especial atención en una distribución adecuada de las tareas, ritmos de trabajo y con horarios establecidos de antemano.

La prevención de riesgos laborales en el sector agrario

Riesgo de intoxicación con purines

¿Qué es? Los depósitos de purines y todos los lugares donde puede haber purines se consideran espacios confinados siempre que sean lugares o recintos con ventilación natural desfavorable donde pueden acumularse contaminantes tóxicos, inflamables o explosivos, o bien tener una atmósfera deficiente en oxígeno y que no están pensados para un uso continuado de personas. Pueden ser: – Espacios abiertos por la parte superior y con una profundidad que hace difícil la ventilación natural. – Espacios acotados con una pequeña obertura de entrada. Los puntos relacionados con los purines que normalmente pueden dar ocasión a riesgos propios de los espacios confinados son las balsas de purines y los pozos o arquetas de registro accesibles. Pero los riesgos más importantes y específicos de los recintos confinados son los siguientes: – Riesgo de asfixia por falta de oxígeno. – Riesgo de incendio y/o explosión por presencia de sustancias inflamables o explosivas. – Riesgo de intoxicación por presencia de gases tóxicos o nocivos.

El riesgo de asfixia se manifiesta cuando hay en la atmósfera del recinto una deficiencia de oxígeno debido a diferentes causas, como por ejemplo a fermentaciones que consumen oxígeno y producen dióxido de carbono (CO2) en depósitos donde se fermenta el mosto de uva hasta convertirse en vino.

En balsas de purines normalmente eso no sucede. El dióxido de carbono (CO2), también conocido como anhídrido carbónico, es un gas  más pesado que el aire y por lo tanto se deposita en el fondo de pozos y depósitos. Desplaza el oxígeno haciendo que la atmósfera sea irrespirable.

No se detecta por el olor.

Los incendios y/o explosiones en recintos confinados se pueden generar por presencia de gases inflamables, ya sea porque se han utilizado para almacenar productos de estas características o porque los gases se han generado en procesos de fermentación de materias orgánicas, como por ejemplo los purines, que pueden generar metano. El metano (CH4) es más ligero que el aire, y además inflamable. No se detecta por el olor. En lugares confinados puede llegar a desplazar el oxígeno. Puede ser peligroso en fosas de purines cerradas, dado que se acumula en la parte superior.

Las atmósferas con gases tóxicos o nocivos se pueden generar por distintas razones como por ejemplo a causa de la liberación a la atmósfera del recinto de gases como el sulfuro de hidrógeno y el amoniaco. En relación al amoniaco, hay que destacar que es un gas irritante para los ojos y la nariz. Es más ligero que el aire y se detecta con facilidad por su olor. Este contaminante se encuentra en los purines, aunque no da lugar a problemas.

En relación al sulfuro de hidrógeno (SH2), también conocido como ácido sulfhídrico, hay que destacar que se produce debido a fermentaciones o procesos de descomposición.

Es detectable por el olor, pero las personas expuestas a él de forma frecuente como los granjeros se habitúan y no pueden detectarlo. A otras concentraciones se produce parálisis del nervio olfativo y tampoco se puede detectar. Es más pesado que el aire.

Es el responsable de muchas muertes en el ámbito agrario, debido a que se produce en grandes cantidades cuando se remueven los purines.

Hay que destacar que la presencia de un recinto o espacio vacío no implica ausencia de gases peligrosos.

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